Fin de semana

Por fin llegó el viernes, al día siguiente sería la reunión y de verdad quería divertirme con mis amigos y ser yo sin miedos.

Justo por la tarde estábamos en la cafetería Luis, Alex y yo...

Mientras platicábamos, me trataban de hacer ver la situación en la que me encontraba, en ese momento comencé a ver donde estaba parada, porque sentía miedo, y porque no me sentía plena en la intimidad con él.

Después de esa conversación empecé a analizar un poco la relación que tenía con Damián, y como me hacía sentir tan incómoda desde que decidimos regresar.

Habíamos perdido el respeto, y la comunicación, al grado que deje que controlara muchas cosas que solo debía controlar yo.

Después de un buen descanso, y comer, comencé a arreglarme, ya que Luis pasaría por mí, junto con Santiago y Alex, Xime por su parte llegaría con Javier, Dani, y Eduardo.

Justo cuando estaba esperando que llegarán por mí, me entró una llamada de Damián, respondí y me dijo que venía para acá, y le contesté que recordará que saldría con mis amigos, y me sorprendió que comenzará a levantarme la voz y decirme que como me atrevía a salir sin él, en ese momento le dije que tenía planes y que no pensaba cambiarlos por él, que si quería nos veríamos el día de mañana.

Después de esto colgó y debo decir que me sentí mal, no comprendía por qué tenía que ser así, que había pasado con el hombre que había conquistado mi corazón tiempo atrás.

Cuando llegaron por mí, simplemente trate de no prestar atención a la pelea con Damián y decidí pasarla bien.

Una vez que llegamos, ya estaban los demás ahí, y Alex se acercó a preguntar que pasaba, le conté lo que había discutido con Damián y en eso sonó mi celular.

Cuando respondí Damián estaba fuera de sí, y solo alcancé a entender que saldría de fiesta con sus múltiples amigas y que la pasaría de lo mejor sin mí y colgó.

Alex me quitó mi teléfono y me dijo que esta noche me divirtiera y gozará con ellos.

Empezó a trascurrir la noche y empecé a tomar, de repente sentí una calidez recorrer mi cuerpo, en ese momento me perdí, no sé en que momento pasó, pero sentí unos labios en los míos, y mi cuerpo vibró, sí, de una manera única que jamás había sentido, sentí amor, pasión, era un beso demandante, pero a la vez tierno, dulce, y cuando por falta de aire nos separamos pude comprender que el amor tenía cabello negro como la noche, labios que te hacen tocar el cielo y a la vez el mismo infierno, unas manos perfectas para mí cuerpo y una mirada que te desarma, una manera que jamás nadie me había visto, ese hombre era mi mejor amigo y el hombre que desde que lo vi quise evadir.

Elisa, ¿estás bien?

Sí... Santiago, ¿por qué me besaste?

Elisa, no quiero que pienses que me aprovechó, me gustas, me encantaría tener una oportunidad contigo, pero también se que estás pasando por una situación complicada y quiero que sanes y comprendas que yo estaré aquí, esperándote y apoyándote.

Santiago, no sé que decirte, no voy a negar que me atraes y mucho, y que ese beso me hizo sentir, pero no quiero lastimarnos.

Eli, yo solo quiero que entiendas que aquí tienes un hombre que daría todo por ti.

Justo cuando estaba por hablar mi teléfono comenzó a sonar y Alex me lo entregó, mi mamá estaba esperándome, ya que me había pasado la hora de llegada.

Me llevaron a mi casa y así acabo la noche que había escrito mi futuro sin saberlo.

Al día siguiente me levanté con un dolor de cabeza insoportable, así que desayuné, me bañe y decidí descansar.

No podía sacar de mi cabeza el beso que Santiago me dio, junto con todas sus palabras, me gustaba no podía negarlo pero no quería lastimarlo, quería sanar e intentar algo bien.

Damián me envió un mensaje ya pasadas las 8 de la noche, todo ese domingo no había tenido noticias de él, así que respondí su mensaje, y para mí sorpresa simplemente comenzó a cuestionar mi noche, omití el beso con Santiago, pero sabía que esa sería mi perdición, bastó el roce de sus labios para entender que merecía un amor basado en amor y respeto, así que sin más le dije a Damián que lo mejor era darnos un tiempo, y él lo acepto.

Cuando llegué al día siguiente a la universidad les conté a mis amigos y cuando tuve oportunidad hablé con Santiago, le aclaré que la decisión de separarme de Damián era algo que venía pensando hace tiempo, y que lo que pasó entre nosotros era algo que valía la pena y que el tiempo nos diría el resto, lo que sí le deje en claro era que nuestra amistad debía seguir sí o sí.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***