Siempre Tuyo (Segunda Parte De 'Mi Perdición').

Después de dejar a los niños en la escuela, le mando un mensaje a Jack de que llegaré un poco más tarde.

Ayer después de que Kathering se fuera al hospital, me quedé pensando en que podía hacer y solo me encontré con dos opciones: le digo la verdad a mi esposa o me encargo de Vanessa sin que ella sepa nada.

No sé cómo se lo va a tomar, cuando llegó hoy en la mañana se veía muy cansada y aun así, saludo a los niños como si nada. No sé cómo decirle que la loca de mi ex ha vuelto para arruinar todo lo que hemos formado, creo que sería demasiado.

Decido llamar al investigador privado porque tengo que ver qué es lo que realmente quiere esa mujer de Kathering o de mí.

- Dime que tienes un lugar donde puedo encontrarla.

- Por supuesto, pero... No creo que sea bueno que vaya a buscarla directamente, quizá eso es lo que ella quiere, estoy muy seguro de que sabe que usted no la buscará sin su esposa.

- Y si no lo hago seguirá frecuentado mi casa y a mi esposa, solo dame la ubicación.

- De acuerdo.

Segundos después, tengo la dirección en donde probablemente se está quedando esta mujer.

***

Lo que me sorprende es que esta mujer lo único que siempre le importo fue el dinero, vivir en casas lujosas y meterse con hombres adinerados que pudieran costear todo lo que ella quisiese, es por eso que me sorprende que esté viviendo en un barrio tan... ¿Común?

- Sabía que vendrías a mí, pero no creí que fuera tan temprano ~dice con una sonrisa que me provoca más asco que cualquier cosa~

- ¿Qué crees que estás haciendo?

- Por favor, pasa ~se hace a un lado, pero yo no me muevo de mi lugar~ No va a pasar absolutamente nada, eres un hombre casado ¿no?, quieres respuestas, te las daré.

Lo pienso unos segundos y al final decido pasar rogando que esto no me pese más adelante.

- ¿Qué es lo que quieres?

- ¿No es obvio?, quiero lo que me pertenece ~dice cruzándose de brazos y enarco una de mis cejas~

- ¿Lo que te pertenece?

- Tú, tú me pertenece. Vamos Jacob, siempre fuiste mío ~comienza a pasar sus manos por todo mi cuerpo y me susurra~

>> Estás casado con esa insípida mujer, pero yo fui tu primer y único amor... Todavía lo soy.

- No me hagas reír ~la aparto de mí bruscamente~ ¿Ningún otro estuvo dispuesto a darte todo como yo lo hacía?

>> Imagino que es por eso que has regresado ~la miro con burla~ En serio no sabes el asco que me das.

- Sabes lo obstinada que puedo ser, Jacob, no voy a dejarle lo que me pertenece a esa estúpida con la que has decidido suolantarme.

>> Estoy segura que no te complace en la cama como lo hago yo ~ahora camino en su dirección y retrocede intimidada~

- No sabes absolutamente nada de mí y mucho menos de mi esposa, nunca me conociste así que no estés segura de nada y mucho menos sobre si mi mujer me complace o no en la cama ~la miro por unos segundos. Se ve asustada así que sonrío con burla~

>> De hecho, para que lo estés... No sabes como disfruto tocarla, besarla, probarla ~le susurro al oído~ No sabes lo hermosa que se ve mientras me la chup*... Me prende solo imaginar todo lo que me hace.

La veo apretar los puños a sus costados y sus piernas entre sí. Sé perfectamente que me desea, desea que la toque y sé que le duele que todo lo que fue suyo un día, ahora le pertenezca a otra.

- No eres ni la mitad de mujer de lo que ella es ~digo finalmente apartándome~ No quiero que te vuelvas a acercar a mi casa, ni a la escuela de mis hijos, ni al hospital donde trabaja mi esposa y mucho menos a ella.

>> Sé que fuiste la causante del accidente y la que se atrevió a mandarle esas fotos y esa carta. No voy a matarte, pero créeme que ganas no me falta ~me dirijo a la puerta y digo antes de salir~

>> Si vuelves a hacer algo contra mi mujer o intentas algo contra mis hijos, yo mismo con mis propias manos te arrancaré la cabeza ~la miro fijamente~ Y si es que realmente me conoces, sabes que lo haré.

Finalmente, salgo de este lugar que me provoca asco nomás por su presencia y voy directamente a cumplir mis labores confiado de que con ese ultimátum, se alejara.

Antes me dolió demasiado su ausencia, pero ahora anhelo que vuelva a desaparecer y nunca volver a saber de ella.

Creyó que al verla por primera vez después de tanto tiempo correría hacía para abrazarla y besarla como quizá lo hubiera hecho años atrás, pero no puede estar más equivocada, la detesto.

Pensé que está mujer ya no me importaba, que ya no provocaba absolutamente nada en mí, pero la verdad es que sí, me provoca odio y asco.

Al parecer no he sanado completamente o quizá sea porque intentó acabar con la vida de la mujer que amo, pero la odio, la odio en está vida y la odiaré en la otra.

Y si no la mato ahora es porque sería demasiado sospechoso, ya que su último contacto seguro fue con nosotros y no quiero hacer algo que perjudique a Kathering o a los niños.