Capítulo 3 Apoyo Familiar

Interrumpe los pensamientos de Igor, el chirrido de la puerta que se abre de pronto:

Entra el abogado, a grandes pasos, se conocen, se saludan, y luego de leer el documento, finalmente firman el contrato. Después, se va lanzándole una última mirada con dudas a Alina. Ella suspira, definitivamente su atuendo no llama para nada la atención. Pero, eso solo demuestra, que no hay mujer fea, sino mal arreglada, sonríe para sus adentros. Ella no detecta, las sospechas de él.

Alina aprovecha, al estar a solas con el abogado Vincent, para explicarle, sobre la infidelidad de su padre, llama por celular a su madre, ella llega y personalmente le solicita que redacte el documento de divorcio. Vincent, en su interior, está muy contento, él está enamorado de Olivia desde que la conoció, cuando comenzó a trabajar en su Empresa; pero, ella no tenía ojos sino para su esposo Konrad. Ahora él está divorciado y si ella también lo hace, no habrá nada que impida una relación entre ambos. Alina siempre se ha fijado en las miradas que lanza Vincent a su madre, tal vez en el futuro, puedan iniciar una nueva relación. Todavía es muy pronto, Olivia tiene la cara roja de tanto llorar.

Alina se lleva a su madre para la casa de la abuela Greta, ellas tres son muy unidas y necesitan en momentos como estos, del apoyo de las Zielinski; eso siempre dice la abuela, cuando hay problemas.

Llegan a casa de la abuela, que más bien es una mansión, dónde tiene todavía un taller de costura. La abuela Greta las recibe:

-¿Por qué traen esas caras tan largas? ¿Estuvieron llorando? ¿No me digan que descubrieron que Alina es la modelo Zielky?- dice con preocupación Greta.

-¡No abuela, es algo peor!- contesta Alina con tristeza.

-¡Vamos a la cocina!- La espaciosa cocina, era el lugar preferido para reunirse, en la mesa de madera redonda para los desayunos de 4 puestos. A pesar de la gran isla de mármol gris con sus altas butacas blancas de medio respaldar, que rodean los estantes, mitad vidrio y mitad madera de un marrón claro. Siempre han preferido esa vieja mesa redonda para sentarse a conversar, desde que el abuelo vivía.

El abuelo Enzo, había fallecido de cáncer de estómago, hacía dos años. La abuela, todavía lo llora a escondidas, no es fácil después de 45 años de conocerse y 40 años de convivencia, superar el dolor de la pérdida es muy difícil.

-¿Quién va a comenzar a hablar?- pregunta la abuela Greta, mientras coloca un licor de cerezas, y sirve 3 pequeños vasitos para cada una.

-A Konrad, lo encontramos teniendo sexo con Helen en su oficina- dice sin más rodeos Olivia, sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas, la madre se levanta y la abraza, mientras Olivia se aferra al abrazo llorando a mares, enterrando su rostro en el vientre de su madre, como queriendo volver al pasado, a ese lugar cálido sin preocupaciones que era el vientre materno. Alina también se levanta para abrazarla a ambas.

-¡Hija, ya lo sabías, pero no querías reconocerlo! Desde hace mucho tiempo él ha sido infiel, tú siempre lo perdonabas. Todavía recuerdo como te dejó sola cuando te hicieron la cesárea, se apareció 2 días después, con una excusa poco convincente. Ah y también, cuando falto al cumpleaños de Alina, a los 6 añitos, y dijo que el auto se había quedado sin gasolina, la excusa más tonta- continúa hablando la abuela:

-Él nunca me inspiró confianza, siempre me pareció un arribista, detrás de tu herencia, por eso nunca puse la Empresa a tu nombre, y tampoco la casa donde viven; esa también es de la Empresa, así que puedes echarlo como llegó, con una mano adelante y otra atrás- Alina, está sorprendida de las revelaciones sobre su padre, ella siempre pensó que él era un modelo de esposo y un padre abnegado. El pedestal donde tenía a su padre, se derrumbó de un momento a otro.

-Esa Helen, siempre fue una envidiosa, siempre se compraba lo que tú tenías, y tú creyendo que lo hacía para que parecieran hermanas, eres muy inocente todavía con 42 años- le da unas palmaditas en la espalda a Olivia, mientras limpia sus lágrimas con los dedos, Alina también las abrazabas a ambas, enterrando su cara en la espalda de la madre, acariciándole el cabello.

-Y definitivamente esto amerita, algo más fuerte para beber, ya no más lágrimas, sentémonos a beber- saca una botella de Whisky añejo 25 años. Necesitaban olvidar lo sucedido, aunque solo sea por la tarde de hoy, ya mañana veremos qué pasa.

Después de 2 botellas de Whisky, empiezan a cantar juntas karaoke a todo pulmón, viejas canciones de despecho; las tres cayeron ebrias dormidas juntas, abrazadas, en la cama superking de la abuela.

