La Posada

  Los chicos acababan de llegar a la posada, estaban agotados, mientras se iban a sus habitaciones, mientras esta vez Jo filmaba.

—Recién llegamos, son las 10 ya oscureció, estamos cansados. —Yukii.

—quisiera dos hamburguesas dobles con extra de todo. —Jordán.

— Jo, tengo chicle pegado en el boleto del autobús. —Yukii.

—lo quiero. —Jordán.

— Nilo, camina dormido —Rocío.

— ¡Nilo! ¡Despierta! ¡¡Nilo!! —Sofía le arroja agua de la botella que tenía—

— ¿Qué pasa? ¿Naufragamos? —Nilo.

Cuando llegaron a la habitación de las chicas.

—Bien, esta es la habitación de las chicas... y se ve muy, ¿Cómo decirlo? —Stefan.

           Una habitación con dos cuchetas, paredes grises y colchas verde musgo.

— Vacía. —Gerardo.

—... si eso, vacía... muy vacía. —Stefan.

— ¿Qué dicen, chicas? —Jordán.

—no puedo decirlo en público, ¿Emily que dices? —Yukii.

— si tomas una celda y le quitas todos los lujos quedaría algo así. —Emilia.

—todos estamos de acuerdo —Jordán.

— a mí me gusta. —Rocío mientras corre hacia las cuchetas.

— ¿y la nuestra? —Gerardo.

— Debe estar arriba. —Stefan.

—Sí, es mejor. Será mejor que nos la den. —Sofía.

          Cuando subieron a ver la habitación de los chicos.

— ¡Ta Da! Lo mismo. —Jordán abre la puerta y entra con la cámara.

—que pesadilla—Stefan.

—Dicen que no hay que juzgar a un libro por la portada... en este caso sí. —Gerardo se apoya en la cucheta de arriba.

—Es bastante sencilla, pero tenemos algunos lujos. —Stefan.

— Como... paredes. —Yukii

— techo. —Rocío.

—Y... piso. —Sofía.

—Durante tres meses este será nuestro hogar. —Gerardo

— tenías que recordárnoslo. —Jordán.

—Buenas noches. —Nilo se va a dormir.

—Fabi, dijo que vendríamos a un hotel lujoso, ¿Qué paso? —Rocío

— mintió. —Sofía

              En ese momento Emily entra gritando toda aterrada como si hubiera visto un fantasma o algo así. Todos comenzaron a decirle que paso, mientras se acercaban, burlándose de ella también.

— ¿Qué pasa, Em? —Yukii.

— ¿no te mordió una araña? ¿No? Si es así hay que succionar el veneno. —Sofía

—y escupirlo. —Rocío.

—No, no, es algo mucho peor. —Emilia.

— ¿Qué pasó, Em? —Gerardo.

—Vamos, dilo. —Todos

—No hay espejo en el baño. —Emilia.

Gere, se cayó de espaldas al escucharla.

— Oh, es terrible. —Sarcásticamente Jordán.

— lo sé. —Emilia.

                 Mientras dormían Nilo no paraba de moverse en la cama, esto lo sentía en la cama de arriba donde estaba Gere, cuando no resistió más, este se cayó de ella al piso, se dio un porrazo, haciendo mucho ruido al caer, que despertó Stu.

— ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? —Stefan.

— ¡Me caí! — Gerardo levantándose del piso.

—no puedes caerte en silencio. —Stefan.

— ¡tonto! Pude matarme. —Gerardo.

— tienes que dormir en la cama, no el suelo. —Stefan.

— es Nilo... no deja de moverse. —Gerardo. —Mirando a Nilo como se movía mientras dormía—

— ¿Qué vas hacer? —Stefan.

— tirarlo por las escaleras. —Gerardo.

— No, aun así no se despertaría. —Stefan.

— No lo creo... —Gerardo sacando su colchón lo puso en el piso en el medio de las literas—... Quiero dormir.

— buenas noches. —Stefan.

               Al otro día, todos dormían profundamente, mientras que Harold presionaba a Devon para que tocara la trompeta para despertarlos.

—Vamos, hazló. —Harold.

—No puedo, es muy cruel. —Devon.

—recuerda esa canción, para ser cruel tienes que ser cruel. —Harold.

— Para ser amable... —Devon.

— ¿Qué? —Harold.

— la canción dice para ser amable debes ser cruel. —Devon.

—prefiero la otra canción... vamos, hazlo. —Harold.

