" Sueños, todos hemos tenido un deseo que quisiéramos realizar, y es tan gratificante cuando este se logra, aunque sea solo un momento breve."
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No recuerdo nada poco después de haber escuchado que ella era mi mamá, la sensación de que algo quería salirse de mi pecho, me consumió, la sangre en mi cuerpo se congeló y luego… todo se tornó negro.
— Mary… pequeña, despierta. — su cuerpo era sacudido con suavidad por las manos de la señorita Harris. — Mary…
Lentamente fue abriendo los ojos hasta sentir un dolor punzante en la cabeza.
— ¿D-dónde estoy? —preguntó desorientada. — ¿Qué me pasó?
— Pequeña… ¿no recuerdas con quién hablabas?
— No lo sé, había una señora bonita, me sentía muy bien a su lado, y me dijo algo… — abrió grandes los ojos, sujetando su crucifijo con fuerza. — que era mi… Mamá.
De inmediato la señora junto a su esposo ingresaron a la habitación.
— Es ella… debo estar soñando, esto no puede ser verdad. — apretó su cabeza con sus frágiles manos.
— Hija… — quiso acercarse pero la niña levantó su brazo rehusadose a aceptarla. — No se me acerque… no la conozco, usted no es mi madre.
— Mary… — pronunció con voz acongojada.
— Victoria, querida debemos darle un tiempo a que procese la noticia. — el señor apoyó a su esposa, colocando sus manos sobre los hombros caídos de la mujer.
— Señorita Harris, por favor que se vaya, no quiero verla. — se abrazó a la mujer mayor.
— Pequeña… debes escucharla. — la tomó de las manitos.
— No, no quiero escucharla, porque… — sus ojitos se llenaron de lágrimas —¡Porque sí, es verdad lo que dice, entonces nunca la perdonaré!
— Mary, déjame contarte cómo fueron las cosas.
— ¡Usted me abandonó! Eso no tiene perdón, si no fuera por la señorita Harris y la hermana Amelia, tal vez ahora yo estaría muerta, ellas son mis únicas madres.
— Pero…
—¡ No quiero escucharla, no quiero! — agitó su cabeza con las manos cubriendo sus orejas.
— ¡PLAF!
Una bofetada fue a dar en la mejilla de Mary.
— He-hermana. — susurró sorprendida viendo a la más joven de sus madres.
— ¿Es esa la educación que te dimos? — Creí que eras una niña pensante, pero veo que me equivoque.
La pequeña bajó la cabeza con tristeza.
— Tal vez debamos dejarlas solas. — aconsejó la señorita Harris.
Uno a uno fueron retirándose de la habitación, hasta dejar a madre e hija reunidas.
— De acuerdo, la escucho. — murmuró frotándose la mejilla roja.
— Mary, yo nunca te abandone, de hecho tu padre y yo te esperábamos con tanta emoción. — se acercó sentándose a un lado. — Edward, así se llamaba él, verte a ti fue como verlo otra vez.
— No lo entiendo, ¿entonces por qué fui encontrada en la nieve?
— Me gustaría decírtelo, pero ni yo lo sé. Lo único que recuerdo fue que me desmayé después de que nacieras y al despertar me encontré en casa de mis padres, me dijeron que tú y tu padre habían muerto. — se llevó las manos a la cara y sollozó conteniendo el llanto. — Mi corazón se rompió en mil pedazos, solo te vi durante unos segundos y ese recuerdo quedó para siempre en mi memoria.
Mary sintió una opresión en el pecho, no quería que la señora llorara, le causaba mucha tristeza.
— Durante 9 años, he prendido una vela cada día de tu cumpleaños, conmemorando el día en que mi niña me hizo la más feliz del mundo. Hasta que…
— ¿Hasta qué cosa?
— Mi padre, en su lecho de muerte, me reveló algo que daría un giro total a mi vida, y eso era que nunca encontraron tu cuerpo, todo ese tiempo suplantaron una tumba con tu nombre, así que había la posibilidad de encontrarte con vida, fue así que con ayuda de mi esposo, contratamos un detective el cual nos dio la pista, la gran posibilidad de que una niña con tu mismo nombre viviera aquí, y al verte supe de inmediato que eras tú.
— ¿Y qué pasó con él?
Las mejillas de Victoria se mojaron por gotas que brotaban de sus ojos verdes.
— Tú padre y yo nos amábamos mucho. — levantó la mirada recordando los bellos momentos. — él era mi profesor de piano, mis padres jamás aceptaron que yo me enamorara de alguien fuera de nuestra clase social, así que me comprometieron con Louis, pero yo no lo amaba, entonces Edward y yo huimos, vivimos en una casita no muy lejos de aquí, éramos muy felices con lo poco que teníamos, al poco tiempo nos dimos con la sorpresa que venias es camino, tú padre trabajó duro para que nos faltará, el crucifijo que llevas, es un regalo de él, lamentablemente yo enfermé al final de mi embarazo, y tras mucho agotamiento llegaste al mundo, perdí la conciencia… y al despertar me dijeron que nos habían atacado y Edward fue encontrado fuera de la casita, tenía una herida en la cabeza, él… ahora nos cuida desde el cielo. Me distancié de mis padres y conocí a mi actual esposo, él siempre estuvo ahí para apoyarme.
— Usted pasó por mucho… Yo...yo.
