Cinco años después...
Mayahín:
Desde que salí del hospicio el tiempo transcurrió de prisa, ha sido difícil mis primeros años lejos de allí; sin embargo, y con la fe puesta en Dios y creyendo firmemente en mí, logré superarlo y adaptarme poco a poco a esta nueva etapa en mi vida y aprender a vivir sin mi familia. Aún así no dejaba de visitarlos por supuesto Mima estaba al tanto de todos mis logros y avances.
Con veintitrés años recién cumplidos finalicé mis estudios superiores. Me gradué como Licenciada en Educación, mención Educación Física y Deporte, y desde hace un año laboro en una escuela de primaria.
Tuve la suerte de que me emplearan como suplente antes de terminar la carrera, y una vez graduada, pasé a formar parte del personal docente fijo de la institución.
También en paralelo a mis estudios, comencé a prepararme en aero yoga que es una modalidad o variante del yoga, en la cual se incluyen una serie de posturas o normativas acrobáticas, y qué cuenta con la particularidad de que se deben realizar sobre un columpio formado por telas el cual se encuentra colgado del techo, en otras palabras, se puede decir que es gimnasia sobre telas.
Asimismo logré rentar un departamento muy cerca de mi trabajo.
Hace cuatro años que mantengo una relación con Alfonso. Si, Alfonso, el mismo que conocí cuando casi era una quinceañera, y que junto a sus padre llevaba los alimentos al hospicio, cursando el segundo semestre, y por esas cosas del destino lo volví a ver. Era amigo del novio de una compañera de estudios.
¡No lo podía creer, era él! claro, estaba más adulto, tenía veintidós años, pero no había cambiado mucho, tal cual como lo recordaba con su cabello como el sol y sus ojos azul cielo. Por supuesto él no sabía quién era yo, entonces le conté de cómo lo conocí. Pero obviamente no le dije lo que despertó en mi.
Bueno, a partir de allí comenzamos una bonita amistad, era muy atento y detallista conmigo.
Con el tiempo fue surgiendo el amor entre nosotros y comenzamos una relación.
A los pocos meses ya vivíamos juntos en mi departamento. Lo amaba desde el primer momento en que lo vi, por eso había muchas situaciones que le toleraba, como por ejemplo su inestabilidad laboral, no mantenía ni por tres meses un empleo, para todos siempre tenía un "pero".
Alfonso no había terminado sus estudios universitarios, según no logró culminar la carrera ya qué se sentía muy solo en este lugar, vivía con sus tíos muy cerca de la universidad dónde estudiaba.
Aunque también reconoce, que se sintió deslumbrado por todo esto que para él representaba una novedad, se sintió atrapado por esta parte de la ciudad que no conocía, y comenzó a llevar una vida desenfrenada de fiestas, licor y mujeres. Sus tíos muy molestos al observar su mal comportamiento, por supuesto le pidieron que buscara otro lugar donde vivir.
Fue entonces cuando no continúo en la universidad, y con el dinero que su padre le envío, adquirió una motocicleta y comenzó a trabajar como mensajero, pero resultó ser irresponsable. Siendo ese el motivo principal por el cual lo despedían de los sitios donde trabajaba.
Por otro lado, sus celos injustificados complicaban nuestra relación cada día más. Aunque no me importaba mucho su actitud de hombre celoso.
Había cambiado mucho, de aquella chica aguerrida y valiente, que no se dejaba pisotear por ninguna persona no quedaba nada. La verdad es que le tenía temor, ya que él era muy violento, y en más de una ocasión que discutimos fuertemente, me ofendía e intentaba levantarme la mano.
Siempre me decía que era una maldita negra que no sabía por qué vivía conmigo. Pero después se arrepentía, me pedía perdón y volvíamos a estar como si nada en la vida, y en ese círculo vicioso transcurría el tiempo.
A principios de enero celebrando mis veinticuatro años, y con casi cuatro viviendo una relación tóxica, quedé embarazada.
No puedo explicar realmente cómo me sentí, tenía sentimientos encontrados, por un lado, muchísima alegría y felicidad, y, por otro lado, tristeza y preocupación por la situación económica, ya que mi sueldo de docente que no era tan exorbitante, apenas si me alcanzaba. Y eso que compartía el arriendo del departamento con mis dos compañeras de piso. Sin embargo, igual se me hacía difícil pagar los servicios y adquirir los alimentos.
Con el salario de Alfonso nunca contaba, siempre tenía una mentira a flor de labios, decía que no le habían pagado, que se le perdió el sueldo, que lo asaltaron y robaron o que le habían descontado tal o cuál cosa. En fin, siempre con mentiras, pero de su sueldo ni para comprar un jabón de baño.
