—Claro pero ¿quién es el que falta por acudir aquí? —cuestiono la señorita con un joven a su costado derecho que se acomodaba la gorra verde que trae para que dos minutos después llegara ángel con mucho sudor en su cuerpo al igual que jadeaba y con falta de oxígeno a su alrededor.
—Muchas gracias por hacer que no cerrarán la puerta, mis nenes ya deben de entrar ya ala escuela ya llegamos. —agradeció y luego les dijo eso a los pequeños, para luego dar unos suspiros que muestran su agotamiento físico y ordeno con simplicidad y con cariño mientras me miró de reojo al rostro.
—Si papi vamos a entrar y haremos nuevos amigos —dijeron los dos infantes al mismo tiempo haciendo que su voz hiciera un tipo eco pero con un poco de falta de sintonía por su voz ya que son una niña y un niño los dos como de ocho años ambos.
Dándole un beso en su mejilla uno de cada lado además de un dulce abrazo que se ve que es con mucho amor para después alejarse lentamente de el hasta llegar ala entrada de la escuela.
—No se olviden de portarse bien y que no hagan travesuras ¿entendido mis calabacines? —alzo la voz con un tono dulce como el de una madre.
—Sipi, no te preocupes nos comportaremos muy bien —respondió la niña mientras que el niño asintió con la cabeza de arriba abajo y luego con su pequeña manita hacer las señas de adiós e ingresar a esa academia.
—Muchas gracias por hacer que no cerrarán la puerta de la entrada —agradeció con dulzura en su voz y saliendo y entrando oxígeno a su nariz por lo cansado que está.
—No tienes que agradecer nada ayudaría a cualquier persona que lo necesitara, es lo que me han enseñado mis seres queridos y bueno te puedo hacer una pregunta.
—Eh si pero primero podemos sentarnos en algún lugar cercanos es que estoy muy cansado —comentó con sudor en l frente y suspirando mucho con la cara ligeramente roja por correr y más con el niño en brazos. .
—Por supuesto, que te parece esa banca —pronuncie mientras mi dedo índice señala una linda banca metálica de color verde con figuras de flores en los costados como decoración. Para que luego de que el observará mi dedo y viera a qué parte señala camino hasta allá a lo que yo procedí a caminar detrás de él pero se me hizo muy extraño o raro que el bebito que trae en esa linda cangurita negra con café; cargando no se allá despertado en ningún momento.
—¿Que cosa planeas preguntarme? —cuestiono mientras que su trasero se acomoda en esa banca bella para después acomodar al infante quien esta su cabeza en una posición que es un poco difícil esa postura.
—Ah, lo que te quería preguntar es que los niños que traías hace un instante que es lo que son de ti al igual que este adorable y hermoso bebé —interrogue un poco distraído ya que estaba viendo con mucha atención como salía de su boquita del bebé saliva.
—Ah ellos son nada más que mis hijos, mis bellos hijos – menciono orgullosamente dejando a la luz lo feliz que esta por tenerlos y yo lo pude notar.
—Nada en absolutamente es solo que tenía una ligera curiosidad al igual que no pensé que estuvieras casado. —pregunte. con mucha curiosidad como el agua que hay en una piscina olímpica
—No estoy casado ahora ya que mi amada esposa murió hace tan solo unos meses. —su expresión del rostro que unos minutos antes estaba algo cansado pero con alegría se convirtió tan repentino en una cara larga y triste, eso me hizo sentir muy mal conmigo mismo por hacer esa pregunta que era mejor que no la hubiese hecho y dicho.
—Perdón, lo siento tanto no sabía eso al igual no quise ponerte triste, que tal si mejor vamos ala heladería por un helado ya que está cerca.
—No tengo ganas, mejor otro día —dijo aún con esa tristeza en el rostro.
—Oh mejor que te parece ala cafetería que está tan solo a unos cinco minutos de aquí, además es uno de los mejores lugares con postres aunque no soy muy fanático de lo dulce o acaramelado —levantándome de mi asiento y ponerme enfrente de el con una sonrisa para que por lo menos se alegra un poco.
—Pues creo que esa invitación está bien, ya que aún no he desayunado por hacerle su lonchera y desayunos a mis pequeños.
—Además yo invito el desayuno y nos podemos conocer un poco más ¿Qué te parece?
—Pues eso suena bien entonces vamos, me llevas tú ya que aún yo no conozco por estos rumbos —dijo para que algunos pocos segundos fueran cambiando su expresión facial de una cara triste y larga a una feliz y con alegría cambiará totalmente en sus ojos para más tarde se levantara de su lugar y me empezará a seguir a mi por toda la plaza de nombre “la plaza de los héroes y el honor de mi hermoso México”.
Caminamos por tres minutos y medio, cuando ya casi íbamos a dar una vuelta por el restaurante “hojas de loto y rosas” el bebito que trae en la cangurita se despertó de la nada y comenzó a llorar mucho puede que sea por el movimiento no lo se pero sus lagrimas salen empapando sus pequeñas mejillas.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 29 Episodes
Comments