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"CAMINOS INESPERADOS" LOS DECENDIENTES YANKELEVICH Quinta Parte

"CAMINOS INESPERADOS" LOS DECENDIENTES YANKELEVICH Quinta Parte

Status: En proceso
Genre:Dominación / Equilibrio De Poder / Embarazo no planeado / Malentendidos / BDSM / Apoyo mutuo
Popularitas:14.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Karina Garcia

bienvenidos a la quinta parte de los decendientes YANKELEVICH.

Vamos a conocer la historia de Los hijos del pequeño Max: David, Hanna, willmar Alexander y Chantal.
también conoceremos a los hijas de Claudia y Kilian: Dolores, Lupita y Aurora.
tendremos también las historias de los hijos de Aisha y Bruno: Leo y Leonardo.

cada uno tendrá que enfrentar nuevos enemigos y también conocerán el amor, nuevas aventuras tendremos en esta quinta parte y tendrán que hacer uso de sus enseñanzas para poder mantenerse con vida.
espero les guste está quinta parte.

NovelToon tiene autorización de Karina Garcia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 08

Willmar Alexander era un hombre que entraba con el arma en sus manos, ordenando que todos se tiraran al suelo, si alguien no hacía caso, si no traía arma le disparaba en una pierna o en la mano para obligarlo hacer caso; pero si era un hombre que levantaba su arma, simplemente lo mataba, porque sabía que en ese lugar, gente buena o mejor dicho las víctimas no traerían un arma.

Entrando al lugar ordeno que todos se tiraran al suelo y como siempre pasaba alguien no hacía caso, sacaba su arma queriendo hacerle frente; pero él era rápido y siempre estaba atento a cualquier movimiento, en cuestión de segundos dejo a tres hombres sin vida, los demás que estaban ahí bajaron sus armas.

Rápido ordeno al hombre que iría a los calabozos que siguiera su camino, junto con los hombres designados a seguir sus órdenes, tenían que asegurar las víctimas.

A 3 de sus hombres les ordeno que se quedaran ahí vigilando a los que estaban en el suelo; subió las escaleras, dejo a otro de su gente para que se encargaran del segundo piso, junto con 7 hombres y él se fue al tercero con 5 de su gente.

Lo primero que aseguraron fue el área de seguridad, dejando a uno ahí para que se encargara de que todo estuviera bien; mando a tres de sus hombres a la puerta que no sabían lo que había, a los otros dos les ordeno que le cubrieran la espalda mientras entraba a la otra puerta que no sabía que había.

Cuál fue su sorpresa al abrir las puertas, eran cuartos muy especiales para el BDSM, había de todo ahí, cualquier cosa que buscaras o quisieras hacer estaban ahí.

Willmar estaba sorprendido con lo que miraba, realmente deseaba algo así en su departamento especial que tenía en la ciudad de Londres, pensó que una vez que terminara con todo eso, iría a tomarle unas fotos para mandar hacer algo parecido.

Por un momento se distrajo viendo todo el lugar, no se había dado cuenta que en ese lugar estaba alguien sentada en un banco pequeño, que estaba cubierto con una tela de color rojo; se acercó y quito la tela y mira a una mujer, que tenía los pies abiertos, solo las puntas de sus pies tentaban el suelo y sus manos estaban a su espalda amarradas con una soga.

Cuando miro su rostro se quedó impresionado con la hermosa mujer que estaba frente a él, en una posición que realmente le encanto, hizo que su hombría reaccionara a esa posición tan erótica.

Era algo extraño y más sabiendo que estaban en un lugar de peligro, pero la belleza de esa mujer, la posición en la que estaba, por un momento lo hicieron olvidarse del peligro, deseando poder ser el dominante de esa mujer.

Esa mujer parecía tener una altura de 1.65, cabello castaño oscuro, color de piel morena clara, ojos grandes, labios un poco gruesos, una nariz normal, un rostro fino, el pecho algo grande, pierna gruesa, cintura pequeña, caderas anchas, sentaderas grandes.

Willmar realmente no desaprovecho ese momento para verla, aunque sabía que la pobre mujer estaba expuesta y que eso que hacía estaba mal, no puedo evitarlo; esa chica era lo que realmente buscaba para sus cesiones del BDSM.

Willmar al ver los ojos de la mujer que lo miraba con desaprobación se sintió avergonzado, realmente se estaba comportando como un pervertido; se acerca a ella y quita esa bola de plástico duro que tenía en su boca, evitando que hablara.

Él algo inquieto y nervioso le dice. - señorita soy el joven maestro Willmar Alexander, estamos aquí para rescatarla, por favor permítame desatarla, para sacarla de aquí.

