Capítulo 4: Perdida

Rolf sonrió al ver caer a Kad en la nieve.

—¿Que pasó amigo? Al parecer perdiste tus cualidades de lucha, Mai no te deja ni que cojas una espada—dijo Rolf poniendo una sonrisa burlona.

—Deja de reírte de mi...llegará el día en que tu también estés en mi puesto y ese día seré yo quien esté ahí de pie riéndose—se levantó sacudiendo la nieve colgada en su tartan.

Aprovechando el despiste de su amigo le atacó, pero Rolf fue más rápido y lo esquivó sin ninguna dificultad. Le dio una patada  en el estómago  y antes de que éste pudiera reaccionar, terminó dándole un puñetazo y Kad cayó al suelo maldiciendo.

—Tú ...maldito, siempre haces lo mismo—Kad maldijo tirando su espada.

—Eso amigo mío se llama no aceptar la derrota—dijo ofreciéndole la mano para que se levantara.

Kad sonrió y se levantó riendo.

—Vamos a tomar algo, me muero por ver que ha preparado la vieja—dijo Kad entrando al castillo.

Éstos llegan al salón y vieron que la mesa ya estaba preparada.

—Oh...mira esto, esa vieja sabe lo que me gusta—dijo kad sentándose y echándose una buena cantidad del guiso echo con carne y especias, Rolf sonrió y se sirvió una jarra cerveza.

—Quien te viera así diría que Mai no está cuidando de ese barrigón tuyo.

—Dejemos eso ¿qué haras con esa mujer?–dijo Kad sin parar de comer.

—No sé...la vi con la escoria de los Duncan, seguro que será una de sus jugadas. Pero ya veré qué se trae entre manos.

—Amigo, deja de pensar en los Duncan y piensa un poco más en tí ¿no piensas casarte?—Kad dejó de comer para ver su reacción ya que siempre que sacaba el tema o la casa entera temblaba o simplemente se callaba.

—Ese no es mi problema ahora...no vuelvas a sacar este tema más—dijo con la mandíbula apretada.

Una criada entró con más cerveza y comida.

—Aila ¿ya atendieron a la mujer?

—Si señor...la anciana la atendió, luego la dejó para que pudiera descansar ¿la despierto?—preguntó la joven.

—No...deja que duerma, que cobre fuerzas ya que luego las va a necesitar—dijo dándole la señal de que podía retirarse.

Kad dejó que la joven saliera para mirar a su amigo y negar con la cabeza, en los últimos años que llevaban conociéndose su amigo jamás pudo dedicarse a nada más que la lucha, las batallas y el odio por el clan Duncan. Pero esperaba que eso algun día cambiara y pudiera seguir con su vida sin mirar el pasado que tanto lo atormentaba y le consumía.

—Iré a cambiarme, cuando vuelva quiero que me reúnas a diez hombres—dijo mirándolo con seriedad.

Este asintió viendo a su amigo salir, justo en ese momento entró una mujer anciana sonriendo al verle .

—Cuanto tiempo vieja, creí que jamás probaría estas delicias. El guiso te quedo de maravilla—dijo limpiándose la boca.

—Joven tu jamás cambiarás, el día en que te vi en el altar pensé que por fin esa joven podría hacerte madurar un poco. Pero veo que sigues siendo el mismo—sonrió dándole una colleja en la cabeza.

—Masi, que ya soy mayor para que me andes dando sermones—se frota la cabeza gimiendo.

—Bien, él entonces no tendrás el postre...ay de mi y yo que lo prepare pensando en ti.

—¿Postre? Masi, sabes que soy un imbécil. No me hagas caso y...—pero la anciana ni le oyó ya que dio media vuelta saliendo del comedor.

