Regalos de un simpatizante

Nina sigue laborando como si nada, sin darse cuenta de los innumerables ataques frustrados gracias a la rápida acción de Guillermo, quien armó una colección de 15 meñiques en lo que va del viaje de negocios de Teodoro.

Por otro lado, Teodoro Salas, pese a que sigue capacitando personalmente a su personal en el extranjero, hace arreglos para conquistar el corazón de Nina. Una de las exigencias que arregló en empresario es que cuando haga mucho calor o llueve, a Nina se le debe entregar un parasol y/o paraguas lleno de pétalos de rosas en su interior y en el armazón de las extensiones debe ir enganchado una carta con el siguiente mensaje: “No importa el clima o las inclemencias del tiempo, una mujer merece ser acariciada todo el tiempo. Aún en la distancia, quiero hacerte llegar mis caricias por medio de los delicados pétalos. Porque el terciopelo de tu piel debe ser acariciado por el terciopelo de la flor Atte. Tu Simpatizante .

De vez en cuando los mensajes cambiaban por ejemplo con éste otro: “Sin importar que haya calor, te cuido con los pétalos de rosas para que la fragancia te refresque te devuelvan tu toque de princesa, y tu piel terciopelo no se estropee”. Atte. Tu Simpatizante

También hay otro como éste: “Sin importar cuánto frío haga, que los pétalos de flores te arropen y sellen tu belleza, que se conserve tu verano para mí jardín que se llama corazón, porque tú eres mi primavera aun cuando se presenta la tormenta de hielo” Atte. Tú Simpatizante.

La firma tu simpatizante es un mensaje encriptado, la t es de Teodoro y la s es de Salas. Pero en San Valentín hubo un detalle bastante peculiar. La radiación era sumamente fuerte, puesto que en Perú febrero es el mes más caluroso de la estación y más cuando hay el fenómeno el Niño, mucha gente sufría los estragos, como golpe de calor y deshidratación. Por lo tanto, Nina recibe un parasol y los pétalos de rosa son grandes y tienen algo de dorado en su interior, pues brilla al contacto con la luz del sol. Nina levanta unos pétalos y los mira con atención, cada pétalo está marcado con marcador dorado con la letra N de Nina encerrada en un corazón. Pero no había carta.

Nina, nunca deja de sonreír por cada detalle, por repetitivo que sea. Siempre tiene una gran sonrisa.

- ¿Otra vez tu novio está haciendo esto? – preguntó su colega – te envidio.

- No tengo novio. Solo firma como tu simpatizante.

- ¿Quién te ha puesto ojos? Las rosas cuestan porque las originales huelen rico como éstas y las baratas no, y mira que los pétalos son grandes y perfectos.

- Para ser honesta, sólo puedo decir que se trata de un loco.

- De un locamente enamorado de ti. Mira los detalles del paraguas y parasol, todos son desechables, pero el diseño del papel parece mandado hacer para cada ocasión, ese hombre no te permite usar dos veces el mismo. Debe ser alguien con mucho dinero.

- ¿Por qué botar tanto dinero en alguien que no conoces? Con lo que cuestan las flores.

- Piensa, Nina. Son detalles llenos de amor, son locuras para conquistarte, es alguien romántico hasta la médula.

- Pobre de las flores, ¿Qué culpa tienen ellas?

- Vamos Nina, este hombre debe estar sufriendo de querer verte y estar contigo, hacerte su mujer.

- Te lo regalo. – se ríe a carcajadas – Este tipo debe estar loco y obsesionado. Puede ser un peligro. Y deja de soñar, muchas novelas te hacen daño.

- ¿Y si es una manera de conquistarte?

- Veo que muchas películas y telenovelas hacen daño. Con esto me acabas de confirmar mis sospechas.

Las amigas se bromean camino a la van que las lleva de regreso a casa. Pero otra sorpresa está a punto de descubrir cuando llega a casa. Guillermo recibió la orden de depositar un gran ramo de flores que Teodoro mandó a hacer y junto al ramo, tenía que poner la caja de chocolates suizos, especialmente enviados sólo para la ocasión. Guillermo presta atención a la hora que siempre viene a casa y a dos minutos antes del arribo de la van coloca los regalos. El ramo es muy grande y colorido, con una mezcla de aromas bien distribuidos, en el interior esconde los chocolates, todo lo graba y se lo envía al jefe.

Teodoro se limita a responder con una palabra: Perfecto. Justo a tiempo llega la van y baja Nina, con movimientos elegantes, ya que está uniformada y con tacones, le gustó tanto el ramo que lo levanta y sus colegas le piden que pose para las fotos.

- ¡No puede ser! – exclamó al ver el ramo de flores – que bonito y es para mí.

- Felicidades y buen día. – Habló el chófer de la van.

Los colegas se quedan allí mirando y ahora le están tomando fotos sólo al ramo, era algo muy bonito de ver. Pero el chofer de la van tenía la hora cronometrada, tenía que acelerar el paso. Nina primero volvió a poner el ramo al suelo para poder abrir la puerta. Luego, una vez en la sala, abre el ramo para llenar sus floreros y encuentra la caja de chocolates.

Nina parecía haber hallado el cheque con doce ceros, estos chocolates eran un auténtico regalo. Al abrir la caja, quería devorar unos cuantos y un papel envolvía los chocolates y la imprenta no era del nombre ni la marca, sino que tenía algo personalizado. El borde era floreado y a colores y en el centro estaba escrito su nombre con una caligrafía muy elegante y en dorado.

- ¡No puede ser! Todo ha sido mandado a hacer. Esto es una completa locura ¿Quién será el loco que hace esto? – ella piensa a voz alta – si Elsa se entera puede ponerse celosa, el padre de su hijo ni la llama, ni le escribe, ni nada por el estilo. Me va a odiar Elsa, los celos la van a consumir, la conozco.

Nina disfruta de los chocolates, cada mordida es una ola de placer. Esa tarde no cocinó, se dedicó a los chocolates como una niña.

Así pasaron los cuatro meses, con flores volando debajo del paraguas o parasol, cartas breves y románticas. Pero marzo, llegó con tremenda sorpresa, fue un martes por la mañana y un repartidor de Serpost le toca timbre.

- ¿Con la señorita Nina Lara?

- Sí.

- Buenos días, señorita. Firme aquí su conformidad del recibimiento del paquete.

- ¿Qué paquete?

- Es un paquete que viene de China.

- ¡Ah! – estaba estupefacta - ¡Desde China! No recuerdo haber pedido algo.

- Muchachos, descarguen el paquete. – el joven dio aviso a los otros.

Guillermo estaba a una distancia prudente supervisando que el paquete sea bajado con el debido cuidado. Los dos hombres entran para dejar el paquete dentro y de inmediato se fueron.

Nina tuvo tanta curiosidad por el paquete. En la tapa estaban al detalle todos sus datos y eran exactos. Por lo tanto, un error de entrega imposible, por lo que firmo el recibo de conformidad. Ella busca un cuchillo y va rompiendo todas las capas protectoras del paquete. Por fin logra ver el contenido son dos cajas, la más grande era un mueble tocador estilo imperial, según la imagen de la caja y en otra, tenía maquillaje, no faltaba siquiera un producto, todos a prueba de agua.

Nina hizo el trabajo de cambio de mueble. Su cuarto se veía más lujoso y la firma de un sobre con la típica frase Tu Simpatizante.

Nina en plena jornada aeroportuaria, un chequeo de rutina.

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