La joven, frunció la seño y lo miraba con desaprobación, molesta le dice. – usted no es nada diferente a esos pervertidos que vienen aquí y disfrutan de nuestro cuerpo de maneras salvaje, violenta.

Usted creer que no me di cuenta de cómo me miraba, como un pervertido, un hijo de…

Que tristeza saber que gente del maestro sea así de malvada como esos hombres, que no respete a una mujer y que solo nos miren como objetos.

Willmar se sintió algo triste por ella y al mismo tiempo avergonzado, porque realmente tenía razón, se estaba portando como esos hombres, que no respetaban, que no sabían conquistar a una mujer para invitarlas a sus juegos.

Inseguro sin dejar de ver su rostro, evitando ver su cuerpo se disculpa, estaba por dar la media vuelta para desatar sus manos, cuando escucha que la joven le grita. – cuidado atrás, voltea grandísimo tonto.

Pero su advertencia fue muy tarde, no alcanzó a reaccionar, por estar distraído con la hermosa mujer, se le olvido asegurar primero el lugar; nunca miro la puerta que estaba enfrente de ellos, era un baño y Willmar nunca la miro, por estar distraído con la posición, con el cuerpo de la joven.

Willmar iba a tomar su arma cuando escucha una voz de hombre que le dice. – será mejor que no lo intentes o te prometo que te disparo en la cabeza, tengo muy buena puntería y creme desde esta distancia no voy a fallar.

Mira la mesa que está detrás de Vanessa, ve a ella y toma las esposas, te las vas a poner, pero con las manos hacia atrás, más te vale no hacer nada tonto; vas a caminar con las manos en alto y solo vas a bajar una para tomar las esposas, la subes te acomodas una, de ahí las bajas con lentitud llevas tus manos atrás y te pones la otra.

Sigue mis instrucciones a cómo te lo dije, haces algo diferente por más mínimo que sea te disparo en la cabeza y camina despacio, más te vale que no lo hagas rápido.

Willmar hizo lo que le ordeno, aunque trataba de ver a su alrededor para ver cómo salir de eso, alertar a su gente que estaba afuera para que entraran apoyarlo; pero por más que miraban no podía ver a que distancia estaba.

Termino poniéndose las esposas en ese momento escucho que le ordena dar media vuelta, cuando lo hace mira que el hombre estaba a lado de Vanessa, pero nunca se esperó, que ella se levantara y al mismo tiempo le grita. – tonto, agáchate.

El hombre que traía el arma no alcanzó a voltear cuando la mujer a como pudo lo golpea con su cuerpo y lo hace caer al suelo; ella al no poder usar sus manos, lo único que pensó en usar fueron sus dientes, con todas sus fuerzas lo muerde de la oreja izquierda, si quería arrancársela, provocarle dolor.

Pero ese hombre sin pensarlo disparo su arma sin ver a donde, pero ella aun así no dejo de morderlo.

Willmar rápido se disloco el pulgar de la mano izquierda para poder quitarse las esposas, justo en el momento que el hombre disparo, él toma la suya y le dispara en la cabeza, no iba a dejar que volviera a disparar su arma.

Su gente al escuchar el primer disparo entró, iban acercarse para ayudarlo, pero Willmar fue más rápido que ellos; rápido se acercó a la joven para ver cómo estaba, esperando que ese disparo no le hubiera dado, pero al momento que la iba a parar, se dio cuenta que le dio en el abdomen, al lado izquierdo.

Por primera vez Willmar se sintió inseguro, sin saber cómo proseguir, él solo pensaba en salir de ahí con ella en sus brazos, para llevarla al hospital a esa hermosa mujer que le había salvado la vida.

La desata de las manos, la tapa con una toalla grande que encontró en el baño y la levanta en sus brazos, estaba descontrola, solo quería salir de ahí, pero apenas dio el primer paso escucho a Paola por el intercomunicador que traía en el oído. – Deja que uno de los hombres saque a la mujer, aun tienes trabajo que hacer, no has terminado y tienes que atrapar al jefe de ese lugar.

Willmar Alexander sin nada de ganas entrega a la mujer a uno de sus hombres y le dice que la lleve al hospital; una vez que se fue con la mujer, él tuvo que seguir entro al otro cuarto y era lo mismo un excelente lugar para el BDSM, esta vez se concentró, lo revisto hasta el baño, pero ahí no encontró a nadie.

Siguió por el pasillo hasta llegar a la oficina del jefe de ese lugar, entro tumbando la puerta de una patada, ese hombre ya lo esperaba, tenía una mujer enfrente de él, su arma la tenía en su cabeza, en el momento que lo miro entrar le dijo. – Déjame ir esta mujer vive, sino la matare aquí frente a ti.

