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Bien, Me Voy, Sé Feliz.

Bien, Me Voy, Sé Feliz.

Status: En proceso
Genre:Romance / Amante arrepentido
Popularitas:0
Nilai: 5
nombre de autor: hantari

"Tras cinco años de matrimonio, Aulia seguía sin conseguir que William la amara.
Todo se debía a un error que ambos cometieron cinco años atrás. A causa de aquel error, William la consideraba una mujer vulgar, y fue precisamente ese error el que los llevó al matrimonio.

Durante años, William trató a Aulia con una crueldad extrema, castigándola como si fuera una criminal de alto rango, sin la menor piedad.

Al igual que William, su propio hijo tampoco la veía como a una madre; siempre deseó que se divorciaran.

""Cumpliré todos tus deseos. Firmaré el acuerdo de divorcio.""

""Una vez que firmes ese documento, no habrá vuelta atrás. Sin mí, ¿qué crees que podrás hacer? Ni siquiera tu familia te quiere. Compórtate y obedece, y haré como si nada hubiera pasado.""

""Papá, déjala ir. Después de divorciarte, podrás casarte con la tía Teresa, ¿verdad?""

Ya no podía más. Así que firmé sin dudarlo y huí lo más lejos posible, hasta que nunca más pudieran encontrarme."

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Capítulo 1

Hoy, como de costumbre, volví del trabajo por la tarde. Pero, a diferencia de lo habitual, el jardín trasero estaba muy concurrido, con invitados que empezaban a llegar.

Estaba confundida, ¿había algún evento? Todos los sirvientes también estaban vestidos más elegantemente de lo habitual, y también habían arreglado el jardín lo más bellamente posible con varios platos colocados sobre las mesas.

En mi confusión, un hombre alto y esbelto, con un elegante traje y un aura innegable, apareció frente a mí, como siempre, con un rostro frío y aterrador para mí.

"¿Por qué sigues parada aquí? Ve a la cocina y busca tu uniforme. Apresúrate a recibir a los invitados", ordenó con una voz aguda como la de un rey asesino.

"¿A qué te refieres? ¿Qué más quieres hacer?", No sé por qué sentí un mal presentimiento por la mirada de ese hombre.

Pero en lugar de dar una respuesta, me arrastró bruscamente hacia la parte trasera de la fiesta y me arrojó hacia los otros sirvientes que ya estaban vestidos con sus uniformes.

"¡Hoy es el cumpleaños de Teresa! No quiero ni el más mínimo error. ¡Entendido!", recalcó y luego me arrojó un uniforme de sirviente a la cara.

No tuve tiempo de abrir la boca, ya se había marchado con indiferencia.

Sonreí burlonamente y apreté la ropa de sirviente con fuerza, he reprimido mi ira durante mucho tiempo, con emoción le lancé la ropa a la espalda, haciéndolo volver y, con su naturaleza temperamental, inmediatamente agarró mi mano con rudeza y me estranguló con un solo movimiento.

"¡Cómo te atreves!"

Con todas mis fuerzas lo empujé lejos de mí. Lo miré a los ojos llena de emoción ahora, "¿Otra vez me haces esto? Estoy cansada de todo, también soy un humano que puede cansarse, ¡¡William!! Si quieres celebrar el cumpleaños de tu amante, celébralo, ¡ya no me importará!"

Me siento cansada, hasta el punto de que ya no me importa nada más y me doy la vuelta para irme hasta que su mano me detiene y se ríe burlonamente.

"¿Estás enojada? Vaya, rara vez te veo enojada, pero ¿no es esto normal? Después de que Teresa termine de soplar las velas, será tu turno de soplar las velas. Las sobras del pastel"

Mi pecho se sentía como si estuviera rugiendo, no podía soportarlo más, pero cuando estaba a punto de responder a sus palabras, una voz me detuvo directamente.

"¿Por qué enojarse? Deberías estar feliz de que papá todavía recuerde tu cumpleaños cada año. Y la tía Teresa todavía quiere compartir su pastel contigo. ¡Por qué siempre te comportas así! Es muy vergonzoso"

Miré a mi hijo Edward, de 4 años, que acababa de decir eso. De hecho, es igual que su padre, que siempre logra apuñalar mi corazón sin piedad. Son padre e hijo de la misma sangre y de un mismo corazón para lastimarme.

"Edward, ¿mamá realmente no vale nada para ti? ¿Crees que mamá merece ser tratada así?", me arrodillé para igualar su altura. La pregunta que siempre he guardado hasta ahora para mi hijo, finalmente salió a la luz. Se siente sofocante preguntar eso, pero por última vez debo ser valiente con su respuesta.

Vi su pequeña mano agarrar la mano de William, pero por su mirada entendí la respuesta.

