Beatriz sufre una gran desilusión amorosa y deja de creer en el amor; sin embargo, el día de la boda de su exnovio conoce a un hombre que parece dispuesto a hacerla cambiar de opinión.
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Capítulo 7
Mientras caminábamos, sentí el calor de su mano en mi cintura, calor de verdad, y mi mente decidió que era hora de recordar que tenía un objetivo.
— Bien, es lo siguiente: finge que soy el amor de tu vida. Mírame a los ojos, sonríe, trátame como si no existiera nadie más en la sala aparte de mí.
Él rió, bajo, como quien se divierte con un cachorro intentando gruñir. — ¿Y qué gano con eso?
— La satisfacción de ayudar a una doncella en peligro — repliqué, dramática.
— Hm… eres realmente peligrosa, doncella — murmuró, claramente divirtiéndose con cada segundo.
Beatriz:_Además, pagué una pasta a la agencia Ramon, así que sonríe y finge.
Emir:_Emir, mi nombre es Emir, ¿recuerdas? ¿y el tuyo?
Beatriz:_Lo siento, la agencia debió haber mandado a otra persona, por eso no pude hablar con Ramon.
A propósito, mi nombre es Beatriz Martins.
Emir:_Es un placer conocerla, princesa.
Emir sonreía, él sabía que Beatriz lo había confundido con otra persona, pero estaba adorando aquello.
Entramos al salón, había mucha gente, pero no tanta como en la ceremonia que no había ocurrido hace un año atrás, Emir me conduce hasta un banco, yo me siento cerca del pasillo pues no deseo perderme la entrada de la novia, ella quería verme fracasada y triste pues yo no le daría ese gusto, Jake ya estaba en el altar, su cara no era nada buena, ¿nerviosismo? Tal vez, nuestros ojos se cruzan y él se sorprende por mi presencia, además no solo él, los familiares de Jake que allí estaban y personas que me conocían miraban en mi dirección, las mujeres secaban a Emir, en pocos minutos nos convertimos en la atracción del evento, algunas personas me saludan y yo retribuyo, no avisto en ningún lugar a los padres de Jake, mi tía Babi estaba allí toda orgullosa esperando la entrada de su hija, cuando ella me ve se sorprende, luego la marcha nupcial comienza a tocar y Priscila entra sola, ella sonríe para todos, estaba una felicidad total, más cuando me ve su sonrisa se marchita, yo sonrío de vuelta, Emir me sujeta posesivamente junto a él y sonríe de vuelta para Priscila que se sorprende.
Emir:_¿Entonces qué es ella tuya?
Beatriz:_Mi prima, ella era la amante de mi novio.
Emir:_¿Esa mujer que tiene olor a azufre era la amante de tu novio? ¿Espera? ¿Él cambió a una mujer bellísima como tú por esa de ahí? ¡Él debe estar loco!
Emir sonríe y casi suelto una carcajada.
Beatriz:_¿De dónde sacaste que ella huele a azufre?
Emir:_¿No lo sentiste?
Él sonríe nuevamente y yo siento un escalofrío viniendo de sabe Dios dónde.
Beatriz:_Emir... ¡eres terrible!
Ella llega al altar y la ceremonia comienza, cuando ellos intercambian alianzas, siento una tristeza, Emir entrelaza su mano con la mía.
Él dice en mi oído solo para que yo oiga.
Emir:_No llores habibti, él no merece tus lágrimas ni tu amor.
Yo ni siquiera percibí que estaba llorando, él me entrega un pañuelo, seco mis lágrimas.
Beatriz:_Gracias.
Emir:_¡No corras el maquillaje, estás hermosa!
Sonrío para él.
La ceremonia termina, nos encaminamos hacia la fiesta, todo lo que yo quería era saludar a los novios, presentar a Emir y salir de allí lo más rápido posible, de repente yo percibí que ir a aquella boda era una mala idea. Pero yo no podía volver atrás, Emir por su parte parecía bien a gusto, un montón de gente venía a hablar con él.
Para el disgusto de Priscila nos convertimos en un foco de atención, a la gente le encanta un chisme y ya estaban esperando que yo hiciera un escándalo, otras personas querían saber el por qué de yo estar allí, saludé a algunos familiares que vinieron de Brasil para la boda, cuando los dos hicieron aquello conmigo la familia se dividió, mis abuelos por ejemplo quedaron a mi lado y no hablaban con Priscila y ni con la madre que apoyó la desfachatez de la hija, otros son el grupo de déjalo así, ya pasó y él la prefirió a ella, eh.... Hasta eso yo tuve que oír y claro que excluí a esas personas de mi vida, allí mismo me enteré que los padres de Jake estaban en contra de aquella boda y decidieron no aparecer.
