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El Eco De Tu Nombre

El Eco De Tu Nombre

Status: En proceso
Genre:La Vida Después del Adiós / Reencuentro
Popularitas:4.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Tintared

Un giro inesperado en el destino de Elean, creía tener su vida resuelta, con amistades sólidas y un camino claro.
Sin embargo, el destino, caprichoso y enigmático estaba a punto de desvelar que redefiniria su existencia. Lo que parecían lazos inquebrantables de amistad pronto revelarian una fina línea difuminada con el amor, un cruce que Elean nunca anticipo.
La decisión de Elean de emprender un nuevo rumbo y transformar su vida desencadenó una serie de eventos que desenmascararon la fachada de su realidad.
Los celos, los engaños, las mentiras cuidadosamente guardadas y los secretos más profundos comenzaron a emerger de las sombras.
Cada paso hacia su nueva vida lo alejaba del espejismo en el que había vivido, acercándolo a una verdad demoledora que amenazaba con desmoronar todo lo que consideraba real.
El amor y la amistad, conceptos que una vez le parecieron tan claros, se entrelazan en una completa red de emociones y revelaciones.

NovelToon tiene autorización de Tintared para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La invasión de Nelly.

Nelly irrumpió en el gran comedor, un torbellino de presunción y ruido que destrozó la precaria calma.

 Su presencia, lejos de ser una ráfaga de aire fresco, era el anuncio de una tormenta, una intrusión calculada.

"¡Hola guapo! Pasé por aquí y se me ocurrió visitarte, espero no ser una molestia." Su voz, empalagosa y cantarina, destilaba una confianza desbordante, casi obscena. Era la voz de quien sabe que tiene el control, que su presencia es una imposición disfrazada de cortesía.

"Sabes que eres bienvenida, toma asiento y cena conmigo." Trate de sonar amable, pero el agotamiento era un lastre en mis huesos, una pesadez que no podía disimular del todo. Nelly lo notaría, lo sabía.

"No me digas que ya te estás preparando para dormir." Los ojos de Nelly bailaron con una diversión ,su mirada no era curiosidad, sino un bisturí.

"Jajaja, ¿Por qué lo dices?" Force una risa hueca, sin eco, que se sentía como arena en la garganta.

"Bueno, traes pantalones cortos y una camiseta que dejan muy poco a la imaginación. ¿Acaso esperas a alguien? ¿O pretendes encaprichar a alguien de tu personal?" Una sonrisa de hiena se dibujó en sus labios. Su mirada no me recorrió; me desnudo, evaluando con una desfachatez pronunciada. Era un juego de poder, una humillación sutil.

"No lo había pensado, come, tu cena se enfría." Desvie el tema, sintiéndome incómodo, expuesto bajo el escrutinio descarado de Nelly.

"Hace un poco de calor, ahora entiendo por qué tu atuendo."

Nelly se quitó la gabardina con un gesto teatral, revelando un vestido tan corto, con un escote que desafiaba la gravedad, la espalda descubierta y aberturas atrevidas en las piernas.

Su confianza no era magnética; era un arma, una exhibición deliberada de su supuesta superioridad, diseñada para desestabilizar a cualquiera, reafirmando su propio dominio.

"¡Por Dios! ¡Vas a pescar un resfriado!" Una mezcla de preocupación y exasperación sonó en mí, la voz de un grito ahogado de sensatez, un intento vano de imponer algo de cordura.

"¿Acaso me veo mal?" Su pregunta era retórica, no buscaba una respuesta, sino una reafirmación forzada, una rendición a su narcisismo insaciable.

"Claro que no, te ves muy bien, aunque debería ser un delito salir con tan poca ropa." El halago fue genuino, una verdad incómoda que Nelly saboreaba.

"¿Te dan celos?" Una sonrisa traviesa se dibujó en sus labios, una provocación esperada, una trampa cuidadosamente tendida.

"No, en realidad me preocupa que te hagan algo." El tono de mi voz era serio, un atisbo de la carga que llevaba, de los peligros reales que acechaban, pero Nelly lo retorcería a su antojo.

"¿Algo que yo no quiera?" Sus ojos taladraron en los míos, buscando la confrontación directa, el punto de quiebre.

"Tú sabes, la delincuencia, el peligro." Justifique mi preocupación con algo mundano, una excusa débil.

"Sí, por supuesto, la verdad es que me cancelaron unas amigas y bueno, recurrí a ti, jajaja. Estuve pensando si era bueno venir a molestarte, tú sabes, no quiero volver a casa temprano." Su "honestidad" era brutal, una bocanada de aire helado, pero también una manipulación. La falsa vulnerabilidad de Nelly era una estrategia para afianzar su posición como la única opción.

"Claro, aquí está el comodín que sirve para entretenerte." La voz de Elean destilaba un sarcasmo teñido de afecto, una aceptación resignada de una visita que no había pedido.

"¡Qué farsante! Sabes muy bien que siempre eres mi primera opción." Su tono era juguetón, pero el dejo de verdad en sus palabras era una verdad que me incomodaba. Nelly quería ser la única, la prioritaria, y lo hacía saber con cada palabra.

