La semana pasó volando, ya son las 9 de la noche del día viernes y voy camino a un antro en Santiago centro, hay me está esperando mi Bro con su novio Marcelo y Brad con su novia Ashley, la prima de Roberto, hasta que mi querido amigo Brad consiguió lo que quería, da igual una más, una menos no hay diferencia. En el antro nos sentamos en una mesa y comenzamos a tomar unas cervezas y conversamos de muchas cosas. Marcelo se dedica a contarnos sobre su proyecto de abrir un salón de belleza y repite una y otra vez lo buen estilista que es, a veces es muy aburridor, y a continuación Brad se dedica a contar como conquisto a su novia, detesto la cursilería. Las cuatro botellas de cerveza comienzan a hacer efecto en mi cuerpo y es la excusa perfecta para retirarme un momento.
─ Bro, iré al baño vuelvo enseguida.
─ Ok- como esta con Marcelo no le da mucha importancia al hecho de que yo me aleje por un instante.
Al salir del baño, miro todo a mí alrededor y mi mirada se clava fijamente en una chica que se encuentra sola en la barra, es realmente sexy, el corte su blusa en la espalda, deja mucho al deseo, es como si me invitara a estar a su lado y pasarla bien juntos, así que decido que ella será mi conquista esta noche, me dirijo hacia ella y me siento a su lado, llamo al barman le pido una cerveza fría, y que comience el teatro.
─ Hola me llamo Franco- utilizo mi voz seductora, ella me mira fijamente a los ojos, tiene unos ojos muy hermosos, son verdes con pigmentaciones cafés. Concéntrate Nicho no pierdas el tiempo en tonteras.
─ Hola me llamo Daniela ¿se te ha perdido algo?- ¿Qué demonios?, su hostil tono de voz me deja en silencio por un momento, tal vez sea lesbiana, tendré que averiguarlo.
─ Un gusto conocerte Dani…-sin previo aviso me interrumpe.
─ Es Daniela, ¿Ok?- que mujer más hostil, ni por más seductor que soy sede, pero no le durara mucho.
─ Ok Daniela, noto cierto tono hostil en tu voz, ¿Qué hace una chica tan hermosa como tú, tan sola en este lugar?- vamos que se puede, es solo otra chica tonta que agregare muy pronto a mi lista.
─ Déjame adivinar, entraste al antro solo o con tus amigos- ¿Qué le sucede a esta chica? Es que ni siquiera ah pestañeado - por tu expresión noto que has venido con tus amigos, pero de seguro sobrabas en el grupo, eres el único soltero y si lo pienso bien es porque te crees una especie de casa novas, dime si me equivoco.
Sostiene su mirada impenetrable fijamente en la mía, y no logro responderle nada, ha acertado en todo, y solo sigo escuchando.
─ Tu silencio te delata “Franco” si es que ese es tu nombre real, pues sigamos, te alejaste de tus amigos y miraste por todos lados a ver si encontrabas a una víctima o a alguna chica tonta con la que te sirvan tus trucos, y para mi desgracia me viste sola en la barra y pensaste “esta chica está sola y necesitada”, y te equivocaste en una solo cosa, esta chica que tu vez aquí no es necesitada y no le interesa tener absolutamente nada contigo, estoy aburrida de los imbéciles como tú que ven a las mujer como un objeto o peor como un número, así que mejor lárgate de aquí y no pierdas tu tiempo conmigo, de seguro habrá alguna tonta esperando desesperadamente a un tipo como tú.
Pide la cuenta, paga su consumo y se marcha del antro, dejándome con las palabras en la boca, ósea ¿Qué le pasa? Ella no sabe nada sobre mí no me conoce, ¿o sí? No logro entender lo que está sucediendo, esto no es posible, jamás me había pasado algo así. Y de pronto mis pensamientos son interrumpidos por el barman.
─ Es una chica ruda ¿eh?- me dice con una sonrisa en su rostro, al parecer la conoce.
─ Al parecer si, ¿la conoces?- pregunto, me intriga saber quién es esta tal Dani, ósea Daniela.
─ Si, viene siempre aquí, se llama Catalina Cáceres, y es así con todos- ¿Qué? , se llama Catalina, si ese es su nombre ¿Por qué demonios me mintió? ¿Quién se cree que es?
─ Dame la cuenta por favor- el chico me la pasa al instante.
