Mi Condenada Suerte

Cuando lo llevaron a comprar ropa, el alfa compro todo extravagante y suntuoso, no parecía el joven con el que pasó un año admirándolo de lejos, es lo que sintió Gabriel. Y luego su actitud despectiva a su personal, los trataba peor que esclavos en especial a los sirvientes que limpiaban, eso lo hizo pensar que le habían hecho mucho daño en ese chalet y lo habían trasformado en egoísta y frío. Su lobo lo rechazaba, no era a quien amaba, no veía a su Sebastián.

Cuando regreso a la mansión fue a su escritorio y detrás de él fue el desvalido alfa, lo provocaba, lo seducía con sus caderas y a la vez se comportaba como temeroso y sumiso, Gabriel decidió volver a su casa, que se quedara con la Omega, así se alejaba de él. Ya el mayor no quería estar junto al muchacho que busco por tres años.

Esa noche ya estaban de nuevo en la mansión, al llegar Gloria lo abrazo con fuerza a Sebastián y se fueron juntos a la habitación.

Allí ella le pregunto si todo Iba bien y él con arrogancia le contesto que nadie lo había rechazado nunca, y ese viejito lo tenía en la palma de la mano y le mostró todo lo que le compró, feliz ella también le mostró lo que ella eligió.

Así comenzó su nueva vida, el alfa y la Omega ante los ojos del enigma eran ingenuos e inocentes, pero con los empleados unos déspotas, y entre ellos mostraban sus verdaderos rostros.

Gabriel puso micrófonos y así se enteró de todos los planes y luego puso cámaras escondidas dónde vio como humillaban a sus empleados, estos no decían nada por temor a que el jefe que protegía al alfa, los despidiera.

Sebastián entró al despacho y se sentó en el escritorio de Gabriel y sutilmente toco con su índice su hombro, siguió por su cuello y termino en sus labios, todo mirando fijamente al mayor, y con voz de niño le dijo, sabes que la semana que viene cumplo 21 años? Y el mayor se alejó un poco, porque ya hasta odiaba el roce, y respondió si mi niño, bueno le dijo queriendo subirse al enigma, ya no seré un niño, en un movimiento Gabriel estaba a medio metro de él junto al escritorio, ya lo se le dijo en forma sería, y Sebastián siguió con la seducción, y papi podríamos festejar mi cumple, Porfi, y se abalanzó sobre Gabriel, este retrocedió y cayó al piso el Alfa. El enigma se disculpó atribuyendo que no se dio cuenta y le dijo para mi hijo todo, prepara todo lo que te guste e invita a quien quieras.

Feliz el alfa salió corriendo a decirle a Gloria.

La Omega sin que el alfa supiera había comenzado a seducir al enigma, lo estaba impregnado de Feromonas de manzana y canela, para atraerlo, pero a Gabriel solo le atraían las de Rosas y Fresias que sintió solo en contadas ocasiones, la última vez el día que regreso Sebastián. Nunca más, y eso ya hacía dos meses.

Frustrado con todo, agotado de ver cómo se había transformado su amado, solo quería que Sandro ya sé lo llevara he hiciera con el alfa lo que quisiera ya hasta lo detestaba y a esa Omega arrastrada más, seduciendo al que su amigo quería supuestamente.

El día de la fiesta le hicieron llegar la invitación a Sandro y feliz fue, ya que al cumplir los 21 todo lo de Eugene Juárez quedaba liberado para Sebastián Juárez y él siendo su tutor legal podía hacer lo que quisiera, y si moría toda su fortuna quedaba en sus manos.

Entonces preparo el regalo para el Alfa. Y en la cena se lo daría.

La mansión estaba cubierta de luces, adornos suntuoso, dos estatuas de hielo en la puerta, mozos por todos lados con bandejas doradas sirviendo bebidas, música, una banda de jazz tocaba en el jardín, mesas preparadas con muchos manjares, decoraciones lujosas, todo era espléndido, las personas más influyentes de la sociedad estaban y los amigos del chalet junto a la señorita Roxana también estaban presentes, ya que una forma de conquista que les enseñaron era siempre compartir los platos especiales así todos comían, y daban a su amada Roxana, en este caso el plato era Gabriel Sincler, y su entorno.