— está bien. —Devon.

              Entonces Devon empezó el toque de diana, los chicos saltaron de sus camas confundidos y asustados...

— ¿Qué pasó? —Stefan.

             Emily se levantó asustada, Jo se cayó de la cama, y Gere estaba abajo.

— uh... fuera Jordán. —Gerardo.

— ¿qué es eso? —Sofía.

— No lo sé, pero le hace falta un acompañamiento de bajos. —Yukii.

— ¡¡A levantarse!! ¡¡Muchachos!! —Harold.

                Pero ni todo el ruido que hicieron los muchachos despertó a Nilo de su profundo sueño. Mientras estaban acomodándose ya todos con Harold, o casi todos.

— Bien ¿están todos? —Harold.

— No, aún no. —Rocío desperezándose.

— ¿Cuántos eran, Devon? —Harold.

—Eh, —mientras los contaba— creo que falta uno Harold. —Devon.

— ¡Nilo! —Sofía.

— Soñé que tocaban la trompeta, y era una pesadilla. —Nilo.

— Lo sé, le faltaba el acompañamiento de bajos. —Yukii, sonó la trompeta nuevamente.

— ¡pellízquenme estoy soñando!... —Nilo exclamo y Sofía lo pellizco— Ahhhhhh.

              Luego los reunió para darle las actividades...

—Escuchen. Solo quiero decirles que los he traído aquí para trabajar, esto no es un picnic. En un picnic uno se sienta en el pasto y luego ve como las abejas y las hormigas caminan sobre su comida. Pero lo que tengo aquí es un complejo profesional y sumamente eficiente, donde todo se controla con precisión militar. —Harold. —En ese momento pasaba un mesero uno de los empleados y se cae a la piscina y todos se ríen—

—Alcen las manos para elegir las actividades que les diré. Limpieza de piscina... lavar los platos... Preparar las mesas del restaurante... Pintar las paredes de la cocina... pasar las aspiradora... No levantan las manos Harold. —Devon.

—sí, ya veo... Escuchen todos, los traje aquí para trabajar, no solo para cantar, cantar no es trabajar, cantar es solo cantar, y cuando no estén cantando, estarán trabajando, no bronceándose en la piscina todo el día. —Mirándole a Emily—

Además, ¿Qué creen que es esto? ¿Un hotel? —Harold.

—En realidad Harold, es una posada...—Devon.

— ya sé lo que es Devon. Es un lugar de trabajo, de dedicación, he incluso diría de sacrificio. Si quieren hacerse famosos cantando en la piscina tendrán que trabajar para lograrlo. ¿Me han entendido? —Harold.

—Si —desganados— —Todos.

— ¡¡ ¿me han entendido?!! —Harold.

— ¡¡Si, señor!! —Todos.

— Permiso para hablar, señor. —Emilia.

— ¿Qué dijo, Devon? —Harold.

—Solo pidió permiso para hablar Harold. —Devon.

— ¿Permiso para hablar? Eso me gusta muy educado. Sí, puedes hablar, chica del pelo largo. —Harold.

— No puedo limpiar la piscina porque le tengo miedo a las arañas. —Emilia.

— ¿Te parece razonable, Devon? —Harold.

—Bueno, sí. —Devon.

— Entonces, a mí también. De acuerdo, no habrá limpieza de piscina para la chica de pelo largo. —Harold.

—No puedo pintar, soy alérgica a la pintura. —Sofía.

— Sí, yo también. —Stefan

—Lavar me da jaqueca, todas esas cacerolas sonando contra el fregadero. —Yukii.

—Quitar el polvo me da asma. —Gerardo.

— Y a mí me da un montón de cosas... todas las cosas. —Jordán.

— ¡¡Silencio!! No más excusas, harán lo que les digo, o... no les pagaré. —Harold.

                 Más tarde, se dividieron en pares para hacer las tareas que le había dicho Devon. Sofí y Gere se dedicaron a pintar las paredes.

— ¿nos puede hacer esto? —Sofía

— Dice que está en el contrato. No lo vi en el contrato. —Gerardo.

— Ni yo. —Sofía.

—Entonces, Fabio nos engaño. —Gerardo.

— ¿esto como ayuda a nuestra carrera? —Sofía.

— bueno, si no triunfamos como cantantes, podríamos ser cantante limpiadores diseñadores. —Gerardo.

