Tras ser convencida por su hermano de mudarse con él, Samanta se presenta en su lugar de trabajo, les comunica a sus jefes la decisión de marcharse y a pesar de que ellos van a extrañarla, se alegran de que la muchacha quiera alejarse para sanar las heridas.
Esa misma noche, Jonás se presentó en el hotel, con la única intención de llevársela al fin con él. Pero al llegar a la puerta de la habitación de su hermana, la imagen frente a él lo sorprende, aunque mucho mayor es la rabia acumulada al ver a Darío a punto de tocar la puerta.
-¿Qué haces tú aquí?-inquirió en un tono claramente enojado.
-Jonás- dijo Darío girándose hacia él- tengo que hablar con Sam.
-Yo creo que eso no va a pasar- afirmó él- Mejor lárgate antes de que se me olvide donde estamos y te dé lo que te mereces- espetó alzando la voz.
-No. Yo... necesito explicarle- dijo él otro en un vano intento por excusarse.
-¿Explicarle? ¿Qué vas a explicarle? ¿Qué te burlaste de ella? ¿Qué no te importaron sus sentimientos?- preguntó Jonás conteniendo su rencor.
-No... yo...Necesito verla- acotó Darío envalentonándose, y ante tal osadía Jonás perdió parte de su autocontrol, dio dos largas zancadas hacia él, lo tomó del cuello empujándolo contra la pared- ¡Te largas ya mismo! Y va a ser mejor que no te atrevas a buscarla nuevamente!- le dijo en un murmullo lleno de ira muy cerca del rostro, luego lo empujó hacia el ascensor.
Darío trastabilló, apoyándose contra la puerta del aparato metálico para no caerse y cuando este se abrió no dudó en adentrarse en él.
-¡Recuerda!- casi gritó Jonás antes de que las puertas se cerraran- Sí te atreves a volver a buscarla, te voy a dar la paliza que realmente te mereces- le advirtió.
Y así, Darío se marchó del hotel antes de que Samanta regresara.
Media hora después del altercado o encuentro entre Darío y Jonás, Samanta llegó, se sintió feliz al ver a su hermano esperándola y tras subir su equipaje al automóvil de este, ambos se embarcaron hacia su nuevo destino.
Samanta estaba decidida a empezar de cero. Sería como tener un hogar temporal para comenzar de nuevo.
Con cada kilómetro que pasaba, su corazón latía con más fuerza, anticipando un nuevo comienzo en una ciudad desconocida.
Después de un largo viaje, finalmente llegaron al departamento de Jonas. Estaba ubicado en un vecindario tranquilo con hermosos árboles que adornaban las calles. Jonas la guió hacia la habitación que había preparado exclusivamente para ella.
-¡Wow, hermanito! este lugar es increíble. Gracias por dejarme mudarme contigo- exclamó agradecida, colgándose del cuello de su hermano.
-No hay de qué, hermanita. Estoy feliz de tenerte aquí conmigo.- replicó él correspondiendo a sus muestras de cariño.
Si bien la habitación era sencilla, era también muy acogedora, con una amplia ventana que permitía la entrada de luz natural. Samanta estaba agradecida por tener un lugar donde empezar de nuevo.
-Jonás, no sé cómo agradecerte por todo esto. Me siento tan afortunada de tenerte como hermano-dijo Samanta con lágrimas en los ojos, tras quedarse abrazada al torso de su hermano.
-Lo hago porque te quiero, Sam. Sabía que necesitabas un nuevo comienzo y estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites-respondió él con una sonrisa reconfortante.
Los hermanos se miraron el uno al otro con determinación y emoción en sus ojos, listos para enfrentar juntos cualquier desafío que les deparase su nueva vida, juntos una vez más.
Luego de dejar a Samanta descansar un poco, Jonás decidió llevarla al bar del cual era dueño y donde trabajaba desde hace años. Quería presentarla a sus empleados, ya que había llegado a un acuerdo con ella para que trabajara allí como mesera mientras encontraba otro empleo.
Ahora, déjame mostrarte el lugar que he estado esperando que conozcas. Ven, te llevaré al bar.
Jonás la invitó a salir y caminaron aproximadamente unas seis cuadras, la muchacha iba observando todo a su paso con mucho detalle, hasta que su hermano se detuvo frente a la fachada de un bar estrategicamente posicionado.
