Para el lunes me levanté temprano, a las 5:30 am ya estaba arreglándome, me encontraba ansiosa, pues tenía que estar a las 7:00 am, en la universidad, el día esperado ya había llegado.
Desayuné, me fui con un suéter holgado, unos tenis y mi pantalón de mezclilla, regalo de cumpleaños de una de mis mejores amigas. No lleve maquillaje, traía el pelo con una coleta, debía sentirme cómoda para no estar sufriendo durante el tiempo que estaría ahí adentro.
Estuve esperando como media hora fuera de las instalaciones, no sé qué tanto andaban arreglando, ya me encontraba irritada, hasta que salieron y al fin entré.
A todos los aspirantes, nos reunieron en un auditorio de la escuela, no me puse a mirar, solo me senté y aguarde, fue una plática de casi dos horas, se me hizo extraño, solo íbamos al examen, creo que estaba demás el que hablaran generalidades de la escuela, lo que se rescats de cierta manera dieron más indicaciones sobre la aplicación del examen, aún no estábamos seleccionados, pero bueno.
Al mando unos profesores fueron los que nos guiaron, cada quien por su área, y cierto número de personas.
Así que no vi el segundo grupo, fui el primero al que se llevaron, la universidad ya me había enamorado, tiene instalaciones muy bien cuidadas, arregladas, y finas. Tenía un alto prestigio, eso era algo que me ponía más ansiosa, creí que quizás no pasaría el examen.
Me tocó un salón en uno de los edificios más grandes de ahí, cerca se encontraba la cafetería.
Antes de comenzar, pedí permiso para ir a imprimir en su papelería, un documento que no logré haberlo hecho antes, ¡Qué linda papelería¡, fue lo primero que dije, tenía de todo y la gente era amable. Sin voltear, solo escuché risas, me supuse era el otro grupo que iba al siguiente salón a realizar de igual manera si examen.
Pero, a lo lejano, entre la multitud de ruido, una risa destacó entre las demás, sabía que la había escuchado antes, ese tono, pero me desconcertó, pero estaba apresurada, así que ya no le di importancia.
Me sentí extraña, cuando ya me encontraba en el salón, no sé, esa risa permaneció en las tres horas de mi examen. Al termino, tenía que llenar unos documentos, fui la última en acabar, tenía prisa, tenía una cita con Axel, me esperaría para según él, animarme y felicitarme, algo loco, porque aún no siquiera me quedaba, pero, era un lindo gesto, por eso le dije que si.
Cuando iba de salida, recorría el pasillo,y de repente un chico muy alto llegó a golpear mi hombro, provocando que tirara unos de mis papeles, me molesté porque no siquiera un perdón me dijo, así que decidí gritarle:
-¡Hey¡ Fíjate bien por dónde caminas.
Él solo dirigió su mirada hacia mi, se rió y siguió su camino, prácticamente me ignoró, con todo y mi coraje, me agaché a recoger mis papeles, y en eso, bastó solo un momento para que mi mirada fuera hacia un lado, alcanzándola a ver, escuchándola (reconociendo esa voz, esa noche en aquel lugar), pero de repente, cuando me levante apurada, fue solo eso, un descuido, ella se escapó, se me esfumó, pareciera que me había congelado y no sabía qué hacer, sólo ella impregnada en mi mente, cuando reaccioné me quedé intacta, porqué una chica que aún no conocía, había generado en mi sentirme así, mis ojos la buscaron, pero no la encontraron, se había ido ya del lugar, peor una cosa si quedo, fue que mis ojos la tomaron, y es que ella sin saberlo y yo aún sin reconocerlo, ya me había atrapado...
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