No podía creer lo que miraba mis ojos, quería ir ahí, verla bien, preguntarle tantas cosas; pero no sé que me paso mis pies, en lugar de caminar hacia delante, empezaron a retroceder, mi mente me traicionaba tanto, que solo quería esconderme, para que ella no me viera, hasta estar seguro de que era ella.
Me escondí detrás de un pilar, mi cuerpo temblaba, pero no entendía por qué y aunque deseaba acercarme a ella no, mis piernas no me lo permitían; suspire profundamente, para tratar de controlarme y organizar mis ideas, en ese momento escucho a Matías, con una voz de preocupación.
• Alan, ¿qué te pasa?, estás temblando, esto no es algo normal en ti.
● Yo lo miro a los ojos y podía ver su preocupación, quería decirle lo que había visto, pero mi boca se negaba a moverse; a como pude con mi voz apenas en susurro le dije.
• Vámonos.
No había terminado de decir eso cuando empecé a caminar a la salida; todos me siguieron en silencio, cuando estuvimos en el carro, empecé a sentirme molesto, lleno de preguntas, pero sobre todo una extraña alegría me invadió, seguido de los celos.
• Matías, mire a Sami, está viva y estaba ahí, a tres mesas delante de donde nos íbamos a sentar; maldición, estaba con otro hombre y se besaban; quiero saber ¿qué paso? ¿Cómo terminó aquí? La necesito de vueltas. Manda a alguien con el dueño de este restaurante para qué te entregué las grabaciones del restaurante, quiero saber quién es ese hombre, quiero toda la información.
● ¿Estás seguro de que es ella? No será alguien que se parezca a ella; piénsalo es algo imposible, ¿Cómo llegaría ella aquí?
● Matías, no te estoy preguntando, te estoy ordenando, será mejor que no me contradigas o terminaré desquitando mi coraje contigo.
Miro como Matías trata de protestar y eso me enfurece, saco mi pistola y le apuntó directo a la cabeza, no quería más palabras, ni estar alegando o tratar de convencerlo, solo quería que me obedeciera.
● No más palabras, solo has lo que te ordenó o dime si no puedes para desarme de ti.
● Cálmate Alan, guarda esa arma, en este momento lo voy a hacer y voy a tenerte toda la información mañana.
No sé qué fue lo que vio Matías, pero pude ver cómo estaba muerto de miedo; creo que me pase un poco, pero en ese momento yo no podía pensar bien, estaba furioso y eso me nublaba la razón. Suspiré profundamente, entre cerré mis ojos, guardé el arma y con una voz tenebrosa que no me conocía dije.
● Solo haz lo que te ordené, no tengo paciencia para lidiar contigo.
● Alan, ya te lo dije, voy a hacer lo que me ordenaste, mañana tendrás la información; pero por esta noche solo ve al hotel y trata de calmarte, no vas a querer lastimar a tu gente.
Miro como Matías baja de la camioneta y junto con él se van dos de mis hombres; después solo se cierra la puerta y la camioneta se pone en marcha, me llevaron directo al hotel. Yo bajé sin decir una sola palabra, fui directo a mi habitación; al estar adentro fui al mini bar a tomar un vaso y serví whisky.
Me lo tomé de un solo trago y así me tomé dos más, estaba que nada me calmaba y sin poder controlarme empecé a destruir toda la sala de mi habitación, parecía un maniático.
Destruí todo y la verdad no me sentía nada satisfecho, quería destruir más cosas, mejor dicho deseaba desquitar mi coraje con alguien, golpear a quien sea hasta matarlo; después de unas horas solo camine de un lado a otro pensando en teorías posibles.
-Tal Vez alguien la secuestró y le borro la memoria, después la trajo aquí, para hacerme daño-
-podría también que la secuestraron, la trajeron aquí y ella escapó, un golpe pudo hacer que me olvidará-
-tal vez le metieron miedo para que me dejara, la trajeron aquí para hacerme daño y ella no me busco por miedo-
Todas mis teorías terminaban en que ella perdía la memoria o tenía miedo por qué estaba amenazada; yo realmente ya no sabía qué más pensar, pero algo que no podía creer era que ella no estuviera sufriendo lejos de mí.
Esa noche no pude dormir caminando de un lado a otro y en un momento pateaba las cosas destruidas que estaban en el suelo; fue mi noche más larga, dónde los segundos pasaban tan lentos, las horas parecían una eternidad.
Cuando por fin miré el sol entrar por la enorme ventana, la tensión aumentó y estaba por tomar el celular y marcarle a Matías, en ese momento sonó, era él; con mi mano temblorosa conteste la llamada y escuché.
● Alan, tenías razón, es ella y no vas a creer lo que descubrí, es una maldita; en un momento llegó, no te desesperes.
Colgué la llamada, pero las palabras de Matías estaban retumbando en mi mente y por más que quería pensar a lo que se refería con maldita, no me llegaba nada a la mente, todo estaba en blanco.
30 minutos fue lo que tardó en llegar, los 30 minutos más largos y desesperantes de mi vida; cuando lo miro que la puerta se abre lo escuché decir.
● Alan, mira como dejaste el lugar, te dije que te calmaras y ve que cara tienes, se mira que no has dormido; cómo sea ven vamos a mi habitación aquí no vamos a poder hablar, quiero que te sientes para que puedas leer esto que te traigo.
Yo sentía que ya no podía esperar más y desesperado le arrebató los papeles y empezó a leer; cada palabra, de ese documento eran espinas que se encajaban en mi pecho, haciéndome sentir un dolor insoportable, mis sentir iba del dolor, al coraje, a la ira y lo peor que nada de lo que realmente pasó me lo hubiera imaginado.
Traía fotografía, que empecé a ver, en todas la podía ver feliz y embarazos de ese maldito hombre y yo solo quería cortarle las manos, quería hacerlo sufrir, torturaron hasta matarlo, por tener lo que era MÍO.
Me llene de ira, de furia y mi mente se nublaba por el odio, lo que ella me hizo era imperdonable y eso no pensaba perdonarlo; porque algo era seguro esa mujer era mía y tenía que volver a mi lado, por las buenas o por las más.
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Updated 48 Episodes
Comments
Yngrid Vallejo
dejala ir no te quiere que más da
2025-01-06
0
Lenita
Al capo capo le salió una más vibora
2024-06-18
0
Luz Marina Urbiñez
el pensaba que todo lo podía controlar
2023-09-13
1