Capítulo 4
Simplemente, el mejor
Volvemos de nuevo al lunes por la mañana con Alexa y Aron sentados en el despacho.
Pov Aron
Por fin Aron termina de leer lo necesario para distribuir las labores de esa semana al personal y así marcharse a las visitas de proveedores en otras ciudades. Lleva un rato sentado frente a Alexa, dándose cuenta de que ella no ha estado muy atenta pero lo deja pasar porque ha estado contándole no se qué historias sobre su novio y una pelea tonta que tuvieron.
Ha sido una cosa realmente incómoda para él, que de verdad odia ese tipo de confidencias del personal. Y conste que lo ha soportado estoicamente porque es su asistente. Cualquier otro trabajador habría recibido un desplante terrible y un grito si se atreviera a algo así con él.
No le gustan las intimidades de esa clase, pero ha sido diferente porque es Alex. Sin embargo, prefirió cortar con el tema rápidamente. Hay demasiado trabajo para detenerse en esto.
La mujer mira fijamente la cristalera que hay detrás de él y su cara es absolutamente pétrea. Él concluye que tampoco está muy afectada por la pelea de novios y eso lo tranquiliza. Hubo un momento en el que pensó que ella lloraría y eso sería horrible. Menos mal que estuvo rápido en aconsejarle y tranquilizarla con sus palabras. Ella ha vuelto a la normalidad. El CEO respira aliviado.
- Termina con esto y prepárate para salir en veinte minutos. - él mira el reloj.
- Sí, señor. - la mujer recoge los papeles y se va en silencio.
......................
Tras su salida del despacho del CEO Alexa se dio prisa en llegar a la planta de secretaría. Era urgente dejar todo el trabajo de la semana dispuesto porque el gran jefe y ella iban a estar fuera casi toda la semana. Realmente el trabajo sería intenso esos días.
Se dirigió en primer lugar a la jefa de secretarias, Míriam, que era su persona de confianza dentro del gabinete y le entregó las plantillas de trabajo. Le comentó los aspectos más relevantes de cada una de las tareas. Le encargó decidir a quién asignaba cada proyecto o cada labor.
Si algo caracterizaba a Alexa precisamente era su capacidad innata para organizar y distribuir trabajo de manera impecable. Tenía una manera sutil y firme de controlar que cada tarea fuera llevada a cabo en tiempo y forma. Sabía que el equipo de secretarias estaba sobradamente capacitado para manejar los asuntos de la corporación.
Alexa, especialmente esta semana, no quería dejar ningún cabo suelto ni deseaba improvisar nada. Así es que desde el domingo había preparado en su casa los planes de trabajo semanales, organizó los viajes, estancias y desplazamientos que requerían las negociaciones para el nuevo proyecto de Aron llamado Xitrix Mark, concertó todas las citas, preparó toda la documentación relevante y planificó hasta el último detalle de cada encuentro sin dejar nada al azar.
Era lunes y ella y su jefe estarían viajando por negocios hasta el jueves por la mañana. Estarían fuera de la ciudad tres días. En realidad era bastante habitual que ellos dos viajaran, sobre todo cuando se trataba de negociar la expansión de recursos.
En apenas veinte minutos entregó todos los quehaceres a Míriam, fue hasta su cubículo, recogió la maleta mediana que había traído por la mañana desde su casa para viajar y salió al pasillo donde su jefe ya estaba esperando.
Él le entregó su maletín y su propia maleta de viaje. Esta también era una labor del asistente. Decidieron no llevar sus coches particulares, ya que lo más práctico era tomar un taxi hasta el aeropuerto y así lo hicieron.
Tuvieron un vuelo corto hasta su primer destino. La primera visita estaba programada para la tarde, así que al bajar del avión directamente fueron al hotel y desde allí a visitar al proveedor de turno. Hicieron dos visitas más y volvieron al hotel a descansar. Al día siguiente saldrían temprano por la mañana para marchar a su próximo destino donde tendrían otras tantas visitas concertadas.
Normalmente, este tipo de viajes eran odiados por Alexa porque resultaban estresantes y agotadores. No entendía cómo su jefe era capaz de soportar tanta tensión pues tratar con cada proveedor no era cosa sencilla y muchos de ellos hacían las cosas difíciles adrede.
Alexa que estaba presente en todos los encuentros se daba cuenta de que había que tener mucho temple para manejar todas las situaciones que se presentaban con cada enlace empresarial con el que se veían. Ella tenía fama de ser imperturbable, pero reconocía que el señor Aron en eso era el rey y aún más experto que ella.
No solamente no perdía nunca la calma, sino que además mantenía su temple intacto y realmente las cosas que se discutían en ocasiones, ponían a prueba los nervios de cualquiera excepto los de Aron Flores que mantenía los nervios de acero. ¡Vaya hombre!. Despertaba admiración en amigos y enemigos y con razón.
El CEO era, como decía Tina Turner en su canción ochentera, "Simply the best" (simplemente el mejor). No podía dejar de tararear la canción mentalmente.
Song (Tina Turner)
"You're simply the best
Better than all the rest
Better than anyone
Anyone I've ever met"
(Tú eres simplemente el mejor,
mejor que el resto,
Mejor que nadie,
nadie que yo haya conocido)
Cuando llegó al hotel era muy tarde por la noche, cogió su móvil y leyó un mensaje de Ran dándole las buenas noches pues ya se iba a dormir. Ella contestó igualmente con un "buenas noches, que descanses".
......................
Ran
Ran salió de la ducha y se sentó en la cama con el pelo húmedo cayendo sobre sus hombros. Cogió el móvil entre las manos y volvió a mirar la pantalla de chat con su Alexa.
Ella aún no había leído los últimos mensajes probablemente porque su jefe no la había dejado ni respirar. Cuando se casaran tenía planeado decirle que dejara ese trabajo.
Es costumbre en su cultura que las mujeres no trabajen después de casadas y se dediquen a cuidar de la familia del marido, así que sería perfectamente aceptable en su entorno que ella lo dejara. Desde luego si quería trabajar para él tampoco era un problema, pero sería mejor si pudiera dejar esa empresa y trabajar en lo que de verdad quería.
Él conocía sus sueños. Lo sabía todo sobre Alexa.
Volvió a mirar la pantalla. Seguía sin leer, ni contestar desde el día anterior que le dio un escueto "buenas noches". Soltó el teléfono en la mesilla después de poner la alarma que lo despertara al día siguiente y se tumbó para dormir. Al minuto se incorporó de nuevo y volvió a mirar el chat.
Se sentó en el borde de la cama, metió la cara entre las manos y se quedó así. Unos segundos después los hombros de Ran se sacudieron mientras muy quedamente se escuchó un sollozo. Después de mucho rato llegó el mensaje de buenas noches de Alexa.
Ya el hombre estaba dormido.
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Comments
yamileth lopez,🇻🇪💜
menos mal que no lloró porque le da un infarto 🤣😂🤣😂🤣😂
2024-07-17
0
Ester Ayala F
segunda vez que la leo y me encantaaaa😍😍😍😍😍😍😍
2024-06-25
0
Aleyda
Esa es la paradoja de todo profesional ambicioso, se estudia para sobresalir avanzar, no para quedarse en casa cuidando el marido y los niños viviendo a la sombra como un mueble más
No digo que no se logre pero no es lo mismo una madre presente, a contratar a alguien que esté al pendiente de tus hijos
2024-04-02
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