Entonces era yo la que tenía que solventar los gastos que como pareja que éramos deberíamos compartir los dos.
Sin embargo lo que si debo reconocer que se entusiasmó muchísimo con la noticia de que va a ser padre. Se le veía inmensamente feliz, esta actitud suya me llenó de ilusiones, ahora sí, y por mi embarazo, sería más entregado, estable y responsable con su trabajo.
Pero que va, Alfonso no cambió, entonces me vi en la imperiosa necesidad de dar clases en el horario de la tarde. En la escuela primaria cumplía el turno de la mañana, luego a medio día salía disparada cuál kamikaze a otra institución para cumplir con el turno de la tarde.
Por supuesto esta situación trajo como consecuencia agotamiento físico, y por otro lado que no me alimentara bien por falta de tiempo, y muchas veces porque no tenía nada para comer.
Un día me sentí muy mal, presenté síntomas de aborto, gracias a Dios fue controlado. Sin embargo, el médico me advirtió que debía guardar reposo absoluto. No obstante solo pude cumplirlo por una semana, no podía dejar de trabajar por tantos días.
Lamentablemente quince días después perdí mi bebé, mi embarazo no pudo avanzar más allá de los dos meses. Ha sido una pérdida muy dolorosa ya que estaba muy ilusionada, no pude afrontar esta terrible situación, mis sentimientos de frustración y tristeza eran tan grande, tan intensos, que lo que hacía era llorar y llorar. En todo momento Alfonso estuvo conmigo, no me puedo quejar, se comportó a la altura, me ofreció todo su apoyo y comprensión, aún, afectado también por la situación.
Pasaron tres meses, ya estaba un poco recuperada de salud, no así emocionalmente. Aún dolía.
Un día al llegar a casa, una de las chicas me dice con exaltación qué el dueño del departamento nos ha pedido desocupación, que tan solo tenemos veinticuatro horas para que nos marchemos de allí. Bueno, me sentí sumamente preocupada y angustiada, ni idea de que haremos.
Comencé a llamar a Alfonso para ver de qué manera resolveremos esta situación, no me contesta el móvil, entonces lo llamé a su trabajo, quedamos en vernos en una hora.
Lo esperé muy emocionada en el sitio acordado, tenía casi una semana que no lo veía, ya que en las noches estaba cuidando una propiedad de su jefe, y en el día realizaba su trabajo. Entonces lo veo cuando llega en su motocicleta. Como siempre tan hermoso, quise acercarme para demostrarle todo mi cariño, y en eso me da un empujón que casi hace que me caiga al piso, me reclama muy airado de por qué lo llamé a la oficina, me insulta y como siempre diciéndome maldita negra inmunda, palabras obscenas y ofensas relacionadas con mi origen. También me dijo cosas que me hirieron y me dolieron mucho.
No sabía que creía que la situación fuese así. En voz alta me recriminó que me había provocado el aborto donde perdí a mi bebé, me lo gritó una y varias veces, que había matado a su hijo, aparte de maldecirme.
Jamás hubiese imaginado que pensaba que había abortado a propósito. O sea, se había guardado todo eso.
Cuando quise levantar mi mano para abofetearlo, fue más rápido me detuvo y con el casco me golpeó la cabeza haciendo que cayera al piso con una gran herida. Varias personas se acercaron para auxiliarme, y unos guardias de seguridad lo inmovilizaron. Poco rato después la policía se lo llevó detenido.
Me preguntaron si efectuaría la denuncia correspondiente por agresión física y verbal, pero no, no tuve el valor de hacerlo, no lo denunciaré, no me atrevería por dos razones, una, porque le tengo mucho temor, y otra, porque a pesar de todo aún lo amo demasiado y creo que puede cambiar.
Sin embargo, y aunque no presenté cargos, estuvo detenido por agresión física por seis meses, aun así no lo visité ni una sola vez, sabía bien que esa sería la única manera de apartarlo para siempre de mi vida.
Con dolor y tristeza al fin comprendí que esta relación no tenía futuro.
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Comments
C Matacruz
qué barbaridad pero cuando salga, haber si no la mata desgraciado infeliz 😠😡😞🙂😊😯😁😝😦🤨😐😉😜😀😵💫😏😛😄😕🤪😕🤔
2024-10-22
1
MALÚ 2834
Esa es tu justificación para auto convencerte a ti misma,,pero así no te das a valer y respetar,,,mándalo ya por capullos al parque
2024-04-26
3
ECRA
mejor lo hubieras denunciado por qué cuando salga te va a dar una paliza
2023-06-17
2