Estaba molesto, furioso, pero tenía que seguir escuchando esa maldita conversación, que estaba plagada de mentiras, donde ella era la víctima, que había sufrido como si fuera una pobre esclava; que absurda era está situación, que solo me molestaba y me hacía sentir las peores cosas encontrá de ella.
Seguí escuchando y viendo la cara de hipócrita que tenía.
● Sami, si te es difícil seguí podemos hablarlo otro día, no me gusta verte triste.
● No, quiero seguir, terminar de contarte todo; si no termino de contarte mi historia, no tendré más valor para contarte en el futuro.
Yo mordí sus labios y eso hizo que me soltará, puede aventarlo, hacer que quitará sus sucias manos de mi cuerpo; en el momento que me sentí libre si media vuelta y corrí, corrí tan recio como pude sin mirara atrás, solo escuché su risa mientras me alejaba.
En el momento que llegue a casa, me metí a mi habitación, cerré con seguro y me metí a bañar, quería limpiar mi cuerpo, me sentía sucia, con la esponja de baño, talle mi cuerpo hasta casi sangrar, no quería recordar sus manos en mi cuerpo.
Yo no quería recordar su beso tan imponente, ese primer beso tan asqueroso que me dió; cuando salí del baño, me metí bajo las cobijas y empecé a llorar, no supe a qué horas me quedé dormida, solo se que el cansancio me venció.
A la mañana siguiente tenía miedo de salir de mi habitación y encontrarme con él; yo no quería volver a verlo, pero la ama de llaves, fue a buscarme y a darme mis deberes de ese día, era sábado y no había escuela.
Ese día estuve en la cocina, daba gracias a qué estaba rodeada de las empleadas y que no tendría oportunidad de que él se me acercará; los días pasaron y yo daba gracias a qué no lo había visto, lo que supe era que él no iba estar en la casa, tuvo que ir a un viaje de la universidad.
Dos semanas pase tranquila y entonces lo inevitable pasó; él volvió a casa y me mandaron a limpiar su habitación, con miedo entré y empecé a limpiar a dejar todo en orden, cuando estaba por terminar, lo escuché decirme.
"No tengas miedo, no te voy hacer nada, quiero pedirte disculpas, por lo que te hice, estaba tomado y tú eres linda, solo discúlpame, olvídalo por favor"
Yo, voltee a verlo con miedo, pero se miraba sincero a la hora de hablar, quise creer en su palabra y sin dudarlo acepté su disculpa; desde ese día creí que todo iba estar bien, él me empezó ayudar con mis tareas de la escuela, me prestaba libros, se portaba como un amigó y eso me hacía sentir segura.
El año pasó rápido y nosotros nos acercamos como amigos, me sentía feliz, por fin estaba segura en esa casa donde siempre me sentí sola; pero las cosas fueron pasando y yo tenía 16 años y medio cuando los padres de él murieron en un accidente de avión.
Él quedó solo en la vida, como el nuevo dueño de la fortuna de su familia; yo me sentí triste por él, trate de apoyarlo en todo, estar a su lado, tratar de darle consuelo. Le ofrecí mi hombro para que llorara, trataba de estar siempre a su lado, mostrándole que no estaba solo; muchas veces llegó tomado y yo tuve que ayudarlo a llegar a su habitación, cuidarlo para que no le pasará nada.
Él se la pasaba trabajando y por las noches tomado, nunca dormía solo, siempre traía a una mujer para que lo acompañará en las largas noches y como era de esperarse en las mañas las echaba como simples basuras. En ese tiempo él era lindo conmigo, me invitaba a comer con él en la mesa, compartimos el desayuno y la comida.
Él siempre me preguntaba cómo me había ido en la escuela o en mi día, me fue quitando los trabajos de la casa y me hacía leer libros en el despacho de la casa, a veces lo ayudaba con documentos de su trabajo.
A mis 17 años festejó mi cumpleaños en grande, invito a mis compañeros de la preparatoria; yo creí que mi historia de vida estaba cambiando para bien y que él, me miraba como su pequeña hermanita , sentía que mi felicidad empezaba ahí.
Yo ingenuamente le contaba todas mis cosas, hasta cuándo creí enamorarme de un chico de mi escuela, le conté que me había invitado a una cita; era tan hipócrita, que fingió alegrarse, me llevó de compras, dónde me hizo probarme tantos vestidos hermosos. Al final él escogió un vestido hermoso para mi, era color blanco, la parte de abajo era una falda corta en A, con olanes, con una sienta en la cintura que hacía un hermoso moño, la parte de arriba era, pegado a mi cuerpo el cuello cuadrado dejando ver mi clavícula, de manga larga pegada a mi brazo.
Después escogió mis zapatillas, unas color negro de tacón alto, con unos adornos de corazón, eran hermosos; me compro un collar con un dije que era la S de mi nombre en medio de un corazón. Por último me llevó con una estilista para que me peinara y maquillar, mi peinado era agarrado con bucles y mi maquillaje era natural.
