En tu casa parte II

El auto se detuvo en una gran mansión, una casa con dos pisos que por fuera parecía por lo menos 10 o tal vez 15 veces más grande que el apartamento en el que vivo.

- Cuando estaciones el auto revisa que no hayan reporteros cerca, en ese caso infórmame de inmediato, - dijo Cristofer al chófer.

- Si señor, ¿desea que lleve a la señora a su casa?, dice Caliope

- No, ella se quedará conmigo, dice Cristofer y Caliope asiente

No digo nada pero esas palabras me llenaron de alegría y emoción, es la primera vez que un hombre me lleva a su casa... y aunque es mi jefe se siente bien que diga eso, debo parecer una estúpida me digo a mi misma.

Entro a la casa siguiendo a Cristofer, la casa es muy grande, está iluminada y con un gran espacio, se siente llena de vida aunque no haya mucha gente en ella.

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- Buenas noches señor, llega un poco tarde hoy, pensé que no llegaría a dormir.

dice una mujer que al verme se le ilumina el rostro y camina hacia mí.

- Buenas noches señorita, soy Ana la ama de llaves del señor Cristofer, ¿es usted amiga del señor?

- No hagas preguntas Ana, dale de cenar y acompañala hasta que termine su trabajo, - dice Cristofer.

- Si señor. Le llevaré su comida a su habitación.

Seguí a Ana a la cocina mientras está caminaba alegremente.

- Debe ser usted muy cercana al señor, es la primera vez que trae a alguien a la casa, - dice Ana mientras sirve la comida.

- No... solo soy su asistente, debo hacer un informe muy importante y es por eso que me trajo aquí. - dije despejando cualquier duda sobre el tema

- No creo que sea solo por eso, pero bueno señorita usted sabrá, dice Ana mientras lleva la comida a Cristofer.

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Son casi la 1:00 de la mañana, solo estoy leyendo y revisando todo el informe para entregarlo, no se si él aún este despierto, Ana aún está en la cocina haciéndome compañía.

Una vez todo está listo pregunto a Ana si puede llamar al señor para entregarle el informe, o si piensa que es mejor que lo deje en la mesa y solo me marche.

- No señorita si hace eso él estaría furioso, mejor valla, suba las escaleras y la segunda puerta a mano derecha, ahí está el señor.

- Está bien, - dije a Ana mientras caminaba con mi tablet en mano.

Subí las escaleras de la gran casa, las escaleras son de color negro, no tiene barandal, pero si una delgada línea entre escalón color dorado, en la segunda planta hay varios cuartos, y algunas plantas que decoran el lugar, el balcón que da vista hacia el primer piso tiene un barandal dorado sobre un gran vidrio que cubre el lugar.

Fui hasta la segunda puerta a mano derecha como me indico Ana, había un gran estudio pero Cristofer no estaba.

Cuando iba a salir entro él envuelto en una toalla que le cubría solo la parte de abajo, su cabello estaba mojado y su pecho a la vista, su olor es sin duda lo mejor de todo.

- Perdón, - dije mientras apartaba la vista de su cuerpo.

- ¿Te gusta lo que vez?, - dice Cristofer mientras toca su cabello lanzando unas gotas de agua.

- ¿Disculpe?, solo vengo a entregar el informe, ya está listo si desea puede revisarlo.

Me tiende la mano y le entrego la tablet, este sin ver si quiera el informe la lanza a un sillón que está en el salón.

camina hacia mí y me acorrala entre el escritorio y el, quedó prácticamente sentada en el escritorio con la falta mucho más arriba de donde debía estar.

Cristofer estaba mojado y su cuerpo se sentía frío y fresco a la vez.

- ¿Crees que necesitaba un informe de una reunión tan improvisada, una reunión en donde no se firmó ningún papel y solo se planeo otra para más adelante?, - dice Cristofer con una mirada pervertida que me desnuda, y una sonrisa de medio lado.

- ¿Entonces para que me hizo venir aquí, si sabía que no necesitaba el informe? - pregunté tratando de que no se me quebrara la voz ni desviará la mirada mientras lo decía.

- ¿No es obvio Stefany? - dice mientras juega con un mechón de mi cabello con sus dedos, - Tenía que castigarte continuo.

- ¿Castigarme porque?

- Hoy no lo hiciste nada bien, ni siquiera pudiste leer una sola línea de mi agenda... Que mala chica fuiste hoy.

Su dedo dejo de jugar con mi cabello para hacer una línea por mi brazo que al parecer terminaría en mi pecho, antes de eso busque la manera para salir de su encierro, bajar mi falda y organizar mi cabello.

- Se equivoca si piensa que soy una mujer tan fácil, por favor límitese a tener una relación laboral conmigo, espero mi error no se vuelva a repetir y el suyo tampoco señor.

Empezó a reír de una forma sarcástica y retadora, se acercó a mí y me sujeto por el brazo pegando mi cuerpo al suyo que estaba aún húmedo.

- Yo decido CUANDO, COMO, CON QUÉ Y PORQUE TE CASTIGO, no sigas tan rebelde, eso no servirá de nada. Caliope te llevará a tu casa, recuerda que debes estar puntual en tu trabajo y con un mejor estado que hoy, no quiero que se vuelva a repetir ¿entendiste?

Me soltó el brazo y antes de que dijera algo grito a Caliope y le dió la orden de llevarme a casa.

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Caliope me trató muy bien en el camino, una vez llegue a mi apartamento quedé tendida en la cama tratando de entender que fue lo que pasó en aquella casa y como es que mi jefe se ha convertido en mi dueño.

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