El banquete...

El banquete de esta noche es muy especial, porque será en este evento en el que los protagonistas cruzaran sus caminos y se enamoraran perdidamente, o al menos eso dice en el libro de mis recuerdos, pero sigo sin comprenderlo, esa accion que enamoró a William es tan estúpida que simplemente no puedo creer que se trate del mismo hombre despiadado que me llevó a mi ruina.

— De verdad, no soporto esto—murmuré con la mirada fijada en el vestido dorado que yacía en la cama—.

— ¿Pasa algo malo con el regalo de su majestad?

— No, todo es como debe ser—dije con una sonrisa amarga—.

— Anímese por favor, el banquete acabará rápido—dijo Isabel con una sonrisa—.

¿Acaso me mostré débil frente a Isabel? Es simplemente imperdonable, ¿desde cuando soy una mujer tan débil?, yo... ¿acaso quiero creer en Isabel? no, eso es imposible, incluso si la tengo atada a mi por el contrato que hicimos, no puedo confiar en alguien como ella.

— ¿Qué le parece este peinado su majestad?

Es patético, yo... soy tan patética, no puedo creer que un simple peinado me de fuerzas para seguir adelante con este plan, ¿pero que puedo hacer? siento que ya es muy tarde para volver a ser aquella mujer que era incapaz de abrir su corazón a los demás.

— Es perfecto—dije mientras miraba el reloj—. Y justo a tiempo para ir al banquete.

— Es cierto—dijo con una melancólica mirada—.

Simplemente no puedo cambiar los sucesos de la novela, debo cumplir con mi papel de villana hasta encontrar el mejor momento para huir, y eso es porque de lo contrario ya no tendría los conocimientos de la novela a mi favor, por eso debo ser precavida, aunque... algo ha cambiado...

— Buenas noches su majestad el emperador—dije haciendo una reverencia—.

— Sí, buenas noches—dijo sin mirarme a los ojos—.

Ah, me pregunto que esperaba, al final creo que sin importar lo que haga, este mundo hará hasta lo imposible para encaminar la historia para que los protagonistas acaben juntos y felices, incluso si mi peinado es diferente, dudo que eso cambie algo.

— Su majestad, le agradezco el que me haya regalado tan encantador vestido—dije con una sonrisa amarga—.

— Me alegro de que te haya gustado—dijo sin siquiera voltear a verme—.

Al final, es lo de siempre, porque siempre soy yo quien dice la primera palabra, soy la unica que hace el intento por llamar un poco su atencion, aunque lo unico que recibo a cambio sea una fria mirada o que simplemente me ignore como si no fuese mas que aire.

— Su majestad, ¿que haria si alguien lo lanza a una fuente?—pregunté con una sonrisa ironica—.

— ¿Porque preguntas algo tan obvio?

— Es cierto, es muy obvio lo que usted hará, pero me gustaria oirlo, por favor

— Esta bien, lo diré en voz alta—dijo despues de fruncir el ceño—. Si alguien se atreve a cometer tal afrenta, entonces lo haré sufrir el peor de todos los castigos, y no solo so, su familia tambien caerá en desgracia.

Muero por ver eso, aunque sé que al final nada de eso ocurrirá, será todo lo contrario, porque cuando la protagonista lo empuje a la fuente, ambos se enamoraran a primera vista, como si se tratase de una historia cursi escrita por una adolescente.

— ¡sus majestades, el emperador y la emperatriz van a entrar!—exclamó el sirviente que nos abria la puerta—.

Murmullos

Es igual, otra vez sus miradas se han fijado en la horrible mujer que se aprovechó del buen corazon del emperador, yo... ¿realmente meresco vivir de esta manera? bueno, da igual, sé que esa pregunta jamas tendrá respuesta, ademas, creo que esta noche me juzgan por una razon diferente. Ya lo recuerdo, la protagonista lleva un vestido dorado igual que yo.

