El mayor confidente (2/2) XII

«Gun»

— Ya es tarde debería irme - trato de levantarse pero de repente vi como el Chicuelo se tambaliaba, lo sostuve y volví a sentarlo.

— Creo que el cansancio y la bebida que te di te afectó un poco.., ¿por qué no te quedas?, mañana tenemos ensayo por la tarde y puedo prestarte algo de mi ropa...

— No quiero molestar - se veía muy afectado, no podía dejarlo ir a sí.

— Oye qué dices, no me molestas, soy tu amigo puedes confiar en mí...

— ¡Bueno! Me quedo, de todas formas me siento muy cansado para contradecirte...

— ¡Ahhh! entonces reconoces que te gusta llevarme la contraria... – lo jale de la oreja y sonrió , ver su sonrisa otra vez era todo un espectáculo mágico.

— Algo a sí... Pero gracias otra vez.

— Deja de agradecer, estamos en confianza – lo lleve a mi habitación y le indique dónde estaba la ropa para que se pudiera cambiar.

— Voy a la sala, siéntete como en tu casa – antes de que saliera me detuvo.

— ¿A dónde vas a dormir tú? sí solo tienes una cama...

— En el sillón, no te preocupes me gusta ver la tele, no es la primera vez que duermo ahí, siempre estoy solo – no sé por que quería darle explicaciones.

— Puedes dormir en tu cama...

— Tranquilo Chicuelo, te digo que el sillón ya me conoce, tú no lo soportarías es rejego con los visitantes – quería que no me contradijera pero creo que era su misión en la vida.

— No estaba diciendo que dormiría en el sillón, por qué no duermes en la cama, está amplia – no quería parecer sorprendido pero mi boca me gano

¿Contigo? - eso lo hizo reír, “matame de una vez” se estaba riendo de mí.

— Oye no es cómo que te ataque por la noche mientras duermes... - no me importaría en absoluto “Gun bajarle dos rallitas a tus ideas pervertidas”

— Tratas de burlarte de tu mayor...

— No eres tan mayor

— Pero si más que tú...

— No lo parece, además tú mismo dices que la edad no importa.

— Eso quiere decir que puedo... “Idiota cállate de una vez” el Chicuelo empezó a reírse con ganas, creó que él sillón es mejor opción, ahora ya no puedo negarme.

— Voy a ducharme

— Por supuesto, pasa. Yo voy a quitar las cosas de la sala para dejarte terminar tranquilo... – tenía que salir antes de decir más tonterías.

«Mark»

Gun era muy chistoso, actuaba como si yo lo fuera a tocar o algo por el estilo. Cómo dijo Tana no todos los chico me gustan imitando su tono.

En fin me gustó hablar con alguien sobre mis sentimientos y sobre todo por qué en ves de criticarme me hizo sentir entendido y especial.

Salí de la ducha, vi como Gun estaba agachado en su clóset buscando algo tarareando una canción, era lindo. Ese pensamiento me turbó, no había pensado en nadie más que en Tana de esa manera, ahora Gun me parecía de la misma forma... ¿Porqué?

Tal vez su amabilidad me hizo verlo a sí.

— Ya saliste, qué bien - asomó su cabeza sin salir por completo del clóset.

— ¿Qué buscas?

— ¡Ohh! Es qué hace mucho compré unas camisas que me quedaron algo chicas, son casi nuevas y quería ver si te gustaban, no sé sí serán de tu gusto, tu vestir no es tan diferente al mí, así que a lo mejor si te gustan...

— Me gusta tú vestir también

— Gracias por eso, bueno.... ¡Ahh! ya las encontré mirá – me mostró varias camisas aventando todas a la cama – puedes quedarte con todas.

— Solo necesito una...

— Oye habrá algún día que dejes de ser tan insolente conmigo

— ¿Qué hice? – puso sus manos en sus caderas y un puchero en forma de protesta no pude evitar sonreír

— ¡Está bien! Me las quedó, gracias.

— Eso está mejor, vez como puedes ser lindo cuando quieres – ¿lindo yo? nunca, ¡imposible!

— ¿Vas a ducharte?

— Eh... Mmm... ¡Bueno! puedes acostarte si quieres, yo tardo en el baño, lleva un proceso largo está belleza que vez aquí – formando un corazón con sus manos y sonriendo mientras cerraba sus ojos... ¡Tan Infantil!

— Sí, se nota. ¡Hasta mañana! – pase de un día triste y pesado a uno alegré y tranquilo, todo gracias a mi nuevo amigo.

«Gun»

— Hasta mañana Chicuelo... - cerré tras de mí y me deje caer al suelo pegado a la puerta.

Esta noche si ha sido sorprendente para mí, cómo se supone que dormiría con la persona que me gusta sin que sienta nada, dormido soy de lo peor, si empiezo a soñar con él, si digo su nombre sin querer, si él me escucha me va odiar y si... ¡Basta! Son muchos si para procesar ahora. Me levanté de golpe. ¡Rayos!, rayos.., a ver Gun hay que tranquilizarnos primero, repite conmigo, va a sonar tonto pero cada quien tiene sus métodos y el mío es extraño pero funciona.