Regresando a casa y yo emocionada me fui a mi habitación, me cambié y me puse un perfume que él me había regalado: cuando estuve lista, salí a esperar a mi cita en la sala de la casa. Las horas empezaron a pasar y mi cita nunca llegó, yo le marqué a eso de las 10 pm, una mujer me contestó y me dijo que era su novia, que no volviera a molestarlo.
Estaba tan desconsolada que me puse a llorar ahí en la sala; yo no escuché nada y no supe en qué momento él llegó a mi lado, hasta que lo sentí abrazarme. Yo estaba sentada en el sofá, con mis manos en mi rostro, sin querer saber nada; en el momento que sentí que él me abrazó, me sorprendí y mi cuerpo por un momento se tenso pero él me dijo.
"No llores hermosa, no vale la pena, ven déjame hacer que olvides este mal rato"
Él no esperó a que yo le contestara solo tomo mi mano salimos de la casa, subimos a su carro y me llevó a un bar; yo nunca había tomado y esa vez fue mi primera vez, lo hice por despecho, tome sin control, mientras él me miraba.
Yo pensé que él realmente quería hacerme sentir bien, pero nunca debí confiar; yo estaba a unos meses de cumplir mis 18 años y nunca me imaginé que ahí empezaría mi peor desgracia.
Tomé esa noche hasta el punto que yo no podía ni caminar, el me saco en sus brazos y me llevó a casa; yo no recuerdo mucho, pero si recuerdo que me bajo del carro, me llevo a su habitación, me recostó en su cama y empezó a quitarme la ropa, a besarme.
Mi mente estaba tan alcoholizada, que no pude detenerlo, solo me deje llevar por lo que él me hacía, entre cerraba mis ojos, queriendo quedarme dormida, no recuerdo bien lo que me hacía, hasta que sentir ese dolor que me hizo gritar, creo que trate de quitarlo, pero era pesado y estaba ensima de mi, fue un dolor tan fuerte, que perdí el conocimiento, por qué ya no recuerdo qué pasó.
Cuando desperté estaba en su habitación, completamente desnuda, todo mi cuerpo me dolía, mi cabeza dolía tanto que sentía iba a estallar; mire a mi alrededor estaba sola, quise levantarme pero en el momento que me pare, caí al suelo mis piernas me dolía tanto, no tenía fuerzas, pero en ese momento el dolor dentro de mi pecho era mucho más grande.
Me puse a llorar como si fuera una niña pequeña, me puse en posición fetal, seguía desnuda y estaba destrozada, que no me importaba nada; no sé cuánto tiempo pase lo que me quedé ahí llorando, pero la voz de ese maldito me hizo reaccionar.
"Sigues desnuda, esto me agrada y es como una muy rica invitación a repetir lo de anoche; Sami estoy sorprendida, nunca me imaginé que aún siguieras siendo virgen, ser el primero me ha emocionado y la verdad una noche no ha sido suficiente para mi. Sami, desde hoy tu vas a ser mi sumisa, por qué yo amo este tipo de juegos y quiero que seas tu, la que todos los días juegue a ser mi esclava y no me refiero a una esclava doméstica, si no algo más divertido"
Ese maldito era un pervertido, me convirtió una BDSM, me hizo su sumisa, me dominaba, usaba sadismo y masoquismo en mi; desde ese día todos los días en la noche me llevaba a una habitación donde tenía extraños juguetes que usaba en mi, tenía cosas orribles cómo de tortura y una enorme cama muy especial para el BDSM.
Desde ese día no volví a salir de la casa, me tenía como su esclava, me hacía usar ropa extraña reveladora, todos los días usaba un collar en mi cuello con un lazo largo, me amarraba de formas extrañas, me ataba a la cama y te puedo jurar que queda momento que pase a su lado lo odie como no tienes idea.
Ese maldito me hizo cosas que lastimaron mi cuerpo como no tienes idea, más de una vez termine en el hospital, una vez casi muero por sus malditos juegos, por su obsesión con el BDSM.
¿QUE? alto maldición, Sami ¿Qué demonios estás contando?, Yo para empezar no sé qué es eso del BDSM, Pero lo peor de todo es que yo nunca te lastime, en qué momento te obligue a estar conmigo; en mis recuerdos es muy diferente, tu solita buscastes mis labios, tu solita te quitaste la ropa y tu solita te metiste a mi cama, ese día que estaba tomado. Eres una astuta zorra, una maldita, que sabe jugar muy bien su papel de víctima.
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Updated 48 Episodes
Comments
Lenita
El es un loco
2024-06-18
0
Jaro06
Es mitomana y loca
2023-02-27
3
Janet Herrera
😳😳😳😳 queeeeeeeeee , creo que está chica es hna de pinocho 🤣🤣 y el pobre iluso escuchando todas su historia de amor que ella está relatando , nose si sentir pena o reírme , 🤣🤣🤣🤣🤣 sube más capitulo está buena y interesante 🤭🤭
2023-02-27
2