Amor a primera vista.

Odio esta ropa incómoda que no me deja ni respirar.

Mi madre va a hacer que me exploten las costillas si me obliga a sentarme. Necesitaré que Nani afloje este instrumento de tortura femenina.

Voy por el pasillo erguida, como mi madre me ha enseñado.

En el salón está el hombre más apuesto y varonil que he visto. La verdad es que no he visto a muchos hombres, solo a unos pocos en mi fiesta de 15 años hace un mes, cuando me presentaron en sociedad.

La mayoría eran hombres adultos. No invitaron a hombres jóvenes, ya que estoy comprometida para casarme: mi padre no correría el riesgo de que me enamorara de otro y perder la fortuna de los Márquez.

El único soltero que estuvo en mi fiesta fue mi prometido, un hombre desagradable de baja estatura, regordete y con un ojo chueco. Solo de ver con quién me tengo que casar, me provoca arcadas. Lo peor fueron sus insinuaciones asquerosas de lo que me haría cuando estuviera casada con él.

Mi Nani tuvo que darme un baño con aceites y flores aromáticas para quitarme su mal olor que se había pegado a mi vestido. Y qué decir de su nauseabundo y fétido olor a tabaco que emanaba de su boca.

Estoy mareada y me falta el aire. Todo se está poniendo oscuro.

Siento unos fuertes brazos alrededor de mi cuerpo. Mis piernas tiemblan y mi núcleo se ha calentado solo con el roce de sus manos sobre mi cintura.

Miro sus ojos color azul cielo y siento que es todo lo que siempre deseé.

Él es alguien que está irrumpiendo en mi vida como un fuego y que está desafiando mi destino. Todo se vuelve negro.

Me despierto después de un rato. Nani me dice que me he desmayado por la falta de aire que me causó el corsé tan apretado. Mi madre va a matarme si sigue con esa manía de apretarme el corsé hasta casi hacerme explotar.

Me dice que el profesor Rafael Cortés también sabe algo de medicina y que necesita examinarme.

Mi pecho empieza a palpitar como un caballo desbocado.

Y ahí está él nuevamente, con su mirada azul hielo que me calienta hasta la médula y lo más íntimo de mi ser.

Siento cómo se me calienta la cara, seguramente estoy ruborizada, ya que mi piel blanca como la porcelana está ardiendo.

Después de que me desmayé, mi madre se fue y ordenó que la niñera y el profesor me auxilien, ya que considera que ella solo estorbaría.

- Hola, soy Rafael -se presenta con una gran sonrisa mientras se sienta al borde de mi cama.

- Hoooolaaa -tartamudeo-. ¿Desde cuándo he perdido mi capacidad de hablar coherentemente?

Me explica que me tomará el pulso y me examinará, que si me siento incómoda con algo, se lo diga.

Mi cuerpo tiembla solo con su roce. Mi niñera sale por unos paños de agua, ya que tengo fiebre y frío.

Me he enfermado repentinamente.

No puedo soportarlo más, me lanzo sobre Rafael y empiezo a besarlo y tocarlo, mi cuerpo quema y solo él puede apagarlo.

Rafael lucha contra mí diciendo que no es correcto, pero yo estoy encima de él como una fiera salvaje en celo. Otra vez, me siento mareada y empiezo a ver borroso.

Rafael, al escuchar pasos, se empieza a acomodar la ropa que yo he intentado arrancar.

Me acomoda la almohada, ya que me he quedado sin fuerzas.

Esa semana la paso en cama guardando reposo, la fiebre no me baja y paso delirando. En mis sueños, fantaseo con Rafael haciéndome el amor.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play