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La Edad Del Amor

La Edad Del Amor

Status: Terminada
Genre:Romance / Intrigante / Doctor / Malentendidos / Elección equivocada / Completas
Popularitas:73.2k
Nilai: 5
nombre de autor: R Torres

🔞⚠️ ADVERTENCIA: ES UNA HISTORIA CON CAPITULOS SENSIBLES ⚠️ PARA +18

Edward Safra lo tenía todo: belleza, dinero, poder y un escándalo familiar que casi lo destruye. Ahora dirige su propia empresa y jura no repetir los errores de su padre. Hasta que dos mujeres llegan para ponerlo de rodillas.

Estrella Portugal, sofisticada y prohibida, le enseña lo que es el deseo sin límites. Marcela Molina, audaz y curiosa, lo despierta con una dulzura peligrosa.

Entre encuentros secretos, miradas que queman y una tensión que no da tregua, deberá decidir si ¿someterse a la pasión que lo consume o dejarse llevar por la que podría destruirlo o reconstruirlo?

Una novela cargada de sensualidad, secretos, traiciones y encuentros que nadie debería confesar.

NovelToon tiene autorización de R Torres para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

7. Caricias que no se pueden evitar, ni olvidar

Estrella ha llegado a su Penthouse en Manhattan, Gustavo la convenció de que debería ir a darse un baño, cambiarse la ropa, descansar un rato; se veía demasiado pálida y que él se quedaría con Camila.

Pero mientras el agua tibia de la ducha cae sobre su cuerpo, el recuerdo de lo prohibido parece dominar su piel; hasta hace poco estuvo en la gloria y luego el vino el infierno que la alejó de lo que sea que estuviera empezando, pero que la hacía sentir viva una vez más.

...*** Hace una semana ***🔞...

...(Escena exclusiva para público adulto)...

Estrella cerró la puerta con una mano temblorosa. Todo el día había fingido. En la Fundación, en las reuniones, en cada pasillo donde evitó su mirada, tratando de actuar como si entre ellos no hubiera nada; pero la piel no olvida; y ahora estaban solos.

El departamento de Edward, con sus paredes en tonos tierra, sus luces tenues y el rumor lejano de la ciudad, parecía un escenario suspendido en el tiempo, no le importaba el diseño ni el arte colgado en las paredes; solo él.

Edward dejó el abrigo sobre la silla sin apartar los ojos de ella. Su mirada azul era una corriente tibia que la recorría sin tocarla; que le provocaba todas las sensaciones y emociones que había mantenido dormidas por mucho tiempo.

Estrella caminó hacia él, descalza, con el vestido de seda negra aferrándose a sus curvas, aquellas que los años habían sido incapaces de desaparecer. Se detuvo apenas a centímetros de su pecho, levantó la mano y le rozó la mandíbula, donde la barba incipiente raspaba su piel como una promesa.

- "No sé si es peligroso, lo único que sé, es que me he vuelto adicta a ti", susurró Estrella.

Entonces él la besó; y todo lo demás dejó de existir; por ese momento, que era el preludio de la gloria nada más existía.

No era un beso suave, era prácticamente salvaje; lenguas que se buscaban con desesperación, en un baile de deseo irresistible, dientes que se encontraban con una mezcla de pasión y rabia. Edward le sujetó el rostro con firmeza mientras ella se pegaba más a su cuerpo, sintiendo su masculinidad contra su vientre.

Las manos de Estrella bajaron por su pecho, por su abdomen, hasta encontrar el borde del cinturón. Lo soltó con un tirón, mientras él bajaba los tirantes del vestido. La tela cayó a sus pies, dejándola desnuda bajo su mirada.

- "Dios, Estrella no llevabas nada", dijo él mordiéndose el labio.

Edward la alzó del suelo con facilidad y la llevó a la habitación sin romper el beso, sin darle espacio para pensar. La recostó en la cama como si fuera lo más hermoso que haya visto, y se detuvo a contemplarla. Desnuda, con la piel erizada, el cabello desordenado y los ojos brillando con deseo absoluto.

- "No me mires así", dijo ella con voz ronca.

- "No puedo no hacerlo. Mírate", replicó él.

