La Villana Protegerá A Su Bebé
El olor de la sangre de mis heridas, el olor nauseabundo de los prisioneros, junto a esas personas despreciables, estaba yo, la que alguna vez fue la imponente emperatriz de este imperio, era irónico, cómo había acabado aquí por orden de aquella persona que tanto ame, por aquella persona a la cual le entregue todo mi ser, cometiendo actos cuestionables solo para verlo en la gloria del trono.
— Por ende, ¡se procederá a la ejecución de Rosary Crowbell! —exclamó mi verdugo—.
Bullicio
— Yo…—murmuré mientras dirigía mi mirada a aquel hombre de cabello rojo—.
No puedo creer que al final, lo único en lo que puedo pensar es en ese hombre, pero… ahora no es amor lo que busco en él, solo quiero saber una cosa, ¿en qué punto de mi camino me equivoque? ¿Acaso fue cuando use medios cuestionables para deshacerme de las familias que amenazaban el trono de William? ¿o acaso fue cuando traté de recuperar mi lugar como su esposa…?
Es irónico, acabo de darme cuenta de cuál fue mi error, justo ahora, cuando mi vida está por llegar a su fin, me doy cuenta de que nunca debí de entregarle mi corazón a ese hombre de sangre fría, a ese hombre que solo me vio como una herramienta para alcanzar sus metas, “William”, nunca llegué a comprender cómo pudiste darle todo tu amor a esa muchacha, ¿acaso fue amor a primera vista?
— William—dije con impotencia mientras él me miraba con desprecio—.
Ni siquiera en estos momentos parece tener la intención de prestarme atención, yo… ¿de verdad moriré por un sujeto así? ¿Qué tan patética puedo ser? ¿De verdad seguiré anhelando su amor incluso hasta el final? Ah, rayos, supongo que es un poco tarde para darme cuenta de algo tan obvio, pero creo que aún no es tarde para decirlo.
— William—dije mientras juntaba todas mis fuerzas—. En mi próxima vida… ¡juro que nunca te amare!
— ¿Q-que? —masculló el arrogante emperador, aun sin poder creer que me atreviera a levantarle la voz—.
Vaya, entonces así es como se ve el rostro de William cuando está enojado, no puedo creerlo, William, el perfecto William al que tanto ame, justo ahora, ese sujeto se ve como niño siendo regañado por su mamá, realmente… me alegro, somos igual de patéticos…
— William, eres ridículo—dije con una sonrisa—.
— ¡Silencio! —exclamó William con el rostro deformado por la ira—. ¡ejecútenla!
Bullicio
— ¡si su majestad! —exclamó mi verdugo apresurandose a cortar la soga que sostenía la guillotina sobre mi cabeza—.
Slash
Al final, fue menos doloroso de lo que pensé, o puede que ni siquiera lo notara con todas las heridas que tenia mi cuerpo debido a las torturas que pase en ese calabozo hasta el día de mi ejecución, como si fuese una malvada bruja.
¿una bruja…? ¿Qué se supone que es eso? Algo es extraño, estas palabras desconocidas surgen con tanta facilidad de mi mente, “bruja” “reencarnación” no… debo detenerme, presiento que no debo seguir pensando en eso, pero… creo que ya es muy tarde.
—Una rosa blanca para el emperador”—murmuré con horror mientras abría los ojos—.
¿Cómo pude tardar tanto en recordarlo? Este libro que conozco mejor que nadie, esta novela con título cursi y con una historia tan repetitiva, algo tan estúpido, pero tan importante… ¿Cómo pude olvidar cual es mi papel en este mundo?
— Todo acabó—dijo con una cálida sonrisa—. Ahora puedes dejar de reencarnar.
— Tú…—murmuré—.
Es cierto… este niño, al igual que la primera vez que llegue a este mundo, me miró con esa expresión, con genuina preocupación, y al igual que esa vez, no puedo evitar preguntarme si esos ojos preocupados no son más que una cruel farsa para usarme como guste.
— Dime, ¡¿Por qué mi bebé tuvo que morir de esa manera?!—exclamé con ira—.
— No tiene sentido pensarlo—dijo con un suspiro—. Si ya has recordado la novela, sabes que era inevitable que ese “sin nombre” fuese asesinado.
Mi bebé era un estorbo para William, ya que si mi bebé llegaba a nacer, mi posición como emperatriz estaría afianzada, haciendo imposible que él se casara con la protagonista, es por eso qué tuvo que dar muchos rodeos y crear pruebas de mi cometiendo crímenes que atentaban contra el imperio, pese a que lo único que hacia era trabajar como una esclava para él.
— Es cierto, la muerte de mi bebé era algo necesario para el desarrollo de la novela, pero ¿por qué aun no me dices dónde está mi bebé?
— ¿Por qué un “sin nombre” estaría aquí? —preguntó sin mostrar culpa alguna por sus crueles palabras—.
— ¿Qué es un “sin nombre”? —pregunté con un mal presentimiento—.
— Sé que es triste para ti, pero no se puede hacer nada, solo déjalo ir.
— Dime de qué rayos estás hablando.