"Estoy bromeando, siempre eres bienvenida, puedes quedarte si así lo gustas en el cuarto de invitados."

"Gracias guapo, eres mi número uno... Y... ¿Qué tal te fue con Carter?" El cambio en la voz de Nelly fue abrupto, el tono inquisitivo, un giro inesperado que me golpeó como un puñetazo en el estómago. La maldad se asomaba.

"Bien." La respuesta corta, fue una barrera levantada al instante, tensa, defensiva.

"¿Solo bien? ¿Hay alguna novedad o estuviste aburrido? Cuéntame solo los detalles interesantes." La insistencia de Nelly era implacable, una tortura sutil. Sabía que había algo, y no descansaría hasta desenterrarlo.

"No hay nada que contar, fue solo una salida de amigos." La mentira se sintió amarga en mi boca, una traición a mi propia inquietud.

"Parecía más que una salida de amigos cuando llegué." La mirada de Nelly era incisiva, penetrando mis defensas con una precisión alarmante.

Una ligera sonrisa se dibujó en mi cara incontrolable, traicionando la fachada de indiferencia.

Nelly me miró atenta mientras yo continuaba comiendo sin decir una palabra. El silencio era más elocuente que cualquier respuesta, un abismo de emociones no dichas que Nelly estaba dispuesta a explorar y explotar.

"Wow, quién lo diría, realmente te agrada esa niña, te ha sacado una sonrisa a ti, el hombre de acero, jajaja." Su carcajada resonó, llenando el espacio, una burla constante, un clavo más en el ataúd de mi intimidad.

"Nuevamente alucinas." Respondí, La negación fue instintiva, casi un reflejo, una defensa automática.

"Me sorprendes, Elean. Te conozco, a ti te gustan las mujeres más voluptuosas. Veo que tus gustos van cambiando, ¿o es solo un capricho porque no ha caído aún en tus garras?" Su pregunta era afilada, diseñada para sembrar la duda y la autodestrucción. Nelly no quería comprender, quería desestabilizar.

"Ni lo hará." Respondí afirmando, deseando al escucharme, creer la mentira que me he dicho a mí mismo.

"¿Por qué no? Se conocen desde hace mucho, incluso antes que nosotros, ¿a ella también la ves como tu hermana?"

"No, para nada." La negación fue rotunda, instintiva.

"Entonces, ¿qué es ella para ti?" Su voz se suavizó con una falsa curiosidad, la trampa final.

"Una amiga." La palabra sonó vacía, una etiqueta que no terminaba de encajar, una verdad a medias que intente ahogar.

"Eso me hace más especial, porque a mí sí me hiciste parte de tu familia." Su tono era ligeramente herido, una punzada de celos velados, una táctica para recordarme la "deuda" emocional y afianzar su posición privilegiada.

"Es lo que eres, una hermana para mí." La verdad, dolorosamente simple, una sentencia inmutable que Nelly rechazaba.

"Entonces sal con ella." Su propuesta era directa, casi un desafío, una provocación que agitaba.

Nelly me empujaba hacia algo que sabía de sobra que me incomodaba.

"No lo haré." Respondí firmemente.

"¡Oh, vamos! Ambos somos iguales." Dijo con un tono despectivo.

Su insistencia era un recordatorio de sus similitudes retorcidas, un espejo de mí mismo que no quería ver.

"No, no lo somos." Respondí.

"Claro que sí, nos atrae la gente hermosa, le damos rienda suelta al placer. Eso no es malo, así somos, esa es nuestra felicidad." Dijo con una mirada tenaz, penetrante.

La filosofía de Nelly, tan ajena al creciente malestar en mis sentimientos, era una justificación para su propia depravación, un intento de arrastrarme a su juego.

"¿Te has preguntado si hay algo más que el placer carnal?"

La pregunta surgió de lo más profundo de la confusión de mi mente, quizás, un grito de mi alma en busca de un concepto diferente.

"¿A qué te refieres? ¿Hablas del amor? Jajaja. Disculpa, creo que malinterpreté tus palabras. Jajaja, amor..." Su risa era estridente, una barrera infranqueable ante la posibilidad, una carcajada que me devolvió a a la cruda realidad.

"No hablo de amor, sino de algo más." Respondí con voz grave, cargada de un significado que ella no captaría, un lenguaje que solo mi alma comprendía.

(Nelly) "¿Te refieres a la chica de tus sueños? ¿La mujer sin rostro?" Su tono burlón era un golpe directo.

"Ella me agrada." La admisión fue un susurro, casi una confesión arrancada de mi ser.

"¿Y eso qué? ¡No significa nada! Es solo un fetiche pasajero, no es real, es una alucinación."

Las palabras de Nelly fueron un golpe brutal, resonando con mis propias dudas, un ataque calculado para invalidar cualquier jugada.

"Yo también lo creí en un determinado momento..."

"¿Me estás diciendo que vas a continuar buscándola?" La incredulidad de Nelly era palpable, mezclada con una rabia apenas contenida.

"Es un juego, 'La búsqueda del tesoro', ¿Qué te parece?" Respondí con una sonrisa fingida.

