Luego de una semana en su nuevo hogar y empleo, Samanta se había adaptado a la perfección, el departamento de su hermano era muy acogedor además de cómodo y reconfortante. Esa noche la muchacha se encontraba detrás de la barra del bar, sirviendo copas y charlando con sus compañeros.
Desde que empezó a trabajar allí, se había dado cuenta de que tenía un grupo de compañeros realmente geniales. Eran divertidos, amigables y siempre estaban dispuestos a ayudarse mutuamente.
Una noche, después de un ajetreado turno, sus compañeros la invitaron a dar un paseo por el centro de la ciudad, al día siguiente que era el día en que el bar permanecía cerrado y ellos podían descansar.
El clima era perfecto para una caminata nocturna, y Samanta aceptó encantada. Cuando fue la hora indicada, la muchacha salió al encuentro de sus compañeros, Linda, Franco, Martín, Alex, Moira y Andrés. Los seis jóvenes caminaron por las calles charlando y riendo.
Y mientras disfrutaba de la compañía de sus amigos, Samanta se perdió en sus pensamientos al ver a una pareja joven paseando con un bebé en brazos. Su corazón se estrujó al pensar en lo que podría haber sido su vida si Darío no la hubiera engañado. ¿Podría haber tenido un bebé con él? ¿Podría haber formado una familia?
Pero rápidamente, sus pensamientos se aclararon. Recordó su último encuentro con él, la manera tan irónicamente detestable con la que intentó excusarse y comprendió que probablemente ese hombre jamás le fuera leal a nadie. Reflexionando sobre su pasado con él, se dio cuenta de que habría sido un error tener un hijo con alguien tan poco confiable. Ser madre requería dedicación, amor incondicional y una base de confianza sólida. Y la verdad era que no podía confiar en que Darío fuera fiel.
Mientras continuaban caminando, Samanta compartió sus reflexiones con sus compañeros, explicándoles por qué estaba agradecida de no haber tenido un hijo con Darío.
-Aunque a veces es difícil, creo que tomé la decisión correcta- dijo con una sonrisa agridulce.
Sus amigos escucharon atentamente, asintiendo en apoyo. Uno de ellos, Andrés, le dio un abrazo reconfortante y le dijo:
-Sam, siempre estaremos aquí para ti. Eres fuerte y mereces alguien que te valore de verdad.
Samanta se sintió abrumada por la genuina amistad que había encontrado en sus compañeros. Sabía que había tomado la decisión correcta al alejarse de su pasado y que, aunque había pasado por momentos difíciles, su futuro sería mucho más brillante.
Esa noche, mientras seguían su paseo por la ciudad, la muchacha se dio cuenta de que la felicidad no tenía que depender de tener una pareja o un hijo. Podía encontrarla en las pequeñas cosas de la vida, en las risas compartidas con sus amigos, en la relación incondicional con su hermano y en el amor que tenía por sí misma.
Miró a sus compañeros caminando junto a ella y supo que había tomado la decisión correcta. Aunque el camino hacia adelante era incierto, Samanta sabía que no importaba qué obstáculos encontrara en el camino, siempre tendría a su hermano a su lado para aconsejarla y apoyarla en cada paso.
Esa noche fue de total relajamiento para la muchacha, disfrutó cada momento en compañía de sus compañeros y se sintió aún más feliz cuando Jonás se unió al grupo.
-Entonces, nena- dijo Jonás mientras caminaban abrazados por la calle- ¿qué te ha parecido tu nuevo empleo y el cambio de ciudad?
-Aún no me convence del todo- respondió ella, solo para molestarlo, él hizo una mueca algo extraña, en señal de insatisfacción e incomprensión, ya que Jonás había creído que para su hermana mudarse era lo mejor.
-¡Mentira, tonto!- le dijo colgándose de su cuello- Creo que esta ha sido la mejor decisión que me ayudaste a tomar- agregó y luego dejó un beso en la mejilla de su hermano.
Cuando se dieron cuenta estaban frente a la pizzeria donde iban a cenar, ese había sido el lugar elegido debido a que allí contaban con mesas de billar y sistema de karaoke. La noche fue amena y entretenida, cada uno de los presentes disfrutaron de cada momento y se relajaron, jugaron billar, hicieron karaoke, algunos cantando más desafinado que otros, para finalmente regresar a sus hogares a dormir.
Al siguiente día, antes de ir para el bar, Samanta sintió deseos de tomar un helado.
