Te amaré!

...Mariana...

Mi cuerpo arde, cada toque de su boca en mi piel es como agua fresca. Lo único que deseo es sentirlo.

He descubierto que amo y deseo a Rafael, quiero ser su mujer. Solo a él podría entregarle mi primera vez.

He soñado y fantaseado con él cada noche. Me he despertado caliente y húmeda solo con imaginarlo dentro de mí.

Es muy respetuoso y considerado. Es un hombre con principios morales. No se atrevería a declararme su amor. He decidido contarle a mi nana mis sentimientos. Estamos de acuerdo en que Rafael también me ama. Nani me ha explicado cómo es la primera vez, me dolerá un poco, pero después me gustará y lo disfrutaré.

Solo a él puedo entregar mi virginidad. Sé que será amoroso y considerado.

Nani no volverá esta noche. Me dejará disfrutar las mieles del amor.

Me lanzo a los brazos de Rafael. Él intenta rechazarme, pero yo tengo el control. Me quito el camisón dejando mi cuerpo desnudo y perfecto a su vista.

No puede contenerse ante el deseo y la lujuria. Se acerca plantando sus labios sobre los míos. Su boca húmeda y caliente lucha por el dominio de un beso. Su lengua entra impetuosa en mi boca explorando cada rincón.

Sus manos están abordando mi espalda, cuando su boca se dirige a mi lóbulo de la oreja, sobre mi cuello y a mis pechos, dos montañas majestuosas. Su boca les da el tratamiento adecuado haciendo que mis pezones se pongan erectos ante cada lamida y toque de su boca.

Mientras su boca se ocupa de mis pechos, sus manos ahora recorren mi montículo haciendo círculos. Hacen que me desborde como una cascada.

Su boca recorre cada parte de mi cuerpo. Su lengua está ahora dando un tratamiento especial a mis partes más íntimas. Mis piernas tiemblan al hacerme experimentar el clímax.

Caigo exhausta y sudorosa. Me ha hecho tocar el cielo y solo con su lengua y su boca.

Rafael ni siquiera se ha desvestido, mientras que yo estoy completamente desnuda.

Lo veo como empieza a quitarse cada una de sus prendas, dejando a la vista su miembro que está listo, brillante y duro.

Trago saliva al mirarle. Es tan grande que dudo que quepa en mí. Rafael se pasa la mano sobre su eje. Se acerca despacio a mí. Estoy con los ojos como platos.

- Ahora te enseñaré las mieles del amor - dice Rafael con su voz ronca y excitada.

Se acerca para que le toque el miembro. Mi mano se ve pequeña, estoy ansiosa por probarlo. Me lamo los labios imaginando a qué sabrá.

Cuando ya he probado suficiente, lleva su miembro a mi entrada. Estoy derramándome. Su empuje es lento y suave. Doy un pequeño grito al sentir cómo rompe mi entrada, abriéndose paso. Se queda quieto mientras me acostumbro. Luego empieza a moverse lentamente, haciendo que el dolor desaparezca y llevándome a vivir la más deliciosa sensación de placer, llegando a mi núcleo.

Esa noche hacemos el amor incontables veces, hasta la madrugada.

Rafael sale por la ventana de mi habitación. Yo me quedo dormida enseguida.

Por la mañana, mi cuerpo se siente dolorido y exhausto. Dudo que pueda sentarme.

Nani ha tocado la puerta. Entra con un tónico anticonceptivo que me ha preparado especialmente. Así no me embarazaré.

Y así es como cada noche, de ahí en adelante, Rafael entra por la ventana de mi habitación. Hacemos el amor hasta la madrugada y luego se marcha.

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