Es cierto, en la anterior linea temporal la señorita Arisha trajo un vestido dorado porque no sabia nada acerca de que solo yo puedo llevar ese color en las fiestas, pero lo más ironico fue que los invitados no la juzgaban a ella sino a mi, porque su reputacion decir que ella era una muchacha dulce y de buen corazon que jamas haria algo asi a proposito.

Murmullos

En fin, ahora lo unico que importa en que William no le quite los ojos de encima, ahora todo será igual que en la novela, William y ella por coincidencia iran al jardin  para despejarse, porque esta clase de ambientes les resulta muy molestos y pesados, pero esto es extraño, ¿porque William sigue aqui? Esto es malo, no puedo dejar que las cosas se tuerzan de esta manera.

— Por cierto, su majestad—dije mientras le susurraba al oido—. ¿no tiene ganas de ir afuera?

— ¡...!

— Estoy segura de que se sentira mejor si sale un rato a despejarse—dije con una sonrisa—.

— ¿Estas diciendo que me vaya?

— No se preocupe, puedo encargarme de los invitados por mi propia cuenta.

— Ni hablar—dijo con una expresion sombria—. Pero podria considerarlo si usted viene conmigo—.

Practicamente me esta diciendo que les falte el respeto a todos los invitados, no puedo, porque si lo hago, ellos solo lo verán como una debilidad, y eso podri afectar negativamentela imagen de William... y... ¿porque rayos me preocupo por la imagen de ese desagradable sujeto?

— Es una orden, Rosary, ven conmigo—dijo—.

No puedo creer que se sujeto me de ordenes como si no fuese mas que otra de sus herramientas, es irritante, pero lo unico que puedo hacer ahora es obeder sus ordenes para no armar un gran alboroto.

— Esta bien, su majestad, iré con usted—dije con resignacion—. Sin embargo, usted debe hacer algo por mi antes de ir.

— No puedo creer que seas tan avariciosa—dijo mientras me miraba con desprecio—.

— Puede llamarlo como quiera, por favor haga que alguien traiga toallas y mantas.

— ¿Solo querias eso?—preguntó con sopresa—.

— Sí—dije como si fuese lo mas obvio—.

Si no puedo hacer nada por cambiar mi repentina entrada en escena, he deciddo que por lo menos no me resfriaré como una tonta, simplemente buscaré el momento indicado pra dejarlo durmiendo, porque se supone que esta noche inicia su historia de amor.

Murmullos

— ¿porque sus majestades se van tan repentinamente?—susurró una dama a los lejos—.

— ¿acaso pasó algo malo?

Portazo

— Bien William, ya llegamos al jardín, puedes descansar—dije con calma despues de examinar cuidadosamente los alrededores—. Puedes dormir o hacer cualquier otra cosas que quieras.

— Es bueno escuchar eso—dijo con una sonrisa cansada—. Sientate aqui.

— ¿Eh?

— Ahora no te muevas hasta que me despierte—dijo con el ceño fruncido—. Date prisa.

— ¡S-sí!—exclamé mientras me apresuraba a sentarme.

No puedo creer que el hombre despiadado que arruinó mi vida ahora este echado tranquilamente en mi regazo, ¿acaso se siente como alguien intocable? Sí, es cierto, este hombre posee regalos divinos que lo hacen casi invencible, pero... ¿acaso no puedo cortar su garganta?

Paso

Rayos, ya llegó la protagonista, esta bien, asi debia de ser, de hecho me alegro que haya llegado justo a tiempo para detenerme de cometer una tonteria, porque ni siquiera sé como reaccionará este mundo ante la perdida de uno de sus protagonistas, no puedo simplemente arriesgarme a cambiar todo lo que sé del futuro.

Splash

— ¡¿Quién eres tú?!—exclamó William despues de acabar empapado por la magia de la protagonista—.

— Lo siento pensé que estaba desmayado…—murmuró la protagonista, quien parecia estar a punto de llorar—.

— ¿acaso no sabes quién soy?—preguntó William con ira, mientras desenvainaba su espada—.