Él no era un hombre paciente y mucho menos le gustaba que lo amenazaran, podía dispararle en la cabeza y terminar con eso, pero apenas pensó en eso escucho la voz de Paola que le dijo. – Tienes que atraparlo vivo, parece que tiene algo que decirnos.

Willmar Alexander baja su arma, y levanta las manos al aire se hace a un lado de la puerta para que el hombre pase, lo mismo hicieron sus hombres; no le despegaba la mirada mientras lo miraba caminar, buscando una oportunidad para poder desarmarlo y por fin miro algo, ese hombre era un tonto, que no sabía nada sobre defensa.

Su peor estupidez fue darle la espalda para salir de ahí y en ese momento que pensaba cruzar la puerta dándole la espalda, aprovecha esa distracción, con la pistola golpea su codo en una de las partes más sensibles, eso hizo que se le acalambrara, que sintiera dolor y termino soltando la pistola.

Siguió con un golpe en el cuello que o hizo caer al suelo inconsciente, la mujer fue jalada rápido por uno de los hombres de Willmar, la pusieron a salvo y sacaron de ahí.

Willmar Alexander miro un poco en la oficina, pudo ver que había demasiados documentos, parecía que en ese lugar había mucho que sacar, rápido le informo a Paola para que ella y Joshua fueran a ver que encontraban.

Ordeno que llevaran al hombre al cuartel para interrogarlo, algo que pensó sería fácil no era un hombre que fuera fuerte, estaba seguro de que con un poco de tortura empezaría hablar.

El cuartel estaba a las afueras de la ciudad y a diferencia de otros países, en Rusia era uno de los lugares más seguros para ellos, el gobierno estaba limpio, se podría decir que eran poco los que podrían estar en contra de la familia y si lo pedían la misma seguridad pública del país se sentían orgullosos de poder apoyarlos.

Mover a ese hombre por la ciudad iba a ser fácil, no necesitaban de tanta seguridad y él estaba ansioso por ir a ver a la mujer, saber cómo estaba, su belleza lo que miro lo traía en la cabeza, era algo que no se podía sacar, necesitaba verla una vez más.

Tomo su celular y le marco a su tío Adal, le pidió que se encargara de la tortura, fue una petición extraña para Adal, pero acepto y él giro la camioneta para ir al hospital, dejando que su gente llevara al hombre al cuartel.

Llego al hospital de la familia, pregunto por las victimas que llegaron en ese día, específicamente por una mujer con una bala en el abdomen izquierdo; para su suerte era la única mujer que llego así, la enfermera le dijo que estaba en el quirófano, que tenía que esperar a que el cirujano saliera.

Willmar Alexander ordeno que la llevaran a uno de los cuartos que estaban destinados para la familia del maestro; fue una petición extraña para los del hospital, rápido se pasó el reporte al director y eso altero un poco a los médicos, pensando que esa mujer era parte de la familia, eso significaba que iban a tener a un Daniel atento y alterado a lo que le pasara, a Lionidas o a Maritza sobre ellos.

El director del hospital no pudo ir a su casa esperando la llamada de ellos y lo que era aún más malo aun no sabían cómo iba a salir su operación; estaba tenso llamando cada 15 minutos al quirófano para saber cómo estaba la mujer, pero no había una respuesta clara, la joven había tenido algunas complicaciones y los médicos trataban de hacer lo bien, aunque saber que era parte de la familia no ayudaba mucho.

Era demasiada la tensión y el saber que el joven maestro estuviera esperando en la habitación que se le iba asignar a la joven no ayudaba mucho; el director al escuchar que la joven salía de la operación y que estaba bien, en ese momento tomo el mismo el teléfono, marco a Lionidas para infórmale que la joven maestra estaba bien, que salió bien de la operación.

Lionidas al escuchar joven maestra pensó que hablaban de Paola o de Dasha, pero recordó que Nasir les había dicho que todo había salido bien, que ninguno salió herido, no entendía por qué le director del hospital de Rusia le hablaba para infórmale que la operación de la joven maestra había salido bien.

Le ordeno que le enviara todo el expediente y una vez que corto la llamada le marco a Joshua, para saber que estaba pasando, pero para Joshua fue una pregunta extraña, todos estaban bien, fue lo que le dijo.

Aunque saber que una joven maestra estaba en el hospital fue algo inquietante y Lionidas le ordeno que fuera a investigar que pasaba; fue algo inquietante hasta para Joshua, no entendía que podía estar pasando, fue rápido al hospital y al llegar a donde estaba Willmar Alexander.

Mira a la mujer sobre la cama y a su sobrino cuidándola, al ver que no era nadie de la familia respiro profundamente, eso lo calmo un poco, pero una vez que se calmó saco a su sobrino de la habitación y empezó a decirle. - ¿Quién es ella? La registraste como una de las jóvenes maestras, en la casa todos están alterados, preguntando quien de la familia estaba herido, será mejor que me expliques ¿Qué está pasando?

