La Extra Y El Segundo Protagonista.

El Duque y todos los presentes estaban impactados por lo que veían, Vittoria acabó sin compasión alguna a esos hombres que intentaron atraparla, después en un rápido movimiento golpea al Duque con el atizador y este cae al piso aturdido, las doncellas corren avisando a los demás guardias, pero Vittoria cierra la puerta, quedando solo el Duque dentro de la habitación pues el mayordomo también había huido, se puede escuchar a los guardias golpeando la puerta para derribarla, mientras que ella coloca su pie sobre el pecho de su padre para evitar que se mueva y golpea repetidas veces su cabeza.

— esto es todo lo que Vittoria nunca pudo hacer.— ella no puede evitar sonreír.

Después de ver que ya no se mueve tira el atizador y se va por la ventana, cuando los guardias derriban la puerta, el Duque ya estaba muerto y Vittoria ha bajado por el balcón, ahora solo le quede experimentar si su magia es útil. Levanta las manos delante de ella mientras recita un conjuro, una especie de sello se forma ante ella y este comienza a lanzar esferas de fuego por todos lados, la mansión no tardo en estar cubierta de juego, todo los que se encuentran dentro gritan de desesperación intentando escapar, pero las entradas ya estaban cubiertas de fuego; Vittoria sostiene su vestido a los lados y da pequeños breves giros.

— que hermosa noche de fogata.— deja salir una risilla y corre en busca de Sofia, quien se ve asustada.

— alteza...¿esta bien? Me preocupe al ver el fuego.—

Ya chica ya tenía hasta los ojos llorosos, pero Vittoria le sonríe.

— estoy bien, solo se quemó la basura. Volvamos.—

No tardan en llegar otras personas cuando vean el incendio. No muy lejos de ahí entre el bosque, Leonel estaba observando, se escuchaba todo el alboroto por el incendio mientras que vio a Vittoria lanzar el hechizo contra su propia casa.

《Interesante...》 Pensó.

— creí que solo era una chica sumisa manipulada por sus padres, pero esto ha sido una sorpresa.— Leonel muestra una sonrisa ladina.

Se retira rápidamente antes de que pueda ser visto. Al día siguiente era la noticia del día, la mansión Valentini se había incendiado y los Duques no sobrevivieron, pero debido a eso se ha estado descubriendo que el Duque en realidad estaba yendo a la ruina.

"Ahora la princesa no tiene quien la respalde y no le queda nada."

"Su familia ya estaba en ruinas y no puede dar a luz un heredero, majestad, consideré esta situación."

"Se necesita una mujer apta para ocupar el trono, majestad acepté que el príncipe se divorcie de esa mujer."

El emperador solo escuchaba a cada uno, la familia de Vittoria acaba de morir y la corte solo piensa en echarla del palacio, el hombre se frota la siente y hace una seña con la mano.

— la decisión le corresponde al príncipe heredero, si lo hacen cambiar de opinión, se hará lo que él diga.— agrego el emperador.

Los ministros guardias silencio ante dicha propuesta, muchos creen que es más fácil convencer al príncipe, después de todo, no se lleva bien con su esposa, lo llamaran en privado y lo convencerán de cambiar a la princesa heredera, tal vez si le presentan una mujer parecida a la Duquesa Rizzo les sea más fácil convencerlo.

Vittoria abre los ojos y observa por la ventana, ya era de día, pero sonríe del solo recordar lo divertida que fue la noche anterior.

— parece que mi esposa esta de buen humor esta mañana.—

Vittoria voltea rápidamente al escuchar esa voz y ve a Leonel sentado en la orilla de la cama y este sujeta un mechón de su cabello el cual acerca a sus labios dejando un beso, para después sonreír, Vittoria se sobresalta y más al notar que el chica lleva puesta solo una bata de baño que deja al descubierto sus bien formados pectorales. Vittoria se intenta alejar pero Leonel rápidamente la sostiene del brazo y la jala hacía él causando que se siente en su regazo mientras le sostiene la cintura quedando con el rostro completamente cerca.

— ¿ tan rápido te vas? Aún me debes nuestra noche de pasión.— Leonel le muestra una sonrisa maliciosa.

Vittoria se sorprende por la expresión burlona del príncipe y más aún por esa mirada que tiene, no parece la de alguien gentil tal como se supone que es el rubio.

— yo no le debo nada, así que suelteme o grito.— apoya sus manos en los hombros del rubio para mantenerlo lejos.

— todos están fuera, nadie vendrá, les dije que te dejarán descansar, anoche fue una noche agotadora ¿no?—

Vittoria abre bien los ojos observando el rostro del príncipe quien mantiene su sonrisa burlona.

— mi esposa es una mujer muy traviesa...—

— n-no se de que habla...no creo que este informado de mis actividades.—

— claro que lo estoy, de ahora en adelante, nadie volverá a molestarte...—

Vittoria sintió un leve escalofrío recorrer su cuerpo, el príncipe que describían como un chico amable y de sonrisa angelical, era todo lo contrario, su mirada era la de un hombre malicioso con una sonrisa burlona...