Reticiencias De Un Amor

Al salir del restaurante nos despedimos, Me dispongo a tomar un taxi pero no pasa ninguno el al notarlo se acerca.

—Puedo llevarte a tu casa, o ¿tienes auto?—me pregunta

—No se conducir, estoy esperando un taxi— digo encogiendo mis hombros.

—Mi auto está a unas cuadras de aquí en un taller si gustas podemos ir hasta allá y te llevo a tu casa.

—Te lo agradezco, vamos — sin más nos fuimos caminando.

—Gracias por la cena pero no me dejaste pagarla por lo que siento que aún sigo estando en deuda contigo, pero algo me dice que¿no me dejaras pagar nada de lo que te invite cierto?—

—¡¡Noo!!—dice maximiliano mientras me regaló una pequeña carcajada, la cual al escucharlo me quedo embelesada observando lo guapo que es, y lo mucho que me ha gustado escucharlo reír.

El me observa y deja de reír.

—Si supieras lo bien que te ves cuando ríes no lo dejarías de hacer.—digo deteniendo mi andar y mirándolo fijamente, el también se detiene y me mira.

En ese instante, el tiempo se congeló, sus ojos eran un faro que  me guiaban hacia un destino que en ese instante supe que tenía que descubrir.

En este momento estamos tan cerca que puedo sentir su respiración,  no se que es lo que hago pero me dejó llevar por mis impulsos, —me coloco en puntillas para alcanzarlo y le doy un beso delicado y fugaz puedo decir que."Susurré mi nombre con los labios, en un beso que se convirtió en melodía."

Retrocedo dos pasos y me preparo para ofrecerle una disculpa, cuando estoy por decirlo el da dos pasos hacia mi, lleva una de sus grandes manos a mi mejilla y la toma para luego inclinarse y posar sus labios sobre los míos.

Bajo la luz de la luna, nuestros labios se unieron, y en ese primer beso, el tiempo se detuvo, dejando solo el latido de nuestros corazones.

Sus labios abrasan los míos, un fuego que arde sin fin, nuestros besos se entrelazan,

en un abrazo de pasión sin control, cada roce es un susurro, cada suspiro un grito de deseo, en este beso nos sumergimos, en este momento solo existimos el y yo.

El aire se carga de electricidad, nuestros labios se rozan con suavidad, pero pronto el deseo se apodera de nosotros, y nuestros besos se vuelven apasionados, intensos, como si el mundo a nuestro alrededor desapareciera, el aún sostiene mi mejilla con su mano mientras que la otra la lleva a mi espalda y su toque produce en mi muchas corrientes eléctricas, —en ese momento me dejo caer  y quedó a mi altura, recuesto mi rostro en su pecho y el me da un ligero abrazo, levanto mi cabeza y mirándolo le digo:

—Esto es algo nuevo para mí, y no creí que fuera de esta manera y mucho menos que sea con alguien como tu—digo y vuelvo apoyar mi cabeza sobre su pecho.

El levanta su ceja y sin soltarme dice:

—¿Alguien como yo? ¿Lo dices por la diferencia de edad?—

—¡No! ¡Claro que no! Eso es algo que no me importa, me refiero a la experiencia, tu eres un hombre que ya ha vivido mucho, y yo una jovencita que apenas está abriendo esa puerta.—

El sonrie y me abraza más fuerte y dice:

—Tranquila pequeña, aunque la paciencia sea un desafío para mi, prefiero esperar a que estés lista apresurar algo que podría no ser perfecto. —Sonrio ante su respuesta y me coloco en puntillas otra vez para darle otro beso, el agacha su cabeza me da un beso corto pero tierno.—Vamos ya es algo tardé, te llevo a tu casa—dice tomando mi mano.

En pocos minutos llegamos al taller dónde tiene su auto, el arregla unas cosas le entregan el carro y nos vamos en dirección casa.

De camino a casa pienso en lo genial que ha sido está noche, mis pensamientos son interrumpidos por una cálida mano entrelazada con la mía,—Volteo a verlo y me sonrie sin apartar la vista de la carretera.

Al poco tiempo llegamos a mi casa,  lo miro y le digo:

Me encanta la forma en que podemos hablar de todo y de nada al mismo tiempo, la forma en que nos reímos juntos, la forma en que me miras, esta noche ha sido un regalo, y te agradezco por ello.

—Tu eres la mejor parte de esta noche.— dice tomando mi mano y besándola.

Sonrió mientras me desabrochó el cinturón de seguridad y abro la puerta del auto para salir pero soy detenida  por el, se acerca a mi y me da un beso en mis labios y dice:

—Que tengas una linda noche,—

Le deseo lo mismo y sin más salgo del auto.....

POV MAXIMILIANO

La veo entrar a su casa y ahí es cuando enciendo el auto y conduzco en dirección al hotel donde estoy hospedado.

De camino pienso en lo bien que me hace sentir esa niña, desde que la ví causó en mi algo que aún no puedo expresar, y hoy me di cuenta que su inocencia me desquicia, ahora solo puedo decir que toda ella es perfecta.

»Al día siguiente«

Me encuentro en la oficina firmando documentos y terminando los trabajos pendientes, tocan la puerta y es estela, mi secretaria.

—¡Señor! Disculpe, es para informarle que el desayuno ya fue enviado a la dirección que me indico.— dice y yo solo le respondo con un movimiento de cabeza como aprobación, ella de inmediato se retira.

Tomo mi teléfono y envío un mensaje:

»Buenos días, preciosa. Espero que disfrutes el desayuno que te envié. Quiero verte sonreír y que tengas un gran día«

Al poco tiempo mi teléfono suena recibiendo la respuesta que espero:

»Buenos días, muchas gracias maximiliano me gustaría decirte que no te hubieras molestado, pero este es el tipo de molestias que me gusta que te tomes, — ríe— de verdad muchas gracias me ha encantado, espero verte pronto.«

Me recuesto sobre mi asiento después de leer el mensaje, pienso en el giro que está dando mi vida en estos momentos, yo estoy aquí solo temporalmente por negocios, y he conocido a alguien que me ha llamado la atención. Mi posición y poder me han dado una cierta confianza, pero también me han hecho un poco arrogante. Sin embargo, cuando estoy con ella, siento que mi fachada se desmorona un poco y me veo obligado a mostrar mi verdadero yo. Me gustaría conquistarla y llevarla conmigo a mi ciudad, pero no sé si mi orgullo me permitirá mostrarme vulnerable ante ella. Tengo que encontrar la manera de equilibrar mi confianza con la humildad necesaria para ganar su corazón.