Se desnudó ante ella, sin apuro, sin vergüenza. Su cuerpo era una provocación, musculoso, tenso. Estrella se incorporó sobre los codos y le rodeó la cintura con las piernas, atrayéndolo a su centro, húmedo y deseoso.

Él la recorrió con la boca. Besó cada centímetro, desde el cuello hasta el vientre. Le mordió los muslos internos hasta arrancarle gemidos, y luego se hundió entre sus piernas, con la lengua lenta y segura, arrancándole el juicio, los sentidos, el aire, dejándola sin capacidad para arrepentise. Estrella arqueó la espalda, jadeando su nombre entrecortadamente, con las manos aferradas a las sábanas.

Cuando estuvo al borde, él se detuvo; casi sintiéndose como un castigo y un premio a la vez. Subió por su cuerpo y la besó como si quisiera devorarla. Y entonces se adentró en ella, con lentitud al principio, hasta hundirse por completo. Un gemido sordo escapó de ambos al unísono.

Se movían al ritmo del deseo, lento, profundo, como si el mundo fuera ese vaivén íntimo y crudo. Estrella lo arañaba, lo besaba, lo marcaba. Él la embestía con fuerza, murmurando su nombre, su piel cubierta de sudor y deseo.

Cambió el ritmo, la posición, el tono. La hizo suya una y otra vez, hasta que ya no hubo frontera entre dolor y placer, entre cuerpo y alma. Era intimidad desenfrenada, sí; y a la vez algo más, tal vez doloroso, pero necesario, imposible de dejar de desearlo.

Cuando al fin descansaron, exhaustos y enredados en las sábanas revueltas, el silencio entre ellos no parecía por fin decir lo que su mente había dejado para después, porque el placer que los ahogaba, era imposible de postergar.

Estrella le acariciaba el pecho, sus dedos siguiendo el ritmo aún acelerado de su respiración.

- "Esto no puede durar, Edward", dijo Estrella.

- "No digas eso", murmuró él, los ojos aún cerrados.

- "Aunque olvide el hecho de que mi hijo es el esposo de tu hermana, que tu madre ahora está casada con mi ex esposo, no puedo olvidar el hecho de que tengo una hija, que parece estar enamorada de ti", expresó Estrella.

Edward abrió los ojos. Su mirada no se desvió de ella, la miraba fijamente, directo como siempre ha sido, con todos, porque ese era él, sin caretas.

- "Camila no me interesa. Nunca lo hizo. Ella es una niña que cree estar lista para un juego peligroso", dijo Edward.

Estrella apretó la mandíbula, quiso decir algo, pero no pudo. En lugar de eso, se recostó sobre su pecho, escuchando los latidos bajo su oído; porque aunque la razón le dijera muchas cosas, lo que fuera que estuviera viviendo con Edward era más intenso.

- "Pero cuando lo descubra", susurró Estrella.

- "¿Qué? ¿Que su madre se rindió ante un hombre que la deseó como ningún otro? ¿Que al fin alguien te mira y te toca como mereces?", respondió Edward con esa sonrisa pícara, que a ella la hacía perder el juicio, si era necesario.

Estrella cerró los ojos. Una lágrima, silenciosa, descendió por su mejilla. Lo abrazó con fuerza, como si pudiera detener el tiempo, como si ese instante pudiera salvarlos del mundo real.

Pero en otro rincón de la ciudad, la realidad ya empezaba a retorcerse. Camila, sola en el baño, con el maquillaje corrido y los labios partidos de tanto morderlos, miraba su reflejo.

Edward no contestaba, su madre tampoco. Y en su pecho, algo se endurecía. La rabia, la sospecha, el presentimiento; las imágenes de las cámaras de seguridad de la Fundación.

Y sonrió; pero no era una sonrisa dulce, era la sonrisa de quien está a punto de hacer algo imperdonable.

...🔞*** Fin del recuerdo ***🔞...

Y mientras ella, llora de manera contenida, por haberse permitido sentir; Edward abre la puerta de su departamento, la mayoría de los muebles están cubiertos de sábanas, deja la maleta en la sala, y cuando ingresa a su habitación, tira la mochila en uno de los muebles.

