5

La miré como se llevaba la comida a la boca. Nunca me había permetido fantasear, pero...

¿porque ahora era totalmente diferente?

Mi mirada inoncente bajo hacia sus labios. No tenía idea si era solo curiosidad, si eso me había invadido cada rincón de todo mi cuerpo. No supe explicarlo, no lo entendía, pero se sentía realajante y un poco atrevido.

Maria me miraba. Eso me hizo tentarme más de lo que podía.

- ¿Que clase de hermano tienes?

- El es un cazador de almas.

-¿Que cosa?

- Su trabajo. Es un cazador de almas.

Su mirada de impacto me hizo enbobarme en sus deliciosos ojos. Aún sin saber lo que ocurría, saqué de mi boca una de las tanta sonrisas.

-¿Es posible eso?

-Lo es.

-Pero tu...

-¿Yo?

-Tu eres Cúpido...

-Si.

- Trabajas con amor, con todo eso tan puro. Tal vez me equivoque, pero en mi mundo las palabras "Cazador de almas" no suena muy santito...

- El nombre no es muy bueno, tienes razón. Pero ese trabajo es importante.

-¿Importante? Te escucho. ¿Que tan importante es ser un cazador de almas?

- Pues... Es muy importante. Sin un cazador de almas, no habría muerte.

-¿Que? Me estas diciendo que tu hermano es la muerte?

-No, la muerte es la que se decide a quien quitarle la vida, el cazador de almas se encarga de llevarselas a donde tengan que ir, además de castigar a aquellas que no cumplen con su sentencia.

-¿Te refieres a aquellas que son mandadas al infierno?

-Muchas almas tratan de escapar, ya sea de cualquier lado. Algunas quieren ir al cielo,otras,al infierno,o simplemente volver hacia la Tierra. Cuando a uno aún no le es permitido pasear por donde este quiera, necesita obedecer cualquier norma que los superiores le den.

- ¿Las almas no es que se convierten en ángeles o simplemente demonios?

-Se nececita un tiempo para que puedan.

-¿Tu fuiste... un humano,como yo?

- No.

-Pensé que cuando alguien muere se convertia en ángel...

-No todos hemos sido humanos. La mayoria,si, pero hay muchos que no, como yo.

-¿Te hubiera gustado serlo?

Pase mi lengua por mis labios.

No quise enfocarme más,ni un segundo en los de ella.

-No lo sé.

Me levanté suspirando, decidí empezar a juntar la mesa ya que los dos habiamos terminado de comer.

-¿Como es que comes? Los ángeles también lo hacen?

- Es porque estoy en la Tierra, y mi cuerpo es el de un humano. Las cosas son dificiles de entender pequeña curiosa.

-TSS.. Tan solo queria saber...

Fuí hacia la cocina y me volví hacia la sala.

-¿Puedo preguntarte algo?

Me senté curioso por su respuesta.

-Si, claro.

-¿Cómo es besar?

Ví como me miraba sorprendida, y noté un poco de timidez dentro de mi.

- ¿¿Acaso nunca has besado??¿¡ Tú !?

¿¿El representante del amor??

___________

Pasaron 2 semanas y media desde que Mr.Cúpido entró practicamente a mi vida.

Eran las 2 de la mañana,cuando sentí un escalofrio y unos cuantos truenos afuera,acompañados con la intensa lluvia y los relámpagos furiosos de un cielo oscuro.

No pretendí hacerlo con malicia, si no que ni siquiera lo pensé: Me fuí envuelta con una manta hacia el sofá donde estaba durmiendo Dylan.

Lo ví de forma tranquila, relajado, con un brazo por debajo de su cabeza y el otro brazo en el abdomen. Lo pensé unos segundos, y en verdad no lo quise molestar. Volví a dirigirme hacia mi habitación cuando su voz me llamó.

-¿Que ...pasa.... Maria? - se levantó y giró hacia mi aún en la oscuridad y con solo la escasa luz que penetraba por la ventana creados por los relámpagos.

-No quería despertarte.... Lo siento.

- No me había dormido por completo. ¿No puedes dormir?

-Sinceramente lo estaba,pero... me desperté a causa de la tormenta.

-¿Te asustaría si te pidiera para dormir juntos?

Me sorprendí por haber sido tan directo en la pregunta.

Quedé indecisa, y no sabía que responderle. Los nervios me entraron enseguida, después de todo, era un chico.

-Bueno... no creo que podamos caber los dos en ese sofá viejo.

Su risa me tranquilizó después de sentir tronar las pequeñas fieras de afuera.

Dylan puso la manta en el suelo, arriba de mi preciada alfombra. Puso los almohadones en linea y me agarró la mano para que fuera.

Solté la manta que me envolvía y la dejé caer arriba de los dos.

-No era tan difÍcil -pronunció-.

Me percaté de su cuerpo cálido a pocos centrimetros de mi. Su respiración notable me hacía entrecortar la mia.

 Era un chica, el era un chico.

Era normal si acababa cambiando el color de pálido a rojo, con una temperatura de 40°, y un corazón tan despierto como uno en el cúal participó en la maratón más larga del mundo.

-¿Tienes frio?

-Un poco...

Dylan se acercó más.

-Espera. Levanta la cabeza.

Fuí obligada por mi inocencia a obedecer. Después de hacerlo y bajarla nuevamente sentí su brazo dándome más confort.

Después de eso otra vez su cuerpo más cerca, más caliente.

Quería decirle que me estaba haciendo mal. Mr. Cúpido me parecía totalmente atractivo con tan pocos días de conocerlo.

-Maria...

Su voz me iba a volver loca. Me asusté de haberla escuchado tan cerca de mi, que temí que sintiera mi nerviosismo interno.

- Ikarus saldrá contigo mañana.

 -Está bien.

-Pero yo no estaré contigo. Tengo que ocuparme de algo.

Sin previo aviso se acurrucó a mi.

¿Que sería que tenía que hacer? ¿Enamorar personas o tenía que volver a su hogar?

El cansancio acabó por envolverme en un sabroso sueño en donde yo besaba tranquilamente los labios suaves de Dylan.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***