Yo ya estaba incomodada con tantas preguntas mientras Emir tomaba su copa de champán totalmente despreocupado y sonriendo para todo el mundo como si fuera un artista de cine.
Claudia:_Qué bueno querida que superaste todo y viniste a la boda, es hora de olvidar.
Beatriz:_¡Hola tía! Es sí, como ves, yo estoy muy feliz con mi novio.
Emir en un gesto teatral besa la mano de mi tía.
Emir:_Emir Al Nasser a su disposición.
Claudia:_Claudia Martins Fernandes tía de Beatriz es un placer conocerlo, Beatriz qué hombre guapo ¿dónde lo encontró? Parece salido directamente de los romances de las mil y una noches.
Sonrío ante este pensamiento de mi tía.
Emir suelta una carcajada.
Emir:_Imagina señora soy un tipo normal.
Más personas aparecen para hablar con nosotros ya estoy loca por desaparecer de aquí acabo pidiendo permiso y voy al baño.
En la vuelta encuentro a Jake o él me encontró, qué sé yo.
Jake:_¿Bia?
Beatriz:_Mis felicitaciones por la boda, deseo felicidades a la pareja.
Jake:_Bia te extraño, más por lo que veo ya lo superaste ¿no? Ya estás saliendo con el príncipe Al Nasser debes estar feliz ¿no es verdad? Ya me olvidaste? ¿Olvidaste todo lo que pasamos?
Beatriz se sorprende y se acuerda de dónde conoce a Emir.
Beatriz pensando...
¡Claro! ¡Él es el príncipe rebelde! ¡Dios mío! ¡Mi novio de alquiler es un príncipe! ¡Caramba, dónde me fui a meter!
Jake:_¿Bia me respondes?
Beatriz:_¡Ah Jake vete al carajo! ¡Eres un hombre casado, respétate!, ¡Yo ya te olvidé sí, yo amo a Emir porque él es mil veces más hombre de lo que tú jamás serás! Permiso.
Salgo caminando y encuentro a Emir rodeado de mujeres una era la novia y la otra mi tía todas parecían hipnotizadas, él estaba teniendo mucho éxito.
Emir:_¡Habibti únete a nosotros!
Emir me abraza y da un beso en mi cuello, si yo fuera blanca yo estaría roja.
Babi:_Querida sobrina yo no sabía que estabas comprometida con un príncipe tan adorable.
Priscila:_Es.. Fue una sorpresa mismo él estaba contando que se conocieron en tu trabajo y que fue amor a primera vista.
Beatriz:_Fue así mismo.
Babi:_¿Y cuándo será la boda?
Emir:_Muy pronto, lo siento pero tendremos que dejarlos.
Priscila:_Ah, ¿pero por qué? La fiesta ni bien comenzó, quédate prima.
Emir responde por mí.
Él muy seductor besa la mano de Priscila que sonríe para él una sonrisa que conozco bien él dice: peligro.
Emir:_Fue un placer conocerla y felicitaciones por la boda y que mi familia nos espera y estamos muy atrasados vinimos solo para saludar a los novios.
Jake se aproxima y escucha parte de la conversación, él abraza a Priscila por detrás.
Jake:_Claro, deberes reales ¿no es verdad alteza?
Emir:_Sí, mis padres están ansiosos por conocer a Beatriz, mis felicitaciones nuevamente deseo felicidades a la pareja y deseo mucha salud para el bebé señora Wellington.
Jake mira a Emir con rabia, él percibe y ni se importa nos despedimos de todos y salimos de brazos dados suelto el aire que yo ni siquiera sabía que había retenido. Llegamos al vestíbulo y Khalid iba a venir a nuestro encuentro más con una mirada de Emir el hombre para en medio del camino.
Beatriz:_¿Quiere decir que yo me equivoqué? ¡Usted es un príncipe ay Dios mío! ¡Me perdona alteza!
Emir suelta una sonora carcajada.
Mientras tanto, el rey Malik no estaba nada satisfecho con el atraso de su hijo.
Malik:_¿Conseguiste hablar con él?
Leila:_No más hablé con Khalid.
Malik:_¿Y entonces mujer?
Leila:_Él me dijo que nuestro hijo está en camino y que él se atrasó con una reunión de trabajo.
Malik:_¿Trabajo eh? Debe estar con alguna mujer o ya debe estar imaginando lo que voy a hacer.
Amira:_Un absurdo papá, que el señor simplemente presente a Nadine como novia de él sin que él le haya pedido matrimonio, él no desea casarse con ella .
