~Horas de la tarde~
**Madison**
Estaba en mi casa haciendo mi tarea cuando el teléfono vibró, otra vez era Max, pero esta vez me dijo que salió temprano de su consultorio, así que me pidió que me arreglara más temprano.
No entiendo porque apenas son los cuatro de tarde y se supone que el encuentro con sus amigos es en horas de la noche.
Aún así no le di mucha importancia, me di ducha rápidamente porque vendría por mí en pocos minutos.
Para la ocasión que no sabía cuál era, me puse algo no muy elegante, ni muy informal, opté por un vestido que me queda por encima de las rodillas, pero no es tallado al cuerpo, es de mangas y holgado, quedé satisfecha cuando me vi al espejo.
Tomé mi bolso, mi teléfono y bajé las escaleras dándome los últimos retoques, escuché la bocina de un auto afuera y supe que Max ya había llegado por mí.
—¿Ya te vas?—me pregunta mi madre al verme bajar, y con su mirada tan maravillada me deja dicho que estoy hermosa.
—Si mamá, Max ya me vino a buscar, adiós —me despedí de un beso de ella y de mi padre sin darles la oportunidad que me dijeran algo.
Al salir fuera de casa, ahí estaba Max, vestido con una camisa negra encajada por dentro y con los tres botones de arriba sueltos, y un pantalón de tela del mismo color, si parece un doctor, pero más informal, lo que se coloca le queda bien.
—Te ves hermosa, pequeña —me dice estando apoyado en su auto cuando salí de casa.
—Gracias —respondo—¿Adonde vamos? Aún no es hora de ir al club de encuentro.
—Cierto, antes de ir ahí, quiero llevarte al parque, salí temprano hoy así que quiero matar el tiempo en algo —me explica con una sonrisa de complicidad.
—Bien, como quieras, vaya manera —lo último lo digo en un susurro.
Max me abre la puerta del auto y me adentro, luego él se sienta en el volante y pone el auto en marcha, no sin antes darle un toque agradable al ambiente con algo de música.
Max hoy tiene una salida con unos viejos amigos, me pidió que lo acompañara, aunque no tengo nada que ver con eso, acepté con la excusa de distraerme, hace tiempo que no salgo a beber, los chicos siempre están en sus asuntos de pareja y por eso estoy con Max porque aunque esté ocupado, tiene tiempo para mí, incluso cuando no puede atenderme, me pide que vaya a su consultorio.
—¿Quieres que vayamos al parque a charla de cosas sin importancia como siempre? —le pregunto con mi cabeza apoyada en la ventanilla.
—Así es, ¿No quieres pasar el rato conmigo? No te voy a comer —bromea sin apartar la vista del frente.
—Si quiero, solo que se te ha hecho costumbre últimamente.
—¿Te molesta?
—No, para nada —respondo con simpleza.
Max siempre quiere estar conmigo, y tengo miedo de una cosa, sus sentimientos, desde que volvió, sigue siendo el mismo, y creo que lo que sentía por mí sigue intacto, no lo ha mencionado, pero no hace falta que lo haga si puedo darme cuenta, y es muy fácil leerlo.
No sé cuál será mi reacción cuando en algún momento mencione ese tema y me pida otra cosa que siento que será muy díficil de darle, y es un sí, somos demasiado cercanos, pero no hemos pasado la línea de amistad, un encuentro amoroso me da algo de miedo.
Se estaciona frente a un parque, está vacío pero se siente un ambiente tranquilo, desde aquí podemos ver cuando se oculte el sol.
Me siento en una banca de madera y él se sienta a mi lado, estamos muy cerca el uno del otro, de repente me siento nerviosa, siempre he estado a solas con Max, pero desde esta mañana que estuve en la mansión Petrovich, me puse ansiosa de nuevo y siento nervios cuando alguien se me acerca.
—¿Estás bien? —me pregunta, al momento de escuchar su voz, me asusté y no sé por qué.
—Estoy bien, solo...
—¿Algo te molesta? Si gustas podemos volver —sugiere, pero niego con la cabeza.
—No es nada, no le des importancia —respondo sin hacer contacto visual.