Willmar Alexander no sabía que contestarle, realmente hizo que le dieran esa habitación, porque solo quería que estuviera cómoda; tardo unos segundos en contestar, cuando empezó a decir. – Ella salvo mi vida, esta herida por mi culpa, por mi descuido y nunca dije que fuera una joven maestra, solo pedí que le dieran una habitación de las designadas para la familia, quería que estuviera lo más cómoda posible.

Tío si ella no me hubiera ayudado seria yo el que estuviera en esa cama o tal vez estuviera muerto, siento que debo cuidarla; solo será por esta vez, puede hablar con la familia y explicarles porque lo hice, una vez que ella este bien prometo que aceptare el castigo que me quieran poner.

Joshua respiro profundamente, era malo lo que paso a la joven, pero era bueno que su sobrino estuviera bien y si la joven le había ayudado él tambien pensaba estar al pendiente de ella; le dijo que se quedara a cuidarla, que él hablaría con la familia para tranquilizarlos.

Willmar Alexander regreso a la habitación y se quedó con la hermosa joven, pensaba cuidarla hasta que estuviera bien, mientras que Joshua hablo con Lionidas para explicarle lo que paso, algo que lo dejo calmado y tambien tuvieron que decirle a toda la familia para que nadie se alterara.

Lionidas hablo con el director del hospital y pidió un trato especial para la joven, él mismo iba a estar al pendiente de su recuperación; para la familia ella salvo a Willmar Alexander y eso se agradecía.

Willmar Alexander no se despegó de ella, estuvo atento a sus medicamentos, toda la noche estuvo despierto cuidándola y asegurándose de que estuviera cómoda.

En la madrugada se quedó dormido mientras sostenía su mano y miraba su hermoso rostro; estaba cansando, había sido un día pesado y lleno de emociones, lo único que agradecía era que su familia no le estuviera hablando, que lo dejara tranquilo mientras cuidaba de ella.

La joven despertó y lo primero que miro fue su rostro, para ella verlo ahí fue algo malo, su mente no podía pensar en nada bueno, ya se miraba siendo torturada para sacarle información que no sabía; se empezó alterar, la máquina que mostraba su pulso empezó a mostrar alteraciones y eso despertó a Willmar.

Willmar abre los ojos pensando que algo malo le había pasado, pero apenas la miro con los ojos abiertos, viéndolo con miedo la escucho decir. – Yo no sé nada, solo era una víctima de esos hombres, que usaban para que atendiera a esos hombres con mi cuerpo, pero nunca escuche nada, aunque me torture no sabre que decirle, se lo suplico déjeme ir.

Sintió algo de tristeza al verla tan asustada, suspiro profundamente y le dijo. – Cálmate, nadie te va a torturar y solo estoy aquí para asegurarme de que estes bien, recibiste una bala en el abdomen por mi culpa, es mi forma de agradecerte.

La joven lo miraba con desconfianza, no parecía creerle y él se daba cuenta, trata de sonreírle, de mostrarse algo amistoso con ella, la hace que se recueste recordándole que estaba recién operada que tenía que estar en calma, le prometió que nada malo le iba a pasar.

Ella trata de relajarse de creer en sus palabras, se recuesta en la cama y en ese momento le dice. – Dices que no quieres torturarme, pero estas sobre la sonda del suero.

Willmar volta y mira que su mano izquierda estaba sobre la sonda del suero la parte que estaba sobre la cama, rápido levanta la mano y le dice. – Discúlpame, nunca he cuidado un enfermo y usted señorita salvo mi vida, creo que lo menos que puedo hacer es cuidarla mientras este en el hospital, solo dime lo que necesitas y yo te lo daré.

 Mi nombre es Wilmar Alexander, puedes hablarme por mi nombre y si no es mucho pedirte puedes decirme el tuyo, la verdad no me gusta decirte señorita, preferiría hablarte por tu nombre.

La joven algo insegura le dice. – Mi nombre es Vanesa y soy nacida en Rusia de padres venezolanos; para mí son los mejores padres del mundo y en este momento deben de estar sufriendo mucho porque no he regresado a casa, pero no quiero verlos porque no puedo hablarles de lo que me paso, no podría decirles cómo fue que caí en las manos de esos hombres.

Si ellos se enteran dónde estaba, dejaran de verme con amor, me miraran como si fuera la peor hija del mundo y no quiero eso, prefiero que me crean muerta, que piensen mal de mí.

Willmar sintió algo de tristeza por ella, parecía que de todo lo que vivió lo que más le dolía era lo que sus padres iban pensar de sus acciones, pero eso despertó su curiosidad y sin poder evitarlo le dice. – Gracias por decime de donde eres, no tendré que violar tu privacidad e investigarte por mi cuenta.