Malik:_¡Cállate Amira! ¡No te metas! ¡Tu hermano se va a casar con Nadine queriendo o no!
Volviendo a Emir y Beatriz...
Beatriz:_¡Pare de reír! ¡El señor debería haberme dicho!
Emir:_¿Y perder toda la diversión? ¡Jamás!
Él continúa riendo.
Beatriz:_¡Pare de reír!
Emir:_Tú fuiste la que me secuestró habibti, y me arrastró a esa fiesta, yo vine aquí a la fiesta en homenaje a mi padre y quedé comprometido así que llegué. ¡Ese fue mi récord! ¿Entonces es así que se consigue una novia?
Beatriz:_Me perdona su alteza yo lo confundí.
Emir:_Dime Beatriz ¿por qué necesitabas un novio de alquiler? ¿Es porque viniste a esa boda?
Beatriz:_Déjalo, de cualquier manera muchas gracias por ayudar a una doncella en peligro.
Sonrío sin gracia para él.
Emir:_Por nada habibti más ahora es tu turno de salvar a un doncel en peligro.
Esta vez yo suelto una carcajada.
Beatriz:_¿Su alteza real el príncipe rebelde un doncel en peligro? ¡Ah, por favor!
Emir:_No tengo mucho tiempo para explicarte lo que tienes que saber es que necesito que banques mi novia esta noche.
Beatriz:_¿Por qué?
Emir:_Porque mi padre me está armando una trampa él quiere anunciar mi matrimonio con una mujer que no quiero.
Beatriz:_Está bien, voy contigo es lo mínimo que puedo hacer por el señor.
Emir:_Llámame Emir, no necesitas llamarme señor o alteza.
Beatriz:_Está bien Emir como quieras ¿vamos entonces?
Emir me da el brazo.
Emir:_Vamos.
El salón de gala del Hotel, era el tipo de lugar que hacía que cualquiera se sintiera pobre hasta los millonarios. Lámparas de cristal pendían del techo como cascadas de diamantes, las paredes eran cubiertas por paneles dorados y el perfume de flores raras flotaba en el aire. El evento de aquella noche era grandioso una recepción en homenaje al rey Malik Al Nasser, monarca del Reino de Nurabia.
Políticos influyentes de varios países conversaban discretamente en grupos; empresarios billonarios exhibían trajes a medida y relojes que valían más que un apartamento de cobertura. Entre ellos, el presidente de los Estados Unidos y su comitiva se mezclaban a la élite global. El aire era pesado con el olor a poder, dinero y protocolos impecables.
En la cima de la escalera principal, dos maestros de ceremonia ajustaron sus micrófonos. El murmullo disminuyó, y la voz firme resonó por el salón:
— Sus Altezas, el Príncipe Emir Al Nasser y su novia, Beatriz Martins.
El silencio que se siguió fue casi audible. Vasos pararon en el aire, miradas se volvieron hacia la entrada como si el tiempo se hubiera congelado.
La familia real, reunida en un grupo elegante, se volteó de inmediato. El rey Malik arqueó una ceja con una mezcla de sorpresa e irritación contenida; la reina llevó la mano al collar de perlas, intentando disimular el choque. Amira, la hermana de Emir, entrecerró los ojos, claramente intrigada.
Y, un poco más apartada, Nadine con su vestido impecable y una sonrisa de cobra observaba como quien acababa de ver su territorio invadido. La mirada de ella viajó de Beatriz para Emir y de vuelta, evaluando a la “intrusa” de arriba abajo, como si intentara encontrar fisuras invisibles.
Mientras tanto, Emir mantenía la sonrisa relajada y confiada, como si la atención fuera su estado natural. Ya Beatriz, a pesar del tacón firme y del vestido perfecto, sentía el peso de cada mirada, pero mantuvo la postura erguida y el mentón elevado.
Y así, bajo un mar de flashes, curiosidad y especulación, ellos comenzaron a descender los escalones rumbo al epicentro del evento más comentado de la temporada.
— ¿Novia? — murmuró alguien del fondo.
— ¿Quién es ella? — susurró otra voz, con el cuidado de no perder ningún detalle.
—¿Tendremos una reina Africana entonces? ¡Porque ella es negra! ¡Nunca tuvimos una reina negra en nuestro país!
Dice otra invitada.
Nadine dio un paso al frente, la voz cargada de veneno azucarado:
— Emir… qué sorpresa. No sabía que te habías… comprometido.
Beatriz apenas sonrió, dulce y letal, inclinándose levemente para susurrar:
— Pues sí señorita, sucede que la vida está llena de sorpresas.