— Pero, todo ese sufrimiento se desvaneció con tan solo verte, Mary… — abrió sus brazos.
— ¿Ma-má? — la miró directamente a los ojos. — ¡Mamá! — la abrazó con todas sus fuerzas.
…
Mary Mills, la pequeña que creció sin padres, sentía que la vida la premiaba, no solo tenía una madre que siempre la quiso, también un padre que la cuidaba desde el cielo, y el señor Mills, era un estupendo ser que amaba a Victoria, si bien nunca pudieron tener hijos, se tenían el uno al otro.
Los tres como nueva familia, fueron a vivir a una casa con todas las comodidades posibles, tenía su propia habitación que daba a una hermosa vista con el jardín de flores, cada tarde después de clases disfrutaba de la jardinería junto a su madre, siempre terminaban embarradas de tierra entre risas cómplices, hasta que el Sr. Mills llegaba del hospital, trabajaba como médico, uno muy querido por los niños.
Era un trabajo muy reconfortante, un día lo visitó en compañía de su madre y la sonrisa de los niños era como ver a los mismos de hogar donde creció, su vida era feliz.
Pero…
Cuatro meses habían pasado desde que inició su nueva vida, todos dormían tranquilamente, cuando un olor a humo la despertó.
Al abrir sus ojitos color verde avellana, se espanto del color naranja flameante de sus cortinas.
Asustada corrió a la habitación de sus padres, intentó despertarlos avisándoles sobre el incendio en la casa, pero era inútil, todos sus esfuerzos por hacer que reaccionarán no dieron resultado, ninguno estaba respirando.
Estando descalza y solo en camisón salió a prisa por ayuda.
Al salir se encontró con algunos pobladores del campo que intentaban apagar el incendio con baldes de agua, pero el gran tamaño de la casa ameritaba mayor ayuda.
— ¡Miren, es la niña! — exclamó señalando una señora.
— Ven pequeña, pronto llegará la ayuda.
— ¡Por favor ayuden a mis padres! Ellos no despiertan. — estaba desesperada. — Se los ruego salvelos.
Dos hombres jóvenes se miraron y armándose de valor se echaron el agua a sus cuerpos, entrando a la casa a costa de su vida.
— Tranquila pequeña, ellos estarán bien. —Decía la mujer de trenzas dando palabras de calma a la niña.
Al cabo de unos minutos, los dos jóvenes salieron cargando a el Sr. y Sra Mills.
Ambos cuerpos fueron colocados en el suelo, siendo verificado por otro de los pobladores.
Llevó su mano a la carótida, comprobando que no había pulso. Él giró mirando a la niña y a las demás personas. Solo pudo negar con la cabeza.
La mujer que intentaba calmar a Mary, se llevó una mano a la boca.
— Mamá… ¡Mamá! — se soltó de las manos de la mujer, y corrió donde yacía su madre sin vida. — ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamá! — la llamó envuelta en llanto arrodillada a un lado de ambas personas que se habían vuelto su familia.
Una vez más, perdía a su familia.
…
—Mamá, Papá… Mary lloraba al pie de la tumba de sus padres mientras todos los amigos de la familia la veían con gran lastima.
— Pobre pequeña, tan joven y quedarse huérfana.—era el comentario de uno de las personas.
— Esa niña solo trajo la ruina a sus padres, solo llevaba un par de meses con ellos y mira lo que pasó.
— ¡Mida sus palabras señora! — entonces una señora de edad avanzada muy elegante apareció, sus cabellos negros cortos con mechones blancos representaban toda la sabiduría que había adquirido con el pasar de los años, y los ojos azules la hacían resaltar mostrando imponencia.
- ¿Pero quién se cree usted para decirme? … ¡Oh! Lo lamento.— cuando descubrió quien era la persona que la había hecho callar sintió vergüenza.
— Esa no es la forma de hablar de una pobre niña que acaba de quedar desamparada.
Mary volteó a ver a la señora que hablaba y dijo.—No se preocupe señora, tal vez tengan razón y yo sea la culpable de esto.
— Para nada Mary.
— Pero ¿Cómo sabe mi nombre?
— Yo conocía de cerca a tus padres, Mills era un gran médico y gracias a él conocí a tu madre Victoria , una excelente persona.
— Gracias señora, agradezco que me hable de mis padres, no se imagina cuánto los extrañaré , pase gran parte de mi vida sin ellos y cuando creía que la vida me estaba dando una oportunidad para ser feliz, el destino me los quita, ahora estoy completamente sola.
— Tonterías, no estarás sola, vendrás conmigo.
La pequeña abrió los ojos sorprendida. — Perdón, pero no escuche bien.
— De ahora en adelante hasta que cumplas la mayoría de edad o hasta cuando tu decidas te quedaras en mi hogar.
— Pero señora yo…
— Oh no, no te preocupes es lo menos que puedo hacer por la hija de unas estupendas personas como los Mills.
— Gracias.— en el fondo Mary agradecía ese gesto de amabilidad.
— Y no te preocupes por tus cosas, yo mandaré a que te compren nueva ropa y todo lo que necesites.
— Se lo agradezco mucho señora…— se detuvo al no saber el nombre de la amable mujer.
— Olivia, Olivia Evenson.
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Updated 62 Episodes
Comments
Lesly Argumelo
pobre Mary
2023-08-12
0
Sabri Nahir Zapata Zini
Oooh volverá a ver al chico
2022-07-09
3