Capitulo 4.

...Narrador omnisciente....

...Momentos antes de que Danna saliera de la mansión por su bolso....

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En aquella gran mansión se encontraba un hombre realmente atractivo. Alto, claramente arrebaza el 1.90m, un tonificado cuerpo, ojos verdes intensos como las esmeraldas, cabellera negra como la noche un poco despeinada dejando unos mechones en su frente dando un aire de peligrosa atracción y haciéndolo ver extremadamente sexi, un terno de igual color pegado a su cuerpo con un poco de color en su corbata azul cielo.

Se encontraba charlando con el ex-alpha de la manada Luna blanca, cuando sintió un exquisito aroma a cerezas.

El joven miró a todos lados en busca de ese aroma.

—¡Mate, mate!—grito emocionado su lobo—¡busca a mi luna Alexander!

—Nuestra luna Ares—corrigió Alexander feliz.

Pero cuando acabo de hablar Alexander con su lobo el intenso y embriagante aroma a cerezas desapareció enfureciendo tanto a Alexander como a Ares.

—¡¿Dónde está mi luna?!—gritaban ambos juntos:Alexander y su lobo Ares—¡responda!

En ese momento al estar combinado la voz de Ares y Alexander sus ojos se combinaron en color verde esmeralda con el ámbar de Ares.

—¿Cuál luna alpha?—preguntó confuso el ex-alpha.

—¡No se haga el que no sabe, le exijo a mi luna ya!—exclamaron ambos furiosos y al borde de convertirse en lobos.

—Pero alpha ¿dónde está?—dijo un poco alterado el ex-alpha.

Todas las personas voltearon a ver al alpha de alphas junto con el ex-alpha Fernando.

La familia del Alpha Alexander se acercó a él en intento de calmarlo.

—Hermano cálmate—pidió Victoria en susurros.

—Alpha cálmese por favor—su beta Vittorio le tomo del brazo para alejarlo.

—¡No me toquen!—gritaron enojados y zafándose del agarre de su beta.

—alpha por favor contrólese—pidió intranquilo su delta Camilo.

—¡Si no me dan a mi luna tenga por seguro que le declaro la guerra!—grito furioso ambos dueños de aquel cuerpo.

*M/Vanessa; Hijo por favor tranquilo - su madre lo miró con preocupación y coloco su mano en el hombro en un intento de calmarlo—¿estás seguro de que está aquí?

—Madre yo sentí su olor, ella está aquí—dijo mirando a la mujer.

—Hijo, a si no se van a solucionar las cosas—reprendió su padre.

—¡Ya les dije, si no me dan a mi luna tenga por seguro que yo...!—Alexander y Ares no continuaron, ya que ellos volvieron a sentir ese aroma tan embriagante.

Ambos miraron en la dirección de dónde provenía aquel adicto aroma. Alexander quedó atónito ante aquella belleza de mujer, y en el momento que conecto con su mirada todo su enojo desapareció y solo reflejaba felicidad pura, logrando controlar a Ares y volviendo a la normalidad. Sus ojos ahora eran verde esmeralda ya no había ámbar en ellos.

Dejo al ex-alpha Fernando y fue en directo a donde se encontraba su luna mientras caminaba a pasos apresurados, y a la vez se deleitaba con una gran vista.

Miraba embobado sus pechos que se dejaban ver por el escote del vestido, sus hombros descubiertos y sus largas piernas. Toda su piel brillaba con la luz de la luna, ella era de piel blanca pero no tanto como de porcelana, sin duda para él era perfecta así.

Al ir acercándose Alexander noto que ella empezó a correr, pero tanto Ares como Alexander ya se lo esperaban a sí que ella no logro caminar lo suficiente y la tomo por la espalda, tomo su cintura fuertemente y la pego a su torso. Él no espero para enterrar su cabeza en el cuello de la chica aspirando aquel olor tan adicto para él.

—Mía—gruño complacido— solamente mía.

Alexander pudo sentir como los bellos de la piel de su amada Luna se erizaron con aquel toque, y escucho su corazón latir muy rápido, eso a él le gustaba o más bien le encantaba saber que él es el causante de esos latidos.

—¡El alpha de alphas Alexander Petrov ha encontrado a su luna!—grito avisando a todos y se formó una sonrisa en sus labios.

Los aplausos no se hicieron esperar.

Alexander tomo a su Luna y comenzó a caminar con ella, él podía oler la confusión y sabía que estaba en estado de shock por lo que le acaba de decir, de reojo observo su cara notándola un poco pálida más su confusión.

Al continuar caminaba podía ver al ex-alpha León siendo retenido por su Luna Géminis. También logro ver y escuchar a los hijos y el nuevo alfa de la manada Luna azul gruñirle, pero ¿por qué? se preguntaba en su cabeza.

Al llegar al patio trasero Alexander no espero ni un momento más para abrazar a su amada y volver a hundir su cabeza en el cuello de ella, para aspirar ese olor a cerezas que lo volvía loco y sin duda no podría vivir si el ni un minuto más.

Salio de su comodidad que su luna le proporcionaba al ser separado de golpe.

—¿Que pasa mi luna?—pregunto preocupado.

—No me toque porfavor—pidió seria.

—¿Por qué?—su rostro pasó a uno de confusión y seriedad.

—Bueno... Ni siquiera te conozco—respondió con timidez y llevando su mano a la nuca.

Le pareció tierna su luna.

—Soy tu mate mi luna, tu alpha, tú eres mía como yo soy tuyo.

...CONTINUARA ☯...

【Editado】

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