-¡Esto es precioso!- comentó Samanta asombrada por la belleza del lugar mientras ingresaban en él. Lugar que por lo que ella notaba se veía muy exclusivo- Pero, ¿de verdad crees que puedo ser socia tuya? No tengo experiencia en ese ámbito.
- Sam, confío en ti más que en nadie. Sé que puedes hacerlo- respondió él tomándole la manos- Además, una de las razones por las que quiero que seas mi socia es porque quiero compartir este éxito contigo. No te preocupes por la falta de experiencia, podemos hacerlo juntos.
-Entiendo tu entusiasmo- dijo ella dudando- pero quiero ganarme mi puesto en el bar. No quiero ningún favoritismo solo por ser tu hermana gemela. ¿Qué tal si comienzo como mesera? De esa manera, puedo aprender de abajo hacia arriba y demostrar mi valía.
- No puedo negar que estoy decepcionado porque no trabajaríamos juntos de inmediato- respondió él suspirando- pero entiendo tu punto. Si eso es lo que deseas, entonces serás una mesera en mi bar. Pero te advierto, que primero te convertirás en una de las mejores. Y cuando eso suceda, estarás lista para ser mi socia.
-Eso es lo que quiero, cariño. Quiero demostrarte mi capacidad y hacerme un lugar por mis propios méritos. No quiero que nadie piense que estoy aquí solo por ser tu hermana. Estoy emocionada por esta nueva vida y quiero construirla de la manera correcta.
Está bien- agregó él asintiendo- te respeto por eso. Tienes todo mi apoyo, estoy seguro de que te superarás y demostrarás a todos lo talentosa que eres. ¡ Tu nueva vida comienza ahira!
-Gracias por entenderme y por darme esta oportunidad- acotóla muchacha abrazando a su hermano-No puedo esperar a comenzar esta nueva etapa. Finalmente dejaré atrás el dolor y la tristeza, y construiré una vida llena de éxito y felicidad.
Esa misma noche, tras alistarse, regresaron juntos al bar. El lugar estaba lleno de vida y energía. La música sonaba alegremente y las risas se mezclaban con las conversaciones, el muchacho condujo a su hermana hacia la barra, donde se encontraban reunidos los miembros del grupo de trabajo.
-¡Chicos, quiero presentarles a mi hermana Samanta! Ella trabajará aquí como mesera, así que espero que la reciban como se merece-anunció Jonás con orgullo.
Los empleados miraron curiosos hacia Samanta y le dieron una cálida bienvenida. Samanta se sentía abrumada por el gesto amable de todos.
-¡Bienvenida, Samanta! Estamos encantados de tenerte aquí con nosotros -dijo uno de los jóvenes, que hacía de barman en el lugar, mientras los demás asentían con entusiasmo.
-Muchas gracias a todos por ser tan amables. Espero poder ganarme su confianza y trabajar en equipo-respondió ella con gratitud.
Esa misma noche, Sam comenzó su primera noche de trabajo en el bar. Llevaba la bandeja llena de vasos y platos con una sonrisa en su rostro. Estaba decidida a dejar atrás su pasado y enfocarse en su futuro.
Con el pasar de los días, la muchacha comenzó a hacerse su lugar en el bar. Trabajaba arduamente, pero también encontraba momentos para disfrutar de las conversaciones y risas con sus compañeros. Poco a poco, fue olvidando lo ocurrido con Darío, o al menos dejó de torturarse con todo aquello en un esfuerzo por dejar atrás todo el dolor que le había causado. El bar se convirtió en su refugio, en un lugar donde podía empezar de nuevo y ser feliz.
-Sam, estás haciendo un gran trabajo. Estamos felices de tenerte aquí -le dijo Alex, uno de sus compañeros mientras le daba una palmada en el hombro.
Ella sonrió, agradecida por haber encontrado un lugar donde pertenecer. Reflexionando que al parecer su hermano había tenido mucha razón con respecto a aquel cambio.
La muchacha sintió que estaba lista para escribir un nuevo capítulo en su vida, uno lleno de esperanza, amistad y, sobre todo, amor propio.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 79 Episodes
Comments
Carmen Palencia
excelente tu novela a pesar que son pocos capítulos lo que has escrito quiero más capitulo por favor
2023-10-07
1
Viviana Florentin
al final presento la solicitud de divorcio 🤔??
2023-10-07
0