El restaurante estaba lleno de personas, todas metidas en sus propios asuntos y hablando desde trivialidades hasta asuntos muy importantes, como lo eran JungSun y Min-ha. Ambos estaban sentados uno frente al otro, mirándose a los ojos, casi en una pelea de miradas, buscando quien sería el primero en ganar, o así era hasta que el mesero llegó y depositó los platos con comida enfrente de sus respectivos dueños, fue cuando la mirada de Min-ha se dirigió a su propio plato, para comerse con la mirada a su hamburguesa doble con papas.
-Creo que deberías dejar de comer esa clase de cosas -soltó JungSun para después recibir una mirada de enojo por parte de Min-ha.
-Tienes razón, así como tu deberías dejar de coger con la primera mujer que se cruce en el camino, no deberías de seguir haciéndole daño a Hana. -Dijo, mostrando un desinterés en la plática mientras agarraba su hamburguesa con ambas manos.
-No me vengas ahora con tu doble moral, eso no era lo que decías cuando eras la primera en venir a abrirme las piernas.
-Eso no volverá a pasar, fue un error y no permitiré que vuelva a suceder. -Su voz tenía guardado un sentimiento de tristeza y de culpa; dejó su hamburguesa sin morder en el plato y pasó a darle un gran trago a la botella de soju que se encontraba al lado.
-Bueno -volvió a hablar mientras veía a Min-ha tomar todo el alcohol- un error que hasta la fecha sigue sucediendo.
-¡No! -se apresuró a decir- no más. No volverá a suceder.
-Y estamos aquí por…
-Por que somos amigos, o al menos lo éramos, tu, Hana y yo éramos amigos y nuestros padres nos solían traer a este lugar con anterioridad.
-Estoy de acuerdo, éramos amigos, eso quedó en el pasado.
-Tu siempre dijiste que seríamos amigos, no se que pasó; no entiendo cómo fue que empezaste a odiar a Hana, si bien no se llevaban perfectamente, no la odiabas.
-Tienes razón, no lo hacía, pero desde la idea del matrimonio comencé a odiarla como si mi vida dependiera de ello, y luego se embarazó, todo fue planeado por ella, se aprovechó de ello.
-Ajá -dijo Min-ha con un tono de sarcasmo- la blanca paloma de Hana, la que esperaba casarse completamente virgen se aprovechó de tí, un playboy que le coquetea a todo lo que se mueve -soltó un bufido que quiso parecerse a una risa- lo dices como si la idea del matrimonio hubiera sido de Hana, por si no te has dado cuenta, ella sólo dijo que sí a sus controladores padres mientras que tu te negabas y le hacías la vida más pesada a ella.
-Lo dices como si ella fuera la mártir, yo también estoy padeciendo por ello, tengo mucho trabajo que hacer todos los días y además el regresar a esa casa mientras escucho a un bebé llorar -dijo con fastidio.
-Bueno, que no se te olvide que aunque no estuvieras casado, tendrías que trabajar, así que olvida ese tema como punto de excusa, el bebé es responsabilidad tuya también, es tú hijo -lo señaló- fue también tu culpa.
-Sí, como sea.
-Además, a mi parecer, sientes que la idea de casarse y embarazarse fue culpa de Hana, ella no se quería casar, mientras tú disfrutabas de tu libertad en los Estados Unidos ella estaba siendo obligada a entrenarse como perfecta esposa.
-Que ni eso le sirvió porque es una inútil, podrá ser bonita pero es una completa inútil que no sabe hacer nada.
-Hana es de carácter fuerte, conforme fue creciendo y se vio obligada a madurar antes de edad comenzó a tener un carácter muy fuerte, como una especie de protección contra todo y todos, así que si no te replica, es por que toma muy enserio los comentarios de su madre de que una buena esposa nunca dice nada, se queda callada porque ese es su lugar.
-Eso me gustaría, que replicara aunque sea sólo una vez en su vida, es tan sumisa que es inevitable no…
-¿¡La has golpeado!?
-¿Qué? No, tampoco hablamos de esa clase de cosas.
-Bueno, sinceramente no me sorprendería de ti, el hecho de que la golpearas solo se agregaría a la lista de cosas por las que eres un patán y el peor hombre del mundo.
-Mi padre nunca golpeó a mi madre, fui criado con eso.
-¿Tu padre humillaba a tu madre?
-No, jamás hizo eso.
-Pues deja de hacerlo con Hana, ella no merece más humillaciones de las que ya recibió.
-¿De qué hablas?
-No puedes seguir haciéndole daño a Hana -evadió la pregunta- no sabes cuanto está trabajando para que al menos se lleven bien y cuides de tu propio hijo.
-No me importa lo que haga ella ni él, me da igual.
-De verdad, no se ni como te soporto, algún día te arrepentirás de todo esto y te darás cuenta de lo que te estás perdiendo.
-Si, si, como digas.
Mientras Hana intentaba detener la hemorragia de su nariz, las lágrimas seguían escurriendo de sus ojos, su bebé gritaba de felicidad porque su caricatura favorita estaba en la televisión. Era el cuarto pañuelo lleno de sangre que tiraba al bote de la basura, aún tenía que limpiar el piso por las pocas gotas que habían caído en él, además de vendar su muñeca por el dolor de la caída.