Entiendo que no quieras que tus padres se enteren de cosas personales de tu vida, pero para nuestra mala suerte, creo que, si vas a tener que decirme a mí de donde te secuestraron, porque tal parece que es un lugar que esa gente usa para secuestrar a sus víctimas y nosotros tenemos que evitar que otras jóvenes sufran lo que tu sufriste.

Solo dime donde estabas, prometo no juzgarte ni pensar mal de ti, ayúdanos a atrapar a los que son aliados de esos hombres para evitar que hagan más daño del que ya han hecho.

Vanessa sostiene con fuerza las sábanas que la cubrían, su mirada la clavo en sus manos y le dijo. – Estaba en un club del BDSM, junto con dos amigas, que murieron en manos de esos hombres; ellos las torturaron, les hicieron tantas cosas tan horribles y yo pensé que me harían lo mismo, pero el jefe de ese lugar dijo que era linda que no podía dejarme morir tan fácilmente.

Me dejo para su uso personal, todos los días me hizo vivir el sadomasoquismo de una manera cruel, hasta el punto de hacerme sangrar, me hizo quedar en cama más de una vez, siempre me tenía en ese curto lista para cuando me ocupara.

Supongo que debes de estar pensando muy mal de mí, tal vez pienses que me lo merecía por tener esos gustos y que ese hombre solo hizo lo que supuestamente yo buscaba, pero no es así, es muy diferente, no es justo que solo por eso hombres como ese no paguen por el daño que hacen.

Willmar sentía tristeza por lo que había pasado, sabía que no era justo, pero tambien le gusto saber que era alguien que compartía los mismos gustos que él y eso lo hizo pensar un poco en lo que ellos dos podrían disfrutar en una buena secesión de las que tanto le gustaba.

Por un momento fantaseó, al mismo tiempo que se regañó mentalmente, recordándose que la pobre chica frente a él estaba sufriendo y no era para que fantaseara con ella de esa manera, sabiendo lo perturbada que estaba en ese momento.

Pone su mano sobre la de ella, la hace que deje sujetar esas sabanas y le dice. – Yo no te juzgo y estoy de acuerdo contigo, nadie tiene derecho a juzgarnos porque nos gusta algo fuera de lo común y que las normas morales los limitan para entendernos.

Tu eres una víctima, alguien que fue retenida en contra de su voluntad y te obligaron hacer cosas que no querías, te torturaron, te lastimaron, eso no tiene nada que ver con tus gustos personales, solo que tuviste mala suerte que te hizo terminar en las manos de esos malditos que no saben cómo tratar a una verdadera mujer, que no son hombres reales, porque si lo fueran no te hubieran lastimado de esta manera, no forzarían hacer algo que no quieres.

Con lo que me dijiste, se dónde debo ir para detener a esa gente que solo hacen daño y tú tienes que tranquilizarte, vendrá una psicóloga ayudarte con el proceso, cuando te sientas listas hablaras con tus padres, mientras que te parece si me dejas ser tu apoyo, soy un buen chico, además te debo una, salvaste mi vida.

Vanessa retiro su mano y mirándolo a los ojos le dijo. – No necesito un psicólogo, es cierto que estuve casi un año en cautiva, que me hicieron las peores cosas, que mire morir a mis amigas, pero no estoy loca.

Tampoco deseo morir, quiero seguir viviendo olvidar todo esto que viví y no necesito a nadie que me diga que tengo que hacer o como curar mis heridas, solo necesito estar tranquila y yo misma encontrare mi camino.

Willmar se dio cuenta que ella se ponía a la defensiva y sabía que no había palabras que la ayudaran a sentirse mejor o que lo dejaran estar cerca de ella; sabía que iba a ser difícil, pero no pensaba rendirse, estaba decidido a conocerla un poco más, sentía la necesidad de querer tenerla a su lado.

No quería forzar las cosas y al saber que ya estaba mejor, decidió ir con su familia, sabía que lo estaban esperando para hablar con él, una plática que no iba hacer nada agradable.

Al salir del hospital ya era pasado de las 3 de la tarde, se había quedado con Vanesa para verla comer, quería asegurarse de que ella comiera bien; al llegar al hotel, apenas iba entrando cuando uno de los hombres de Paola le dijo que fuera a la sala de juntas ahí estaba su familia y lo estaban esperando.

Fue a donde estaba su familia, al entrar se encontró a todos sentados, hablando de lo que habían descubierto, por lo que escucho parecía que si habían logrado que ese hombre hablara y no parecía ser nada bueno.