— ¿Cómo las Bandanas?... Bien, tú cantas pintando esta pared. Yo haré los coros pintando esta otra, y vamos juntos en los rincones. ¿Bien?... Bien. —Sofía.

            Mientras tanto, Stu y Emily limpiaban la piscina.

— No puedo hacer esto. Odio los insectos. —Emilia.

— ¿Por qué? no te hicieron nada. —Stefan.

— Pueden nadar hacia un lado para eso tienen seis patas, pueden patalear al menos. —Emilia.

—imagina esto. Son pequeños insectos que fueron a dar un paseo, cayeron a la piscina. Sus padres están en casa esperando a que regresen. Ellos están aquí, ahogándose. Solo tú puedes salvarlos. —Stefan.

—Tienes razón. -Los dos estaban emocionados— No se angustien, ya voy. —Emilia.

—Apenas le sale la voz de la emoción— Sigue. —Stefan.

             En eso Yukii y Roció estaban limpiando todas las ventanas del hotel.

— ¿Cuánto faltan? —Rocío.

— ¿unas cincuenta? —Yukii.

—No aguanto mucho más. —Rocío.

—Sabes, llamaré a ese tal Fabio, para terminar con esto. —Yukii.

—Buena idea. —Rocío.

               Justo pasaba Jordán por ahí.

— Jordán. —Yukii.

— ¿Qué? —Jordán.

— ¿puedes ocuparte, y dame el teléfono de Fabio? —Yukii.

—imposible. —Jordán.

— ¿por qué no? —Yukii.

—tengo algo que hacer. —Jordán.

— ¿Qué? —Rocío.

— llenar esto. —Jordán.

— ¿y eso? —Yukii.

— Si veo algo importante, lo meto aquí. —Jordán.

— ¡Jordán, déjate de tonteras! ¡Dame eso!, espera. —Yukii.

— ¡no hay nada!, Jordán. —Rocío.

—Claro, aún no he visto nada importante. —Jordán.

— ¡Jordán, limpia las ventanas! —Yukii.

— ¡ahora! —Rocío.

—chicas. —Jordán.

— ¡¿Qué?! —Yukii y Rocío.

— El número. Jordán le pasa la tarjeta con el número—

— ¡gracias! —Yukii

— que malas. —Jordán.

                     Mientras Gere y Sofí estaban pintando las paredes, cantaban una canción.

Sofí: #Roadside#

Gere: #No hay fiesta como Roadside#

Sofí: #mira cómo va#

Gere: #Oigan todos, la noche es nuestra #

Sofí: #Roadside#

Gere: #No hay fiesta como Roadside#

Sofí: #Vamos a la cima#

Gere: # de lado a lado...#

— ¿Cómo va, Sof? —Gerardo

— Bien, esta pintura verde me está afectando los ojos... —Sofía.

— ¿verde? ¿No era azul? —Gerardo, los dos se bajaron de las escaleras a mirar las paredes y vieron que estaban pintando en azul y verde—

— Oh, no. que desastre, Harold enfurecerá. —Sofía.

— No necesariamente, ¿viste sus camisas?... —Gerardo, Sofía le puso la brocha en la boca— uh.

         Mientras tanto Yukii, fue a la recepción a preguntar si podía hacer una llamada,  al escuchar que ningún empleado podía utilizar el teléfono del hotel, regla de Harold. Pidió indicaciones para utilizar un teléfono público, al llegar al teléfono Roci se encargó de proveerle de monedas para hacer la llamada. Mientras en la ciudad de Fabio, este estaba en otro negocio.

— ¿Qué dirás? —Rocío.

— que ordena a Harold, que empiece a tratarnos bien, o vamos a demandarlo por incumplimiento laboral, estafa intelectual y por hacer llorar a Emily. —Yukii

—Sí, así aprenderá. —Rocío.

           Pero Fabio que estaba viendo un truco de magia con su teléfono, de un mago muy torpe, no contesto porque no encontraban el teléfono desaparecido por el truco.

— ¿Qué pasa? —Yukii.

— tiene que haber alguien, no es tan tarde. —Rocío.

             Mientras seguían esperando a que conteste, luego de tanta espera decidieron cortar y olvidarse de él. Lo bueno es que el teléfono les devolvió las monedas, más que le habían puesto. Más tarde todos estaban en la habitación de los chicos, agotados de tanto trabajar para Harold.

— Odio admitir. Estamos atrapados. —Yukii.

—no trabajamos. No nos pagaran. —Stefan.