A la mañana siguiente con una gran resaca, Olivia y Alina se despiertan, toman las pastillas para el dolor de cabeza, que la abuela dejo sobre la mesita de noche, con sus respectivos vasos de agua. Luego de asearse, van a la cocina, un rico olor a pan recién horneado invadía la casa. La abuela estaba sirviendo el desayuno, huevos revueltos con salchichas, queso blanco frito, pan recién horneado y jugo de naranja natural. También había mermelada de arándanos y panqueques, los favoritos de Olivia, así como chocolate caliente y café.

-¡Abuela qué rico se ve todo! ¿En qué momento hiciste este desayuno?- pregunta sorprendida Alina.

-No lo hice todo yo, Mariana me ayudó- Señala a su cocinera de muchos años una señora en sobrepeso de 50 años. Qué estaba sirviendo las tazas de chocolate.

-Mariana, siéntate con nosotras-, le dice Greta

-No puedo señora, no es correcto- responde con vergüenza la cocinera.

-¡Si no lo haces te despido!- le dice bromeando Greta, ellas se hicieron muy amigas.

-¡Vamos Mariana, siéntate!- le dicen en coro Alina y Olivia, ambas la quieren mucho.

Se sienta, y todas comen en una charla amena, evitan el tema Konrad, por ahora. De pronto suena el timbre de la puerta, una de las empleadas se acerca.

-Señora Greta, es el Sr. Armand, su nuevo vecino- todas nos miramos extrañadas.

-Peggy, hazlo pasar- responde Greta.

-¿Tienes un nuevo vecino?- pregunta Olivia

-¡Buenos días, hermosa Greta! ¡Oh, discúlpame, no sabía que tenías visitas! Regresaré más tarde- responde avergonzado, un hombre de aproximadamente 62 años, bien conservados para su edad, con vestigios en su rostro, de lo que otrora fue un hombre guapo, en su lejana juventud.

-Oh, nada de eso, pasa y sientate a desayunar con nosotras, Peggy busca otra silla- ordena Greta a su empleada.

-Ella es mi hija Olivia y mi nieta Alina, de quiénes ya te he hablado bastante-

-Él es Armand Mazur, mi vecino, arquitecto jubilado. Nos conocimos cuando estudiábamos bachillerato. Pero, luego cuando tenía 14 años y él 16, sus padres se mudaron de ciudad, y nos dejamos de ver por 46 años. Casualidades de la vida, nos reencontramos ahora como vecinos; se mudó hace dos meses, somos amigos de desayunos- responde con un rostro que se ilumina con una gran sonrisa. Ambos se miran con mucha ternura.

Alina y Olivia están fascinadas, ahora Greta, no se sentirá sola, tiene compañía.

Greta y Armand, volvieron a sentir una atracción inmediata, como cuando se conocieron en su adolescencia. Él habia sido el primer novio, su primer amor; cuando Armand se tuvo que mudar de ciudad, ella lo extrañó muchísimo. Pero, con el paso del tiempo, al año conoció a Enzo, también en el bachillerato, y se volvió a enamorar, casándose con Enzo a los 20 años. Luego de su viudez, nunca se imaginó que se reencontraría con quien fue su primer amor de la adolescencia. Armand, también se emocionó al verla, justificaba ir a diario a su casa, primero le solicitó prestada unas herramientas. Luego, venía por las cosas más triviales, hasta por café.

Greta, mujer con experiencia, sabía perfectamente que esas solo eran excusas para visitarla. Luego, ella lo comenzó a invitar a desayunar, y desde hace dos semanas, ha sido una rutina muy placentera para ambos, a veces ella va a su casa a almorzar. En otras oportunidades, acuden juntos a los conciertos de música clásica, descubrieron sus gustos en común. También caminan juntos para hacer ejercicios al aire libre. Se sienten, felices cuando comparten todas esas pequeñas cosas, porque lo que más les agrada es estar uno al lado del otro. Nuevamente, sus corazones vuelven a palpitar al verse a los ojos, o al leve roce de su piel.

Armand también es viudo, desde hace 5 años, pero consiguió de nuevo, en la tercera edad, a la mujer que más amó en su vida, a su primer amor: a Greta. Y no quería desaprovechar lo que el destino le estaba ofreciendo, una segunda oportunidad para volver a amar en el otoño de su vida, y ser feliz al lado de la mujer que siempre permaneció, en un rinconcito especial de su corazón.

Más populares

Comments

Liliana Bonilla

Liliana Bonilla

que lindo a de ser enamorarse a esa edad 😍

2024-07-13

3

Maria Gonzalez Gonzalez

Maria Gonzalez Gonzalez

aaah el amog, estos pillines bien que se lo merecen, jajajaja.❤️😍❤️😍

2023-11-30

3

Liliana Ariza

Liliana Ariza

espero que esta novela tenga final muchas gracias

2023-10-18

2

Total
Capítulos

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play