Una vez que se sentó fue Paola la que empezó a regañarlo y no fue por que haya metido a la joven a la habitación del hospital que era para ellos, ni por la confusión que se hizo, lo estaba regañando porque su vida estuvo en peligro, por la distracción que tuvo y le exigía una explicación, querían entender por qué su vida había estado en peligro, porque esa joven tuvo que arriesgar su vida para salvar la de él, era algo que no se explicaban, sabiendo lo cuidadoso que era él.

Ellos lo conocían bien, sabían de su talento, de su memoria fotográfica y tambien sabían que era un estratega nato, que solo con ver sabía lo que tenía que hacer, por eso no se explicaban como en ese cuarto alguien lo pudo sorprender al punto de poner su vida en peligro, menos entendían por qué si miro peligro decidió entrar sin apoyo.

Adal, Dasha, Joshua y Paola lo miraban esperando una respuesta de su parte, fue un momento tenso para Willmar Alexander, pero no pensaba mentirle a su familia, tuvo que hablarles con la verdad, decirles que se distrajo con la belleza de la joven, algo que él sabía que estuvo mal y que no pensaba dejar que algo así le volviera a pasar.

Joshua y Paola entendieron muy bien de lo que hablaba, pero su falta pudo costarle la vida, pero un castigo ahí no iba a ser bueno, tuvieron que decirle que regresando a la isla iba a tener que ser castigado.

Adal y Dasha no querían estar metidos en eso que paso, pero si le dijeron que mientras ellos estuvieran al mando en Rusia, él se quedaría solo como apoyo, no lo iban a dejar que tuviera al frente hasta que estuviera concentrado.

Ellos eran más prácticos no dejaron que Paola siguiera regañándolo, querían hablar de lo que habían descubierto, como Willmar no sabía nada, Joshua tuvo que decirle lo que se descubrió.

El hombre que él atrapo era uno de los que pertenecían a la gente del descendiente de Nathan, tenía la N marcada con el color verde, que significaba que era el encargado de conseguir mujeres, hombres o niños, en esa área, tambien era el encargado de hacer que sus socios poderosos que llegaban al país fueran bien atendidos, que atendieran sus necesidades.

Pero lo más preocupante era que no estaban actuando directamente ahora usaban personas inocentes para que estuvieran al frente de los negocios, los mantenían controlados con sus familias y los hacían trabajar tomando toda la responsabilidad de la corrupción, de esa forma podían hacer más complicado encontrar al verdadero responsable.

Era una nueva estrategia de esa gente y lo que más miedo les daba, muchos inocentes podían perder la vida si no eran cuidadosos, pero lo que era aún peor era que tambien corrían el riesgo de dejar en libertad a los malos; por el momento saber sobre la marca bajo la lengua era una ventaja, lo malo iba a ser si ellos se enteraban de que ya sabían su forma de identificarse podrían usarla en su contra.

Willmar se quedó pensando y recordó que los únicos que escucharon sobre la lengua eran los de África, que a pesar de que su padre reviso las lenguas de los políticos nunca les dijo por qué y se suponía que habían hecho una limpieza, aparte de ellos estaban los francotiradores que estuvieron con Lupita, los militares hombres que eran parte de ellos y la familia, de ahí nadie más sabia.

Pensó un poco y les dijo. – solo tenemos que guardar este secreto entre nosotros, no hacérselo saber a nadie más y hablar con Lupita, con Gregorio e Iker, para que refuercen la seguridad con los que saben; me refiero a que a esos políticos más que a otros los tengan vigilados en llamadas, mensajes y sobre todo saber con quienes hablan.

Entiendo que será más trabajo para ellos, pero pueden poner a un equipo que los estén vigilando las 24 horas del día y eso solo va a ser por si acaso aún queda alguien que sea tentado por esa gente; fuera de África solo vamos a quedar nosotros y creo que lo mejor será no decírselo a nadie más.

Tambien creo que esos lugares que atacamos no son los únicos en la ciudad, Vanessa me dijo que ella fue secuestrada de uno de los clubs del BDSM, eso significa que toman los lugares que no tienen nada que ver con esta gente para secuestrar a los jóvenes y los llevan a los lugares que, si son parte de ellos, de esta manera la policía se concentra en los sitios que no tienen nada que ver, dejando de lado los sitios que si son peligrosos.

Creo que tenemos que ir a los clubs de donde fueron secuestradas las víctimas, ir como infiltrados, ver si llamamos la atención y dejar que nos secuestren de esa manera podremos dar con los lugares donde están nuestros enemigos.

Lo malo de esto es que ninguno de ustedes puede ir, el mundo entero los conoce y puedo asegurarles que nuestros enemigos reconocen sus rostros; no es por ofender, pero no creo que quieran tener cerca al tío Adal o la tía Dasha, a pesar de ser hermosos, tienen a ser unos demonios y ellos lo saben.

