Capitulo 4 "Entes paranormales"

—¿P-Por qué papá está borracho?—Dije al borde de las lágrimas y seguí escuchando la conversación de mis padres

...(Habitación de los padres de Sam)...

—¡¿Por qué otra vez llegaste ebrio?! ¡Contéstame Vito! Ya tengo suficiente con lo que le pasó a nuestra hija.

—¿Crees que yo me siento mejor que tú? ¡A mí también me duele haber perdido a Sam!

—Entonces hay que ser fuertes por ella, nosotros vamos a...

—¿Nosotros? Clarissa, tú sabes que yo dejé de quererte hace mucho tiempo ¿Es necesario fingir? Nuestra hija ya no está aquí, hay que dejar las hipocresías a un lado.

—Pero ¿Por qué me hiciste creer que me querías todo éste tiempo? ¡CONTESTA CARAJO!

—SOLO LO HICE POR NUESTRA HIJA ¿CONTENTA? AHÍ TIENES LA PUTA RESPUESTA.

—Ya me cansé de toda ésta mierda. Me largo de aquí.

—LÁRGATE, NO VUELVAS NUNCA. SI NO HUBIERA SIDO POR TU ESTÚPIDA IDEA DE DECIR QUE ESA NIÑA ERA MI HIJA TAL VEZ AHORITA YO SERÍA MUY FELIZ.

—PÚDRETE VITO. HASTA NUNCA, VETE AL CARAJO.

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Ya no tenía fuerzas para seguir escuchando. Caí en el suelo y me puse a llorar ¿Solo por mí se condenaron a sufrir? Entonces mi vida siempre fue una farsa. Mis padres solo estaban juntos por compromiso y yo creía que nunca iba a presenciar un amor tan puro como el de ellos, yo soy la única culpable en todo ésto.

—¿Por qué no nos vamos, Sam? Ya fue suficiente por un día.—Joe me tendió su mano y yo la tomé. Mis pies no respondían. Sin embargo las lágrimas aún salían. Sentí unos brazos rodearme, era Joe quien me proporcionó un abrazo que me reconfortó. Ambos estuvimos abrazados por mucho tiempo y mi llanto fue cesando poco a poco

—Tal vez solo lo hacían por ti Sam. No todo es como pensamos. A veces los padres hacen lo posible para ver felices a sus hijos. No te tomes personal ésto pero creo que lo mejor para ellos es que tu hayas muerto. Míralos ahora, se están liberando uno a otro. Ya pueden seguir su camino por separado sin condenarse a vivir infelices toda su vida.

—Eso no me hace sentir mejor. Mi familia se ha desintegrado tan rápido que me cuesta trabajo procesarlo. ¿Por qué me siento tan culpable? ¿Qué fue lo que hice mal?

—Tu no hiciste nada mal. Por alguna razón estás aquí y tus padres algún día verán que al fin pueden ser felices y libres. Por ahora sí no tienes un soporte familiar yo me propondré ser tu familia y tu soporte, yo solo cuento contigo y tú igual. Tal vez es lo único que necesitamos.

Necesitaba hacer algún comentario para cortar un incómodo silencio que se había formado de un momento a otro.

—Vamos a algún otro lugar, antes de que me contagies lo cursi.— Joe me miró y bufó.

—No soy cursi, solo trataba de hacerte sentir bien. ¿De esa forma me pagas?—Formo un puchero y yo solo reí. Apreté una de sus pecosas mejillas y seguí caminando.

—¿A dónde quieres ir?

—Me acabo de acordar de algo muy importante, sígueme.

—¿A dónde me llevas?

—Se que aún no estás del todo bien así que vamos a hacer algo que solo nosotros podemos hacer.

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...(Joe)...

Yo sabía que Sam no estaba bien, a pesar de que sonreía se podía ver la tristeza de lo que acaba de suceder en sus ojos, así que recordé que hoy habría un evento escolar en el que yo estaba invitado justo antes de morir.

—¿Qué hacemos aquí? ¿Venimos a estudiar?

—Te presento el lugar en el que yo estudiaba.—Dije alzando los brazos como si fuese el dueño de todo ese lugar. Caminamos hasta la entrada, donde había un altar con mi foto y flores marchitas a los lados. Vaya montón de hipócritas.

—Vaya Joe, te querían mucho en ésta escuela.

—Si como no—Respondí en tono sarcástico. Ella sólo me vió con el ceño fruncido pero no dijo nada.

—¿Aun hay alguien aquí? El sol se oculto y para ser honesta no creo que haya alguien aquí.—Sam parecía desconcertada pero tenía que hacer lo posible para que volviera a sonreír de nuevo.

—Necesito que algunos idiotas reciban su escarmiento y tú me vas a ayudar.

—Espera... ¿No estarás hablando de...?—Ella parecía saber que es lo que íbamos a hacer así que yo solo confirmé sus sospechas.

—Si... Los vamos a asustar. ¿Qué creían?¿Que me iba a ir sin vengarme de esos hijos de puta por hacerme la vida imposible? No desaprovecharé está oportunidad.

