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Nos fuimos conociendo de a poco, me llamaba, a veces nos veíamos, intenté mil veces no verlo como un buen partido, pero él hacía que me enamorara cada vez más.

Fue así que un día, me llevó a la panadería otra vez y antes de bajar, me besó y yo le correspondí... no era solamente un beso, sino también una tensión que nos llevaba más allá del beso.

-Disculpa, Mila... pero fue más fuerte que yo...

-Está bien, creo que fue mutuo...

-Me encantaría poder hacerlo siempre... no quería enamorarme así, pero eres todo lo que quiero, y te quiero para siempre.

-Bueno, yo...

-No me digas nada, no quiero respuestas a algo que no estoy preguntando... solo quiero que sepas que eres lo que quiero para mí vida, quiero una vida contigo, eres lo primero que quiero ver al despertar y lo último al acostarme... no sé cómo lo hiciste, pero te metiste en mis fibras más íntimas desde aquella noche que te vi por primera vez, y ya no puedo ocultarlo más...

Me acaricia la mejilla, y cierro mis ojos disfrutando ese contacto, con su pulgar acaricia mis labios y siento que mí interior se hace agua con sus caricias.. no quería volver a enamorarme así, es la perdición para mí esto.

-Solo quiero que lo sepas, no quiero preguntar nada, me encantas y me encanta pasar tiempo contigo. No importa si debo seguir viéndote como hasta ahora como amiga si tan solo así puedo pasar tiempo contigo, haz de cuenta que no dije nada si no sientes lo mismo que yo...

-Bueno, yo ... no quería llegar a esto, pero te has dedicado a llenar cada vacío de mí vida y cada rincón roto de mí corazón se ah sanado porque me demostraste que esto puede funcionar...

-Entonces, ¿Que dices? ¿Quieres empezar una bonita historia de amor?

Lo miro mientras aún sostiene mí mejilla en su mano, y beso su pulgar.

-Si, quiero.

Me sonríe y me vuelve a besar, luego sale de la camioneta y grita como un loco

-¡Si, Si!

Yo bajo y lo miro con una mano tapando mí sonrisa.

-¡Te amo, Mila! ¡Te amo con locura!

Grita y me mira, y sus gritos hacen que Don Agustín salga a mirar que sucede... temo que esta vez si le dará la charla de hombre a hombre que antes quería darle.

-Tu, muchacho, ven aquí, debemos hablar.

Bruno lo mira con una sonrisa y sigue a Don Agustín hasta unas mesas que están en la vereda de la panadería. Mientras ellos dos conversan, yo entro y me coloco el delantal.

-Espero que esta vez seas muy feliz, mí niña.- me dice Lía, abrazándome como si me hubiese casado.

-Eso espero, no quiero volver a equivocarme.

-No pienses eso, no sucederá... míralo. Está a punto de pasar la prueba de fuego

Reímos y los miramos desde adentro. Luego se levantan, se dan un apretón de manos y entran. Don Agustín me mira, y acaricia mí mejilla

-Se feliz, mí niña.

Asiento y miro a Bruno, que me mira con una sonrisa. Me acerco y el me abraza, luego besa mí frente para despedirse, debe ir a trabajar.

-Paso por ti a las ocho.

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La relación con Bruno es maravillosa, podría decir que es como un sueño. Yo sigo estudiando, el próximo año me graduaré... y me preguntarán qué pasó con Sam. Sam sigue siendo mí compañero, pero no volvió a acercarse a mí, ni tampoco me saluda... y lo peor es que está saliendo con Megan. ¿Quién es Megan?, Megan es una zorra de nuestra clase, la verdad no entiendo a qué viene porque no le va bien en ninguna materia, y tiene una fama terrible de aprobar con favores sexuales. Si. Con esa mujer está saliendo mí amigo Sam...y me da bronca porque quiero abrirle los ojos a mí amigo, pero ya nada es como antes. Aunque a veces siento su mirada sobre mí, extraño hablar con él después de clase ... ojalá algún día podamos componer nuestra amistad.

