CAP 4 Declara Sophia

Los esposos Kuo empujaron silenciosamente la puerta de la habitacion en que se encontraba Sofía.

Había sido derivada a la mejor clínica de país. Luego de haber permanecido unos días en cuidados intensivos fue trasladada a sala común.

Su cuerpo no había sufrido golpes demasiado severos, pero debían chequear que no hubiera golpes en su cabeza o derrames internos.

Afortunadamente los estudios habían arrojado buenos resultados.

Se detuvieron en la puerta al escuchar voces.

El Inspector que estaba tomando la declaración giro y apoyo un dedo en su boca en señal de silencio. Les indico el sillón para que tomaran asiento.

  Sofía era una hermosa mujercita, sus cabellos rubios y lacios se esparcían por la almohada blanca, sus ojos cafés miraban al inspector que le tomaba la declaración… el relato iba acompañados de gruesas lágrimas que caían en la almohada.

     - …cuando el tren descarriló a la altura del bosque, UD quedó atrapada entre los asientos?

-  Yo yo, no podía moverme, cuando el tren derrapo, mi cuerpo quedó entre los fierros retorcidos, mi asiento quedó boca abajo inmovilizándome, y otro asiento quedó encima, ambos formaron una jaula encerrándome y podría decir que protegiéndome...

Las luces parpadearon un instante y todo se sumió en oscuridad.

Cerré mis ojos muy fuerte para al abrirlos acostumbrarme y poder ver un poco más...

Vi como las personas que había quedado de pie, corrían hacia los asientos de atrás, amontonandose y pisoteandose!, una manada de lobos atraídos por la sangre los estaban matando! - dijo, enjuagando sus lágrimas- fue ahí cuando me desmaye. "

- Y su amiga Sara? logró escapar?

- Sara…Sara había quedado dormida,  sostenía mi mano cuando el tren volco, quedó tirada a los pies del asiento, pero sin ninguna protección.

Yo estaba aterrorizada y ella trataba de consolarme...

-" Sophia, estás bien? estás herida?, calmate Sophia. Quédate en silencio por favor, no te muevas.- me decía.-

Pero yo no podía calmarme.

- Tengo miedo Sara, mucho miedo, los viste?, escóndete por favor! Sara!"

Fue en ese momento que algo la tironeo y la jalo ir la ventanilla hacia la oscuridad!

- Fue mi culpa! fue mi culpa! si yo no hubiese gritado no la hubiesen encontrado!

El monitor de signos vitales conectado al cuerpo de Sophia empezó a sonar cada vez más fuerte…

-   Por favor! Otra vez Ud.! ha entrado sin autorización?!

Quedamos de acuerdo en que le llamaría cuando estuviera mejor.

La paciente todavía no está en condiciones de declarar!

- Retirese! ordenó la jefa de enfermería, mientras la otra socorria a Sophia

Pueden salir a la sala por favor !?, debemos estabilizar la paciente!

Prepararon e  inyectaron un calmante al suero. Instantáneamente Sofía se desvaneció en un sueño.

Afuera de la habitación, los esposos Kuo, estaban incrédulos y desesperados por los relatos de la joven.  

Mirella maldijo entre lágrimas el día que accedió a las peticiones de su hija.

Tendría que haber sido más firme.

Su reciente recuerdo del pasado le hizo comprender el peligro que podía estar Sara si había logrado salir ilesa del accidente..

Desde que era niña Sara tenía aquellas pesadillas que recurrían a su mente torturándola y despertándola cada noche. No bastó  cuántos profesionales la hubieran visto ni cuántos fármacos le recetaran, sucedía una y otra vez.

Por ese motivo decidió viajar a Gaden, para desentrañar el enigma de sus sueños.

 Cuando Sara cumplió los quince años, se agravó la situación, comenzó a deambular en sueños, solían encontrarla durmiendo en el jardín.

Sara no siempre recordaba las pesadillas, algunas eran muy temerosas y  cuando deambulaba era por qué en sus sueños, alguien la perseguía o ella iba detrás de alguien.

Al otro día. Ella despertaba muy cansada y le costaba demasiado levantarse y cumplir con sus obligaciones de cada día.

Era la mano derecha de su padre desde entonces, en los ratos que no asistía a la universidad lo acompañaba...

Ambos solían ir muy temprano a la empresa, pero cada vez que Sara deambulaba su padre la dejaba descansar.

Sabía muy bien lo desgastante que era para ella y no dudaba ni un minuto en evadirla de responsabilidades por ese día.

Asi había transcurrido su adolescencia, ahora Sara cumplirá veinticinco años.

-   No llores cariño, nuestra niña es muy fuerte y muy inteligente, seguramente ella logró escapar y esconderse…dijo muy acongojado Rupert, secando las lágrimas de su esposa.

-    Lo sé, pero presiento que está ante un peligro aún mayor... Me aterra de solo pensarlo! Es una zona muy peligrosa!  

Tengo tanto miedo que puedan hacerle daño!, Dijo llorando sin consuelo.

Se lo audaz y valiente que es y mi corazón siente el suyo todavía latiendo...

No descansaré hasta que Sara este de vuelta en casa.

- Lo se...también siento en mi corazón que ella está viva.

Mientras no encontrarán el cuerpo de Sara había esperanzas...-

-  Cariño, recuerdas cuando Sara tenía 7 años? que fuimos de campamento los tres? y que en un descuido desapareció?

Recuerdas que la buscamos por horas? y cuando regresamos desahuciados ella estaba muy tranquila en el la carpa?- seguía Rupert-

- Había seguido un conejito pero fue tan astuta como para dejar señales para poder regresar.

Esa es nuestra Sarita, valiente y audaz.

Mirella sentía oprimido el corazón por el peso de la culpa...

- Regresemos a casa dijo resignada, entraré a ver si Sophia está bien.

- Está bien Iré a hablar con el Doctor...

---- Sophia aún dormía, el efecto del sedante era muy fuerte.

- Señora, vaya a descansar, dormirá hasta mañana.

Su madre está llegando en menos de una hora.- aseguro la enfermera que estaba en la sala.

- Lo haré, mantenme al tanto de su evolución por favor.

Dejo un beso en la frente de Sophia.

- Tranquila cariño, tú no tienes la culpa. Solo recupérate si?

Cuando salió al pasillo su esposo la esperaba.

Lo amaba, era un padre ejemplar y un esposo muy atento. Vivía para complacer los deseos de ambas.

- He reforzado la cuadrilla, comento mientras se dirigían al garage del hospital.

-  Encabezare la búsqueda y la encontraré. te lo prometo. - besando su mano-

- No por favor! No quiero perderte a ti también! Si tú vas iré contigo!

-Amor por favor... Necesito que te quedes en las oficinas, que busques familiares de sobrevivientes y te comuniques con ellos, debemos descartar que Sara este con alguien más. Sería una gran noticia si fuera así.

- Hicimos ese rastreo un par de veces y no hay novedades.

Dejaré la orden a tu secretaria, iré contigo.

Rupert sabía que su mujer era muy terca y que no lograría convencerla de desistir.

No… era su bebé… era lo suficiente valiente para cruzar, montañas, mares y un bosque de miles de hectáreas si era necesario para encontrarla.

No la expondría a tamaño peligro. Se quedaría con ella…

ESTIMADAS, SI ENCUENTRAN ERRORES SEPAN COMPRENDER QUE ES MI PRIMERA NOVELA.

ESCUCHO SUS CRITICAS CONTRUCTIVAS Y SUS APORTES TAN IMPORTANTES. GRACIAS

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