Capítulo 4. Verdad o reto.
Una semana atrás.
Cuando mamá me dijo que iríamos a Louisville, Kentucky para visitar a mis abuelos, de inmediato les avisé a mis amigos de la preparatoria para que nos reuniéramos. Había buscado la forma de decirle a mamá, necesitaba pedirle permiso para salir por la noche. Mamá era mucho más accesible que papá, pero cuando él no estaba cerca, era mucho más estricta conmigo y la entendía pues la responsabilidad por mi bienestar físico recaía en ella.
- Mamá\, será solo por unas horas. Prometo llegar temprano. – Supliqué.
- Krysten\, sabes que me meterás en problemas con tu padre si no te portas bien cariño.
- Lo sé mamá y prometo portarme bien. ¡Por favor! – Dije fingiendo una voz de sufrida.
- Bien\, pero deberás estar aquí antes de las diez.
Aunque no me cayó en gracia la hora que mamá habia dado, no me quedó más remedio que aceptar, si bien no era una niña, intentaba no meter en problemas a mamá y por ende a mí misma.
Después de ducharme y de arreglarme, bajé a la sala a esperar a mi amigo Freddy con quien había quedado para que me pasara a buscar.
- Nos vemos más tarde mamá. – Me despedí de ella con un beso en la mejilla tan pronto recibí un mensaje de Freddy de que estaba afuera.
Nos encontraríamos en el Dance at the Moon, una discoteca en Louisville donde se suelen reunir todos los niñatos presumidos y despreocupados de la alta alcurnia, como yo. Nuestra diversión consistía en bailar, cantar, tomar algunas bebidas alcohólicas, bromear y echar un poco de relajo con los amigos.
Llevábamos cerca de hora y media en la discoteca, a Freddy no le agradó cuando le dije que debía regresar a casa a las diez; pero aceptó a llevarme de regreso aunque él regresara para continuar divirtiéndose con los chicos.
- Bien chicos, ya bailamos y cantamos, ¿qué les parece jugar verdad o reto? – Dijo Tina, una de mis amigas.
- Yo… lo siento chicos\, pero ya debo irme. – Interrumpí a Tina.
- Oh no Krysten\, fuiste tú quién nos habló y por quien organizamos esto\, no puedes irte\, al menos no hasta que juegues con nosotros.
- Bien\, pero después de mi turno me iré. En serio lo siento chicos\, pero órdenes son órdenes. – Me excusé.
Estamos sentados alrededor de la mesa, Leo, uno de mis amigos hizo girar la botella haciendo que los primeros en jugar fueran Susan y Violeta. Después de que Susan eligiera verdad y terminara divulgando sobre su primera vez con un chico, Leo hizo girar de nuevo la botella. Esta vez fue mi turno y el de Karen, solo que debía ser ella quien me preguntara y me diera a elegir entre verdad y reto. La vi observar tras de mí, se puso algo nerviosa pero no le di importancia, los chicos comenzaron a apresurarla.
- Escoge a dos personas de aquí para tener un trío. – Dijo Karen.
- Yo sonreí con los labios apretados. – Reto. – Respondí enseguida\, ninguno de mis amigos era tan apetecible como para hacer tal cosa.
- Karen observó tras de mí fijamente\, parecía nerviosa\, pero luego sonrió burlonamente. – Bien\, te reto a que beses al tipo que está parado justo en esa dirección. – Señaló Karen con el dedo. – El de camisa azul y pantalones negros. – Puse los ojos en blanco\, los mismos castigos de siempre\, dije en mi mente. Antes de poder avanzar\, Karen me detuvo. – Hey\, pequeña\, ese debe ser un buen beso\, así es que tomate tu tiempo linda. – Se burló.
Desde esa distancia no lograba distinguir el rostro del tipo, podía ser el tipo más feo de toda la discoteca y no podía echarme para atrás, no Krysten Ghant. Mis amigos gritaban para darme ánimos o eso creían ellos, solo me estaban poniendo más nerviosa.
Estaba a unos cuantos pasos del tipo, no estaba nada mal, de hecho era muy atractivo, parecía estar buscando a alguien, lo veía girar el rostro en todas direcciones y además no parecía tener edad para un antro de chiquillos ricos.
- Disculpa. – Dije cuando estuve frente a él\, lo vi fruncir el ceño al observarme\, luego me ignoró\, parecía estar buscando a alguien. - ¡Bien\, como sea! – Me acerqué a él. – Puedes golpearme luego\, pero ahora debo hacer esto.
Me acerqué a sus labios sin darle oportunidad de reaccionar, él intentó alejarme pero rodeé su cuello con mis brazos, en realidad era absurdo, el tipo tenía fuerza suficiente para alejarme de él de un solo empujón, pero por alguna razón no lo hacía, ‘quizás no quiere lastimarme’, pensé en mi mente. Antes de poder apartarme de él, sentí una de sus manos sujetar con fuerza mi cintura y la otra la puso en la parte baja de mi cabeza. Comenzó a besarme con cierta exigencia que sentía el cuerpo tan blando como mantequilla, su beso distaba mucho del pequeño picorete que yo le había dado.