— ¿acaso no eres un hombre?—dijo Arisha quien seguia llorando como una niña pequeña sin comprender lo que pasaba—.

Pff, tipico de la protagonista, dio una respuesta ingenua y dulce que acabó cautivando el frio corazon del emperador, o al menos esas fueron las palabras que estaban escritas en aquel libro, sin embargo, algo parece diferente de la descripcion dada por el libro.

— De todas manera, ¿porque se comporta de esa manera si solo trataba de ayudarlo?—dijo la protagonista enfadada—.

— ¿como esperabas que reaccionara?—dijo William con ira—. Me echaste agua mientras dormía, ¿Acaso no ves que estuve a punto de cortarte la cabeza?

— Para empezar, ¿que tonto se duerme en un lugar así?—dijo Arisha aun sin disculparse—.

La Arisha de mis recuerdos... ¿era asi de estupida? ¿como es que no sabe quien es su emperador? mas importante, ¿como es que no comprende que debe de disculparse cuando hace algo malo?En fin, dudo que deba permitir que se acaben odiando.

— ¡¿Quién eres tú?!—exclamé mientras interpretaba mi papel como villana—. ¡aléjate del emperador!

— Disculpe… ¿Quién es usted...?

— ¡¿acaso no me reconoces?! Soy la emperatriz ¡ahora aléjate del emperador!

— ¡s…si!

Actuar de esta manera es un fastidio, sin embargo, debo hacerlo para que los protagonistas puedan avanzar su relacion, ya que con esto me queda claro que sin una villana, ellos son incapaces de seguir sus papeles.

— ¡¿Cómo te llamas muchacha?!—exclamé—.

— Emperatriz… yo... me llamo Arisha Mathew…

— ¡¿no puedes ni siquiera disculparte por las molestias causadas?!

— Y…yo lo…

Swoosh

— Es suficiente Rosary—dijo William en un tono severo—.

Ha empezado, ahora que estoy actuando como la villana, he hecho que William tenga la necesitad de actuar protector con la protagonista, en consecuensia, Arisha verá que William no es solo un inutil que solo se queja.

— William... ¿Por qué me hablas de esa manera tan cruel? Yo solo trataba de proteger tu honor…—dije entre sollozos—.

— No pretendia lastimarte...—murmuró sin saber como reaccionar—.

Swoosh

— Arisha Mathew, su familia deberá disculparse por esta agresión—dije—.

— Rosary, eso es suficiente, la estas asustando.

— Emperador, ¿acaso está interesado en esa mujer?—dije con una fria mirada—.

— ¿Qué disparates dices Rosary?

— ¡¿acaso no le importan mis sentimientos?!

— Regresa a tus aposentos de inmediato—dijo con frialdad—.

— Yo… ¡yo no puedo aceptar esto!

— ¡suficiente!

Y listo, ya puedo irme de forma natural, y lo mejor de todo es que probablemente William m vrá como una mujer problematica a la cual podrá ignorar, despues de todo, una emperatriz que se comporta de esa manera tan patetica no es apta para gobernar junto al emperador.

— William… yo…—dije con una sonrisa sombria mientras me preparaba para irme—.

Slash

— ¿Acaso eres una cucaracha?—preguntó una desagradable voz que emergia de las sombras—. Pensé que no sobreviriar a esa caida, sin embargo, aqui estas, como si nada hubiese pasado.

— ¿Quien rayos se atreve a interrumpir mi actuacion?—murmuré con una sonrisa enfadada—.

— Aquella vez pudiste escapar, ¡pero no será asi otra vez!—exclamó mientras se abalanzaba hacia mi para atacarme—.

— Eres... tú...—murmuré con sorpresa, despues de esquivar su ataque—. ¿como es que no has aprendido de tus errores pasados?

— ¿Como... esquivaste esto...?

Despues de vivir esa humillacion, ¿acaso iba a conformarme con mis debilidades? ni hablar, incluso si no soy un maestro de la espada o de las artes marciales, debia de aprender a por lo menos esquivar estos ataques, pero no podia hacerlo como alguien normal, en este caso debia de ser capaz de esquivar sin ser vista cmo una amenaza.