—Hey—tomó mi barbilla y me hizo mirarlo —si algo te disgusta, solo dímelo, no tengo problema con eso ¿Entiendes?.
—Entiendo, pero estoy bien, no pasa nada —niego controlando mis nervios, él me sonríe complaciente, pero no aparta su mano de mi rostro, estamos muy cerca, a pocos centímetros y siento que mi espacio personal ha sido invadido.
—Incluso desde más cerca, tus ojos miel son más cautivadores —confiesa, y quedo perpleja sin poder decir nada —lo siento pequeña, no puedo evitarlo.
No entendí sus palabras, pero todo tuvo sentido cuando su mano pasó de mi barbilla, a mi mandíbula, ahora sí pude sentir su respiración en mis labios, demasiado cerca, estaba demasiado cerca y no sabía cómo alejarlo, simplemente no me sentí con la capacidad de hacer algo.
No pude reaccionar cuando sus labios ya estaban unidos a los míos, es el primer beso entre nosotros y no sé cómo fue que llegamos hasta aquí, todo ha pasado muy rápido, me tomó con las defensas bajas.
Max me besó y no se ha alejado de mis labios, sigue moviéndolos encima de los míos. Toma mi rostro con las dos manos y lo hace intenso, inconscientemente le correspondo al beso y enlazo mis labios con los de él.
Introdujo su lengua en mi boca y se encontró con la mía, en mi cabeza se repetía una y otra vez que él me estaba dando un beso, era como si fuera irreal, pero estaba pasando, y no lo vi venir.
Mis ojos estaban cerrados cuando sentía su boca devorarme, entonces esa fue mi condena porque una sombra del pasado se hizo presente.
Mi mente viajó, en contra de mi voluntad viajó al pasado donde unas manos grandes me toman y me suben a sus piernas y luego devora mis labios como loco dentro de un auto, un tatuaje, cabello oscuro y desordenado, ojos verdes, ese mechón rebelde que siempre yace en su frente, su voz, su perfume, la intensidad de sus besos, todo volvió convirtiéndose en una sombra.
Sentí un dolor en mi pecho y reaccioné, abandoné ese beso de manera rápida, no puedo hacerlo, no puedo besarlo porque me recuerda a él, no le puedo permitir que me toque porque me recuerda a él, todas las cosas que haga por algún motivo siempre me llevarán al mismo punto.
—Lo siento si te molestó que lo hiciera —escuché decir a Max, y fue cuando pude volver a la realidad, no era él, era Max y me sentí aliviada.
—No te disculpes, es mi culpa, me tomó por sorpresa y...no, no me molestó —dije para que no se sintiera mal, en algún momento pasó por mí cabeza hacerme novia de Max para olvidarlo a él, pero veo que eso es imposible, Max me besó y se hizo presente su recuerdo, es una sombra que me sigue a todas partes y me tortura, pienso que no es justo, quisiera que las pocas cenizas que hay desaparecieran para siempre, esas son las que más me hacen daño.
—¿Entonces estamos bien?—me pregunta preocupado, lo miro y le regalo una sonrisa leve.
—Si, estamos bien —le respondo aunque mi cabeza sea un caos.
Mi primer amor, el primer chico del que me enamoré fue Max, pero como fui rechazada por él tuve que olvidarme de ese sentimiento ¿Podré volver a revivirlo?.
Si no hubiera llegado otra persona a mi vida después de Max, tal vez hubiese sido fácil volver a revivir ese sentimiento que sentía por él, pero el segundo fue más fuerte que el primero, el segundo tuvo más efecto, y uno de los más fuertes, pero también fue el que hizo más daño, más daño que un rechazo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 84 Episodes
Comments
Zonia Guzman
Mucho bla bla me estrés
2025-02-10
0
Menenciana Sanchez
Ay Madison, quedaste emocionante destrozada es difícil recuperarse pero no imposible.. Me hubiese gustado que la autora te hubiese puesto más fuerte y no endeble como hasta ahora haz demostrado
2024-02-18
9
mi vida y razón ser
lo siento pero si te recuerda a él al besarlo no es justo ni contigo ni con el 🤷
2024-02-13
0