"Es una pérdida de tiempo." Dijo con desden cargado de veneno.

"Esa pérdida de tiempo me ha quitado horas de sueño, no puedo continuar así, debo averiguar quién es ella."

La confesión salió a borbotones, impulsada por la presión, por la necesidad de justificar mi obsesión, de darle voz a un anhelo que Nelly nunca entendería.

"¿Y eso de qué te servirá?" Respondió desinteresadamente.

"Tengo curiosidad por saber qué tipo de mujer es."

"Una zorra, seguramente." Respondió de inmediato, su tono despectivo, sin filtro.

"¿Tendría algo de malo si así lo fuera?" Mi voz desafiante la regreso a la realidad.

"No quise decir eso, es difícil creer que de verdad te importe ese estúpido sueño. En mi experiencia, creo que es un capricho tuyo." La voz de Nelly se suavizó con un intento forzado de comprensión, pero aún anclada en su propia perspectiva limitada, una comprensión envenenada.

Termine de comer, la comida se había vuelto insípida, sin sabor, sin alegría. Suspiré, un aliento que liberó parte de la carga, un suspiro de agotamiento que Nelly disfrutó.

"Podría ser mi esposa. Jajaja." Dije con un toque de cinismo.

Nelly evadió el comentario cambiando el tema abruptamente.

"¡Ven! Quiero tomar una foto con mi mejor amigo." Su entusiasmo fingido, delató molestia.

"Nell, no estoy presentable, además estamos cenando."

"¡Vamos! Te ves muy guapo, ni siquiera se verá que traes pantalones cortos y con esa camiseta se te ven fenomenales tus brazos."

"Tendrás que presentarme alguna nueva amiga."

"Tengo una, se llama Carter." La mención del nombre golpeó mi mente, un escalofrío recorrió mi espalda, un impacto que me dejó sin aliento. Nelly había guardado el golpe más bajo para el final, sabiendo que Carter era un punto débil.

"¿Vas a comenzar de nuevo?" Respondí sin mirarla, cansado de sus comentarios.

Nelly no dijo nada, se limito a revisar una y otra vez su celular, su atención dispersa, un reflejo de su mente volátil y de su misión cumplida.

"¿Está todo bien?" Pregunté haciendo plática.

"Gracias por la cena, estuvo rica. Te dejo descansar, ya me confirmaron mis amigas." Respondió.

Su despedida fue abrupta, no puedo negar que sentí un alivio agridulce, escucharla decir que se iría era una liberación inesperada que me dejaba con un sabor amargo.

"¿Estás segura?" Dije reteniendo el aire esperando que pronto se marchara.

"No debes preocuparte, no pensabas que iba a quedarme en casa, ¿cierto?" Su sonrisa era radiante, una despedida sin remordimientos, la sonrisa de quien ha logrado su objetivo.

"No, eso sería un desperdicio. Diviértete y avísame cuando estés en casa." La ironía era palpable, una aceptación resignada de la naturaleza depredadora de Nelly.

"Solo si me presentas a un amigo, jajaja." Su risa se alejaba mientras se despedía, un eco de su alegría desenfrenada, un recordatorio de que siempre volvería.

"Esa mujer está completamente loca", pense.

La risa de Nelly aún resonando en mis oídos. Una sonrisa genuina se dibujó en mis labios, a pesar de todo, de su maldad, de su falta de tacto, ella es una chispa de alegría en los momentos de diversión.

Con la casa en silencio, parecía una broma, la maldad acababa de salir por la puerta con una sonrisa triunfante.

Doña Meche se acercó, su presencia silenciosa, un consuelo tácito.

"Doña Meche, quiero hacerle una pregunta."Dije serenamente.

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Taily Du
necesito un novio como el galán de esta novela 😛
Kio Hernández
se prendió la novela 😛😝😜
Dani Hernández
esta fuerte jajaja ya era hora que el protagonista volviera a las andadas
Alexxa Ela
que relató más erotico está novela tiene flow 🔥👏👏👏
Alexxa Ela
woooo el protagonista ya se dio cuenta que Carter no es una chica para pasar el rato
Gabriel García
buena novela muy bien escrita
Kio Hernández
autora por favor suba más capítulos 🥺
Angélica Hernandez
se va con otras para olvidar a la que ama
Dani Ela
los celos siempre hechan a perder las amistades
Kio Hernández
me preguntó si no estará realmente enamorado de Nelly porque del amor al odió
Kio Hernández
que diálogo tan intenso me encanta
Secreto M
tenía que ser hombre tiene miedo al amor verdadero
Secreto M
la chica celosa es bien tóxica
Alexxa Ela
pobrecito prefiere una aventura al verdadero amor 😔
Shi Shin Garcia
me gusta mucho la novela por qué habla de valores que hoy en día se han perdido
Shi Shin Garcia
con ésas amigas para que queremos enemigas
Alexxa Ela
me está gustando mucho
Dani Ela
celos maldetos celos jajaja
Dani Hernández
no nacimos para echar raíces me encanta la villana es tan divertida
Dani Hernández
que emoción ya que pasé algo entré ellos
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