Querida Carla: Ayer vino Saúl a mi casa conocer a mis padres, por tal motivo compré biscochos, bombones y chocolates, un poco de todo, Saúl no se pudo quedar mucho tiempo, y decidí caminar con él...
Papá se molestó cuando regresamos a casa a las 8:15 pm, argumentando que era muy peligroso para nosotros, que no podíamos transitar por esas calles dsspués de las 8.
Me disculpé con él y le dije que no volvería a pasar.
Saúl y yo hicimos planes para vernos al día siguiente, un amigo mío me habla de cosas malas de Saúl, no es que esté enamorada de él, pero creo que tengo derecho a elegir a mis amigos, ¿qué no?
No veo por qué tengan que asombrarse de que tenga un amigo que es todo un caballero, como dice mi madre.
Mi amiga María de la que ya te platiqué, me contó que él otro día se encontró a Saúl y ella le preguntó, solo por curiosidad.
-¿Y quién es tu preferida, Julia o Esmeralda?
-Creo que eso es cosa que no debe importarte -, fue su respuesta tajante.
Saúl tenía cosas que hacer, y dijo al retirarse, mi preferida es Esme, pero no lo comentes con nadie, ok... Y se marchó.
Creo que Saúl está enamorado de mí, por muchas razones que veo, él ha cambiado mi vida, y además, lo encuentro muy agradable.
Mi amiga María comentaría de él: "Saúl es un buen muchacho". Creo que es verdad, y creo además, que podría decir algo más de él. Mi mamá también está de acuerdo conmigo.
A Saúl también le agrada mi familia, pero piensa que mis amigas son demasiado niñas comparadas conmigo, aunque odio que me comparen, siento una ilusión muy grande ante Saúl.
Tu amiga Esmeralda.
Querida Carla:
El anuncio que se hizo él último viernes de clases, fue exitoso. Mis calificaciones no fueron las mejores, pero tampoco reprobé, saqué un 5 en álgebra, y varios 7 y 8, hasta un 6; aunque esto no les gustó a mis padres, aunque ellos no fueron tan inteligentes me dijeron que lo pude haber hecho mejor. Bueno, en realidad no les importan tanto mis calificaciones, lo que verdaderamente les importa es que yo esté bien y que no sea grosera.
Ellos piensan que debo divertirme, además no hay problema que no pueda resolverse.
Aunque yo pienso que debo dar más de mí, ya que se me permitió entrar a la prepa, después de saltarme un año en la otra escuela, no quiero ser mala alumna.
A modo de prueba, el director de la prepa, aceptó recibirme a mí y a mi amiga María, así fue que todos los niños de clase baja fuimos acomodados en escuelas poco agraciadas.
A pesar de todo, yo no quiero decepcionar al director, no defraudar su confianza.
Las calificaciones de María son excepcionales como siempre.
Si hubiera un premio a la mejor estudiante, seguro sería de ella.
Últimamente, papá se queda más tiempo en casa, creo que se ha retirado de los negocios. Pobre, se debe sentir muy mal de verse inútil. Los antiguos directores regresaron a sus puestos.
Hace unos días paseando por la plaza con mi padre me comentaba de un escondite. Decía que sería muy difícil para nosotros vivir aislados del mundo exterior.
-¿Por qué dices eso papá?- Le pregunté.
-Escucha, Esmeralda- me dijo- tú bien sabes que, desde hace poco más de un año, nosotros trasladábamos cosas a otras casas, lo que menos queremos es que nuestros bienes pasen a manos de los hombres de solapa, y mucho menos que no atrapen a nosotros. Podrían venir a buscarnos, es mejor que no los esperemos para irnos.
-Pero, ¿cuándo será eso, papá?
La verdad es que estaba tan serio que terminó por preocuparme.
Tú sigue divirtiéndote, mientras tengas tiempo, yo te avisaré cuando eso suceda. Nosotros nos ocuparemos de todo.
Yo quisiera que esos proyectos de mi padre no se realicen nunca.
Tu amiga Esmeralda.
Querida Carla: Han pasado muchas cosas desde el domingo por la mañanita, hasta el día de hoy, pareciera que pasaron años.
Lo importante es que sigo viva, eso dice mi papá. Todo él mundo parece que está patas pa'rriba...
Mira yo sé que no entiendes nada de nada, ¿verdad?, por eso creo conveniente que te cuente todo lo que ha pasado.
A eso de las 3 (Saúl se había marchado para volver más tarde) tocaron a la puerta. Yo estaba leyendo en la terraza sentada en una mecedora al sol y no escuché. De repente Estefanía llegó a la puerta de la cocina, se le veía un poco confundida.
-Papá recibió un citatorio de la HS- dijo en voz baja.
Mamá había salido en busca del señor Rolando Macias, que es un amigo de la familia y colega de papá.
Todo el mundo sabía qué es un citatorio, yo estaba muy aterrada, imaginaba las celdas solitarias y los campos minados que muchas veces usaron en aquella época de las guerras. Aunque, era raro en estos estados de México si existían en ocasiones.
¿Dejaríamos que papá fuera a uno de esos lugares?
Obviamente, no se presentará, dijo Estefanía mientras esperábamos que mamá volviera.
-Mamá fue a casa del señor Rolando Macias para saber si desde mañana podremos habitar nuestro escondite, pues su familia se esconderá con nosotros, seremos 7 en total.
Al pensar en papá, mejor nos quedamos calladas. Había ido a visitar a unos ancianos al hospicio, la larga espera, la tensión y el calor, nos hizo callar.
De pronto tocaron a la puerta.
-Debe ser Saúl-, dije.
-Por favor, no abras- dijo Estefanía deteniéndome.
No era necesario, Mamá llegaba con Rolando y Saúl, iban platicando. Cuando entraron, cerraron la puerta atrás de ellos.
Cada vez que sonaba el timbre, Estefanía o yo muy silenciosamente para ver si era papá. Nadie más debía entrar.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 82 Episodes
Comments