— ¿pues nos iremos? —Nilo.

—tiene nuestros papeles de viajes. —Rocío.

—Que no mire mi foto, pasaba por la etapa emo cuando me la sacaron. —Emilia.

— debemos asustarlo. —Sofía.

— ¿Qué? —Gerardo

— llamar a los negros y mostrarle quien manda. —Sofía.

— pero él manda. —Jordán.

—Sí, pero es bonito imaginarlo. —Sofía.

—Sí. Deberíamos decirle: Harold ya no podrás mal-trátanos. Agachara la cabeza—Nilo.

— lo haremos sufrir, se buscó un problema grande. —Gerardo.

—Sí, contrataste a Roadside 8, y todo el que se meta con el Roadside 8 es siempre fiambre frito. —Yukii.

— ¡Sí! —Todos.

— Excepto que sea vegano. En todo caso es... —Nilo.

— ¡un tomate frito! —Emilia.

— ¿Qué? —Yukii.

— qué mal que aún lo frían. —Emilia.

— Vamos a freírlo hasta que esté bien crocante. —Rocío.

— ¡Sí! —todos

— Así, hasta que suplique piedad. —Jordán.

— ¡Sí! — Jordán

— Y cuando suplique piedad fingiremos que no lo oímos. —Stefan.

— ¡sí! ¡UNIDOS VENCEREMOS...O DIVIDIDOS CAEREMOS! —Todos. —En eso el rayo les corrió por las manos, y Devon que justo pasaba por ahí había escuchado lo que decían y vio el rayo lo cual le dio muchísimo miedo y corrió a decírselo a Harold que justo se acercaba. —

— ¡Oh, dios! Harold, dijeron que van a freírte. —Devon.

— ¿Qué? —Harold.

—como un tomate. Y que traían a... a sus hermanos aquí. —Devon.

— ¿sí? —Harold.

— Si, y vino ese gran relámpago, nunca vi nada así. —Devon.

—pero son tan inocentes. —Harold.

—son jóvenes, Harold, nunca se sabe que piensan los jóvenes. Esta noche cerraremos la puerta con llaves por las dudas. —Devon.

—Eso pensé. —Harold y se fue—

— ¡oh! ¡Harold! —Devon.

            Esa noche Roci y Emily hablaban a susurros para no despertar a las otras chicas.

—No sé, me siento tan estúpida. —Emilia.

— Extrañas tú casa, extrañas tu novio. Todos estamos igual. —Roció.

— sí, pero a ellos no les afecta. —Emilia.

—si estás tan mal, deberías volver. —Roció.

—no. —Emilia.

— tal vez, deberíamos hacerlo, aquí Harold nos está explotando y tiene mucha energía negativa. —Roció.

—Estoy bien, no te preocupes. Estoy bien, me pondré bien. —Emilia.

— ¿sí? —Roció.

— sí. No se lo cuentes a los otros. —Emilia.

—no. —Rocío.

— no quiero que me vean débil o algo por el estilo. —Emilia.

—no te preocupes, no les diré. —Rocío.

— gracias, Roci. —Emilia.

— que descanses. —Rocío.

— que descanses. —Emilia unas lágrimas corrían de sus mejillas—

            Al otro día, a la mañana mientras ensayaban los pasos de baile para la presentación, lo cual Yukii comandaba. Llega Harold y Devon, este último aplaudió su manera de bailar, pero Harold tenía otra idea.

— nada mal. Tranquilo, Devon. Escuchen como primer número cantaran un tema viejo: "Ato una cinta amarilla alrededor del viejo roble" —Harold.

— creí que cantaríamos nuestras canciones. —Sofía.

—pues, claro. Dime linda. —Harold.

—De veras, tenemos buenas canciones. —Stefan.

— escucha he estado en esto toda mi vida, apenas pateabas en el vientre de tu madre, yo bailaba Tap... —Harold

—es cierto, me lo contó la tía. —Devon.

—creo saber lo que el público quiere oír, quieren oír canciones que ellos puedan cantar. Esta noche cuando canten "Ato una cinta amarilla alrededor del viejo roble" hagan esto. —Harold y les enseño sus pasos de baile—

— ¿Qué haces? —Sofía.

—ato una cinta amarilla. —Harold.

— parece que enrollaras un yo-yo. —Rocío.

— no parece que juntara el hilo de pescar. —Jo

—no, está batiendo huevos. —Yukii.