—¿Cómo haremos eso? Sabes que no podemos tocar nada.

—Eso no es verdad Sam, he descubierto que tan solo con mirar el objeto y pensar en la acción que quieras hacer se puede mover solo ¿No es genial?.—Ella me miró sorprendida y con una gran sonrisa.

—¿De verdad? ¡Quiero intentarlo!— Ella miró un florero durante un momento y segundos después el florero cayó al suelo, regando las flores alrededor de él. Sam salto y se emociono tanto cuando vió que era verdad.

—¿Como descubriste eso?

—Bueno, lo descubrí cuando estaba viendo cuál sería la posibilidad de que le cayera el recipiente de la sal a la comida en el comedor de tu escuela, y en un momento la cocinera salió corriendo de ahí.

—Vaya eres todo un genio. ¿Qué hacemos aquí? ¡Vayamos a asustar a esos hijos de puta!

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...(Samay)...

Caminamos hasta las habitaciones de los chicos, llegamos a la habitación número 204 en donde se escuchaba un poco de música y risas. Vimos a muchos chicos pero Joe miraba a uno en especial, era un chico alto de pelo café y ojos color avellana. Tenía la piel bronceada y reía mientras tomaba un trago de su cerveza. Todos estaban sentados en el suelo formando un círculo. Nos concentramos en escuchar lo que decían.

—Hey Sussan ¿Trajiste lo que acordamos?—Dijo un tipo de tez blanca con pelo naranja.

—¿Estás bromeando verdad? Obvio que si idiota.—Vi a la chica sacar de su bolso un tablero de ouija.

—Un momento ¿Dónde está el imbécil de Joe?—El tipo bronceado lo dijo en un tono burlón, lo que hizo molestar a Joe. Después de un rato todos empezaron a reír y dijeron al unísono.

—¡Joe manifiestate!

Joe estaba tan furioso que se quedó viendo un balón de basketball que estaba encima del armario y en unos segundos éste cayó al suelo haciendo que las risas se calmaran.

—¡¿Qué fue eso?!—Dijo la chica que al parecer se llama Sussan.

—Vamos, solo fue el viento no sean chillones—Comento ahora el tipo bronceado.

—P-Pero que tal si no fue el viento.

—¿Entonces que más pudo ser? ¿El fantasma de Joe? No sean idiotas los fantasmas no existen. ¡Oíste Joe! ¡Espero que te estés pudriendo en el infierno idiota!—Vaya que ese sujeto bronceado era un imbécil. De nuevo todos volvieron a explotar en carcajadas.

Colocaron el tablero en el suelo y pusieron encima un objeto que se movía cuando estaba presente un ente paranormal. Todos pusieron la mano sobre ese objeto y se formó el silencio.

—Bien, como Joe estaba invitado vamos a llamarlo.

—Yo empiezo—Dijo el sujeto de pelo naranja con emoción. Pobre idiota.—Joe ¿Estás aquí? ¡Manifiestate!

—¿Es enserio que preguntaste eso? Qué pendejada.

Joe se dirigió hacia ellos y vió el tablero. Yo estaba detrás de él y pude observar como movía aquel objeto a cada una de las letras del abecedario para formar la palabra "Si"

El sujeto palideció tanto que parecía un cadáver andante y su mano temblaba de una manera muy dramática. Todos quedaron pasmados por la forma en la que esa cosa se había movido.

—N-No sean idiotas ¿Quién movió ésta mierda?—Dijo el chico zanahoria.

Joe parecía disfrutar mucho éste momento. Tenía una sonrisa malévola en su rostro y a la vez quería reír a carcajadas. Honestamente yo también lo disfrutaba, necesitaba hacerlo mas a menudo.

—Joe ¿Por qué no me dijiste que ésto era tan divertido?

—Porque tenías que verlo por ti misma—Dijo un Joe más sonriente que nunca —Vamos, no te quedes ahí parada y prende la música.

Nunca creí que hacer ésto era tan divertido. De un momento a otro ya estaba prendiendo el reproductor de música y poniéndolo a todo volumen.

—Vaya Sam ¡Qué buenos gustos tienes! Amo esa canción.

—¿De verdad? Yo también. Hay que dejar que sus gritos hagan el coro mientras nosotros cantamos.

—¡Qué gran idea!—En ese momento ambos cantamos al unísono.

KEEP YOU IN THE DARK, WHAT HAD YOU EXPECTED? ME TO MAKE YOU MY ART AND MAKE YOU A STAR AND GET YOU CONECTED?

I'LL MEET YOU IN A HOUSE

I'LL BE CALM AND COLLECTED.

La música terminó y esos idiotas no paraban de gritar. A pesar de eso decidieron continuar su estúpido ritual.

—Joe ¿Quieres seguir haciendo ésto?

—¡Obvio que sí! Tú me ayudarás. Ésta noche va a ser la más divertida que tu alma tendrá.

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