Kad maldijo por ser bocazas y salió tras ella. Mel abrió  los ojos, extendió los brazos estirándose  mientras bostezaba. Sintió un ligero dolor y su mirada se fijó en los vendajes que tenía, pero lo bueno era que el dolor no era como antes. Se levantó mirando  el pequeño espejo que había, se fijó en su cara y maldijo por lo horrible que parecía, ella no era una mujer bella. Más bien normalita y no se ponía maquillaje ya que jamás le gustó parecer lo que no era, se lavó la cara con el agua que había  en un recipiente y se secó la cara.

—Dios ¿ahora qué hago? No sé quién es esta gente, ni como llegué a parar a Escocia...ni porqué todo parece salido de un cuento antiguo—dijo sentándose en la cama sin saber que pensar de todo eso.

Aila entró  con una bandeja de comida, ésta la dejó en una mesita y la miró.

—La anciana dijo que necesitas comer para recuperar las fuerzas perdidas—dijo Aila.

Mel miró la bandeja y luego a Aila, se fijó en su vestido desgastado, con manchas negras y su pelo negro recogido en un moño.

—¿Tienes un móvil? Solo será para una llamada–dijo sonriendo.

—¿Movi...Que?—Aila la miró sin entender nada.

—Un móvil...así de grande, con teclas y...por dios ¿estás de broma? ¿no?—Mel se levantó flipando por lo que oía.

—Mire señorita, en este castillo puedo aguantar...no. Debo aguantar todo, los gritos del laird, de sus hombres, del ama de llaves y otros. Pero de una loca...y enemiga jamás—Aila la miró mal y salió dando un portazo y dejándola confusa y sin entender nada.

—¿Enemiga? Pero que les pasa a esta gente, todos están locos—se deja caer de nuevo en la cama llena de suciedad.

Aila bajó y entró a la cocina y vio a Masi dando órdenes a las criadas.

—Deja de hablar de la gente y poneos a pelar las verduras, el laird quiere todo a su hora ¡vamos que es para hoy!—Masi gritó indignada.

Ésta miró a Aila que estaba parada en la puerta.

—¿Y tú ? ¿Qué haces ahora parada ahí? como si no tuvieses nada que hacer. Vamos, ven aquí y mira si el pan del horno ya está–dijo señalado el horno mientras amasaba la masa.

—Alguna vez podrás decirme "Aila, no, esta vez tu el horno no lo toques, limpia tal o cocina tal"—se quejo  abriendo el horno.

Len, la más joven de las tres criadas, sonrió.

—Al parecer la mujer te dijo algo malo...¿acaso intento matarte?—dijo  mientras pelaba una patata.

—No creo, no le asusta nada,¿verdad Aila?—dijo Meg, la mayor, mientras lavaba las verduras y las frutas.

—Deja a la pobre de Aila , ella bastante tiene con el problema de Margaret. Ya que ella sabía cuándo iba a huir—dijo Kas.

Ésta dejó el pan recién sacado y se volvió hacia éstas furiosa.

—Os daré lo que andáis buscando como no os...—dijo ésta avanzando hacia ella.

Masi la sujetó del brazo para detener la pelea.

—Quieta ahi jovencito, no quiero líos en mi cocina.

—Y vosotras,si no encuentro esa verdura pelada y cortada y echa, os daré el castigo de un año...limpiar el establo todo un año—las señaló de una en una con un palo.

Las tres asintieron al oír establo, ya que odiaban el olor a estiércol y rápidamente volvieron a sus tareas.

Aila sacó todo el pan del horno y limpiándose las manos se puso a lavar los platos.

—¿Crees que sea una Duncan?—Aila miró a Masi.

—No sé ni nos incumbe a nosotras, el laird sabrá que hacer—dijo sin dejar de amasar.

Kad y los diez hombres entraron a la sala de reuniones.

—Rolf, los diez hombres que pediste—dijo kad señalando a los diez hombres.

—Bien, como habréis oído mi hermana se escapó para reunirse con un Duncan, dado que no se nos permite entrar a sus tierras, quiero que cinco de vosotros vayáis a las fronteras de sus tierras y me traigáis noticias y los otros cinco quiero que me traigan al maldito de Greg esté donde esté, podéis iros—dijo señalado la puerta.