Pienso que lo mejor va a ser hablarle a mi hermana Hana, a Leo, Dolores, Leandro y Aurora, como sabrán ellos no se han dado a conocer, ya tienen 19 años como yo, están entrenados y lo mejor que cada uno tiene una buena belleza.

Adal que los conocía muy bien a todos dijo. – Hanna, Leandro y Aurora, son los indicados, ellos son más divertidos, saben qué hacer en un bar o en cualquier lugar recreativo, sabrán comportarse como jóvenes divirtiéndose.

Paola apoyo a Adal y todos estuvieron de acuerdo, en ese momento hablaron a la isla, les comunicaron el plan, solicitaron que Hanna, Leandro y Aurora fueran apoyarlos.

Nasir, Dulía y Lían que eran los que estaban escuchando su plan pensaron que era bueno y estuvieron de acuerdo; quedaron en que ellos se encargarían de mandarlos, ya que sus tres jóvenes descendientes no estaban en la isla, habían regresado al país donde estaban estudiando.

Hanna hija del pequeño Max e Irma, desde los 17 años había entrado a la universidad de escocia, donde estudia la licenciatura en historia del arte; ella tomo el estilo de pela de Kira y Daila, como todos en la familia sabia usar armas de fuego y armas blanca, su preferida era pelear con Kunai.

Aurora era hija de Kilian y Claudia, tambien había salido de la isla a sus 17 años, se fue Brasil a estudia la carrera de licenciatura en programación, quería prepararse más en esa parte de la tecnología; ella tomo el estilo de pelea de Miller y Paola, le enseñaron a usar todo tipo de armas de fuego y armas blancas, como tambien aprendió de Miller a ser como un cameleo en el momento de investigar, a ser como excelente espía.

Leonardo era e hijo de Aisha y Bruno, aunque él no quería salir de la isla tuvo que hacerlo a sus 17 años, para entrar a la carrera de cirujano pediatra, pero no se alejó mucho la hizo en Londres, cada fin de semana estaba de regreso con su familia, aprendiendo de Gadiel JEAN Y de Maritza.

Aprendió sus técnicas de pelea, a usar armas de fuego y armas blancas, era un joven alegre que amaba los niños, su meta de vida era encontrar una hermosa mujer, que compartiera su amor por la vida, quería tener la más grande de las bodas y tener varios hijos, la primera tenía que ser niña.

Leandro a diferencia de la mayaría de sus primos y hermanos, él si había salido a diferentes misiones con su tío Max JEAN, aunque siempre iba a su lado para evitar que hiciera algo que lo pusiera en peligro; tenía un poco más de experiencia en misiones, algo que les ayudaría en la misión de Rusia y Nasir que ya había escuchado lo bueno que era en las misiones, hablo con él para que cuidara de Aura y Hanna que eran las que no habían estado en este tipo de peligros.

Nasir se encargó de hacer volver a Aurora y a Hanna, les tomo algunos días llegar a la isla, pero al saber que estarían en su primera misión llegaron emoción; ellas tambien querían ayudar a la familia, demostrar que tambien podían proteger a su familia, que eran tan buenas como Lupita.

Dulía, Lían y Nasir tuvieron que hablar con los tres, sabían que su misión iba hacer algo difícil, hasta peligrosa, entrarían a esos lugares sin protección, solo ellos se iban a proteger, les recordaron que no podían poner sus vidas en más peligro de lo que ya iban a estar, que fueran prudentes y que siempre se mantuvieran juntos.

Los tres pusieron atención a sus recomendaciones y un día después de que llegaron se despidieron de la familia, subieron emocionados al avión, estaban listos para empezar con su misión en Rusia.

Willmar al saber que ellos llegarían dentro de 6 días, aprovecho para estaré en el hospital cuidando de Vanessa; hablo con sus tíos y ellos accedieron a darle esos días.

Él se fue al hospital, al llegar a la habitación donde estaba Vanessa la encontró llorando, se podía ver su tristeza y eso no le gusto ver, fue un momento extraño era la primera vez que sintió la necesidad de consolar a alguien que no fuera de su familia.

Entro a la habitación y la abrazo, le dio unas palmaditas en su espalda, tratando de darle consuelo, en su desesperación le dijo. - ¿Qué puedo hacer para ayudarte? No quiero verte llorar, solo dime lo que tengo que hacer para que no estes así.

Vanessa lloraba de coraje, de la impotencia que sentía y de la necesidad que sentía de ser más fuerte, para poder matar a todos esos hombres que destruían la vida de las personas, de la misma manera que destruyeron la suya, pero al escuchar lo que Willmar Alexander, dijo lo que se le vino a la cabeza. – Si realmente quieres ayudarme enséñame a pelear, a usar armas, déjame ser parte de tu equipo, quiero ser fuerte para que nunca más nadie me pueda lastimar.

