Su novia llega y toca la puerta, él abre la puerta y ella lo abraza por lo que su abrazo es correspondido. Se quedan abrazados un rato hasta que él habla.
Walter: Lo mejor será pasar.
Ella se despega de él y se adentra a la casa y éste cierra la puerta. Se acerca al sillón donde está su novia y se sienta junto a ella.
Ella está triste, sólo eso.
Walter: ¿Por qué no me lo dijiste? -preguntó preocupado-
Samaya: No creí necesario decirte. Además... No puedes hacer nada al respecto.
Walter: Lo haría. Me alegra que tengas un hermano mayor que pueda ver por ti.
Samaya: Sí.
Walter: ¿Qué hay de tu madre?
Samaya: Ella.. -bota un gran suspiro y pasa a contarle lo que sucedió antes de que saliera de casa. También agregó de que al salir de casa, su hermano la dejó en casa de su amiga-
Walter: Lo siento por tu madre. También de que debe serle difícil creer toda esta situación. Ustedes son sus hijos y claro que debería creerles, también está el lado de que re-hizo su vida casándose nuevamente y teniendo un hijo con el hombre que ella conoció y espera compartir su vida.
Samaya: Entiendo a dónde quieres llegar. Pero aún así, debió mostrar preocupación y haberse enojado con él pero ni siquiera hizo eso, y eso es lo que me molesta. No sé qué piensa mi hermano... ¿Pensará en la situación que has dicho hace un momento?
Walter: ¿Cómo saberlo? Por lo que dijiste, está enojado y dudo que piense con claridad. Él está 100% de tu lado. Sólo queda esperar a que tu madre hable con ustedes.
Samaya: Sí. Aunque dudo que él admita la verdad de lo que me hizo cuando era una niña y lo de esta mañana... -volvió a ponerse triste- Sabes, estoy aquí porque no quise ir al colegio y porque quiero estar contigo. Quiero olvidarme de los problemas un rato.
Walter: De acuerdo. -sonríe-
Ella sonríe y lo besa, cosa que él corresponde el beso. Pero ella, va más allá que solo un beso tierno haciendo que él se de cuenta y la detenga.
Walter: Muy buen Beso. Ve a descansar.
Samaya: No quiero descansar, quiero estar contigo.
Walter: Estoy contigo. Ve a descansar. Debes tener sueño.
Samaya: Sí, pero puede ser a tu lado.
Walter: Bueno... No iré al gimnasio temprano. Vayamos a descansar.
Ambos van al cuarto de Walter, el cual, lo tiene todo muy limpio al igual que su casa.
Samaya: Me gusta que tu cuarto esté muy ordenado. Mi cuarto... Es más o menos.
Walter: Lo sé, ya me has mandado fotos de tu cuarto, e incluso con una videollamada. -ríe-
Samaya: Hmm... -se enoja haciendo puchero-
Éste le da un beso tierno pero ella quiere algo más que un beso tierno así que profundiza el beso pero no llega lejos ya que él la detiene.
Samaya: ¿Sabes lo que quiero con ese beso?
Walter: Sí, y no pasará. Hay que descansar mejor.
Samaya: ... Sabes que quiero.
Walter: No tengo problema en esperar a que seas mayor de edad.
Samaya: Pero Wal, yo sí quiero. Además, falta para mis 18 años.
Walter: Te acabo de decir que no tengo problema en esperar.
Samaya: ¿Los hombres pueden esperar tanto tiempo? Digo, eres un hombre un poco mayor.
Walter: No caeré. -se sienta en la cama-
Samaya: ... Bueno... -también se sienta en la cama-
Él se echa en el lado derecho, mientras que ella en el lado izquierdo. Su cama es grande y está en el medio.
Samaya: Oye... -se miran- Te quiero. Estoy feliz de estar con alguien como tú.
Walter: Me alagas.
Samaya: Pero es verdad. No me gustó que al inicio me ignoraras.
Walter: Es normal que te haya ignorado.
Samaya: Sí... No me gustó.
Walter: Je. -cierra sus ojos-
Samaya: Oye...
Walter: ¿Sí? -aún con los ojos cerrados-
Samaya: ... -lo observa- Nada, dormiré un rato.
Se queda dormida casi toda la mañana.
Cuando despierta su novio no se encuentra ya a su costado. Se levanta de la cama saliendo del cuarto para buscarlo pero no lo encuentra. Va a la sala y ahí se encuentra su celular y lo llama. Este contesta y dice que se encuentra en el gimnasio y que irá a la casa más tarde, a lo que ella dice que tiene hambre y éste le dice que se pida algo, que dejó dinero en la mesita de noche que se encuentra en su cuarto. Ella agradece y dice que lo llamará en el horario que corresponde a la salida. Terminan la llamada después de eso.
Es mediodía ya. Samaya se despertó y levantó a las 11:40h. Su hora de salida del colegio es a las 14h.
A las 13:13h es que llama a un restaurante para que le traigan comida.
Su pedido llega y se pone a comer. Cuando termina se pone a ver tv y llama a su amiga Rita.
CELULAR
Rita: ¿Por qué no viniste al colegio?
Samaya: Hubo un problema en mi casa y no tuve gana de asistir al cole.
Rita: ¿Una pelea con Raos?
Samaya: Peor.
Rita: ¡¿Qué?! -dijo casi gritando-
Samaya: ¿Te parece bien si voy a tu casa?
Rita: Por supuesto, ven aquí. Pero... ¿Estás bien?
Samaya: Sí, me quedé en casa de Walter. En un rato voy, me avisas cuando estés en tu casa para llamarlo e ir.
Rita: Está bien, nos vemos al rato.
FIN DE LA LLAMADA
Samaya: Bueno, al menos ya hablé con mi amiga. -va al baño y se enjuaga la boca-
Va a la sala y se pone a ver tv un rato en lo que su amiga la llama.
Al rato, recibe un mensaje de su amiga diciendo que ya puede ir a su casa. Ella llama a su novio y a la 2da sonada es que cuelga y decide enviarle un mensaje que llamarlo.
Se asegura de no olvidarse de nada y se va directo a casa de su amiga.
En el camino recordó que el novio de su prima Marie, iría hoy al gimnasio.
Samaya: (Menos mal que decidí no ir) Ya Walter me dirá. -susurra-
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