Los diez hombres salieron y Rolf tomó de un trago la jarra de cerveza.

—¿No crees que hay que pedir el permiso de todos los clanes?—pregunto kad sentándose.

—No es necesario...sé que la mitad de ellos no dará su voto, ella es mi hermana y maldita sea si la dejo con ese desgraciado—respondio dejando la jarra de un golpe.

—Haz que Masi traiga a la mujer.

Kad asintió sin decir nada y salió en dirección a la cocina, éste encontró a la anciana haciendo un pastel de carne.

—Mmm...que buena pinta tiene eso—dijo sonriendo mientras se comía una rodaja de piña.

—Deja eso jovencito, la cocina no es para hombres.

—Masi, el laird quiere ver a la mujer.

—Claro, ahora mismo la llevo—dijo la anciana mientras se limpiaba las manos en el delantal.

—Kas, ocúpate del pastel,ahora vuelvo—dijo mientras salía hacia la otra parte del castillo.

Mel no probó mucho de la comida, solo se tomó cuatro cucharadas de la sopa llena de especias con sabor raro. La puerta se abrió y Masi entró .

—Vamos, el laird pide verte.

Mel sin saber que hacer salió tras ella, éstas llegaron a la puerta del salón de reuniones y la mujer la miró .

—Entra—dijo abriendo la puerta.

Mel vio como la mujer se iba y la dejaba sola con la puerta abierta y los dos hombres de dentro mirándola. Mel entró y se quedó en en el medio a la vista de Rolf y Kad.

—Asi que tu eres la mujer que Greg y Jim tenían con ellos, ¿cuál era vuestro plan?—la voz de Rolf sonó fría y llena de odio.

—¿Cómo ?—le miró sin comprender su pregunta.

—Estoy siendo muy paciente contigo, ahora dime qué te mando hacer aquí Duncan, ¿eres su hija? ¿amante?—Rolf la señaló con el dedo.

Mel no supo porqué ese ogro de hombre la estaba hablando así, como si ella conociera de toda la vida a ese tal Duncan, pero ya había pasado por mucho y no tenía porqué soportar más.

—Mira tío, solo quiero un móvil para llamar a mi familia y un coche si pudiera ser posible—dijo simplemente.

Los dos hombres se miraron sin entender a lo que la mujer se refería, Rolf se levantó y se puso a delante de la joven.

—Crees que soy como ese imbécil de tu jefe, quiero saber que hacías con el miserable de Greg—dijo cruzándose de brazos.

Mel no se sintió intimidada para nada ya que con su jefe y las arpías de la empresa le habían enseñado todos estos años que la paciencia lo era todo para ganar a uno fuera de sí. Sonrió.

—No sé de que me habla, yo no lo conozco. ¿Qué tengo que ver yo con ese hombre? —dijo tranquilamente.

Rolf quiso avanzar hacia ella, pero el otro lo sujetó mientras miraba a la joven.

—Perdone a mi...amigo, es solo que algunas veces se olvida de sus modales ¿verdad Rolf ?—éste miró a Rolf pidiendo que se tranquilizara.

—Mire, señor, no sé de qué me acusáis, pero lo que no les voy a permitir es que me amenaceis y encima me traigáis aqui en contra de mi voluntad—Mel sonrió por lo que dijo, ojalá pudiera ser así con su jefe y decir lo que piensa.

—Bien, le pido disculpas y...—dijo Kad pero antes de que terminara la frase Rolf apartó a su amigo y miró a ésta fijamente.

—No tenemos que pedir perdón a esta mujer, mira quiero que me digas ahora donde tiene ese maldito de Ken Duncan a mi hermana o juro que bajaras al maldito calabozo y creeme no te gustará nada lo que les hacemos ahí a la gente—amenazó Rolf mirandola de la peor forma.

