Fin de semana

Todos los sábados mi esposo y yo salíamos al supermercado a comprar los alimentos de la semana, era una tarea que hacíamos religiosamente, elegir con mucho cuidado los alimentos que consumimos, ya que por algunos quebrantos de salud debíamos llevar una dieta saludable.

cuando llegamos a la casa yo me encargaba de organizar la compra mientras el ingresaba al estudio de la casa para evacuar algunos temas de suma importancia de la compañía, ese día terminé algo cansada y me quedé sentada en los muebles de la sala, mientras tomaba un vaso de agua y tomaba mi celular para revisar algunos mensajes que no había podido responder y mirar mis redes sociales.

cuando recibí muchos mensajes en el idioma ingles y todos eran del joven tenor, yo no podía creer lo que estaba viendo mis ojos, pero a la vez una angustia terrible se apoderó de mi, porque no estaba sola en la casa y tenía temor de ser descubierta, no sabía que hacer en esos momentos, una parte de mi me decía que no contestará ninguno de los mensajes y los borrará, pero la otra parte quería que los leyera y los respondiera, no les miento sentía una alegría inmensa como también una enorme curiosidad por saber que me había escrito el joven tenor.

casi con una naturalidad increíble pero muerta de miedo, actúe como si nada estuviera sucediendo solo lo tome como un tema cotidiano más, así que mire los mensajes y no podía creer lo que estaba leyendo.

me decía que desde el día que vio mis fotos no había dejado de pensar en mi, que el no entendía que le pasaba y que nunca en su vida había experimentado algo igual y lo único que el deseaba era que yo aceptará tener una relación aunque sea en la distancia por el momento con él.

aunque yo sabía que él tenía su novia pues sus fotos estaban en las redes sociales, en mis redes sociales no había registro de relación alguna, puesto que mi esposo nunca permitió que yo subiera fotos de él, a él no le gustan las redes sociales, y la excusa era que se prestaban para más cosas malas que buenas.

ahora el desafío mío era mayor ante todo la sinceridad y debía comentarle mi situación, lo primero que le dije fue que yo era una mujer casada, su respuesta me sorprendió cuando me dijo que el estaba en una relación y que mi situación era completamente irrelevante para él.

tal vez en un arrebato de locura total, por un vínculo que teníamos los dos y que no sabíamos cómo explicar le dije algo que jamás pensé decir ni hacer en ningún momento y en ninguna parte de mi vida, acepte tener una relación con él.

fui clara en esos momentos y le dije que no podía seguir hablando ya que no me encontraba sola en la casa pero apenas tuviera la oportunidad yo le mandaría un mensaje para seguir hablando y conocer un poco más de su vida, el se despide de mi no sin antes decirme que yo no tengo ni la menor idea de cuánto le encantaría a él estar a mi lado, que no entiende como unas fotos y unas pocas palabras que habíamos cruzados a través de los mensajes de texto le estaban cambiando la vida, por lo que estaba sintiendo que no lo dejaba tranquilo.

con un corazón despedimos la conversación para luego apresurarme a borrar todos los registros de la misma.

mis ojos se iluminaron de tal manera que irradiaba una felicidad infinita, en mi boca se esbozo una sonrisa la cual había desaparecido hace mucho tiempo, solo quería cerrar los ojos y pensar en esa conversación y sobre todo haber conocido a través de ella que el vínculo que hay es fuerte y así como lo sentí yo también lo sintió él aunque esté al otro lado del planeta y sea algo que con palabras no se puede explicar solo sentir, era algo muy inquietante pero hermoso porque te sientes completo como si hubiera llegado a tu vida el complemento que necesitas para ser feliz, vínculo que se estableció al momento de mirar nuestras fotos en las redes.

mi esposo salió del despacho para recibir la cena la cual ya había preparado, me costaba disimular mi alegría ante él un poco, así que decidí buscar rápidamente un tema de conversación con el para poder olvidar por el momento el tema que me estaba cambiando la vida.

después de la cena fuimos al dormitorio a descansar un poco, allí me quedé profundamente dormida pero con algo de melancólica en mi corazón ya que el siguiente día era día domingo de descanso y el permanecería en la casa así que no podía hablar con el joven tenor.

ese día no fue un día más como todos los días aunque la rutina era la misma, porque dentro de mi había una motivación una chispa que me alentaba a seguir adelante hacer las cosas bien para que el no sospechara y esperar el día lunes para hablar con el.