— Ah, es cierto, no sabes que algo sin nombre no puede mantener su alma—dijo—.
— ¡…!
Si tan solo no hubiese hecho esa pregunta, puede que no me hubiese sentido tan impotente y culpable, yo… ¿Cómo pude ser una madre tan egoísta? ¡¿Por qué no pude darle un nombre?!
— Yo… quiero volver…—dije mientras apretaba el puño con determinación—.
— Olvida esa tontería, sin importar lo que hagas no cambiaras nada—dijo mientras desesperadamente trataba de hacerme cambiar de parecer—. Sin tus recuerdos no tienes ni la menor oportunidad de-
— Basta con poder llevarme esos recuerdos, ¿no es así? —pregunté—.
— ¡¿Acaso has olvidado lo que pasará si lo haces?!
— Esta será “la última regresión”—dije con una sonrisa cansada—. ¿Pero qué punto tiene huir?
Ahora que lo pienso, ¿Cuándo fue la última vez que pude actuar libre y sin restricciones por el administrador? Sin importar nada, solo podía ir según lo estipulado por la novela, y puede que hasta en mi anterior mundo haya estado atada a una fuerza invisible que me obligaba a vivir miserablemente.
— Incluso si es la última vez, quiero vivir libremente —dije con una sonrisa cansada—. Sin importar cual sea el desenlace, quiero intentarlo de verdad, quiero ver un mundo en el que mi bebé no tenga que ser tratado como un estorbo.
— ¿Eso es lo que realmente quieres…?
— ¡Sí! Así que por favor…—dije entre lágrimas mientras me desplomaba en el piso—. Déjame ser libre.
— Pero…—dijo aun tratando de detenerme, pero entendiendo un poco mi dolor—. Está bien…
— ¡gracias! —exclamé con alegría mientras lo abrazaba—.
— Ross…—dijo mientras correspondía mi abrazo—. Tengo una condición, ¿está bien?
— ¡Sí! Puedes pedirme lo que gustes.
Sea lo que sea, él nunca pide cosas fuera de mi alcance, incluso aquella vez en la que pedí la oportunidad de poder despedirme correctamente de mis padres en mi anterior mundo, él fue muy amable ayudándome a poder verlos a través de un sueño, y lo único que pidió a cambio fue poder llamarme por mi nombre, es por lo que estoy bien con lo que sea que me pida.
— Sin importar nada, no puedes “…”—dijo—.
— ¿Qué fue lo que dijiste…? —pregunté después de darme cuenta de que no podía escuchar su voz claramente—.
— Ross “…” por favor, promételo.
— ¿Qué cosa? —pregunté confundida—. ¡¿Por qué no puedo escucharte claramente?!
— Prométeme que jamás “…”—dijo con una expresión de súplica—.
— Yo…—murmuré dudando por no saber que dijo—. Lo… prometo…
— Realmente aceptaste—dijo con una inquietante sonrisa—. Gracias, ahora me quedo más tranquilo.
Ya veo, me alegro de haberlo calmado al realizar esa promesa, sin embargo, ¿Por qué no puedo evitar sentirme inquieta? Sé que él jamás me pediría algo irrazonable o cruel, porque así es él, por eso, debo darme prisa y enterrar esta inquietud. Justo ahora, lo único que quiero es despedirme correctamente.
— Lo prometo, nunca olvidaré el gran favor que me hiciste—dije mientras hacia una reverencia—. Así mismo, sé que jamás podré hacer algo para poder compensarlo.
— No hace falta—dijo con una sonrisa cálida mientras me daba palmadas en la cabeza—. Me basta con que no olvides mi nombre.
— Tu nombre…—murmuré al darme cuenta de que no podía recordarlo—.
— Mi nombre es…—dije en un dulce susurro en mi oído, mientras el sueño me invadía—.
— ¡Nix! —exclamé al abrir los ojos de nuevo—.
¿Dónde estoy…? No, esa no es la pregunta correcta, lo que ahora debería preocuparme es la fecha en la que desperté, así mismo… ¿Cómo puedo estar segura de que todos mis recuerdos están intactos?
— Buenos días a su majestad la emperatriz—dijo una familiar voz femenina—.
— ¿Isabel…? —murmuré al ver a la asesina de mi bebé—.
— ¿Pudo descansar bien? —preguntó educadamente mientras separaba las cortinas—.
— Dime… ¿Qué día es? —pregunté aun sin saber cómo reaccionar—.
— No se preocupe, los preparativos para el banquete que se celebrará en unos días estarán acabados a tiempo—dijo mientras indicaba a otras sirvientas que prepararan mi baño—.
Eso no fue lo que pregunte, pero está bien, sus palabras me bastaron para confirmar que el escenario principal aún no ha iniciado. Ahora, sin más preámbulos, debo contratar a la asesina de mi bebé.
— Isabel—dije con una radiante sonrisa—.
— ¡Lo siento mucho! —exclamó mientras se arrodillaba en el piso—. ¡Yo cometí un grave error!
— ¿mm? ¿de qué error estás hablando?