Me despido del barman y me voy del antro, aun sorprendido por la actitud de aquella chica “Catalina Cáceres”, ¡me rechazo!, es la única mujer que me ha rechazado, ¿Cómo pudo hacerme eso? ¿Cómo ha sido capaz de rechazarme a mí? Debería agradecer el hecho de que un chico como yo se fije en ella. Mientras conduzco mi moto, no puedo dejar de pensar en Catalina, no puede entender el porqué de su rechazo, que mujer más loca. Pero como de costumbre mis pensamientos son interrumpidos por mi querido amigo Roberto, así que no tengo más opción que llamarlo cuando ya eh llegado a casa, después de todo ha sido muy insistente.
─ Hola Bro- le respondo tranquilamente, de ese modo no se dará cuenta de que estoy alterado, y pensar que ha sido culpa de esa chica del puf.
─ Hola Nicho, ¿Te sientes bien?- noto que está preocupado, es entendible, ya que no suelo irme sin avisar.
─ No, no te preocupes estoy bien, solo estoy un poco cansado- solo eso puedo decirle, nada más, nunca le dé diría “Bro, ¿sabes? Resulta que me vine del bar porque una estúpida chica que de seguro es lesbiana me rechazo y me dejo solo hablando en la barra y para colmo no fue capaz siquiera de decime su verdadero nombre”, está claro que no le diré algo así- y preferí no despedirme, para no molestarlos.
─ Y tú me crees tan tonto como para que me crea eso, bien será entonces, hasta luego Bro, nos vemos.
─ Tú y tu curiosidad, adiós Bro.
Corto el teléfono, me tiro sobre la cama y solo se pensar en esa chica y las preguntas invaden mi cabeza, ¿Dije algo malo? ¿Será homosexual? ¿No soy su tipo?, es imposible que yo no le guste, ósea por favor soy un galán. El sueño me gana y me quedo dormido aun pensando él lo sucedido esta noche, ella me rechazo.
…
Me despierto muy temprano, es sábado por la mañana, son las 8 am, así que salgo al parque a dar una vuelta con Rocus mi compañero, un hermoso pastor alemán. Damos varias vuelta al parque trotando y después nos sentamos bajo la sombra de un árbol para descansar.
─ ¿Quién es un buen perro?, Rocus, si tú lo eres, buen chico- sé que él no me entiende, pero me agrada jugar con él y hacerle cariño.
Ya son las 10 am con 36, miro alrededor del parque y logro divisar a cinco o siete parejas graciosamente acaramelados, ¡ha! A cualquiera le daría envidia esta situación, pero a mí me provoca risa, se ven tan ridículos. Mi risa se acaba cuando miro hacia un lado del parque y sentada en una banca leyendo un libro se encuentra ella, la chica que me rechazo, Catalina. Luego de una tortura mental decido ir a hablarla, me levanto y tomo la cuerda de Rocus para que no se me escape. Al llegar a su lado me siento en la banca y le hablo. ─ Hola Dani, discúlpame Daniela ¿Cómo está?– no dejare que sepa que yo ya sé su nombre real.
─ ¡Hay no! ¿Qué eh hecho yo para merecer esto?, ¿no te quedo claro anoche en el antro?, no me interesa hablar contigo- noto su antipatía, realmente no le interesa hablar conmigo.
─ Discúlpame no pensé que te molestaría, solo quería saludar a una bella chica- la miro fijamente a los ojos, me encantan sus ojos. Concéntrate Nicolás recuerda que ella te rechazo.
─ Oye, entiende tus trucos no sirven conmigo no me interesas ¿ok? Solo quiero sentarme en esta banca tranquilamente y terminar de leer mi libro sin interrupciones, ¿es mucho pedir?- ok, eso es todo definitivamente no le intereso en lo más mínimo.
─ Ok, mensaje entendido, pero que quede claro, no estoy interesado en invitarte a salir- espero que este truco me sirva para poder seguir hablando con ella.
─ ¡Gracias! Por entender- ¿Qué mierda? Esto no puede ser ¿Cómo es posible? Me ha rechazado por segunda vez, esto ya fue demasiado, mejor me largo de aquí.
Me paro de la banca y me voy del parque sin mirar para atrás no me interesa volver a ver la cara de esta estúpida chica que se atrevió a rechazarme por segunda vez, mi ego se siente herido, pero el de ella debe estar por las nubes, creyéndose lo mejor de los mejor y realmente no es tan hermosa, solo me intrigo su esquiva actitud.
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