"¡No me gustas! Porque siempre estás enojada conmigo y también con papá. También te gusta controlarme y ordenarme muchas cosas que no me gustan! Y tú..., eres muy aburrida y siempre me prohibes estar con la tía Teresa! ¡Te odio! ¡No me gustas!"

"Prefiero que la tía Teresa sea mi mamá. ¡Espero que te vayas para siempre y dejes que papá se case con la tía Teresa!", gritó.

"Edward...", Ya no podía soportar escucharlo, especialmente con su mirada tan aguda. Me tapé los oídos y presioné el dolor en mi pecho.

Como de costumbre, William actuó con frialdad, nunca amonestó a su hijo cada vez que hablaba con rudeza con él.

"Ya es suficiente, puedes ir a la cocina y hacer tu trabajo ahora", Sí, él tampoco tiene ni una pizca de simpatía por mí.

Me tiró de la mano con rudeza hasta que me levanté tambaleándome y fui arrastrada con un tirón fuerte, luego me empujó al vestuario mientras me arrojaba el uniforme de sirviente de nuevo a la cara.

"Ponte este uniforme y escucha bien. No te perdonaré si hay el más mínimo error con la fiesta de cumpleaños de Teresa, tampoco me importa si estás enojada o no, Entendido".

Después de decir eso, cargó a Edward y se fue dejándome.

"Papá, ¿cuándo te divorciarás de mamá? Estoy muy enojado con ella"

Todavía escucho las palabras de mi hijo, que parece que fueron reforzadas a propósito para que yo las escuchara.

Me sequé las lágrimas que corrían por mis ojos. Qué tonta he sido desde siempre al pensar que habría un arcoíris después de la lluvia, pero en realidad no hay arcoíris sino oscuridad sin fin.

Si antes siempre le tenía miedo a las amenazas de William, pero ahora ya no me importa. Tiré el uniforme y me fui de la casa que durante 5 años fue como un infierno para mí.

***

Caminé sin rumbo durante algunas horas hasta que la noche cubrió la tierra, después de sentirme cansada, finalmente mis pasos se detuvieron frente a una casa que era bastante grande y majestuosa, que durante 5 años no había vuelto a visitar desde que me casé.

Estuve parada allí durante bastante tiempo, hasta que una mujer de mediana edad salió de la casa y se acercó a mí. "¿Por qué vienes aquí? ¿Qué pasó con tu relación con William?"

"..."

"No te quedes callada, ¿ya te has quedado muda?!"

"..., Mamá, quiero divorciarme de William"

¡Plak!

Antes de que terminara mi discurso, una bofetada aterrizó directamente en mi cara.

"¡Cómo te atreves a decir eso! Te lo dije desde el principio, ¡nunca dejes que se te ocurra divorciarte de él! ¡Sabes las consecuencias si te divorcias de William!"

"¡Nuestra empresa será destruida! ¡La cara de nuestra familia será pisoteada y avergonzada, y mamá no quiere que eso suceda!"

"Pero mamá, estoy sufriendo allí", me gustaría mostrar todas las cicatrices que obtuve durante algunos años y que ya pasé con William.

"No me importa. Escucha bien, eres una niña que recogí de un orfanato. Durante 22 años te cuidamos y te mantuvimos hasta que te enviamos a la escuela superior, si no, ¡tal vez ya serías una vagabunda ahora!"

"Al menos sabes ser agradecida un poco"

Sí, de hecho, todo nunca cambiará, esa realidad nunca cambiará, pero ¿seré agradecida ofreciendo mi vida para siempre para destruirme?

"Deja de llorar como una niña pequeña y vuelve allí bien y discúlpate con William, dile que te arrepientes y sé una niña buena y obediente allí y no causes problemas y mucho menos tengas la idea de divorciarte"

"Pero ellos nunca me aprecian ni me consideran mamá..."

"Me importa un bledo eso, vete de aquí y no vuelvas nunca más porque tu casa ya no está aquí, sino en la casa de William Harrison"

"Te prometo mamá, te devolveré el favor mamá pero no de esta manera, por favor mamá ya no puedo vivir allí. Mamá te lo ruego ten piedad de mí, quiero divorciarme", mis lágrimas no pude contenerlas, intenté seguir sosteniendo la valla que se iba a cerrar.

"Aulia, no hagas tonterías, mamá dice que vuelvas con William, tienes que volver, ¡vete de aquí! Vete."

Mi cuerpo fue empujado hasta caer en un charco de agua que quedaba de la lluvia, y cuando intenté levantarme de nuevo, la valla ya estaba cerrada con llave y mamá entró de nuevo en la casa sin importarle."¡Mamá ya no puedo!", mis lágrimas estallaron mientras seguía sosteniendo el hierro de la valla y gritando hacia la casa, llamando el nombre de papá pero hasta que mi voz estuvo ronca nadie salió, hasta que la lluvia cayó todavía no apareció nadie.

Al final también me fui de allí, arrastrando mis pasos que no sabían a dónde me llevarían.

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