capitulo 3

Franco estaba tan confundido por la explicación sin sentido de Diana. Y ella no sabía bien ni como decirle lo que había hecho ya fuera por el hecho de que el no le creyera que haya embrujado a su ex, o por miedo a que el desconfiara de ella y la abandonará

— ¿Contestame a qué te refieres con una bruja ?

Dijo el mientras sujetaba del brazo a Diana.

— Es qué yo...

Ella empezo a hablar avergonzada y tratando de no mirarlo a los ojos.

—En ése entonces fuí con una bruja a pedirle que me ayudara a qué el se quedará a mi lado. Yo en ese entonces pensé que lo que sentía era amor y hice cada uno de ritos que me dijo esa bruja...

—... no lo puedo ... creer lo que me dices.

—¡Tu crees que yo estoy orgullosa de eso!

—...

— ¿No me vas a decir nada?

— ¡No se!, honestamente yo no creo en esas cosas me cuesta pensar que son reales. Y aún más el hecho de que fueras con una bruja para algo como un amarre.

—... Yo tampoco creía en nada de eso simplemente lo hice por qué pensaba que sentía amor por el, pero me equivoqué no era amor solo fué un capricho.

— Creo que debes de pensar en lo que harás...

—Si... buenas noches.

— Buenas noches supongo.

El salió del cuarto, y ella se empezó acomodarse para dormir. En la mañana sigue después de que los gallos cantarán se escucho un grito en la casa de una de las vecinas de Diana.

—¡Mi niña no¡

El grito fue de una mujer la cuál también había ido con la misma bruja que fue Diana con la diferencia de que está fué para hacer que su marido no la abandonará por otra mujer y Ameyal le dijo que cada día tenía que matar una gallina como rito para que su marido no se fuera, sin embargo al entrar está mañana al corral de las gallinas se encontró con su pequeña hija muerta además de que no había ninguna gallina o pollos en el lugar.

—¿Que fue eso?

Dijo Diana algo dormida, empezo a alistarse para ir a desayunar. Antes de entrar a la cocina fué a ver a Franco que estaba durmiendo en uno de los sofás de la casa para que fueran a desayunar.

—Buenos días.

— Buenos días, creí que dormías

—No puede dormir bien

—Fue por lo que hablamos ¿...?

Dijo Diana algo nerviosa y con miedo de que el la empezará a alejar por su error del pasado.

— No... fue por qué oi el grito de una mujer

—¡Tu también!

— ¿Algunas idea del por qué fue el grito?

— No, le pregung...

—¡Mama!

Grito la hermana menor de Diana mientras corría a ver a la casa un tanto sorprendida.

— ¿ Que te pasa Laura ? ¿Por qué gritas así?

— ¿Es que no sabes que pasó ?

— ... Buenos días

Dijo Franco a Laura. Diana y Franco no sabían el por qué estaba así Laura

— Buenos días Franco

La mamá de Diana y Laura al escuchar el grito de su hija menor dejó por un momento de lavar la ropa y ver el por qué estaba en casa

— ¿¡Por qué estás aquí y no en la escuela!?

—El maestro faltó como siempre, así que nos regresaron... ¿mama no sabes por qué fueron los gritos está mañana?.

—No, ¡y ni me interesan!, mejor ven a ayudarme a lavar la ropa.

Dijo enojada su madre.

— Mamá ...

— Haber que es lo que me querías decirme.

— La hija de la señora Claudia se murió

— ¿Que?

Dijo Diana confundida

— Como pudo ser eso posible si era solo una niña, ayer estaba en el velorio de tu abuelita junto con sus padres.

— Pues debes creerlo mamá, haber que hacemos con dos velorios en el vecindario ...

La señora levanto su mano y le dió un olor con la palma de la mano en la cabeza de su hija

—Pinche chamaca te creo graciosa.

—Auch, mama.

Dijo Laura mientras se sobaba la cabeza y seguia a su madre para ayudarle a lavar

—No puede ser.

Dijo Diana al saber que la pequeña hija de su vecina había muerto sin razón aparte recordo que justamente por esa vecina fue que acudió a una bruja para poder hacerle un amarre a Sebastián.

—...

Franco se quedó mirando a Diana y intuyo que lo que había pasado con esa mujer de alguna manera tenía relación con Diana.

— ¿Esto tiene que ver con la bruja que mencionaste ayer? .

— Si...

— ¿Y que es lo que harás ahora ?

— Supongo que ir a ver a esa bruja y tratar de encontrar alguna solución ... no tengo a nadie más que a ti para pedir que me vayas conmigo a el lugar donde se encuentra ... ¿ Quieres acompañarme?

— ... Bien lo haré.

—Gracias. Saldremos antes de que inicie el último velorio.

—Ok.

Después de ayudar a la familia de Diana con los preparativos de la última velación, se fueron con la escusa de ir a ver el panadero para que el día de mañana les llevará pan para repartir en el entierro, y salieron directo al lugar donde se encontraba Ameyal.

— ¿A dónde vamos?

Pregunto Franco bastante nervioso.

— Al bosque

— ¡Es broma!

—No, ¿por qué tienes miedo?

— Es solo que pensé que estaría en alguna tienda oculista, y al oír que está en el bosque sonó muy cliché...

— Jajaja.

Mientras Diana y Franco caminaban hacia el bosque, Al otro lado de la calle estaba Sebastián el cuál al verlos no puedo evitar seguirlos al lugar donde ellos se dirigían. Mientras ellos estaban hablando, Sebastián tuvo cuidado de que ellos no vieran que el los seguía al bosque.

Al llegar cerca de una vereda que llevaba a la cabaña este tropezó con la raíz de un árbol.

— Maldita sea

Dijo Sebastián en voz baja, mientras se ocultaba detrás de un árbol.

— ¿Que fué ese ruido?

Dijo Franco algo confundido.

— Supongo que algún animal.

—¿ Ya estamos más cerca?

— Tranquilo falta poco para llegar.

Mientras tanto Sebastián cojeaba del pie izquierdo al caminar lo cual hizo que los perdiera de la vista por un momento.

Al llegar a la cabaña Franco se asomo por la ventana para ver si alguien vivía ahí ya que se veía algo vieja la cabaña.

Diana empezó a tocar la puerta, pero no había respuesta.

— Crees que viva alguien aquí, se ve que fue abandonado este lugar...

Señalo Franco bastante seguro.

— No sé, pero no me puedo rendir.

Mientras ellos esperaban Sebastián que ya estaba más cerca estaba oculto entre algunos árboles y plantas. Adentro de la cabaña había una mujer esperando que Diana se fuera del bosque.

Diana volvió a tocar la puerta varias veces hasta que al fin alguien le habrio.

— ¿Otra vez tu aquí?, creí que nunca te volvería a ver.

Dijo Ameyal disgustada.

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