— ¡Su majestad!—exclamé finjiendo miedo—.

— ¡...!

Tsk! Este inutil, se supone que deberia de actuar rapidamente como un heroe y proteger a su amada Arisha, y sin embargo, William esta parado ahi, sin saber que hacer, sin saber como reaccionar ante esta situasion, pero da igual, no es que esperara mucho del hombre cobarde del que me enamoré.

Bullicio

— ¡Kyaaa!—grito una dama a lo lejos—.

¿eh? Esos gritos vienen de la sala donde están los invitados, ¿acaso pasó algo malo...? pero... ¿porque no lo pensé antes?, la razon por la que este asesino aparecio frente a nosotros con tanta confianza fue porque no estaba solo, despues un inicio yo no era mas que un platillo menor.

— William, debes regresar al salon—dije—. Puede que los invitados se encuetre en grave peligro.

— Retrocede—dijo William mientras desenvainaba su espada—. ¡Yo me encargaré de él!

Rayos, William escogio el peor momento para reaccionar y lucirse como un heroe, ya que ahora, la opcion mas inteligente es huir de este hombre que solo quiere asesinarme a mi, ya que aun no sabemos cual es la situasion dentro del palacio.

— William debemos huir—dije en su oido—.

— Pero…—murmuró dudando—.

— Deja tu maldito orgullo, debemos ir con los invitados, ellos también están en peligro—dije sin dudar al ver lo terco que era—.

— ¡maldición!—exclamó con ira—.

— William, este no es el mejor momento para una rabieta—dije con un suspiro—. Vamonos.

— ¡…!

Ya pensaré despues en que excusa poner despues por hablarle de esa manera, pero ahora lo importante eshacer que escape con la protagonista, porque si estos dos resultan heridos, no quiero ni imaginar como afectaria eso con el desarrollo de la novela.

— Y tambien… ¡reacciona Arisha debemos huir!—exclamé mientras tomaba su mano—.

— ¡si emperatriz!

Que error, no esperaba que ella fuese tan lenta al correr, si William y yo seguimos corriendo a su paso, seremos rápidamente alcanzados por el asesino, creo que no tengo más opciones, debo usas las pistolas para retrasar al asesino y que Arisha escape.

Bang bang

— Jaja! no sé lo que usaste, pero fallaste porque no estoy lastimado—dijo con una sonrisa triunfante—.

Por supuesto sabía que no iba a poder atinarle en al primer disparo ya que hasta ahora no he tenido tiempo de practicar correctamente, esos disparos solo fueron porque quería una distracción para poder huir, qué bueno que se distrajo como un tonto.

Portazo

— Phew! Lo logramos, pudimos entrar justo a tiempo—dije con un gran suspiro de alivio despues de cerrar la puerta detras de mi—.

— Su majestad...—dijo Arisha mientras temblaba con miedo—.

— Reacciona, debemos movernos o de lo contrario seremos capturados—dije mientras la ayudaba a levantarse—.

— ¡Su majestad!—exclamó entre sollozos mientras se apresuraba a abrazarme—.

Un momento, ¿acaso no acabo de actuar amablemente con esta niña? ¡¿pero porque hice eso?! se supone que debo de interpretar mi papel como malvada villana. Rapido, debo de corregir mi error y actuar como lo haria una villana.

— Ari-

— Rosary, hace un momento—dijo William mientras me fulminaba con una mirada llena de sospechas—.

— Use… ¡una ilusión! Con una herramienta mágica…—dije mientras desviaba la mirada—.

— ¿una ilusión? parecía algo peligroso.

— Solo fue una ilusión, no lo piense mucho—dije—.

De por si ya es un fastidio que empiece a sospechar de mis armas, además, antes cuando debíamos escapar del asesino, acabe hablándole groseramente a William, tambien deberé disculparme por eso, pero primero, debo de encargarme de los intrusos que atientan contra la vida de mis invitados.

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