Ella estaba a punto de explotar si ese hombre no salía, le agradaba que fuera directo y honesto, pero arruinó su noche, con su mano volvió a señalar la salida para que se largara de una vez, el tipo comenzó a caminar pero antes de cruzar la salida tomó el brazo de ella, cerró la puerta empujándola contra esta acercándose a ella, tomó sus piernas y las colocó en su cintura, ella le dio un fuerte golpe con su puño en la cara haciendo sangrar su labio inferior, él iba a lamer la sangre pero antes de hacerlo ella tomó sus labios en un beso rápido para limpiar la sangre, ese sabor era grato a su paladar, a ella le encantaba la sangre, ese color carmesí que luego pasa a un color vino oscuro, al separarse de él, paso un segundo y tomó los labios de ella en un beso desenfrenado, explorando la boca de aquella mujer que lo provocó ese día en el avión, su plan aquel día era besarla y asfixiarla, las dos acciones le darían placer, esperaba que ella le correspondiera y cayera como las otras, pero no, ella no permitió nada, al contrario apretó su miembro provocándole dolor y excitación al mismo tiempo, esa mujer era especial y por ello entró la curiosidad por conocerla, en el club observándola a distancia no podía apartar la vista de ella, ya no lo hacía por trabajo lo hacía porque no podía, simplemente su cuerpo se sentía atraído a ella, obligándolo a mirarla, su amiga es semejante a ella pero no le interesaba en nada.
Ella coloco sus brazos alrededor del cuello de este acercándolo más, él acariciaba la espalda de ella, su piel suave, subió su mano hasta la nuca de ella, enredando sus dedos en su cabello, tiro de su pelo dejando su cuello largo y blanco a la vista de él para besarlo, el aroma de su piel era embriagante, adictivo, fue besando y bajando a su clavícula, sus manos dejaron su cabello para posarse en los hombros de Marlene y deslizar las tiras de su blusa de seda, dejando la prenda de ropa en su cintura, regresando sus manos a la espalda de esta, mostrando sus hermosos pechos que el comenzó a chupar, ese aroma era incluso más intenso en esa parte, atrayéndola más a él para lamer, morder suave y repetidamente sus gemelas, ellos se dieron cuenta que lo disfrutaban sin embargo, no gemían de placer solo eran sus respiraciones fuertes y agitadas pero hasta ahí, no gemían por el hecho de aumentar el ego de alguno, incluso en esos momentos mantenían su orgullo, él comenzó avanzar con ella en dirección a la cama y la dejo caer, se quitó la ropa al igual que ella y en segundos estaban ambos desnudos, se colocó encima de ella sin aplastarla y besaba su vientre, antes de bajar a su intimidad Marlene se colocó arriba de él, se había dado cuenta de su erección desde que la había empujado en la puerta y ella no necesitaba que él la excitara más pues ya estaba mojada y era suficiente para entrar en ella, él se sentó en la cama y ella con su mano colocó su miembro en su entrada, se dejó caer entrando rápidamente en ella, pues no era virgen tenia demasiada experiencia tanto con hombres como mujeres, al estar dentro de ella coloco sus manos en sus pechos y los presionaba, comenzó a moverse aumentando poco a poco la velocidad, empezaron a producir dopamina generando sensaciones placenteras, ella besaba y mordía suavemente el cuello del hombre, la piel de él se erizó y solo hizo que sus embestidas fueran más fuertes y profundas causando un mayor placer en ambos, cuando él bajó el ritmo ella comenzó a mover sus caderas y el bajó sus manos hasta estas ayudándola a moverse aún más rápido; después de minutos así, salió de ella y esta se colocó en cuatro, él tomó sus caderas enterrando sus uñas y la penetró, se escuchaban las respiraciones agitadas y entrecortadas, el sonido de su trasero chocando contra su pelvis, jaló de su cabello acercándola y besando su cuello, ese olor era dulce, sumamente exquisito, sintieron un calor extremadamente fuerte y llegaron al orgasmo, estuvieron probando más posiciones hasta que llegaron a correrse una vez más y pararon, se acostaron, pensaban en que ambos son fuertes, pasionales, orgullosos al grado de no gemir y masoquistas.
Se dieron cuenta que había amanecido, tenían la noción del tiempo que pasaron juntos, ya eran las 7am, aunque no se reflejaba porque las cortinas eran gruesas pero la luz estaba encendida, ella tomó un cigarro de su cajón y lo encendió, mientras fumaba pensaba como dejó que la persona que la planea asesinar la tocara y dejara entrar en su habitación, jamás había metido un hombre en su recámara, cómo explicarle a Jade lo que pasó y el hecho de tener la oportunidad de matarlo y no hacerlo, pero en el segundo encuentro acabaría con él; el hombre observaba aquella mujer a su lado, tan atractiva y seductora con ese cigarro en la boca, esa cara de serenidad y seriedad, era la primera mujer con quien tenía relaciones sin torturarla antes de matarla pero cuando tenga la oportunidad la matará como debió haberlo hecho desde un inicio, aunque no se arrepiente de haber estado con ella, lo cierto es que disfrutó cada momento. Marlene terminó el cigarro y lo colocó en el cenicero, se levantó, tomó su bata e ingresó al baño para tomar una ducha, antes de entrar dejo su mano en picaporte y habló sin voltear.
Marlene: Espero que cuando salga no estés aún presente (giró la manilla, entró al baño y cerró la puerta).
El hombre pasó una mano por su cara, escuchaba como abrió la regadera y comenzaba a ducharse, se paró de la cama, tomó su ropa, se vistió y salió por la ventana. Marlene al salir del baño se dio cuenta que ya no estaba, así que comenzó a listarse, bajó a desayunar e iría al medio día a la empresa a ver a Violeta para que le diera información de aquel tipo y después visitar a Jade.
Se colocó una falda negra arriba de la rodilla con una blusa de tirantes del mismo color, un saco de manga tres cuartos color beige, una cadena de piedras azul marino, dejó su pelo suelto y lacio, tomó su bolso, colocó su arma, dos navajas, su celular, objetos de limpieza y maquillaje, bajó las escaleras, se despidió de su tía y fue al garaje por el Lamborghini Gallardo LP600 4 Spicy 2, condujo hasta la empresa, aparcó en el estacionamiento, bajó del auto, colocó la alarma e ingresó a la empresa, le dieron los buenos días las recepcionistas, ella devolvió el saludo, tomó el ascensor y fue al cuarto piso para hablar con Violeta, bajó del ascensor y fue al lugar donde estaba Violeta, era una oficina normal por fuera pero al entrar te das cuenta de todo e incluso la pared tiene otra sala, tocó la puerta e ingresó, ella estaba sentada.
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