General Convertido En Consorte De Tres Alfas Superiores

La semana pasó rápidamente y el día de la boda llegó, yo no tenía ánimos para celebrar un matrimonio, pero, ya que había sido un edicto Imperial no me quedaba de otra, además tampoco quería hacer quedar mal a la persona que iba a casarse conmigo, así que a regañadientes me puse la tunica roja, los sirvientes me ayudaron a arreglarme el cabello y luego salí a recibir a la persona que se casaría conmigo, mientras iba hacia la puerta principal me encontré con mi hermana quién me miró con enojo, ella llevaba en brazos a mi hijo, luego de que casi me matara con su mirada se fue directamente a su patio mientras que yo me quedé en la puerta esperando a aquella persona, luego de unos 20 o 30 minutos de estar esperando finalmente llegó toda la caravana nupcial, junto al palanquín donde venía mi esposo venian varios soldados, todos se detuvieron frente a la puerta, tuve que ir hacia el palanquín luego extender mi mano y ayudar a bajar a mi futuro esposo, luego de eso los dos caminamos por todo el pasillo hasta llegar al salón principal donde se encontraba un eunuco, ya que mis padres habían fallecido y los padres de mi nuevo esposo al parecer no habían querido ir a la boda, luego de estar en posición para hacer los rituales, el oficiador comenzó la boda diciendo:

- ahora la pareja hará la reverencia al cielo y a la tierra.

Los dos hicimos la reverencia correspondiente, después de eso el oficiador, siguió diciendo:

- hagan la reverencia a los padres.

Como ninguno de nuestros padres estaba presente tuvimos que hacer la reverencia al eunuco lo cual me enfureció, ya que hubiese preferido mil veces hacer la reverencia ante una silla vacía que a esa persona, despues de hacer aquella reverencia a regaña dientes, el oficiador por último dijo:

- ahora los esposos deben hacer una reverencia uno frente al otro.

Ambos hicimos la reverencia y eso dio por terminada la primera parte de la boda, luego de eso se llevaron a aquel chico a la cámara nupcial, mientras que yo tuve que quedarme para brindar con todos los invitados, cuando ya estaba a punto de llegar la hora de ir a la cámara nupcial el eunuco me ofreció un trago y luego de eso me sentí mareado, así que decidí no ir a la cámara nupcial, ya que sabía bien que lo que me había dado era de seguro algún tipo de afrodisíaco o droga para acelerar mi ciclo de susceptibilidad, pero mientras iba hacia mi habitación alguien se cruzó en mi camino e intentó impedir que me fuese lejos de la cámara nupcial, puesto que no me dejaban ir no tuve de otra más que luchar contra ellos y afortunadamente la droga que había tomado no me había debilitado por completo por lo que aún logré deshacerme de ellos rápidamente, cuando llegué a la habitación cerré puertas y ventanas con candados para que nadie pudiese ingresar, ya que yo sabía perfectamente que ellos harían hasta lo imposible para meter a mi recién casado esposo y yo la verdad no quería aprovecharme de él además deseaba hablar con esa persona totalmente sobrio para que hiciéramos un arreglo y en el estado en que me encontraba era susceptible a atacarlo, por lo tanto, luego de encerrarme por completo estuve recluido allí hasta el día siguiente, cuándo finalmente lograron romper la puerta, me sacaron de allí casi a arrastras y me volvieron a preparar para el siguiente matrimonio, el eunuco estaba furioso, ya que yo no había ido a consumar el matrimonio, sin embargo, nadie podía obligarme o al menos eso creía yo.

Luego de haber sido vestido a la fuerza me llevaron a la entrada de mi mansión nuevamente tuve que esperar a que llegara mi segundo esposo, pero esta vez a causa de la medicina que me habían dado el día anterior no pude ir al palanquín para ayudar a bajar a mi segundo esposo, además cuando esté llegó noté que estaba siendo obligado al igual que yo, ya que no quiso que lo tocara mientras recorríamos el pasillo nupcial, en cambio me entregó un listón rojo el cual ambos tomamos, completamos los rituales y cuando estaba a punto de irse a la cámara nupcial me dijo en voz baja:

- no vaya a ir a la cámara nupcial mejor vaya a sus aposentos.

En cuanto escuché aquello me sentí feliz y liberado después de que brinde con todos me fui directamente a mi habitación y dormí plácidamente hasta el día siguiente cuando todo se volvió a repetir esta vez enviaron a una mujer Omega ella a diferencia de mi segundo esposo se insinuó muchas veces durante la boda e intentó llevarme a la cámara nupcial en cuanto terminamos con los rituales correspondientes afortunadamente yo tenía que brindar con todos los invitados así que pude librarme de ella y luego cuando terminé con eso me fui a mi habitación obviamente antes le dije a una de las sirvientas que llevara una copa de vino con una medicina que la haría dormir, ese día también pude dormir bastante bien y al día siguiente cuando tuve mi cuarta boda y la persona con la que me casé tuvo la misma reacción que mi segundo esposo lo cual me libró de tener que ponerle un tipo de medicina para hacerlo dormir y mi quinta y última boda también fue tranquila el hombre con el que me casé no me pidió que fuera la cámara nupcial, así que en cuanto termine con todo fui directo a mi habitación a descansar y al día siguiente fui con mi hermana y mi pequeño hijo a quién había descuidado por cinco días enteros gracias a todas las bodas que tuve que soportar.