— ¡¡Ya basta!! —Harold

—no los hagas enojar, Harold. —Devon.

— De acuerdo, solo hagan lo que yo. —Harold.

Y Emily no entendía los pasos y se confundió.

— Pero, ¿Qué estás haciendo? —Harold.

— mi moño se desató. —Emilia.

—debiste hacerle un nudo marinero. —Nilo.

— Devon... esto es increíble. Ellos no parecen de otra ciudad, más bien de otro planeta. No estarán listos. —Harold.

          Esa noche miles de personas vinieron a verlos actuar en la posada, Harold y Devon estaban sorprendidos, recordando cómo eran los viejos tiempos. Devon fue a advertirles a los chicos que en solo unos minutos saldrían a escena.

—No vamos a salir. —Sofía.

— ¿Cómo qué no? —Devon.

—No queremos hacerlo. —Gerardo.

— haremos el ridículo. —Yukii

—Pero hay personas aquí que vinieron a verlos, es su gran oportunidad. —Devon.

—No nos importa. —Nilo.

—Queremos cantar nuestras canciones. —Rocío.

— Chicos, si no salen él hará de mi vida un infierno. —Devon.

—Acaso no lo ha hecho ya. —Emilia.

— cierto. Solo háganlo por favor. —Devon.

En eso Harold salió a presentarlos.

— Buenas noches, damas y caballeros. Bienvenidos al hotel paraíso. Hemos preparado un gran show para esta noche. Sin más dilaciones, ¿a propósito que es una dilación? ¿Un pequeño mamífero peludo? Bueno, sea lo que sea ya está extinto porque ahora ya no hay más dilaciones. —Harold.

— ¡que empiece ya! —alguien del público.

— Sí, claro amigo. A propósito sé que han oído hablar del gran trio . Bueno, mis invitados de hoy también. Ahora reciban con un gran aplauso a estos chicos que vienen de la asoleada Formosa, pero no lo usen contra ellos. El fabuloso ¡Roadside 8! —Harold.

                Mientras subían al escenario y se acomodaban.

—No puedo creerlo. —Sofía.

—Lo sé. Quisiera que la tierra me tragara. —Gerardo.

CANCIÓN 3 'Ató una cinta amarilla alrededor del viejo roble'

Gere: # viniendo a casa, he hecho mi tiempo#

# tengo que saber lo que es y no\, mío#

Sí recibió mi carta que decía que

Pronto estaría libre

sabrás exactamente

Qué hacer si todavía me quieres

Si aún me quieres

Coro: #Ata una cinta amarilla en el viejo roble#

Ha pasado tiempo

# ¿Todavía me quieres?#

Si no veo la cinta en el viejo roble

# Seguiré mi camino#

Sin importar lo nuestro

No es culpa mía

Si no hay cinta amarilla

Alrededor del viejo roble

Gere: #No detendré al conductor, por favor#

Búscame

no soportaría ver lo que podría ser

realmente estoy aprisionado

# Mi amor por ella es la clave#

Una cinta amarilla sencillo es lo

Que necesito para mí librarme

Le escribí y le dije que por favor

...

— ¿Qué te parece, Devon, están entretenidos? —Harold.

— Es un desastre. —Devon.

— Está bien saca algo esponjoso del sombrero. —Harold.

— no creo que algo esponjoso solucione esto, Harold. —Devon.

...

Coro: #Ata una cinta amarilla en el viejo roble#

Ha pasado tiempo

# ¿Todavía me quieres?#

Si no hay una cinta alrededor del viejo roble

# Seguiré mi camino#

Sin importar lo nuestro

No es culpa mía

Si no hay cinta amarilla

Alrededor del viejo roble

Si no hay una cinta amarilla alrededor del viejo roble

Gere: # el autobús está de camino#

# No puedo creer que ver#

Ata un centenar de cintas amarillas el viejo roble

Estoy de vuelta en casa

                 Luego que bajaran del escenario se quedaron mirando desde atrás.

— No les gusto. —Yukii

—Algunos se están yendo. –Rocío.

—Los estamos perdiendo. —Stefan.

— ¿Perdiendo? Un sujeto está tratando de suicidarse con una sombrilla de cóctel. Somos asesinos. —Gerardo

—Esa no era la canción adecuada, se lo dijimos pero él no nos escuchó. —Sofía.

—Creo que hasta aquí llegamos, antes de empezar. —Nilo.

