...¡ATENCIÓN!...
...Este capítulo contiene lenguaje explícito, que podría herir la susceptibilidad de algunas personas....
...Se recomienda discreción....
Mi corazón dió un salto, cuando escuché a Samuel detrás de mi. Esperaba que no haya escuchado nuestra conversación.
- Señor Alameda, así es, de hecho fue hace mucho tiempo.- Dijo dándole la mano y estrechandola con fuerza.
- Me gustaría que me acompañará, quiero presentarlo con los demás socios del buffet, sobre todo con la encargada de sus negocios.- Señaló hacia un lado del salón, indicándole que caminara con el.
- Con gusto. Un placer volver a verte Abigail Rojas.- Se despidió de mi y yo solo asentí con la cabeza.
El iba adelante y no vio la mirada de advertencia, que me lanzó Samuel.
Esto no era nada bueno. Necesitaba una bebida más fuerte, así que pedí un whisky, apenas lo llevaba a mi boca, cuando una voz con tono mordaz dijo detrás de mi.
- No puedes ser normal alguna vez, ¿Verdad?.¿ Por qué te empeñas en molestarlo?.-
- No hice nada malo.-
- No dejo de pensar, que si no lo hubieras enredado en ese falso embarazo, el hubiera podido buscar una mujer, más a su altura, más mujer. Tu no puedes ni siquiera darle un hijo. Ahora, debes agradecer, que somos una familia tradicional, que creemos mucho en el matrimonio, de lo contrario, estarías en la calle, muriendo de hambre.-
No conteste nada, era su Madre, los dos tenían el mismo carácter turbio y malvado. Alcé mi vaso hacia ella en señal de brindis, lo bebí hasta el fondo, deje el vaso y me fui de ahí. Tenía que respirar un poco de aire fresco, así que salí al balcón.
Aún estaba un poco nerviosa por lo que me esperaba al llegar a casa. Tal vez, Samuel no me amaba, pero no iba a permitir que alguien tocará algo de su propiedad. Era algo peligroso... para mí.
Encendí un cigarrillo, era un hábito que intentaba dejar, pero a veces lo necesitaba, para tranquilizarme.
La primera vez, que me golpeó, teníamos 6 meses de casados, trabajaba en una cafetería, ese día fue a recogerme, algo raro en el, a menos que necesitara dinero. Mi compañero y yo, cerramos el negocio y nos despedimos, el me dio un beso en la mejilla y nos fuimos. Yo empecé a caminar hacia la parada del transporte público, cuando me tomo por el brazo y me apretó hasta lastimarme.
-¿ Ese es tu amante?- Preguntó apretando los dientes.
- Solo es mi amigo, ¿de que hablas?-
No contesto, me arrastró dentro del auto, se subió y se quedó en silencio.
- Por favor, no malinterpretes las cosas, no haya nada entre el y yo.-
Intenté hacerlo entrar en razón, pero solo sirvió para que me diera un golpe en la cara.
- ¡Cállate!-
Ya no dije nada. Cuando llegamos al departamento en el que vivíamos en ese momento, sé bajó y me dejó ahí, salí despacio, estaba aterrada, nunca lo había visto así. Cuando entre al departamento, me tomo del pelo y me lanzó al piso.
- ¿Cuánto tiempo ibas a verme la cara de estúpido?- Se subió encima de mi y me dio un puñetazo en el brazo, después uno en la pierna y al final se levantó y me pateó el estómago, con este último sentí perder el aire por completo. Apenas estaba recuperandome, me tomo nuevamente del cabello y me llevo a la recámara. Comenzó a arrancarme la ropa y me tiro a la cama.
- Ahora voy a tomar lo que por derecho me corresponde.- Dijo, y sentí pánico.
- Por favor, no.- Mi voz era apenas audible.
- ¿Que, no quieres que borre las marcas de tu amante.- Y se lanzo sobre mi.
Al día siguiente, me reporte enfermera, me puse, no quería que nadie me viera, sentía vergüenza, como si al verme todo el mundo supiera que me había sucedido, como mi propio esposo, no había respetado mis súplicas.
Me bañe y cambie, con una camisa de manga larga y un pantalón, era como si no hubiese pasado nada. Siempre tenía cuidado de dar golpes invisibles, para que la gente no los viera.
El solo recordar eso, sentí un escalofrío.
- ¿Aquí es donde te escondes?- Esa voz...
- Lo siento, necesitaba aire fresco.-
- Lo se, son agobiantes estás fiestas.-
Expulse el humo del cigarro, y tome fuerza para verlo a la cara.
- ¿Me das un poco?- Tomo el cigarrillo de mi mano e inhaló el humo. - Toma- Dijo extendiendo nuevamente el cigarrillo hacia mí, quería tomarlo y saborear sus labios, pero me contuve.
- Déjalo, estoy intentando dejarlo, es muy malo para la salud.- Le dije intentando sonar lo más despreocupada posible.
- Tienes toda la razón.- Apagó el cigarro en un cenicero detrás de nosotros.
Yo estaba recargada en el balcón y el hizo lo mismo.
- ¿Y bien? Dime ¿Llevas una buena vida?. Cuando paso lo del estúpido de Gustavo, prácticamente huiste de la ciudad. Cambiaste tu número, tu mamá casi no sabía nada de ti y jamás me contestaste los correos.- Era más bien un reclamo que una pregunta.
- Lo siento, me enfoque en los estudios y después me casé, no tenía tiempo para nada más.- No podía decirle que Samuel, prácticamente corto todo contacto de mi vida pasada. Incluso mi mamá, poco sabía de mí.
- Escucha, si necesitas algo, por favor, no dudes en llamarme, siempre estaré para ti y lo sabes.- Me dijo dándome una tarjeta con sus datos. - Me tengo que ir. Mañana tengo algunas reuniones. Llámame.-
Solo asentí con la cabeza, si decía algo, rompería en llanto y no iba a permitir que el me viera así, completamente rota.
Seguí en el balcón unos minutos más, hasta que un empleado llegó a buscarme.
- Señora, su marido la espera.-
- Gracias.- Metí la tarjeta en mi bolso y caminé a la salida.
El ya me esperaba, en la entrada, me ofreció su brazo y salimos. Subimos al coche y nos dirigimos a casa... Tengo miedo.
Cuando llegamos, el bajo y se adelantó. Yo baje con cuidado, llegue a nuestra recámara y el no estaba, así que tome una ducha rápida. Me puse un camisón para dormir y estaba cepillando mi cabello cuando, por el espejo vi como Samuel se acercaba lentamente hacia mí.
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Updated 46 Episodes
Comments
Maris Benitez
Que terror 😱 de matrimonio es violada y maltratada
2024-05-20
0
Mafercita Feijoo
yo de ella guardaba el número de el en el celular con otro nombre q solo yo sepa
2023-03-09
1
Francisca Alcantara
Que vida más degraciada
2022-11-21
0