La tentación era muy grande .¿Por qué tenía que ser Cristian palker quien le hiciera aquella oferta?
—No se trata de dinero, Cristian–dijo ella.
Cristian agitó las mano que tenía dentro de los bolsillos de su chaqueta
—Mira ya se que no quieres tener nada que ver conmigo–dijo él–. Pero al menos, hazlo por Natali y Carlos. No sé merecen nada de esto. Pon tu el precio, Bianca.
Bianca le observó detenidamente. El sentido común le decía que debía rechazar la proposición. Sin embargo, una pequeña parte de su cabeza no hacía más que recordarle lo maravilloso que había Sido el tiempo que habían pasado juntos. A su lado, se había sentido especial, importante, había vivido la mayor felicidad posible.
Durante cinco años, con todo lo que había pasado, no había sido capaz de reconciliarse con el pasado. El cáncer de su madre habia dejado todo en un segundo plano, llenando toda su vida meszcla de pesimismo y esperanza. Las necesidades de su madre le habían impedido pensar en si misma, en sus decepciones, en si corazón roto y en los sueños que se habían partido a la mitad.
Tras luchar con la enfermera durante cuatro largos años, su madre se había hundido definitivamente. El dolor y la culpabilidad habían sido, desde entonces, sus únicos compañeros de viaje. El trabajo y las facturas, sus únicas ocupaciones.
Bianca miraba a Cristian y se preguntaba si su presencia allí no sería una señal que había estado esperando para reaccionar.¿ Era una oportunidad para rehacer su vida?
Bianca miro el retrato de su madre que corgaba de la pared.
<< siempre hay que vivir sin arrepentirse de nada >> le había dicho su madre antes de morir. << Bianca, prométeme que nunca lo harás. Prométemelo...>>.
Ver a su madre luchar con todas sus fuerzas contra el cáncer para sucumbir finalmente sin poder hacer nada, le había enseñado dos lecciones importantes. La primera era que uno nunca se debía culpar por las cosas que no había hecho en el pasado. La segunda, que había cosas por las que valía la pena luchar.
Ella había fallado en ambas.
No había tenido el coraje suficiente para darlo todo por su madre, para alargar su vida, para salvarle la vida.
Por otra parte , había dejado escapar a Cristian. No había luchado por él, por una relación con él. Había dejado que el miedo de Cristian al compromiso matara la oportunidad de tener un futuro juntos.
Cristian la estaba mirando sin inmutarse, sin dejar entrever la más mínima emoción en su rostro, pero ella sabía qué, por mucho que lo hubiera negado , había sentido algo por ella en el pasado, algo más que deseó. De no haber sido así , nunca le habría tratado como lo había hecho , nunca habría dectetado en sus ojos el dolor y la desesperación la mañana en que se habían separado. De no haber Sido así Cristian nunca se hubiera sentido traicionado por ella.
Y allá estaba de nuevo, delante de ella , como si la vida le estuviera dando una segunda oportunidad.
¿Estaba dispuesta a intentarlo?
Podía fallar , podía volver a sufrir de nuevo como lo había hecho, pero ¿ acaso no valía la pena intentarlo con todas sus fuerzas una vez más ?
El problema era ¿Cómo hacerlo?¿cómo podía conseguir algo así con un hombre que le tenía fobia al compromiso?¿A un hombre que había huido de ella en el pasado, cómo podía hacerle ver que era posible que dos personas tuvieran una relación plena y ser felices?
Bianca se dió la vuelta , incapaz de pensar con serenidad bajo la intensa mirada de Cristian y , al ver el reflejo de él en el espejo, advirtió que la estaba mirando de arriba a bajo. Un escalofrío le recorrió el cuerpo al sentir el deseo de él. Cristian se dió cuenta de inmediato de que ella lo estaba mirando através del espejo, y regreso de nuevo a su aspecto neutro e insensible.
Pero ella ya tenía lo que necesitaba . Empezaría por lo que siempre había funcionado entre los dos,el sexo. A partir de ahí, podría construir lo que quería, y no volvería a cometer el mismo error de confesarle sus sentimientos demasiado pronto.
Bianca se sonrojó ante la idea de volver acostarse con Cristian. Paradójicamente, lo que estaba pensando proponerle era lo mismo que Antonio le había propuesto en su momento.
¿Aceptaría Cristian la oferta que ella había rechazado en el pasado?
—Volverè a palker crusiers con dos condiciones–dijo ella dándose la vuelta para encararse con él.
—Las que quieras.
—En primer lugar , quiero una carta de recomendación tuya, por escrito y por anticipado–empezó Bianca, que no quería volver a cometer el mismo error.
—Si te la doy,¿ que te impedirá abandonar la empresa antes de un año?–pregunto él.
—Mi palabra .
—Hecho– dijo él, aunque dubitativo–.¿Cuál es la segunda condición?
Bianca se mordió el labio inferior, respiró profundamente y se armo de valor.
—Tú. Te deseo a ti. Te quiero en mi vida , en mi cama . Solo para mí. Durante un año.
Cristian retrocedió como si le hubieran golpeado la cara .
—Eso no forma parte de la negociación–dijo él.
Bianca intento ocultar si inseguridad
—En ese caso, no puedo ayudarte–afirmó ella.
—¿Qué quieres? ¿Intentas todavía que te regale un anillo? Te lo dije en su momento y te lo vuelvo a repetir, no me gustan los compromisos.
No , no le gustaban, y ella nunca conseguiría nada si no derribaba la muros que Cristian había erigido a su alrededor. Durante el tiempo que habían pasado juntos, no había pasado una sola noche entera con ella, ni siquiera había conocido a su madre. Si deseaba conseguir lo que quería , tenía que encontrar la manera de introducirse en sus defensas y convertirse en parte de su vida. Pero debía andar con cuidado. Cristian se revolveria en cuanto sospechara lo más mínimo.
—No te estoy pidiendo algo que dure toda la vida –dijo ella fingiendo una seguridad que no sentía—solo doce meses.¿Te crees tan irresistible que todas las mujeres quieren casarse contigo? Los dos sabemos que este trabajo va hacer duro , que vamos a tener que pasar muchas horas juntos . Yo no tengo demasiada vida social, por no hablar de sexo.¿ Que daño puede hacernos? Entre nosotros , el sexo siempre funcionó.
Los ojos de Cristian brillaron por un instante fugaz.
No lo había olvidado.
Bianca sintió esperanzas para seguir insistiendo.
—¿Cuando empezamos?– pregunto Bianca
¿Que hombre en su sano juicio podía rechazar tener relaciones sexuales con una mujer tan atractiva como ella ?
Tenía que ser el.
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Comments
Marta Bedetti
bien chiquitína...
2023-10-30
0
Mabelibra123@gmail.com Bravo
Bueno, en realidad él solo fue a pedirle que sea su asistente. Ella solita se hizo el rollo de los sentimientos, la atracción y todo lo demás. Se desvió un poquito en su razonamiento.
2021-10-23
1
Neida Beltran
muy astuta... me.gusta
2021-09-25
3