Me puse frente al espejo diciendo: “Pikachu voy a sonar contigo hoy, Pikachu hoy mi sueños tienen que ser tuyos”

Fui por el Pikachu que había en mi sala y lo traje para dormir, sé que me vería muy infantil pero no me importa, sí con ello logro no pensar en cosas o más bien en alguien que no debo.

— Vas a dormir con eso... –por qué tiene que sonreír a sí, es malo.

— ¡Calla! Yo no crítico tú tendencia hablar solo, tú no critiques mis gustos al dormir – siwat alzo sus manos dándose por vencido, dando se vuelta en la cama...

Nunca he sido muy devoto pero junte mis manos y miré hacia arriba pidiendo una ayudadita.

En fin, que pase lo que tenga que pasar, me acosté lo más pegado a la orilla que pude, voy a tratar de dormir, ese es otro problema que no pensé...

— No vas a pagar la luz - me asustó, se había dado la vuelta y casi estaba encima de mi, tratando de apagar la luz de mi lado.

— ¡Tranquilo! Si quieres duermo en el sillón...

— No inventes, estaba pensando en algo por eso me sorprendiste, a hora la apago yo – me acomode y trate de dormir, fue inútil, al final no pude, me puse boca arriba mirando el techo, va hacer una noche muy larga...

No sé en qué momento me quedé dormido pero así fue.

«Mark»

La luz me estaba molestando en los ojos, maldición mi madre sabe que no me gusta que habrá las cortinas mientras duermo, me di la vuelta evitando la luz y me encontré con un cuerpo junto a mi, tenía el brazo de bajo de mi cabeza por alguna extraña razón terminamos durmiendo abrazados, habia olvidado donde y con quién dormía, estaba por alejarme pero se veía tan tranquilo que no quería moverme y despertarlo.

Me acomodé sobre su brazo y lo observé, no era tan apuesto como yo, eso sé notaba a kilómetros pero no estaba tan mal...

“NO ESTABA TAN MAL"

Me levanté de golpe, negando lo que estaba pensando.

Me metí en el baño, tome prestado alguna ropa de Gun y una de las camisas que me regaló, me encantaron, incluso eran de mi talla. Sus gustos eran iguales a los míos.

Cuando termine Gun seguía durmiendo, no quería despertarlo pero sería descortés irme sin despedirme...

— ¡Gun!... ¿Gun? Despierta.

— Mami un rato más ¿si? - el tonto pensaba que era su mamá.

— ¡Gun! Soy Mark, despierta.

— Mark...

— ¡Si! Anda, que tengo que irme...

— No te vallas... – seguía dormido y aún así me respondía.

— Nos vemos al rato en la empresa sigue durmiendo – estaba por irme cuando jalo de mi mano.

— ¡No te vallas!

— ¿Gun?

— No me dejes solo... – eso golpeó directo a mi pecho sin previo aviso.

— Gun, ¡despierta! - hablé más fuerte para que despertara por fin.

— ¡Qué!.., ¿qué? ¿qué pasa? - se paró de golpe.

— Nada, que me tengo que ir...

— Pues vete, para que me despietas niño

— Pues si me sueltas, me voy con gusto.

— ¡Ohh! lo siento... ¿por qué te agarré? – “lo mismo me preguntó yo” pero no le preguntaré.

— Te hablé, no lo recuerdas...

— ¡Lo siento! Tiendo hablar cuando estoy dormido.

— Entonces no soy el único que habla solo...

— Oye es diferente, lo hago dormido no despierto, esto no se puede controlar...

— ¡Olvídalo! Me voy.

— Oye espera... – me di la vuelta para verlo, estaba rascándose la cabeza como si estuviera nervioso ¿Porqué?

— ¿Qué fue lo que dije? – quería repetir aquello que dijo pero no era una buena idea así que termine diciendo...

— Cinco minutos más Mimi – le sonreí y le saque la lengua, Gun me aventó la almohada que tenía abrazada.

— Largo de aquí Chicuelo. Me debés una cena por burlarte de mi...

— Ok! Pero tú pagas. Te veo en la tarde...

— ¿No quieres qué te lleve?

— ¡No! tranquilo, pasaré a la empresa por mi carro.

— ¡Está bien!

— ¿Gun?

— Mmm...

— Gracias por lo de anoche...

— ¡Ohh! Cállate no fue nada, vete de una vez.

— ¡Ciao!

— Arrivederci caro mio – él había viajado mucho y me había enseñado algunas palabras, aún que también algunas no las entendía por completo, era divertido.

Saliendo del edificio revise la hora en mi teléfono y me di cuenta que tenía varios mensajes de Tana...

(Mensajes)

Qué pasa contigo maki...🙄😒

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Otra vez ya no quieres hablarme🙁😕

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Por qué no respondes😠😤

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Cuando puedas búscame😓

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Maki de verdad no vas a contestar mis mensajes...😳☹️

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