-¿Joni?- le dijo a su hermano que se hallaba alistándose para ir al bar.
-Dime, cariño- respondió él
-Tengo ganas de un helado, ¿te molestaría si llego un poquito tarde?- indagó ella, mordiéndose los labios.
-Mmmm....hoy no hay mucho qué hacer, así que, ve no hay problema.- afirmó él.
-¡Gracias, gracias!- exclamó ella, abrazándolo como lo hacía siempre.
-Pero no llegues tarde- le indicó Jonás y ella alcanzó a oírlo mientras tomaba su bolso y abría para salir.
- ¡Entendido, jefe!- replicó la muchacha y salió con rumbo a la heladería más cercana.
La muchacha caminaba por la calle con paso decidido, sintiendo los ultimos rayos del cálido sol acariciar su rostro, antes de que cayera la noche. El antojo de un refrescante helado empezaba a hacerse mas fuerte a medida que llegaba a su destino.
Una gran sonrisa se dibujó en su rostro al divisar el enorme cono de helado que distinguía el lugar.
Al llegar al local, se encontró con una variedad de sabores tentadores, y su indecisión no le dejaba elegir el sabor exacto. Mientras se deleitaba con el aroma dulce de la heladería, escuchó una voz detrás de ella.
-Disculpa, ¿puedo recomendarte un sabor? El de cookies and cream es simplemente delicioso- dijo una voz muy varonil y amigable.
Ella se giró sorprendida y se encontró con unos ojos intensamente oscuros, que la miraban con curiosidad. Un apuesto hombre, de cabello oscuro y una sonrisa cautivadora, estaba parado frente a ella.
-Oh, gracias por la recomendación. Suena delicioso- respondió ella, dejándose llevar por la simpatía que irradiaba aquel extraño.
Ambos se dirigieron al mostrador, ella pidió su helado de cookies and cream, tal como el joven le había sugerido, mientras él optó por uno de chocolate y nueces. Samanta se ubicó en una pequeña mesa cercana, deleitándose en el sabor del helado, y dejándo su mente absolutamente en blanco.
-Eres nueva por aquí, ¿verdad?- escuchó de repente, abandonando su estadió de lejanía, y volver a ver esos ojos observándola, le hicieron sentir algo extraño.
-Así es, acabo de mudarme hace poco- respondió solo por no ser grosera, sintiéndose extraña por la manera en la que él la observaba.
Cuando se dio cuenta aquel joven había ocupado un lugar en su mesa, cosa que le incomodó un poco a Sam, y de igual manera evitando ser maleducada con él, que se había portado con mucha amabilidad, miró el reloj que llevaba en la muñeca.
-¡Oh, tengo que marcharme, o se me hará tarde!- dijo en voz alta.
-¿Ya te vas? ¿Tarde para que?- preguntó él con curiosidad, ella ladeó la cabeza, pero no se rehusó a responder.
-Sí, ya debo irme. Tarde para el trabajo- le dijo mientras se ponía de pie. Y luego caminó hacia la salida del lugar.
Él se quedó viéndo como la muchacha se marchaba, se sentía algo confundido, eso que estaba haciendo no era normal en él, ¿acercarse a una desconocida y entablar conversación?¡por supuesto que él no actuaba así!.Pero a pesar de ese pensamiento, se levantó de la silla y caminó apresuradamente hacia la salida, se detuvo en la acera, mientras dirigía su mirada para todos lados, hasta que la vió nuevamente.
-¡Espera!- le gritó y ella al reconocer su voz detuvo su andar, se dio la vuelta, observando como él se acercaba.
-Disculpa si te molesto, ... Bueno...- balbuceó tímidamente- Soy Marco.- agregó extendiéndole su mano.
-Sam...Samanta-dijo ella- imitando su acción.
Fueron solo segundos los que sus manos estuvieron unidas en un saludo demasiado formal, quizás, pero eso fue más que suficiente para que el destino comenzara a hacer de las suyas en la vida de ambos jóvenes.
-Bueno, Sam- dijo él tras soltar su mano- ha sido un placer conocerte.
-Lo mismo digo, Marco- replicó ella y luego cada uno se dio la vuelta marchándose con rumbo a su destino.
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Comments
Maria Victoria Ruiz Alcaide
Se está poniendo buena
2024-09-26
0
Maris Benitez
Interesante 😃😃
2024-06-10
0
Roxy Sanchez
ya apreció el que la va hacer olvidar a Darío pero le va a romper el corazón de nuevo
2023-10-30
1