Cuando nos alejamos, podía sentir mis labios ligeramente doloridos, los había mordido casi al final, él me observó brevemente, manteniendo el ceño fruncido en su rostro. Yo limpié la comisura de mis labios, moví los dedos de mi mano en un gesto de despedida y me di la vuelta para alejarme de él tan rápido como me fue posible. Cuando regresé a la mesa con los chicos, no vi a Karen por ningún lado.
- ¿Dónde está Karen? – Pregunté.
- Ay amiga\, el tipo al que acabas de besar es su primo y creo que solo te usó para distraerlo en lo que ella se escapaba. – Dijo Violeta.
- Pero qué pe… - Refunfuñé. – Freddy, podemos irnos ya, por favor, mamá me va a matar. – Dije ansiosa.
Me despedí de Freddy en la puerta de mi casa, él regresaría a la discoteca por las chicas, pasaban de las once de la noche cuando abrí la puerta principal, todo estaba a oscuras así es que solo me quité los zapatos de tacón y caminé descalza hacia la escalera para evitar hacer ruido.
- Creí haber sido muy clara Krysten. – Escuché la voz de mamá tras de mí. - Solo tenías permiso hasta las diez de la noche. – Regañó.
- Lo siento mamá\, la batería de mi teléfono se agotó y no pude avisarte que ya estaba en camino. – Mentí.
- Ve a tu habitación\, tuve que mentirle a tu padre cuando llamó preguntando por ti. – Dijo mamá molesta.
- Bien mamá\, subiré a dormir.
Esa noche dormí profundamente a causa del alcohol que había tomado, no fue hasta la mañana que recordé lo que había pasado gracias a una foto que los chicos subieron a nuestro grupo de chat donde aparecía besándome con el supuesto primo de Karen.
- ¡Gracias Krysten! Si no hubiese sido por tu osadía\, no hubiera podido escapar de mi primo. – Escribió Karen en el chat.
- ¡Cuando gustes! – Bromeé. – Aunque parece tener muy mal humor\, besa exquisitamente delicioso. – Puse algunos emojis de caritas con guiño.
- Bueno amiga\, él es mi primo pero la verdad es que me compadezco de la pobre tipa que termine con él.- Se quejó Karen de él.
- Bueno chicos\, nosotros regresaremos pasado mañana a Virginia Beach\, estaré algo ocupada en casa\, pero espero verlos antes de tomar el vuelo.
- ¡Otra vez te castigaron Krysten! – Se burló Freddy.
- ¿Qué puedo decir amigo? Mamá me sorprendió al llegar a casa.
- Bueno amiga\, quizás podamos salir a comer un helado o simplemente ir a despedirnos a tu casa. – Escribió Violeta.
- Bueno\, estamos en contacto. – Me despedí.
Después de tomar una ducha y arreglarme, bajé a desayunar. En el comedor ya estaban sentados mis abuelos y mamá, los tres me observaron brevemente y continuaron con lo suyo.
- Cariño, hoy iremos a la huerta con los abuelos. – Dijo mamá.
- Bien mamá. – Respondí sin ganas\, me gustaba ir al huerto con mis abuelos pero estaba sufriendo de una resaca\, que por ahora debía soportar para que mamá no se diera cuenta de que había tomado de más por la noche.
El sábado por la tarde después de despedirme de mis amigos de la preparatoria, mamá y yo tomamos el vuelo de regreso a Virginia Beach. Papá nos pasó a recoger al aeropuerto y fuimos a cenar antes de regresar a la casa. Mis amigos no volvieron a tocar el tema del beso y yo había borrado la foto que habían enviado al grupo; solo recordaba el rostro del primo de Karen, pero ni siquiera me había molestado en preguntar su nombre, ese beso solo fue parte de un juego, algo que no tenía por qué recordar.
Solo había pasado una semana, y tenía que toparme de nuevo con él, justo en mi casa y acompañando a mi tío Edmund. El tipo me observaba con cierto disimulo, era notablemente visible su sorpresa, esquivé la mirada para evitar que mi expresión me delatara frente a mí tío.
- ¿Qué pasó cariño? – Tío Edmund se acercó a mí y me abrazó preocupado.
- Estoy segura de que papá ya te contó. – Me hice la ofendida.
- Cariño\, tú padre está preocupado\, trata de entender Krysten\, pudieron salir lastimados o causar un accidente peor.
- Lo sé tío\, lo entiendo\, pero no fue nuestra culpa. Él lo sabe\, pero cree que por un par de cervezas que los chicos y yo tomamos\, estábamos conduciendo ebrios. Pueden hacerme una prueba para saber cuán ebria estoy y no saldrá nada. – Refuté. – Te lo juro tío\, sabes que no te mentiría. ¡Mira! - Me equilibré en una sola pierna para demostrarles que estaba completamente lúcida.