Un escalofrío la recorrió por todo el cuerpo, por la mirada del ogro que tenía delante de ella, sabía que podía ser capaz de no solo meterla en el calabozo sino matarla y tirarla al mar sin que nadie la encontrara. Pero sabía que primero tenía que saber si su familia estaba bien y para eso tenía que encontrar un maldito móvil y como iban las cosas no creía que pudieran dárselo.

—Bien,un móvil—dijo sonriendo.

Rolf maldijo y se dio la vuelta llevándose una silla con él, Kad miró a su amigo y supo por su mandíbula apretada que su paciencia estaba en su límite y miró a la joven.

—Tú solo dinos que hacías con ellos y que estaban tramando—le dijo Kad.

—Bien, si insistes, yo no estaba precisamente por mi voluntad con ellos. Más bien ellos me...como decirlo, ah si, me secuestraron—dijo ya con enfado.

—¿Secuestrado? ¿De qué clan eres?—la señaló Kad.

—¿Clan? ¿Qué clan?—lo miró aún mas confusa.

—Tu clan...de que familia eres—dijo kad.

—Oh...familia, ¿querías decir apellido? soy Mel...Mel Durán—dijo muy orgullosa de su apellido.

—¿Du...qué? que clan tan raro, jamas oí hablar de él—dijo Kad rascándose la barbilla.

—Normal, no es escocés, sino español.

Rolf se dio la vuelta y fijó su mirada en la joven y ésta se incómodo tanto que apartó la mirada rápidamente.

—Si no estás con los Duncan...ni eres de Escocia ¿cómo demonios llegaste aquí? Por lo que sé tu clan queda muy lejos—dijo éste bruscamente.

—Es un país,y no se como llegue...hasta yo me quedé flipando al saber dónde estaba.

—Flip...¿que demonios hablas mujer?—dijo Rolf impaciente.

—Flipando, se usa para expresar que algo me sorprende, en este caso no estar en mi país, ¿por qué parecéis tan fuera de este siglo?—dijo levantando las manos exasperada.

—Bien, escribe una carta a tu familia y se la haré llegar con uno de mis hombres—dijo Rolf dándole la espalda.

—¿Carta? no hace falta, con que me dejes un móvil podré hablarles.

—Desde antes te oigo decir eso y te vuelvo a decir que no sé de qué me hablas—dijo Rolf .

—¿No tenéis un maldito móvil? ¿cómo os comunicáis con la gente y el exterior?—dijo mel ya cansada.

—Kad, llévala a la biblioteca y que te diga lo que quiere que les escriba a su familia.

—¿Qué él escriba la carta? Por quien me tomas,puedo escribir perfectamente—dijo mel ofendida.

—No te burles de ti misma mujer, sabemos que ninguna mujer puede escribir. Ahora vete con él y...—dijo Rolf antes de ser interrumpido.

—Mire, tengo un nombre que es Mel,¿Acaso yo le llamo hombre? Asi que le pido que tenga un poco de tacto al hablarme y no solo a mi, sino a toda mujer. Ya no estamos en siglos atrás donde a las mujeres se le consideraba poco que un perro, las cosas han cambiado, pero veo que usted se quedó ahi y no avanzó como los demás—dijo quedándose a su altura, aunque él le sacaba dos cabezas.

—Maldita mujer, yo soy el que da lecciones aquí y no una simple mujer, yo puedo hablar como quiera y cuando quiera, ¿¡¡entendiste!!? —Gritó sujetándola del brazo sano bruscamente.

Kad se interpuso ente ellos y apartó a su amigo antes de que éste cometiera alguna  locura.

—Rolf, asi no conseguirás nada, te recuerdo que ese maldito de Ken tiene todavía a Margaret.

—¡¡Maldita sea lo sé!! pero esta mujer me está agotando la paciencia, asi que cógela y sacala de mi vista—gritó Rolf fuera de sí.