Willmar Alexander la suelta, la mira a los ojos esperando ver algo de duda en lo que le pedía, pero ella realmente hablaba sabiendo lo que pedía y él estaba sorprendido no esperaba algo así, mas bien esperaba que le pidiera protección o verla temblando de miedo, no esperaba ver tanto odio, deseo de sangre.

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Olga Ortiz
está generación yankelevich tienen una manera de conseguirse las novias, insólitas jajaja
Olga Ortiz
vaya David se lo tenían bien escondidito, ahora que van hacer, el matrimonio ya está en la puerta
Jesus Castro Montero
Gracias escritora Karina por deleitarnos con tan hermosa novela te felicito escritora nunca dejes de escribir hermosas novelas
Jesus Castro Montero
Que te pasa David estas enamorado de Alma por que no le dices que no se case que estas enamorado de ella y punto seguro que ella también puede estar enamorada de él
Jesus Castro Montero
Me gusta mucho como estos hijos de Jean Yankelovich hicieran todo los que les habían enseñado lo hicieran perfecto gracias escritora Karina por deleitarnos con tan maravillosa novela
Jesus Castro Montero
Esta narración está magnífica no tienen que distraerse sipre tienen que recordar los consejos de su padre Jean hojala que nada malo les pase tienen que llegar sanos y salvos 🤣 🤣 excelente capitulo
Jesus Castro Montero
Como pueden malograr la mente de sus hijos con cosas asquerosas son todos traidores hojala les den una buena lección y que maten a todos los traidores buenísima. historia
Jesus Castro Montero
Me fascina esta novela y este capitulo esta muy bien planificado se ve que es muy peligroso por eso Jean mando a todos sus hijos por que ellos saben como trabajan sus padres buenísima novela me como las uñas de los nervios
Jesus Castro Montero
Hay pequeño Max le echaste toda la culpa a tu hijo Willmar pero tu hijo sabrá que lo hiciste por el bien de Vanessa hojsla que ellos dos se queden juntos y sean felices por que la familia Yankelovech son personas muy unidas hermosa novela gracias Karina
Jesus Castro Montero
Pobre Irma antes que llegue al lado de la familia Yankelovech estaba secuestrada y la obligaban hacer cosas que ella no quería y por eso ella entiende a Vanessa hojala ella entienda lo que Irma le está contando para que sepa que nadie la va a juzgar excelente novela te felicito escritora Karina nunca dejes de escribir hermosas novelas
Zaidymar 🌠
No me gusta ni Amadis, ni Wilmar Alexander los cambio en mi imaginación porque no gustar, los demás bellos! /Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss/
Jesus Castro Montero
Hojala VAnessa y Willmar se queden juntos siempre Jean y Neylane son de dar oportunidades a sus hijos y nietos y seguro Irma y pequeño Max también lo hará por que así funciona la familia Yankelovech
Jesus Castro Montero
Escritora Karina cada capítulo es una alegría sabes me emociona leer tu novela por que se que le pones alma corazón y vida eres fantástica y sensacional te adoro muchas bendiciones y muchas felicidades
Jesus Castro Montero
Vanessa acepta a Willmar el es un joven bueno y su familia también es buena vas aprender mucho de ellos y lo importante es que no te van a gusgar el te rsta tomando tal cual eres excelente 👌 novela grandiosa querida escritora Karina te felicito de todo corazón ❤️ ❤️ ❤️
Jesus Castro Montero
Hay lectora Zaidymar me he reído con tus comentarios son bien locos pero creo que es lo mejor Willmar aprovecha no tienes que pedir permiso a nadie cada cosa que se les presenta a estos jóvenes del maestro Jean jajaja/Tongue//Tongue//Tongue//Doubt//Doubt//Doubt/
Jesus Castro Montero
William enséñale a Vanessa a manejar armas y artes marciales como lo hacen tus tíos cumple con lo que prometes y ha ese Sergio deben matarlo por traidor y encima era un volador de niñas igual que Nathan no merece vivir buenísima novela te felicito escritora Karina
Zaidymar 🌠
David estaba enamorado de la amiga? pobre azul quedó
Elisa del Valle
excelente sigue así 👍
Zaidymar 🌠
Eso es un licuado de Bruce Lee, chaky Chang, rambo, Rocky, Terminator, el depredador, los juegos del hambre, Jack el destripador, pero me encanta esto es puños, patadas, mordiscos, todos contra todos. pero hay que detener a la Chucky bruja 🧹🪄🧹
Jesus Castro Montero
Aurora quien era ese gordo por que te sorprendió verlo ahí me encanta esta novela gracias escritora Karina te felicitó
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