Eran las 4 de la tarde, el tiempo se había pasado rápido desde que despertó, la limpieza, el desayuno, el ejercicio y la pelea con su madre le había hecho perder toda la energía que le quedaba; no había comido aún pero se sentía libre al saber que su esposo llegaría tarde y que podría darle una papilla a su hijo.
Sin embargo, la puerta de la casa se abrió y escuchó el grito de su hijo llamando a su padre.
-¡Unsun! ¡Unsun!
JungSun frunció el ceño al escuchar a su hijo decirle su nombre en vez de lo que hacen todos los hijos, decirle papá; pero antes de siquiera poder regañar a su hijo, escuchó un estridente ruido proveniente de la cocina, así que caminó hasta la entrada, en donde pudo ver a Hana y dos vasos hechos añicos en el suelo, así como dos gotas de sangre.
-Vaya que eres torpe ¿no te fijas en lo que estás haciendo? —regañó mientras se acercaba a ella.
—No creí que llegarías hasta más tarde -mencionó Hana, su voz siendo apagada por el pañuelo que sostenía en su nariz y dándose la vuelta para que no la viera.
-Me dio por regresar temprano ¿acaso esperabas a alguien?
-No, para nada.
Esa había sido la plática más extensa que habían tenido desde que se casaron, por lo que después de esas últimas palabras ninguno supo qué más decir, así que JungSun salió de la cocina para acercarse a su hijo, pero al prestar atención en el suelo, al lado de uno de los sofás, pudo ver más gotas de sangre; examinó a su hijo, dándose cuenta de que él parecía estar bien y que la única persona que podría dejar ese desastre era su torpe esposa.
Regresó a la cocina, y sin que Hana se diera cuenta de su presencia, observó cómo desechaba otro pañuelo y esperaba un poco a que la sangre no hiciera su aparición, pareció ser así y se dio la vuelta, dejando ver el rasguño en su rostro y la zona amoratada en su mejilla, fuerte evidencia de que no se había caído, sino que alguien la había golpeado.
-¿Quién te golpeó? -dijo, espantando a Hana, quien se giró a verlo con un rostro lleno de sorpresa.
-Bueno, mi mamá estuvo aquí, le levanté la voz. le dije cosas que no me correspondía decirle y… resultó en esto, me quejo mucho -rió sin ganas- no es nada.
Se podría decir que no era nada, su padre le había pegado peor de lo que hizo su madre, pero en lo que se refería a su progenitora, era la primera vez, demasiado fuerte para ser la primera vez.
JungSun sintió una punzada de lástima, sus padres nunca le había pegado, al menos no de manera sería, ya que los zapes y pellizcos eran en una especie de juego; así que el ver a Hana con la mejilla amoratada y la nariz sangrante se le hacía demasiado pesado para que se le tomara como un “nada”.
-¿No quieres que te lleve al hospital? -El tono de su voz parecía indiferente, más de lo que sentía en ese momento.
-No, gracias. He pasado por peores cosas, sólo le pondré una venda a mi muñeca y me pondré algo en la cara para que se desinflame ,
Aquello sí había dejado un sentimiento de amargura en JungSun, el decir que había pasado por cosas peores era mucho qué decir, si su madre le había roto la nariz con una bofetada no se imaginaba que podría ser peor.
-No he cocinado -dijo con nerviosismo-. esto me tomó mucho tiempo… ¿quieres que pida algo?
-No, yo lo pido ¿Quieres pizza?
Hana asintió con un toque de nerviosismo. Esa había sido su conversación más larga desde su matrimonio, regularmente siempre se reducía a unas cuantas palabras para después cada quien, regresar a lo suyo. Ella vio como JungSun salía de la cocina, y después de perderlo de vista, caminó al congelador para sacar una bolsa de verduras congeladas y colocarla en su rostro, sintiendo un alivio para la zona que comenzaba a inflamarse.
En cuanto a JungSun, no es que se haya compadecido de Hana como por arte de magia, pero al verla en ese estado, no pudo no recordar las palabras de Min-ha.
“No puedes seguir haciéndole daño a Hana.No sabes cuanto está trabajando para que al menos se lleven bien y cuides de tu propio hijo.”
Se comprometió a esforzarse, no a que su relación mejorará al punto de ser un verdadero matrimonio, pero dejaría de descargar todo su odio y furia contra ella cuando no tenía la culpa de la economía del país y mucho menos de su estado de calentura cuando estaba borracho, aunque él sabía que esa era una culpa compartida.
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Comments
Karime
espero que lo deje, que se haga una mujer mas fuerte seguro falta poco para los tres años
2023-01-12
3
Evangelli Hernandez Lazo
que cruel que solo la culpe ah ella cuando ambos cometieron el error ojalá que se de cuenta pronto de lo que está sufriendo hana para que pueda remediar las cosas antes de que sea demasiado tarde
2023-01-04
0
Rose
espero q cuando se arrepienta sea tarde 🤬🤬🤬🤬🤬🤬
2022-04-30
5