Kad sin añadir una palabra más sacó a la joven, éstos llegaron a una biblioteca tan grande que Mel pensó que jamás podría terminar todos esos pequeños libros que había ahí. Ésta cogió uno, pero estaba en idioma escocés antiguo y lo dejó, pero le llamo la atención unos números que ponía arriba de cada hoja.

—¿Qué son estos números?—Preguntó señalando los números.

—Esos son la fecha de cuando fueron escritos–Respondió éste como si nada fuera interesante.

—¿Cómo? Pero si por lo que veo aquí pone fecha 12 de febrero 1620, Dios esto debe tener más de tres siglos—dijo emocionada—. ¿Son auténticos?—Comentó mientras ojeaba el libro.

—Claro que si, ¿qué pregunta es esa mujer? —contestó  indignado.

—Me preguntó qué le habrá pasado al hombre que escribió esto.

—No seas tonta mujer, el hombre cogió sus monedas y ahora seguramente estará por ahi bebiendo—contestó mientras sacaba una hoja de una caja sin dejar de mirarla.

—Entonces estará muerto—declaró Mel.

—¿Muerto? Este hombre está más vivo que una cabra, hace solo una semana que escribió eso—dijo cogiendo una pluma y tinta.

Mel se quedó congelada al oír  lo que acababa de decir,ésta se negó a creer oír lo que acababa de oír.

—¿Perdón,qué has dicho? No, seguro que te oí mal ¿Dijiste que se hizo hace una semana?—preguntó   conmocionada.

—Asi es...no sé porqué te sorprende—la miró confundido.

—No...seguro que me estás gastando una broma, no se juega con los muertos, este señor tiene que estar más que muerto. Por Dios, aquí pone año 1620—dijo apretando fuerte el libro.

—Creo que sigues mal de los golpes que tienes mujer, mejor dime lo que quieres en la carta y...—pero fue interrumpido por Mel.

—Dime ¿en que año estamos?—le preguntó aferrándose al brazo del hombre

—Ya le dije, año 1620—le dijo mirándola.

Mel sintió el sudor frío en su frente y las piernas empezaron a temblar, sintió que todo las imágenes de su familia cenando, sus amigos,los sucedido en el bosque, le venían a la mente como si se fuera a morir, fijó su mirada en el libro y  luego le levantó la mirada para observar a Kad.

—Perdida...estoy perdida—Fue lo que alcanzó a decir antes de que diera la bienvenida a la oscuridad que la rodeo por todas partes.

continuará...

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Comments

Nayarith Ocampo

Nayarith Ocampo

jajajaja 🤣 pobre mujer 😂

2023-11-03

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Capítulos
1 capítulo 1: Todo un comienzo
2 capítulo 2: En un pozo oscuro
3 Capítulo 3: Mirada diabólica
4 Capítulo 4: Perdida
5 Capítulo 5: Siglo equivocado
6 Capítulo 6: La verdad duele
7 capítulo 7 parte 1: un ogro mandón...pero atractivo
8 capítulo 7 parte 2: Un ogro mandón...pero atractivo
9 capítulo 8 parte 1: ¿un plan o una mentira?
10 Capítulo 8 parte 2: ¿Un plan o una mentira?
11 Capítulo 8 parte 3: ¿Un plan o una mentira?
12 Capítulo 9 parte 1: La huida
13 Capítulo 9 parte 2: La huida
14 Capítulo 10 parte 1: Un encuentro imperfecto
15 Capítulo 10 parte 2: Un encuentro imperfecto
16 Capítulo 11 parte 1: Cosas que se sienten
17 Capítulo 11 parte 2: Cosas que se sienten
18 Capítulo 12 parte 1: Loca por confiar en ti
19 Capítulo 12 parte 2: Loca por confiar en ti
20 Capítulo 12 parte 3 : Loca por confiar en ti
21 capítulo 13 parte 1: Un héroe
22 Capítulo 13 parte 2: Un héroe
23 Capítulo 14 parte 1: Alma destrozada
24 Capítulo 14 parte 2: Alma destrozada
25 Capítulo 14 parte 3: Alma destrozada
26 Capítulo 15 parte 1: Devuelta
27 Capítulo 15 parte 2: Devuelta
28 Capítulo 16: La venganza
29 Capítulo 17: Confusiones del corazón
30 Capítulo 18: Un beso abrasador
31 Capítulo 19 : El secuestro de Lady Mel
32 Capítulo 20 : La encontraré
33 Capítulo 21: La casa en llamas
34 Capítulo 22: Fiebre ardiente
35 Capítulo 23: Abrazada por ti
36 Capítulo 24: Lo que se hace por amor
37 Capítulo 25: La hija desaparecida
38 capítulo 26: Vuelta a mi tiempo
39 Capítulo 27: Recuerdos perdidos
40 Capítulo 28: El hombre de mis sueños
41 Capítulo 29: Ya no estás a mi lado
42 Capítulo 30: ¿Dónde puedo encontrarte?
43 capítulo 31: Regresando a mi amor
44 Capítulo 32: Dos corazones latiendo
45 Capítulo 33: ¿Quien eres tú?
46 Capítulo 34: Te confieso mi amor
47 Capítulo 35: Peleas de nuevo
48 Capítulo 36: Acepto ser tuya para siempre
49 Epílogo
Capítulos