Luego de tres meses de noviazgo con Bruno, es la primera vez que me llevará a su casa, a preparado una cena y en realidad estoy muy nerviosa. Pasa por mí a la panadería y vamos rumbo a su casa, Ene l camino me pregunta cómo me fue y me cuenta de un proyecto en el que está trabajando, va a construir un centro de actividades para adultos mayores.

Al llegar, no puedo creer que su casa sea tan grande... al entrar hay un jardín hermoso, muy bien cuidado. Luego, entramos a la sala donde me recibe una señora mayor muy simpática.

-Ella es Elsa, es la señora que se encarga de todo aquí...Elsa es Mila, mí novia.

-Bienvenida, señorita Mila.

Ella me sonríe y yo asiento también con una sonrisa, Bruno me toma de la mano y me lleva a recorrer la casa. De la sala pasamos a la cocina que está separada nada más que por una barra desayunadora, luego volvemos a la sala y veo que hay unos ventanales gigantes que abarcan la mayoría de la pared, y nos llevan a un jardín trasero con una pileta en medio. Más al fondo hay algunos árboles y debajo en la galería hay una hamaca de jardín y una mesa de vidrio con sillas.

-Ven, vamos a cenar, luego te muestro el resto.

Toma mí mano y me lleva al comedor, dónde está preparada la mesa, con velas en el medio chiquitas flotando en pequeños copones de vidrio, en una mesa preparada solo para nosotros dos. Abre mí silla para que me siente, y luego se sienta frente a mí.

-Está todo muy hermoso...¿tu lo preparaste?- le pregunto alzando una ceja

-Todo menos la comida, de eso se encarga Elsa. - me guiña un ojo mié tras me sirve una copa de vino

-Amor, sabes que no bebo...

-Solo será un poco, para la cena. Luego, lo dejas si no quieres.

-Está bien... cuéntame¿Tu construiste esta casa?

-Si. Era mí casa de pequeño, pero la modifiqué, aquí viví con mí padre. Derribe las habitaciones antiguas pero conserve la sala y el comedor, también el jardín delantero y el garaje. El resto lo fui plasmando en un plano y luego lo construimos con mí pequeña empresa

-Pues, está preciosa...

-Me alegra que te guste.

Elsa nos sirve la cena y se retira, brindamos y comenzamos a cenar. Hablamos de muchas cosas ... ahora se que Elsa está con él desde pequeño, que vive aquí con su marido Chris. Chris es el encargado del jardín y a veces hace de chófer. Tienen una hija con Elsa que ya de casó, se llama Cristina... me cuenta de su niñez, que su papá falleció algunos años atrás. Pero en todo su relato, jamás mencionó a su madre, y no quiero preguntar, si el no lo contó es porque no es algo que quiera recordar. Seguramente más adelante me lo contará sin necesidad de preguntar.

Luego de cenar, caminamos por el jardín trasero, me habla de sus planes a futuro, quiere una familia, yo le hablo de los míos.

Luego me lleva a ver su estudio, está ubicado en un pasillo. Es dónde el trabaja desde casa y hace planos y dibuja bocetos de edificios.

Seguimos por el pasillo, hay un baño, y una escalera caracol que nos lleva a los cuartos de arriba. El primero es el suyo, el que sigue es una pequeña biblioteca, al lado de esta hay un cuarto de invitados, al final del pasillo hay una habitación vacía.

Volvemos a la primer habitación, me enseña su cuarto y dentro de el tiene su propio baño...

-Me encantó tu hogar, es muy hermoso...

-Seria aún más hermoso si vinieras más seguido a visitarme...

Me besa y le correspondo, ansío sentir su cuerpo junto al mío. Sus manos viajan por mí espalda, y va deshaciendose de mí ropa mientras yo hago lo mismo con la suya. Me apoya en la cama suavemente, besando cada parte de mí piel, me encanta la manera en que lo hace.

-Te amo, ¿lo sabes?- me dice susurrando en mí oído

-Si, lo sé... yo también te amo.

Esta noche fue la primera de muchas que tuvimos en su casa, en su cama y luego también la mía...

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