Capitulo 5.

Haber, haber si escuché bien, dijo "mi mate", ¿pero qué?

—¡¿Mate?!—exclamé casi gritando.

—Mi luna tú eres mía—dijo poniendo una sonrisa cálida.

U empezo con su posecion. Tipico de lobos. Di media vuelta para irme caminando y estaba ya caminando, pero este me toma por la mano.

—¿A dónde vas?—preguntó volteándome hacía el.

—Mira no sé quién eres, que quieres y no tengo porque darte explicaciones, ¿está bien?— jale mi brazo de su agarre y reanude mi caminar de nuevo.

—Tú novas a ir a ningún lado—sentenció.

¿Y este que se cree? ¿Mi dueño? Claro que no, la única dueña mía es mi mamá porque ella me trajo al mundo y la otra dueña soy yo.

—Escucha nosé ni tu nombre y la verdad ni siquiera lo quiero saber. Tengo que irme.

—¿No entendiste? No irás a ningún lado, tú te vas a ir a vivir conmigo, ¿escuchaste?—repitió.

—Lamento decepcionarte lobito, pero yo no soy de aquí y no me interesa irme contigo—contraataque.

—¡No!—exclamó gruñendo.

—¿Sabes que...? Después arreglamos esto, ahorita quiero ir a comer postre de Carlota.

—Bien vámonos mi amor—sujeto mi mano y depositó un beso en el dorso.

Claro que me sonroje nadie hacía eso y menos a mí, nunca de los nunca me habían besado en mi mano.

Comenzamos a caminar tomados de la mano regreso a donde está la fiesta. Miraba todo el lugar hasta localiza a mi familia.

¿Cómo se llamaba el alpha?, ¡a cierto es Alexander! Bueno, Alexander comenzó a caminar conmigo rumbo a la mesa de mis padres y ¡claro! ¿cómo no? Si le tocó compartir mesa con mi familia.

Mientras me acercaba logre mirar a una Victoria muy acaramelada con un chico, mis hermanos estaban mirándome serios y su seriedad no me gusta, papá miraba con celos a Alexander, mamá me mostraba una hermosa sonrisa, un señor bastante parecido a Alexander me miraba serio pero en su mirada lograba mirar felicidad, y a su lado estaba una señora bastante parecida a Victoria con una radiante sonrisa, después estaba una chica parecida al señor que se parecía a Alexander con una sonrisa ¡¿por qué carajos todos se parece?!, bueno al lado de ella estaba otro chico tomándola de la mano y un hombre que sé paresia al padre de Alex. Ya le digo Alex por qué me cansé decirlo completo. Bueno Alex, y estaba con una chica rubia hermosa, ¿por qué todos nos sonríen?, llegamos a la mesa y Alex movió la silla para poder sentarme.

—Gracias—agradecía.

—De nada mi luna—se sentó al lado mío.

—¿Por qué me dices Luna?—pregunté observándolo.

—Porque tú eres mi mate y al ser yo un alpha te conviertes en la luna de la manada, y en este caso de que soy el alpha de alphas tú eres la luna de las lunas.

Vaya esto si no me lo esperaba, yo ser alguien importante no me lo imaginaba.

—Micho gusto querida soy Vanessa la mamá de Alexander—se presentó la señora.

—Mucho gusto señora soy Danna Sofía Bianchi.

—Danna... Que hermoso nombre—susurro rosando con sus labios mi oído izquierdo.

Y tonta pensativa de yo, que me puse roja como un tomate y en curve mi espalda por reacción.

—¡Aléjese de mi hija!—grito mi padre con notoria molestia.

—Cálmate amor—mamá lo tranquilizaba—debes de entender que nuestra niña ya ha crecido.

—Señor yo de verdad amo a su hija—dijo Alexander como si estuviera hablando de una cosa tan normal.

—Oye—confusa miré—¿cómo qué me amas? Si está es la primera vez que yo te veo ¡eh!, no puedes enamorarte de alguien que apenas conoces.

—Mi luna yo te amo por qué en los lobos tenemos un don—su mirada reflejaba dulzura—cada persona de la manada tiene un lobo y al sentir un olor, el olor que más nos gusta; significa que es nuestra pareja destinada.

—Okay no te entendí nada, pero luego me explicas con calma y cuando estemos solos.

La mirada de mis hermanos la se ría puesta en mí y más la de papá que estaba como si quisiera matar a Alexander.

—No te preocupes mi luna—desprevenida dejé que me besara en la mejilla.

—¡Oye!—reclamé sonrojada.

¿Cómo carajos hizo que mi corazón latiera tan rápido, como un caballo desbocado? Es el primer hombre que me hace experimentar estás cosas.

La fiesta siguió hasta que faltaban 5 minutos para que fueran las doce de la noche.

—Por favor necesitó de su atención—él ex-alpha Fernando tocó su copa con un tenedor llamando la atención de todos—gracias por haber venido a esta noche. Por favor acompáñenos a la transformación de mi hijo el alpha Derian.

Todos nos paramos de la mesa. Alexander sujeto mi mano y sentí algo que recorrió todo mi cuerpo como una descarga. Solo lo miré rápido a los ojos y él correspondió mi sonrisa, sonreí un poco apenada por aquel acto pero ¡me encantó! Sería una tonta si no me gustara.

Caminamos y de reojo observaba el rostro de Alexander.

—<<¡Maldita sea por qué es un bombón jodidamente sexi¡>>—pensé.

Alexander paro en seco y me observo tenso mientras se mordía su labio inferior y pude ver qué sus ojos brillaban y paso un fugas color ámbar.

—Nena no pienses esas cosas haces que me ponga duro.

Un sonrojo surcó mis mejillas por su comentario y no es por la vergüenza si no por otra cosa.

—<<¡Carajo! ¿Por qué me éxito con esas palabras?>>—pensé inconsciente.

—¡Nena! Para—me acerco a el.

—¿Qué pare que? - tartamudee.

Se acercó a mi oído rosando con sus labios y sintiendo su respiración en mi piel hizo que se me herizará la mía.

...CONTINUARA ☯...

【Editado】

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