Updated 49 Episodes

1
capítulo 1: Todo un comienzo
2
capítulo 2: En un pozo oscuro
3
Capítulo 3: Mirada diabólica
4
Capítulo 4: Perdida
5
Capítulo 5: Siglo equivocado
6
Capítulo 6: La verdad duele
7
capítulo 7 parte 1: un ogro mandón...pero atractivo
8
capítulo 7 parte 2: Un ogro mandón...pero atractivo
9
capítulo 8 parte 1: ¿un plan o una mentira?
10
Capítulo 8 parte 2: ¿Un plan o una mentira?
11
Capítulo 8 parte 3: ¿Un plan o una mentira?
12
Capítulo 9 parte 1: La huida
13
Capítulo 9 parte 2: La huida
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Capítulo 10 parte 1: Un encuentro imperfecto
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Capítulo 10 parte 2: Un encuentro imperfecto
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Capítulo 11 parte 1: Cosas que se sienten
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Capítulo 11 parte 2: Cosas que se sienten
18
Capítulo 12 parte 1: Loca por confiar en ti
19
Capítulo 12 parte 2: Loca por confiar en ti
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Capítulo 12 parte 3 : Loca por confiar en ti
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capítulo 13 parte 1: Un héroe
22
Capítulo 13 parte 2: Un héroe
23
Capítulo 14 parte 1: Alma destrozada
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Capítulo 14 parte 2: Alma destrozada
25
Capítulo 14 parte 3: Alma destrozada
26
Capítulo 15 parte 1: Devuelta
27
Capítulo 15 parte 2: Devuelta
28
Capítulo 16: La venganza
29
Capítulo 17: Confusiones del corazón
30
Capítulo 18: Un beso abrasador
31
Capítulo 19 : El secuestro de Lady Mel
32
Capítulo 20 : La encontraré
33
Capítulo 21: La casa en llamas
34
Capítulo 22: Fiebre ardiente
35
Capítulo 23: Abrazada por ti
36
Capítulo 24: Lo que se hace por amor
37
Capítulo 25: La hija desaparecida
38
capítulo 26: Vuelta a mi tiempo
39
Capítulo 27: Recuerdos perdidos
40
Capítulo 28: El hombre de mis sueños
41
Capítulo 29: Ya no estás a mi lado
42
Capítulo 30: ¿Dónde puedo encontrarte?
43
capítulo 31: Regresando a mi amor
44
Capítulo 32: Dos corazones latiendo
45
Capítulo 33: ¿Quien eres tú?
46
Capítulo 34: Te confieso mi amor
47
Capítulo 35: Peleas de nuevo
48
Capítulo 36: Acepto ser tuya para siempre
49
Epílogo

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