— Eso… no lo sé muy bien, pero si usted ha puesto una expresión como esa—dijo con pavor—. Debe estar realmente enfadada.
Yo solo traté de poner mi mejor sonrisa… no puedo creerlo, otra vez olvidé algo importante, y es que ahora que estoy en este cuerpo, no puedo sonreír como una persona normal, así mismo, mis habilidades de comunicación se hicieron trizas.
— Bien…—dije con un gran suspiro—. Por favor haz salir a los demás sirvientes de mis aposentos.
— ¡Enseguida! —exclamó a toda prisa, aun mas aterrada por haberme escuchado decir “por favor”—.
Ahora puedo decir con total seguridad que haber recuperado mis recuerdos no va a ayudar mucho en esto, incluso si tengo recuerdos de una vida en la que era muy social, ahora que estoy en este cuerpo, estoy obligada a actuar según mi papel.
— Isabel, acércate—dije mientras me levantaba de mi cama—.
— Sea cual sea el error que cometí, hare todo lo posible por corregirlo—dijo sin atreverse a levantar la mirada—.
— ¿De verdad? —pregunté con una sonrisa maliciosa, mientras le susurraba al oído—. Entonces deja de fingir que trabajas para mí.
— ¡…!
— Sé que no soy rival para ti en cuestión de fuerza, por eso quiero hacer un trato contigo, no creo que te niegues… no, de hecho, no tienes otra opción.
— ¡su majestad! Realmente no sé a lo que se refiere.
Si esta fuese una negociación normal, entonces no tendría problema en ir lentamente hasta ganarme su confianza, pero esa ya no es una opción para mí, justo ahora voy en contra del reloj, pues en cuanto empiece el escenario principal no podré hacer muchas cosas para evitar ese final.
— Isabel, basta con que uses tu habilidad para saber si miento, ¿no es así?
— Usted… desde cuando…
— Mm, si te dijese que lo sé desde este instante, ¿me creerías?
— …
— Pff! No hay necesidad de que lo pienses demasiado, solo confía en tu habilidad—dije mientras me sentaba frente al espejo—. Yo, Rosary Crowbell, juro que no pretendo traicionarte, mi propuesta es sincera.
— Usted… no miente…—dijo sin poder creer en sus propios instintos—. Pero… ¿Qué es lo que usted necesita de mí?
— Quiero que asesines al emperador—dije mientras la miraba a través del reflejo del espejo—.
— Eso es… una mentira…
Maravilloso, su habilidad no es ninguna exageración en la novela, realmente puede detectar cualquier mentira, incluso si es a medias, sin lugar a duda, soy muy afortunada de que el asesino de mi bebé sea alguien con esa habilidad, eso me facilitará las cosas.
— Bien, ahora que sabes que no te pediré una locura, ¿estas dispuesta a considerar una alianza conmigo?
— Yo…
— Lo único que necesito es que no me asesines, eso es todo—dije mientras sacaba una hoja y una pluma—. Si gustas podemos hacer un contrato.
— Su majestad… no puedo… yo…
— No te preocupes, a cambio de que no me asesines salvaré a tu hermana de ese traficante de esclavos—dije con calma—. De todas formas, William no tenía planes de hacerlo.
— Un momento… ¿Que acaba de decir?
— Justo lo que oíste, desde un inicio, William jamás tuvo planes de cumplir con su parte del trato.
Ahora, he aquí la pregunta, ¿Cómo es que mi patético esposo puso engañarla? ¿Cómo es que ese inútil pudo burlar una habilidad mágica tan poderosa? Fácil, lo hizo con la ayuda de una reliquia familiar, un artefacto mágico capaz de bloquear cualquier intento de magia cerca suyo.
— Gracias a tu habilidad ya debes saber que no miento.
— Sí, no mientes… pero él tampoco lo hizo…
— Mm, de casualidad, ¿no has notado que él siempre lleva un pendiente de rubí cuando habla contigo?
— ¡…!
— Tu mirada me confirma que estoy en lo cierto—dije mientras esbozaba el pendiente en la hoja—. Es así, ¿verdad?
— Sí…—murmuró con desesperación mientras se desplomaba en el piso—.
Mi yo del pasado sin lugar a duda hubiese tomado venganza de esta mujer por envenenarme y provocar la muerte de mi hijo, pero ya no soy así… incluso si así lo quisiera, no podría, no sabiendo que ella también es una víctima de William.
— En fin, aceptas o no—dije con una sonrisa—. Piensa rápido, 1…
— ¿Que?
— 2…
— ¡…!
— Y tr-
— ¡acepto! —exclamó con resignación—. Trabajaré para usted.
— Ya veo, me alegro de oír eso—dije mientras le extendía mi mano para ayudarla a levantarse del piso—. Estoy a tu cargo a partir de ahora, Isabel.
— Sí—dijo con resignación mientras se levantaba—.
— Sera un gusto
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Updated 102 Episodes
Comments
Jenifer 🤓💫
😅🤣🤣
2023-02-28
2
Yezsan
que crueldad 😞
2022-09-18
0
Chocolate
Primer capítulo y ya se ve muy prometedor
2022-09-18
0