Capítulo dos
No iba a haber fiesta, ya que Marco no soportaba los espacios cerrados con mucha gente, y su familia, aunque a regañadientes, había aceptado darle el gusto pese a que era el día de su boda. Por lo que, al salir de la iglesia, caminando por esa alfombra roja recién comprada, porque a Marco le daba asco pisarla sabiendo que otros lo habían hecho antes que él, y que su padre había mandado a colocar en su presencia. Los recién casados subieron al coche que los estaba esperando frente a las enormes puertas del culto, emprendieron viaje a la que ahora sería su casa, hogar.
—¿Estás feliz? —preguntó marco a Emilia al notar como esta miraba la enorme vivienda.
—Sí, gracias por aceptarme —dijo ella con timidez.
—Entonces sal de mi coche —dijo él mirándola con desprecio, ya de por sí le molestaba no haber podido hacer que la llevaran en otro automóvil—. No pensarás que en verdad acepté casarme contigo porque me pareciste interesante. Me da asco, toda esta situación me repugna. No puedo creer que engañaras a mi familia para que aceptaran obligarme a casarme contigo. Aun así, la farsa terminó aquí. Métete en mi vida y te juro que pagaras por ello.
Después de ser tan cruel con su esposa, la hizo salir del automóvil casi por la fuerza y se marchó. Ella estaba asustada, no conocía a nadie dentro de la mansión y temía que también la maltrataran. Sin embargo, tomó el picaporte de la puerta y entró. No se quitó el vestido porque no sabía cuál sería su cuarto. Si no que se sentó con las lágrimas en su rostro a esperar a que alguien apareciera. De preferencia su esposo, el cual recién volvió al otro día completamente ebrio. Lo traía uno de sus amigos, que al verla con el vestido puesto y los ojos rojos sintió pena por el destino de la muchacha.
Emilia no sintió nada ante los ojos tristes del muchacho que traía a su esposo. Su vida había sido dura, por lo cual no le importaba lo que la gente pudiera pensar de ella. La joven sabía que algún día Marco la recordaría y todo volvería a ser como debió ser desde el comienzo. Lo ayudó a entrar mientras que el amigo de su esposo le decía donde era el cuarto del hombre.
El joven se preguntó. ¿Por qué estaba dispuesta a soportar a un hombre que la trataba como basura? ¿Qué era lo que ella había hecho para tener que casarse con él? Este se fue y Emilia le pidió que no le mencionara nada a Marco, no deseaba que también la mirara con un tono acusador por no ser capaz de llamar a los empleados para buscar su cuarto.
—Mi familia me ha tratado peor, puedo soportar esto —se dijo al espejo mientras secaba sus lágrimas y se recomponía para poder limpiar el desastre que Marco había dejado tras sus pasos.
—Señora, ¿necesita ayuda? —preguntó el mayordomo al darse cuenta de que esta estaba limpiando aún con su vestido de novia puesto.
—No, está bien, ya terminé —dijo ella sacándose los guantes de látex que nada combinaban con su elegante vestimenta.
—El señor debe sentirse feliz al saber que tiene una esposa tan dedicada —dijo este y ella hizo ademanes con las manos.
—Por favor, no le diga que fui yo la que hizo la limpieza. Si pregunta usted contrató a alguien. Él me pidió que no me acercara —indicó ella preocupada, estaba acostumbrada a lidiar con hombres que se enojaban. Su padre y sus tres hermanastros siempre le decían esa clase de cosas, las cuales si ella no obedecía implicaban un horrendo castigo.
—Pero …—el mayordomo no estaba de acuerdo. Sin embargo, aceptó al ver la preocupación en el rostro de Emilia.
Ella se fue a acostar, ya que no había logrado descansar en dos días. Marco le había dado una habitación al final de la mansión, incluso era más pequeña que la de varios de sus empleados. Aun así, él no sabía que ella mientras estaba en la casa de su padre, después de que su madre muriera, había dormido la mayor parte del tiempo en el suelo del sótano, parte del castigo que se ganaba por no cumplir con algunas de las indicaciones de sus hermanastros. Para Emilia tener una comida caliente y una cama tibia era la gloria. Por lo que el maltrato de Marco le parecía solo más de lo mismo, incluso lo veía como un ser piadoso.
—¿Dónde está mi esposa? —preguntó Marco cuando se levantó después de dormir toda la mañana y parte del medio día.
—La señora está descansando —indicó el mayordomo. Estaba por decirle a su jefe que ella había limpiado el desastre que hizo al regresar, pero recordó lo que ella le pidió.
—Es una holgazana, al igual que todas las lacras de su familia —dijo él y se levantó, tomó su saco y se marchó de nuevo.
—Señor, cuan herrado está —dijo el mayordomo ofuscado, y le pidió a una de las mucamas que le llevara el almuerzo a su señora al dormitorio.
—Sí, señor —dijo esta y preparó comida para Emilia. Cuando ella despertó y vio la comida en su cuarto se sintió agradecida. Sin embargo, Marco entró y al ver que ella comía ahí tiró todo al piso.
—¿Quién te piensas que eres para pedirles a mis empleados que te consientan? Ve al comedor cuando tengas hambre y asegúrate de por lo menos hacerlo a la hora que corresponde —dijo él y salió de su cuarto más enojado de lo que había entrado.
Emilia sonrió, esto era mejor que soportar como sus hermanastros, cuando eran pequeños, tiraban su ración de pan en la tierra del jardín y después la obligaban a comer de este todo sucio. Podía resistirlo, después de todo Marco era así con ella porque no sabía la verdad.
Emilia comenzó a limpiar el suelo, pero cuando una de las empleadas entró la asustó y se cortó la mano.
—Señora, lamento mucho lo que ocurrió —dijo la muchacha al ver cómo sangraba.
—No te preocupes, es solo mi descuido. Debí buscar una escoba —dijo ella sonriendo.
—No, además de esto. Fue mi culpa que el señor se enojara con usted. Pensé que él me había dado la orden de traerle la comida y cuando le dije que ya lo había hecho se enojó mucho —la muchacha parecía querer ponerse a llorar.
Autora: Osaku
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Comments
Ángela Flores
Esa es lo no me gusta muchas veces la protagonista sumisa el la humilla para luego terminar con el
2024-06-05
6
Scarleth Montano
al final duele pensar k Emilia justifica ese maltrato ya k no conoce otro trato¡¡¡.. 😓😓😓
2024-02-27
5
Scarleth Montano
waoooo...d las llamas al bracero¡¡¡.. k clase d padre y vida tan horrible la k ha tenido y para colmo el marido k se ha apuntado...realment tendrás paciencia d "santa" Emilia¡🤔🤔🤔¡¡😥😥😥
2024-02-27
3