La decisión

Así que se armó de valor y tomó a la pequeña de la mano mientras le decía:

— Cariño, ya te dije que papa se siente un poco indispuesto, pero te prometo que después vamos a regresar y podrás verlo, pero por ahora tenemos que irnos a casa de abuelita Romina, ¿Está bien?

La pequeña bajó la mirada, sintiéndose muy triste de no poder ver a su padre y de no entender lo que realmente estaba pasando. Por su parte, Magdalena salió a toda prisa de la casa, se subió a su auto con Maggi, yéndose a toda prisa rumbo a casa de Romina, la viuda de su padre, la cual vivía al otro extremo de la ciudad.

(… )

Mientras tanto, en la habitación se encontraba Marco y Angélica, totalmente desconcertados con lo que había pasado.

Marco ya había visto a través de la ventana que Magdalena había sacado a su hija de la casa, le daba golpes a la cama y al mismo tiempo caminaba por toda la habitación mientras decía molesto:

— ¡Esto no debió pasar jamás! Soy un imbécil, no debimos quedarnos tanto tiempo, todo esto es tu culpa. — Le gritaba a Angélica, mientras ella lo miraba incrédula de lo que la estaba acusando.

— ¿Has dicho mi culpa? ¿Pero es que acaso te has vuelto loco? Tú y yo estamos juntos en esto y sabías perfectamente que en cualquier momento Magdalena se iba a enterar de lo nuestro.

— Sí, pero no de esta forma Angélica. ¿No te das cuenta de que esto me puede hacer perder a mi hija?

— ¡Ja! No me hagas reír Marco, esto lo debiste pensar mucho antes de tener una relación conmigo, además nunca estuve de acuerdo en vernos aquí en tu casa, pero fuiste tú quien insistió en encontrarnos siempre aquí, con la excusa de no tener dinero para pagar un miserable hotel.

— Ya estuvo bien Angélica, vístete y vete, creo que no es conveniente que Magdalena regrese y te encuentre aún aquí.

Angélica no podía creer que Marco le hablara de esa forma después de todos los meses que tenían viéndose en donde le había prometido que se iba a divorciar de Magdalena para casarse con ella.

— ¿Y qué va a pasar con nosotros?— Le preguntó Angélica con lágrimas en los ojos.

— La verdad es que no sé qué decirte, las cosas se han salido de control, creo que no podemos vernos por ahora, eso complicaría aún más las cosas y no quiero perder a mi hija.

— Pero no puedes dejarme Marco y menos ahora, tú no puedes hacerme esto.

— Pero ¿No te das cuenta de que Magdalena puede quitarme la custodia de mi hija? Además, no tengo un solo centavo y tampoco tengo a donde ir.

Angélica se secó las lágrimas y se puso de pie caminando justo enfrente de Marco, luego le dijo:

— Pues no puedes dejarme en este momento porque yo estoy esperando un hijo tuyo.

Marco palideció con la noticia que acababa de darle Angélica, lo último que él esperaba era tener que enfrentarse a un problema que complicaba aún más las cosas.

...****************...

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Comments

silvia

silvia

Es q es un reverendo hijo de pu.. rata inmunda, parásito, lagarton😡

2023-07-21

1

Maria Josefa

Maria Josefa

menudos par de sinvergüenzas sólo quieren aprovecharse de la pobre magdalena ojala no los perdone nunca felicidades por tu novela

2023-07-11

2

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