- Mi tío sonrió y me abrazó. - Bien\, bien\, te creo\, pero… Krysten\, sabes que siempre intento protegerte\, eres mi sobrina favorita. – Murmuró mi tío con una pequeña sonrisa en su rostro que me hizo sonreír con los labios apretados y abrazarlo con fuerza. – Puedes esta vez\, pedirle disculpas a papá\, hazlo por mí\, por favor. – Abrí los ojos sorprendida\, no esperaba que él me pidiera eso.
- Lo siento tío\, no puedo hacer tal cosa. Hacerlo significa que acepto que fue mi error y no lo fue.
- ¡Kristen! – Suplicó.
- Cerré los ojos y dejé escapar un fuerte suspiro. Me di la vuelta para quedar de frente a mi padre. – Perdón por mi comportamiento\, me mantendré encerrada en mi habitación tal como me lo pediste. – No esperé a que papá respondiera y salí de la sala ignorando a los demás.
Subí corriendo la escalera hasta llegar a mi habitación, cerré de un portazo y puse el seguro para impedir que mi madre intentara entrar a mi habitación. No estaba de humor para sus sermones; observé mi muñeca, sonreí al ver lo que estaba inscrito en la pulsera que Brandon me había regalado, tomé mi bolso y saqué mi teléfono móvil para escribirle un mensaje.
Cuando terminé de escribir el mensaje entré al baño a tomar una ducha, sentir el agua tibia caer en mi cuerpo me ayudó a relajarme, me tomó alrededor de veinte minutos terminar, puse una toalla alrededor de mi cuerpo y salí del baño para sentarme en la orilla de la cama y aplicar mi crema corporal.
- Krysten\, ya van a servir la cena\, puedes bajar por favor. – Escuché la voz de mamá en la puerta.
- No tengo hambre mamá\, pueden cenar sin mí. Además\, se te olvida que estoy castigada\, no saldré de mi habitación ni siquiera para comer.
- Krysten\, este comportamiento es irrazonable. – Se quejó mamá.
- Quizás lo es mamá\, pero no me apetece ver a mi padre ni al estúpido de Kevin.
- Escucha jovencita\, tienes cinco minutos para bajar\, si no lo haces\, haré que Kevin derribe esta puerta y te lleve a rastras hasta el comedor.
- Bien mamá\, puedes intentarlo.
- Krysten\, cariño\, por favor\, entiendo que estás molesta\, pero tenemos visitas. ¿Quieres que tío Edmund se sienta mal? – Mamá sabía que no conseguiría nada de mí amenazándome\, pero también conocía mi debilidad\, jamás soportaría hacer sentir mal a mi tío Edmund\, él siempre ha sido bueno conmigo y yo no podía hacerle algo así.
- ‘Ash’\, hice una pequeña rabieta en mi mente. – Bien mamá\, bajo en unos minutos\, pero te advierto que si papá continua con el tema…
- Mamá me interrumpió antes de continuar. – No lo hará cariño\, ya hablé con él\, te esperamos.
- En el comedor todos estaban sentados esperando por mí para empezar a cenar. - ¡Provecho! – Dije en cuanto me senté.
- Krysten\, no tuve oportunidad de presentarte al mayor Wayne Parsons\, fue transferido hace unos días a la base de Virginia Beach.
- Lo conozco tío. – Wayne estaba sentado a un lado de mi tío\, lo vi mover los ojos con nerviosismo. – Es el primo de mi amiga Karen\, lo vi ahora que fui de vacaciones con los abuelos en Louisville.
- Oh\, cierto\, eras la chica que estaba en la discoteca con mi prima. – Comencé a toser\, observé brevemente a mi padre\, quien no parecía contento con lo que acababa de escuchar.
- Cariño\, toma un poco de agua. – Dijo mamá acercándome el vaso y haciéndome un gesto con la mirada.
- Sí\, estaba festejando mi cumpleaños por adelantado\, de hecho su prima me dio el mejor regalo. – Respondí observando a Wayne Parsons con la barbilla ligeramente levantada\, él rápidamente cambió su mirada hacia su plato\, intentando concentrarse en su comida.
Resultó que mi padre también conocía a Wayne, su padre, el Sr. Leonard Parsons, fue un general condecorado de la milicia de Louisville, Kentucky. Según escuché en la plática, el Sr. Parsons confiaba en mi tío Edmund y admiraba sus grandes logros aun siendo un hombre joven. Mientras ellos platicaban amenamente, yo me mantuve en silencio, evitando las miradas de mi padre, de Kevin y ahora del mayor Parsons.
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Comments
Juliet
será quien le de confianza??
2024-06-08
0
Wolfita Albarez
La quieren casar!!!
2023-08-12
1
ANAIRAM *** ❤❤❤ ***
¿Con qué intenciones habrá llevado el general a Wayne Parsons?
2022-03-11
4