—Em, ¿Qué haces? ¿No saldrás desnuda? ¿Verdad? —Yukii

— Eso atraería su atención. —Jordán.

— Escuchen, desde que llegamos estuvimos lamentándonos. Harold nos ha tratado horrible, vivimos en celdas, la única forma de ser felices es cantar a nuestro modo. —Emilia.

— Tiene razón, quitémonos estas ropas —Sofía.

Volvieron a salir al escenario pero esta vez a su estilo.

— ¡Hola a todos! ¡¡Llego la hora del show!! —Sofía.

CANCIÓN 4 Roadside de fiesta

Sofí: # ¡Es nuestro momento!#

Roci: # ¡Roadside!#

Chicos: # No hay fiesta como Roadside#

Chicas: #mira cómo va#

Chicos: #Oigan todos, la noche es nuestra #

Chicas: #Roadside#

Chicos: #No hay fiesta como Roadside#

Chicas: #Vamos a la cima#

Chicos: #Vamos a la cima#

...

— ¿Qué cantan? Eso no estaba en el programa. —Harold.

...

Chicos: # De lado a lado...#

Sofí: #Al fin viernes por la noche#

Se siente bien, todo va bien

hay que moverse, sin tiempo que perder

Tengo que salir, no puedo esperar

# (Oh) Puedes sentirlo#

# (Sí lo siento) Manos arriba#

# (Manos arriba) Vamos a jugar#

# (Vamos a jugar) #

# ¡Prepárense\, acá vamos!#

Chicas: # Roadside#

Chicos: #No hay fiesta como Roadside#

Chicas: #mira cómo va#

Chicos: #Oigan todos, la noche es nuestra #

Chicas: # Roadside#

Chicos: #No hay fiesta como Roadside#

Chicas: #Vamos a la cima#

Chicos: # De lado a lado...#

Coro: #¡O-oh oh-oh! ¡Manos al aire!#

# ¡O-oh oh-oh! Sin preocuparte#

# ¡O-oh oh-oh! Hay una fiesta aquí#

# ¡O-oh oh-oh! Hay una fiesta aquí #

Yukii, es la reina del baile

# Stu\, busca un romance#

Los movimientos de Jo son lo máximo

Y Rocío pide más ruido

Roci: # (¡ohh oo!) #

Coro: # Tienes que ver los pasos de Nilo

Y a Gere y Emily hacen lo suyo

no te olvides de Sofí, ella lleva el ritmo

# ¡Prepárate mundo\, que aquí vamos!#

Chicas: # Roadside#

Chicos: #No hay fiesta como Roadside#

Chicas: #mira cómo va#

Chicos: #Oigan todos, la noche es nuestra #

Chicas: # Roadside#

...

—Vamos Harold sacúdete el polvo. —Devon.

— ¿Qué me sacuda el que? —Harold.

...

Chicos: #No hay fiesta como Roadside#

Chicas: #Vamos a la cima#

Chicos: # De lado a lado...#

Coro: #¡O-oh oh-oh! ¡Manos al aire!#

# ¡O-oh oh-oh! Sin preocuparte#

# ¡O-oh oh-oh! Hay una fiesta aquí#

# ¡O-oh oh-oh! Hay una fiesta aquí #

Chicas: # ¡Vamos niños, hagan ruido!#

Chicos: # ¡A ver nenas, a moverlo!#

Chicas: # Roadside#

Chicos: #No hay fiesta como Roadside#

Chicas: #mira cómo va#

Chicos: #Oigan todos, la noche es nuestra #

Chicas: # Roadside#

Chicos: #No hay fiesta como Roadside#

Chicas: #Vamos a la cima#

Chicos: # De lado a lado...#

             Ese primer vistazo a lo que el Roadside'8 podía dar al hotel fue sensacional, esa noche Roci y Emily se quedaron a hablar mientras todos descansaban.

—Em. —Rocío.

— ¿sí? —Emilia.

— ¿Estás bien? —Rocío.

—sí. —Emilia.

— estuviste muy bien hoy. —Rocío.

— gracias, tú también. —Emilia.

—Podemos salir de esta, si nos cuidamos los unos a los otros, lo lograremos. —Roció

— lo sé. —Emilia.

              Rocío y Emilia se tomaron de la mano, así durmieron, mientras en el cuarto de los chicos, Nilo no se quedaba quieto en la cama, pero está vez a Gerardo se le ocurrió atarse con arneses para así no caerse de la cama nuevamente.

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