Día lunes

Ese día me levanté muy de mañana y por primera vez después después de muchos años solo tenía un pensamiento y era que mi esposo se marchara lo antes posible de la casa, así que apresure todo y con suma delicadeza le comentaba el tiempo fingiendo una preocupación que no tenía, para que el llegará a tiempo a la compañía y no quedará atascado en el tráfico de la ciudad, como siempre de nada sirvió mi débil y escueto esfuerzo porque el salió a la misma hora que se marcha de casa siempre.

cuando el salió de casa, sentí mariposa en el estómago y algo de nervios como si estuviera a punto de ir a mi primera cita pero está era completamente virtual, tome algo de jugo y me dirigí al jardín donde me acomode en unas de sus sillas, para luego tomar mi celular y enviar un mensaje Hello!.

mensaje que fue respondido por un saludo y una pregunta, como estaba la mujer más linda?, todo esto en el idioma ingles, le respondí que bien, el me comentó que se encontraba aún en la academia de estudió y me envió una fotografía dónde se dibujaba una sonrisa muy bella en sus labios, seguido del texto que pronto terminaría lo que se encontraba haciendo y se volvería a comunicar conmigo.

en ese momento no había tenido en cuenta la diferencia horaria que eran casi de nueve horas mientras en mi país eran las 7:00 de la mañana en el de el eran 4: 00 de la tarde, paso alrededor de una hora cuando se volvió a comunicar conmigo y me pidió que le enviará una foto, yo le respondí con un ok.

de la manera más torpe tome mi celular en las manos y tome varias fotografías, para escoger la mejor y enviarla , no soy modeló y tampoco tengo buen registro fotográfico así que repetí el proceso hasta que escogí una medianamente decente para enviarla, cuando el la vio me envió un mensaje con la inscripción eres muy bella, en mis labios se dibujo una sonrisa, el me preguntó cómo me sentía y si yo estaba segura de continuar con esto, aunque por el momento dudaba y sabía que lo que estaba haciendo estaba muy mal, aparte que me producía algo de nervios le dije que si, que quería vivir esa experiencia, el me dijo que también lo quería hacer.

conversamos durante todo mi día y él el resto de la tarde y de la noche y parte de su madrugada, en el cual me envió vídeo de algunas de sus presentaciones, a lo que estaba dedicado y que estaba estudiando, yo también le hable un poco de mi vida, que había estudiado y a los que me dedicaba actualmente, cuando supo que era escritora y del éxito de mis novelas quedo un poco sorprendido porque no pensó que podía estar hablando con una escritora de fama mundial aunque el mundo me conozca por mi seudónimo y no por mi nombre.

comento que todo esto era más interesante de lo que esperaba, le hable de mis gustos por la pintura y le envié algunos bocetos de los dibujos que había realizado, cosa que le llamo la atención y elogió con un aprecio y cariño tan grande como si me conociera.

me preguntó si a mí también me pasaba lo mismo que a él, si sentía que lo conocía yo le dije que si, y también le dije que era algo tan extraño y que no me había atrevido a preguntar este tipo de cosas a nadie para que no me señalarán como si fuera una persona con problemas mentales.

el sonríe un poco pues lo escribe y me dice que de ahora en adelante ese será nuestro pequeño secreto, si note algo raro si los dos hablamos un idioma en común porque el no optó por hacer una video llamada, era mucho más fácil que andar texteando todo el día, pienso yo.

me preguntó si tenía otras redes sociales yo le respondí que si las tenías le indique cómo me podía buscar y casi de inmediato recibí las solicitudes de amistad, las cuales yo acepte enseguida.

cuando nos despedimos no sin antes con la promesa de poder continuar con la conversación a mi día siguiente, porque ya en su país era de madrugada, subí unas historias a mis redes sociales y el primero que las vio fue él, pero también soy consciente que ambos tenemos una vida y que por más que quería seguir conversando con mi joven tenor, debía dejar ahora todo aún lado pues mi esposo estaba a punto de volver a la casa de la compañía.

ese mismo día mi esposo llegó con ganas de hacer el amor, cuando le abrí la puerta me pidió que lo acompañará a la habitación donde me pidió que desnudara mi cuerpo para él, aunque soy su esposa no quería hacerlo, y aunque no quería hacerlo el siempre me obligaba a tener relaciones, recuerdo la única vez que me negué a tener relaciones con él, no porque no quería de eso hace ya más de siete años, simplemente porque me sentía con un dolor bastante grande en mi vientre.