Cada compañerito del chalet fue atacando a su presa, que Roxana les fue indicando, así políticos, ceos y profesionales adinerados quedarían en las garras ambiciosas de la Omega, por qué sus discípulos en su mente tenían la orden y el deber solo con Roxana, ni honor a su familia de sangre.

Cuando Roxana le indico a Gloria que fuera con un político de la esquina de la habitación ella protestó, quería a Sincler, pero Roxana la miró con furia y por miedo la Omega pelirosa salió corriendo a seducir al viejo panzón que comía en la mesa de los aperitivos.

Cuando todo ya estaba en la cúspide de la noche recién llego Sebastián vestido con un traje lujoso, con pedrerías y transparencias, llego dos horas tarde. Cuando comenzó a saludar haciéndose la estrella, Sandro lo abrazo y comenzó a fingir lágrimas y llanto y en frente de todos decía hijo mío apareciste, tantos años amor, te buscamos con tu padre por todos lados, y lo besaba y abrazaba, como no podía hacer escenas en frente de los demás el alfa siguió el juego de su madrastra y la abrazo y lloro con ella, Gabriel al ver eso le dio asco y se fue a su escritorio, se sirvió un vaso de whisky y maldijo haberlo encontrado.

En medio del abrazo, Sandro lo pincho en el cuello con un anestésico potente que llevaba en el anillo y al segundo cayó Sebastián, la Omega se hizo la asustada y que lo llevaría a atender, pero Sebastián se paró, pidió disculpas y salió corriendo.

Olfateando su aroma a Champa y Yagra encontró a su Gabriel, entro al despacho y cerró con llave.

Enojado Gabriel lo hecho y Sebastián comenzó a llorar, asustado libero feromonas y se fue acurrucando en el piso tomando sus rodillas y apoyando su frente en sus rodillas, apoyado en la puerta, solo dijo en sollozos, solo quería verlo una vez más, solo una, el enigma y su lobo lo reconocieron al instante y se abalanzaron sobre él, y lo abrazaron, no entendía que pasaba, pero era su Sebastián su Omega destinado, el mayor le levantó el mentón e hizo que lo viera y pregunto quién era, y bajo la cabeza y dijo seguro no me crees soy Manuel y morí en mi mundo y una diosa odiosa me castigo por decirle bruja o loca o todo, y me envió a este cuerpo, pero. Se puso a llorar y lo abrazó escondiéndose en su pecho, señor Gabriel liberaría sus feromonas, su corbata fue lo único que me mantuvo cuerdo y vivo donde me llevaron, y el mayor lo abrazo con su aroma, Sebastián se escondió en el cuello de Gabriel y luego dijo, no sé porque Sebastián se durmió y pude escapar de mí prisión pero creo si recupera la conciencia yo desaparecer de nuevo y miro a Gabriel y le hizo cariño en su rostro, tomando sus mejillas como el tesoro más grande del mundo y le dijo, si no vuelvo, solo quería salir para decirle, que yo, y bajo la mirada, y en un susurro le dijo yo siempre lo he amado, si puedo lo cuidare aunque no pueda tocarlo, ni verlo, ni sentir su Exquisito aroma, sus lágrimas caían sin parar y Gabriel no aguanto más y le elevó el mentón de nuevo y le dijo, siempre has sido mío, y si este bruto te encierra otra vez veré la forma de rescatarte, yo también te amo le dijo y le dio un beso en los labios, le seco las lágrimas a Sebastián y lo abrazó, el joven se refugió en ese abrazo, nunca había sentido tanta dicha y felicidad, por primera vez alguien lo amaba, y era muy feliz. Pero mientras abrazaba a su enigma y sentía su aroma, los barrotes volvieron, y de a poco el rostro de Gabriel se alejó y pudo solo verlo por el tragaluz. Había regresado el dueño del cuerpo.