Manda un mensaje a una vieja amiga, y la respuesta llega a los minutos, "Kevin está en la capital, y ya está haciendo la transferencia de la propiedad. El pequeño Toby está muy bien, se alegrará cuando te vea, te ha extrañado mucho; te veo pronto, un beso enorme, Bea".

Y pensar que estuvo a punto de casarse con Beatriz Salinas, y ahora es ella quien siempre lo mantiene con los pies en la tierra, Kevin y Bea son una pareja tan amorosa, que hacen soñar a cualquiera con el verdadero amor. Un vídeo de su pequeño perrito jugando llega después del mensaje. Y a los minutos, la llamada de William Salinas.

📱(William) Hola Edu, el fin de semana estoy en la capital, ¿tomamos algo?

📱(Edward) Hola Willy, tú estás prohibido de tomar bebidas alcohólicas por tu salud, no quiero problemas con Liliana por eso.

📱(William) El que va a tomar eres tú, yo solo me voy a asegurar que llegues bien a casa.

📱(Edward) Claro amigo, en verdad lo necesito.

📱(William) Nos vemos entonces. Amigo, sé que es difícil volver, pero acá muchos te apreciamos.

📱(Edward) Lo sé, Willy. Tal vez no debí irme. Nos vemos pronto. Adiós.

📱(William) Adiós amigo, nos vemos.

Cuando la llamada se cortó, Edward sonrió, luego encendió la televisión. Gabriel Larrea había ganado las elecciones, por fin un hombre honesto tendría la conducción del país; y dejaría atrás la horrible estela de corrupción que Jonathan Safra había dejado, tal vez no estaba mal regresar; aunque una parte de él se haya quedado en Nueva York.

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Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo
Como se nota que ese "Amor" que Edward sentía no tenía tanta consistencia...
Su impulso juvenil lo impulsó a llevar a Estrella a una encrucijada, y cuándo ella decidió entrar en esa incertidumbre, él resulta que ahora ya no..
Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo
Es así Estrella...en el mundo de los hombres no hay que mostrar debilidades...
Me encanta ese poderío
Gladys Torres
Me encanto Leer cada capítulo fue emocionante 😍❤️🥰🌹
Gladys Torres
gracias Escritora ❤️ me encanta sus historias son magníficas,sensacionales 🥰🌹
Gladys Torres
Se me congelo la sangre 😢 igual o más que Marcela por favor Escritora que suplicio
Gladys Torres
Noooo Se paró el corazón 😢
Gladys Torres
Me emocionó tanto este capítulo que hasta 😭😭 Me gusto que Marcela y Edward hablaron con la verdad ahora podrán amarse sin esconderse ❤️😍
Gladys Torres
Que hermoso 💟
Gladys Torres
esto que empieza ya me emocionó va a ser interesante para Marcela trabajar en esa clínica 😍🥰❤️🌹
Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo
Que espléndida eres escritora!!!
Que excelente trabajo 👍🏻
Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo
Que hermoso capitulo!!!
Que verdades tan cargadas de realismo y sinceridad les fueron dadas a Edward, quizás para contextualizar la relación
Carolina Jaimes
Excelente
Blacina Calvo Fernández
AUTORA, FELICITACIONES POR SU EXCELENTE HISTORIA. ESTOY A LA ESPERA DE LA SIGUIENTE. MUCHAS GRACIAS. BENDICIONES.
Mayela Amaya
exelente m encantó la trama espectacular
Liliana Torres Diazgranados
Lloro y lloro
Mayela Amaya
se m hace q Edward ya está arrepentido y el mismo será su peor impedimento para q esa relación no se de
Mayela Amaya
hola a todas a mi x eso nomás m gustan las novelas terminadas x q m desespero q no suben capitulo pronto nomás e leído tres q no están terminadas y m traumo jajajaja
Monica L.C. 🇻🇪 🌹🇦🇷
excelente,,super recomendada ,, espero más likes y apoyo muy buena historia , felicidades autora 🎁💝🤗
"Coro" 💕🎀🇻🇪💞✨
Ahhhh no, tampoco es Zulema!
Anonymous
excelente novela como siempre
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